La fotografía como afición y otras artes visuales

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29 de abril, WPPD 2018 - Día Mundial de la Fotografía Estenopeica

Este domingo pasado 29 de abril es el día en que algunos entusiastas decidieron que fuese el Worldwide Pinhole Photography Day, día mundial de la fotografía estenopeica. Y por lo tanto, aunque la mañana de ese domingo no prometía mucho, con un nublado que ofrecía una luz bastante modorra.

No obstante, aunque de forma un poco precipitada, cogí una de mis cámaras estenopeicas para película negativa tradicional de formato medio, la Ondu Pinhole 6x12 Multiformat, la ajusté a fotogramas de 6 x 9 cm, aproximadamente, y la cargué con un rollo de formato 120 de Ilford Delta 100.

Y con eso, salí a la casa, rogando para que el día se comportase y no empezase a llover. O por lo menos, no demasiado.

Con el día nublado, para un estenopo que me ofrece el equivalente a una apertura f/135, los tiempos de exposición que me indicaba la aplicación para medir la luz instalada en el iPhone oscilaban entre un segundo y cuatro segundos. Como la Delta 100, si la velocidad de obturación desciende del medio segundo, se ve afectada apreciablemente por el efecto Schwarzschild, los tiempos de exposición oscilaron entre los 4 segundos y los 12 segundos. Siendo lo más frecuente entre los 8 y los 12.

Observaréis que las calles parecen vacías de gente... pues no. Sí que había gente. Pero moviéndose. Y dado que los tiempos de obturación eran largos, no aparecen impresionados en los negativos. En la siguiente foto había al menos cuatro personas que se dirigían hacia mí y me miraban con curiosidad mientras hacía la foto.

Las fotografías están tomadas todas con la Ondu Pinhole sobre un trípode en el que se corregió mediante el nivel de burbuja incorporado cualquier desviación de la horizontal, con el fin de evitar líneas convegentes y con el fin de afinar en la medida de lo posible la composición. Las Ondu Pinhole no tienen ninguna ayuda a la misma. Carecen de visor o cualquier otro dispositivo, así que hay que encuadrar a ojo. El uso de un trípode ayuda mucho a evaluar la posible composición. Eso, y estar familiarizado en el ángulo de visión del estenopo.

En la fotografía siguiente, sí que aparecen unas personas. Unas niñas y adolescentes que me vieron hacer la foto y se pararon para no molestar. No pensaban que pudieran entrar en el encuadre donde se pararon. Mientras, el semáforo se puso verde para los coches, y por ese paso pasaron cuatro de ellos mientras hacía la foto, de los cuales hay cierta estela de una furgoneta blanca que pasó.

Para finalizar, decir que el revelado lo hice con Adox APH09, que es una fórmula antigua del Rodinal y que se utiliza igual que este. Como últimamente tengo poco tiempo, y tenía tres rollos distintos, cada uno de su padre y de su madre para revelar, opté por el revelado del vago, un revelado desatendido a una concentración del revelador de 1:100 a una temperatura de entre 20 ºC y 21 ºC. La intención era dejarlo revelar durante una hora, con una agitación suave en los primeros 30 segundos y un par de inversiones a la media hora. Pero estuve entretenido reservando billetes de avión para las vacaciones... y al final se pego 65 minutos antes de darle el par de inversiones. Así que lo dejé 40 minutos más para evitar irregularidades en el revelado después de las inversiones. No ha quedado nada mal. Últimamente voy confirmando que este tipo de revelado le sienta mejor a las películas de sensibilidad baja o media baja, que a otras. Y la gama de tonos no está mal. Ajustes mínimos de contraste en el procesado digital tras escanear los negativos con el Epson Perfection V600 Photo.

Reencuentro con la película Ilford Delta 400

Creo que ya lo he explicado con anterioridad. Cuando decidí retomar la afición por la fotografía con película tradicional, fui optando por películas en blanco y negro de tecnología tradicional, de grano cúbico, que son en principio más tolerantes a la variabilidad en el tratamiento que las películas más modernas de grano tabular. Pero con el tiempo me ha empezado a entrar ganas de reencontrarme con estas emulsiones más modernas, más nítidas, de grano más fino, aunque no necesariamente mejor valoradas por los profesionales y aficionados.

Revisando retrospectivamente mi actividad en los años 90, he comprobado que efectivamente fui un gran aficionado a las películas de la gama Delta de Ilford. Y que entre estas, la Delta 400 me acompañó con frecuencia por el mundo a bordo de mis compactas viajeras; la Minox 35ML primero, y la Olympus mju-II después. Veamos algunos ejemplos de un viaje a Oviedo por unas jornadas científicas de la Sociedad Española de Epidemiología en 1997.

Si no recuerdo mal, fueron tomadas con la Minox 35ML, una cámara a la que le tuve mucho afecto hasta que en un viaje por Bélgica, en un tren entre Lieja y Lovaina el año 2001, se me deslizó del bolsillo... y nunca volvió a mí.

Recientemente he vuelto a probar las cualidades de esta película que a mí me gusta mucho.

Para este reencuentro opté por el formato medio, utilizando como cámara la Hasselblad 500CM con un Carl Zeiss Distagon 50/4 T*. Un inciso. Hace unos años adquirí una Hasselblad 503CX que he venido usando con cierta frecuencia y con gran satisfacción. Pero al mismo tiempo, un conocido me dio un cuerpo de Hasselblad 500CM que funcionaba mal... o no funcionaba en absoluto. Esto era un poco aleatorio. Hace unas semanas, la 503CX se me quedó bloqueada sin que pudiese encontrar forma de desbloquearla. Consultado con un "manitas" que me presentaron recientemente, las miró las dos y me dijo que la que era más fácil de arreglar era la 500CM,... y lo hizo. Así que ahora es esta mi Hasselblad de uso habitual, mientras que la 503CX... ya veremos cuando y cómo la arreglo.

En los últimos meses había estado usando un frasco de revelador Kodak TMax para mis reencuentros con las películas modernas de grano tabular. Pero,... se me agotó antes de llegar a estos dos rollos que expuse con la Hasselblad. Así que he usado de mi revelador tradicional, el Rodinal (versión Adox APH09), a una dilución 1+25, revelando durante 9 minutos a 20 ºC, con un ritmo de agitación convencional de inversiones continuas durante medio minuto al inicio, y cinco inversiones cada minuto durante el resto del revelado. Seguramente que con el revelador TMax, con una Ilfotec DD-X o con un Tetenal Ultrafin T-Plus, mejor adaptados a estas películas de grano tabular, hubiera obtenido resultados mejores. Pero no me quejo de los resultados obtenidos. Siempre he pensado que, si bien es cierto que el grano es más aparente cuando se revela con Rodinal, los resultados generales son bastante aceptables e incluso agradables. Y que realmente el contraste quedaba más contenido con determinadas películas. Aunque la dilución 1+25 no es la más apropiada como revelado compensador. Pero los 20' recomendados para una dilución de 1+50 no me "apetecían". Y el revelado semidesatendido a diluciones de 1+100 o superiores lo prefiero para películas de sensibilidad media-baja.

Los resultado obtenidos me parecen bastante aceptables. Nunca he encontrado tan "difíciles" de gestionar las Delta de Ilford como las TMax de Kodak. No tienen tantas "necesidades" en materia de precisión en los tiempos de revelado, ni necesitan prolongar los tiempos de baño en el fijador. Tienen una estabilidad dimensional mucho mayor que las Kodak, lo que hace más sencillo su manejo tanto en la platina de la ampliadora como en el portanegativos del escáner, siendo más sencillo evitar que se les adhiera el polvo, y conseguir una planeidad adecuada en la extracción de las imágenes por cualquier método.

La gama tonal es amplia, y el contraste de las imágenes es acorde a la naturaleza de la luz. Bien contrastada cuando la escena es contrastada, no es fácil bloquear las sombras o empastar las luces. Cuando el contraste de la escena es bajo, la imagen tiene margen suficiente para mejorarlo, tanto en el cuarto oscuro como en el procesado digital, si en este último caso hemos tenido la precaución de digitalizar a 16 bits.

A mí me gustaban... y me siguen gustando este tipo de emulsiones. Y su precio está parejo a las de grano cúbico tradicional de su misma marca... así que siendo cuestión de preferencias, me veo usando estas Delta con cierta frecuencia.

La #FP4Party de febrero de 2018

Tercera party consecutiva en Twitter celebrando las virtudes de la Ilford FP4 Plus, o sus ancestros, si es que a alguien le queda por ahí algún rollo. No voy a entretenerme aquí con las características de la película, que ya comenté en ocasiones anteriores. Al fin y al cabo, recientemente comenté las fiestas de diciembre y enero.

En esta ocasión, el elemento común a los dos rollos de formato 120 que hice fue la utilización de un filtro rojo, Heliopan #25, con el fin de mejorar el contraste de las imágenes, especialmente para dar un poquito más de fuerza a los cielos, que en un momento dado podían estar un poco modorros. Aunque considerada pancromática, no deja de ser una película mucho más sensible a los colores azules que a los rojos. En estos, en sensible a los naranjas y el rojo no excesivamente profundo.. Oficialmente, sensible entre los 360 nm y los 670 nm, o sea, que prácticamente comienza su sensibilidad en el ultravioleta.

El primer rollo lo expuse con la cámara de cajón Agfa Synchro Box. Calculé, con tino, que para un día despejado como el que estábamos, en un paseo fotográfico con algunos compañeros de Fotógraf@s en Zaragoza, con una velocidad de obturación que ronda el 1/25-1/30 segundo, si le aplicaba a la película un índice de exposición de 200 en lugar del ISO 125 nominal, los tres pasos que se pierden con el filtro permitirían una exposición a f/16.

Para evitar las fotografías trepidadas me llevé un trípode ligero pero competente, y usé un cable disparador. A pesar de todo, alguna  de las fotos, véase la anterior, quedó un poquito trepidada, aunque pudo ser por el viento, ya que el efecto de movimiento no se aprecia en todos la longitud de los troncos. Sólo en la parte superior. Hay que decir que esa foto, y alguna otra, recibieron una doble exposición, porque la velocidad exigida era el doble. Así que abrí dos veces seguidas el obturador.

En general, quedé satisfecho con los resultados, aunque el encuadre con la Agfa Synchro Box es muy aproximativo, por el fuerte error de paralaje entre el visor y el objetivo.

El segundo rollo, al día siguiente del anterior, un domingo por la mañana, lo expuse con la Fujifilm GS645S Wide 60 Professional. También con el filtro rojo. Y también con un índice de exposición de 200, que para compensar el efecto del filtro implica reglar el fotómetro a IE 25.

Aunque llevaba a mano el fotómetro Sekonic L-408 Multimaster que me agencié de segunda mano en navidades, la verdad es que el fotómetro incorporado de la Fujifilm es bastante competente, y sistemáticamente estimaba con él exposiciones similares o idénticas a lo que me sugería el fotómetro de mano. Ambos, pues, herramientas fiables si sabes leer la escena.

Como ya habréis leído en un par de ocasiones, en lugar de usar la sensibilidad nominal de ISO 125, decidí exponer la película para un índice de exposición de 200, lo cual implicaba aumentar algo el tiempo de revelado. Así pues, en lugar de los 8 minutos recomendados para esta película con el revelador TMax a una dilución de 1+4 y 20 ºC, revelé con el procedimiento habitual durante 9 minutos.

Estos contengo con el resultado. Con una medición cuidada no se bloquearon las sombras en ninguna foto, o por lo menos no de forma apreciable, el contraste general es bastante agradable, y con el tamaño de los negativos de formato medio el grano no sufrió un aumento preocupante tampoco. Todo muy contenido. Si las circunstancias lo recomiendan, algo a repetir cuando convenga.

En fin, creo que durante al menos un mes van a descansar estas fiestas en Twitter, por lo menos a las que se asocian con un determinado tipo de película. Tal vez en abril vuelvan. Creo que el año pasado dedicaron alguna a las Ilford Delta y a las Kodak TMax. Si tengo película de la correspondiente, o me entero con suficiente antelación para pedir existencias, participaré. Porque es divertido y te da un excusa para salir a hacer fotos.

Hasta la próxima.

Paisajes en blanco y negro con Ilford Delta 100 en los Pirineos aragoneses

Durante el año 2017 fui realizando una labor de revisión de distinto tipo de material sensible, especialmente películas en blanco y negro, con el fin de acostumbrarme a revisar y conocer las características y capacidades de cada tipo de película, y tener un mejor criterio a la hora de adquirir el material de acuerdo a mis necesidades.

En color, la oferta es más limitada y las cosas son habas contadas. En estos momentos tengo ya la decisión tomada. Como película todo uso, todo terreno, la Fujifilm Superia XTra 400 me da lo que necesito, aunque sólo está en película de 35 mm. Una reserva suficiente de sensibilidad, un grano razonablemente fino aunque yo no la llamaría película de grano fino, y unos colores agradables y relativamente vivos. Una película alegre. Para paisajes, con grano más fino, no me cabe la menor duda de que la Kodak Ektar 100 es casi obligatoria. Y para retrato es de rigor la Kodak Portra 400. Que podría ser una opción como película polivalente, aunque con colores menos vivos que la XTra 400, si no fuera porque es apreciablemente más cara. De elección, eso sí, en formato medio, donde el producto de Fujifilm no está disponible. Para las altas sensibilidades... Fujifilm tiene algún producto interesante, y siempre se puede usar la Portra 400 forzándola.

En blanco y negro, las opciones son mucho más variadas, y la elección no está tan clara. Probé muchas el año pasado. Para mi fotografía infrarroja, las Rollei Retro 80S y Superpan 200 son de rigor. Van bien y tienen un precio razonable. Pero en el resto, cuesta decidirse por una película en concreto. Comprobé hacia final de año que me había centrado en mis pruebas en las películas de tecnología tradicional, de grano cúbico, y que salvo la Fujifilm Neopan 100 Acros y algún carrete de Kodak TMax 400, hacía décadas que no probaba las de tecnología más moderna, con grano tabular. La Acros me gusta mucho, aunque a veces es poco contrastada, y justa de sensibilidad. La TMax 400, como la mayor parte de las Kodak, para quienes hacemos un proceso mixto fotoquímico-digital, es una pesadilla para escanear por su escasa estabilidad dimensional. Vi que tenía que retomar las Delta de Ilford. Desde 1997, en un viaje a Oviedo, no había usado ninguna. En aquella ocasión fue una Delta 400.

Adquirí por lo tanto unos cuantos rollos de Ilford Delta 100 y 400, en formato medio, y el día 30 de enero, un día que me cogí libre en el trabajo y subí de excursión a pasear por el valle de Tena, en los Pirineos aragoneses, cogí los rollos de Delta 100 y la Hasselblad 503CX con el Carl Zeiss Planar 80/2,8 T* CF y me dispusé hacer unos cuantos paisajes. Normalmente uso un filtro amarillo, pero no en esta ocasión. En la montaña, cuando está totalmente despejado, los cielos son suficientemente oscuros para que con una película como esta no sea necesario para envitar unos cielos excesivamente blanquecinos y lavados.

Uno de los rollos, por un error al cerrar el tambor de revelado, se veló parcialmente. Nueve de los doce negativos quedaron inservibles. También esto provocó alguna irregularidad en el revelado, que se aprecia en algún negativo del resto, aunque en el proceso mixto, en la parte digital, he corregido algunos y han quedado aprovechables. Nunca hay que bajar la guardia, y nunca hay que dudar en comprobar dos veces que todo el material queda convenientemente ajustado.

Lo primero que me quedó claro es una cosa. Si la semana pasada os hablaba de mis pruebas con la Rollei Ortho 25 Plus, he de decir que con la finura de grano y la nitidez que ofrece la Delta 100, no merece la pena el inconveniente de usar una sensibilidad tan escasa, por lo menos en formato medio. Quizá con película de 35 mm pueda ser planteable que haya más diferencia, pero para las ampliaciones que hago yo, ya me vale. Como recientemente había usado la Ilford FP4 Plus, también he percibido la diferencia a favor de la Delta 100 en nitidez y limpieza de la imagen. A cambio, se nos recuerda que debemos ser más cuidadoso en la medición de la luz y la exposición de la imagen. Para estas fotografías use el Sekonic L-408 Multimaster que compré en navidades para medir cuidadosamente la luz. A veces con medición incidente de la luz, a veces con medición parcial, comprobando el contraste de la escena, con la medición reflejada en un ángulo de 5º. Se me olvidaba decirlo, en todo momento el índice de exposición ha sido coincidente con la sensibilidad nominal de la película, ISO 100.

Como revelador, he usado el Kodak TMax Developer, del que disponía de una cierta cantidad, que es el revelador desarrollado por Kodak para películas de grano tabular. Lo usé a la dilución recomendada 1+4, durante 7 minutos a 20 ºC. Treinta segundos de inversiones continuadas de forma inicial y cuatro inversiones cada minuto hasta el final del revelado. Nunca hago las inversiones con excesiva energía. Soy más bien calmado. Me dicen, aunque desconozco las fórmulas químicas de ambos, que el TMax Developer es similar al DD-X de Ilford, que es el revelador recomendado por la marca británica para estas películas.

Qué conclusiones puedo sacar. Pues que me he sentido muy cómodo con esta película. Los negativos, salvo los estropeados por la filtración de luz, tenían un aspecto estupendo, con sombras con detalle y con luces sin bloquear. Hay que decir que las condiciones de luz fueron de luz radiante, en horas centrales de día. Y en las escenas había desde extensiones de nieve iluminadas por el sol, hasta algún bosque de coníferas de hojas perennes muy oscuras. Sin mayores problemas, todo quedó integrado en la escena sin pérdida de información por ninguno de los extremos.

La película tiene una muy buena estabilidad dimensional y se mantiene plana en el soporte del escáner sin problemas, lo que colabora a una buena nitidez final. Dejados a la exposición automática del programa de escaneado, ya hubieran tenido los archivos resultantes un buen aspecto. No obstante, digitalicé en archivos Tiff de 16 bits, agustando los negros y los blancos extremos de modo que se consiguiese el mayor rango dinámico posible en los tonos. No fue problemático. Luego tuve que hacer algún ajustes, nada intempestivos, con el contraste para dejar las imágenes como las percibí en el momento de la toma. Como ya había previsto, aun sin el filtro amarillo, los cielos azules se mantuvieron en tonalidades medias sin ningún problema. De haber habido nubes en el cielo, estas hubieran quedado perfectamente separadas. Pero no las hubo.

He de decir que quedé muy satisfecho. Y en esos momentos, practicamente puedo decir que esta película se va a convertir en mi película de grano fino de elección. Quizá para el uso con cámaras antiguas, más imprecisas, igual use alguna película de grano cúbico tradicional, quizá la Ilford FP4 Plus, que puede perdonar un poco más posibles errores en la exposición, pero ahí está. Comparada con la Fujifilm Acros, que es la que más me gustaba hasta ahora, la principal ventaja que encuentro en la japonesa es la ausencia de error en la ley de la reciprocidad para exposiciones largas. Pero aparte de eso, creo que la Delta 100 es mi favorita. Tengo la sensación de que ya lo fue en tiempos, he estado revisando las películas que usaba a mediados de los noventa y ahí está muy presente, y lo volverá a ser. La única pega real que encuentro... que es más cara que otras. Pero es un producto de muy buena calidad.

Recientemente, a través de Twitter, Ilford Photo hizo una petición de exponer en este medio fotografías de paisaje realizadas con sus materiales etiquetándolas de una determinada manera, y la fotografía que está sobre estas líneas fue seleccionado para un pequeño artículo en su blog oficial (Friday Favourites #landscapes), como ejemplos de uso de película Ilford en paisaje. De las cinco fotografías publicadas, en una no consta la película utilizada, de las otras cuatro dos están realizadas con Ilford Delta 100 y otras dos con Ilford Pan F+. Esta última, una película de ISO 50. Lo cual da una idea de la adecuación de estas películas a este propósito.

La #FP4Party de enero de 2018

En diciembre, hace un mes, os contaba de mi participación en una "fiesta" fotográfica virtual, que giraba en torno a la película Ilford FP4 Plus. O sus versiones anteriores, si es que alguien tenía por ahí algún carrete, ya caducado, guardado en la nevera o en un cajón. O en una vieja cámara para película tradicional.

Sobre la marcha, los organizadores del evento decidieron convocar otra "party" para celebrar la llegada del año nuevo. El calendario quedaba como sigue:

  • 1ª semana: 1 al 7 de enero de 2018, hacer las fotos.
  • 2ª semana: 8 al 14 de enero de 2018, revelar las fotos.
  • 3ª semana: 15 al 21 de enero de 2018, publicar las fotos.

Si en diciembre participé un poco por casualidad, porque tenía un par de rollos de formato 120 en casa, en esta ocasión fue una decisión más planificada. Lo malo es que no me daba tiempo a pedir a distancia los rollos de formato 120, no es posible encontrarlos en tiendas físicas en Zaragoza en estos momentos, que yo sepa, así que me tuve que contentar con un par de carretes de 35 mm.

Os voy a ir mostrando las fotos que he remitido a la "fiesta", y entre medias iré comentando las circunstancias de la toma.

Día 1 de la #fp4party

Uno de los carretes de FP4 Plus de 35 mm lo cargué en la pequeña pero competente Leica Minilux, la cámara que me traje hace unos pocos meses de Seúl. Esto me permitía llevarla todos los días encima, e ir haciendo fotografías cuando encontrase unos motivos y una luz adecuados. Por ejemplo, un día que pasé por los terrenos de la antigua expo, y me detuve en el "señor de las letras" de Jaume Plensa, uno de los muchos que tiene plantados por el mundo. A ver si encontraba la combinación de letras "FP"... y sí. La encontré.

Día 2 de la #fp4party

Como podéis comprobar, aunque no pude conseguir rollos de formato medio, no me resigné a no usar una cámara de formato medio. Y con el adaptador que me agencié hace unos meses, decidí usar uno de los carretes de 35 mm con la Yashica Mat 124 G. El mismísimo primer día del año, el día de año nuevo.

Unas imágenes del invento.

Día 3 de la #fp4party

También jugué un poquito con la abstracción. En esta ocasión, en uno de los extremos del puente del Tercer Milenio. Con una luz de la tarde en invierno, muy suave.

Día 4 de la #fp4party

No lo he comentado antes, pero lo comento ahora. A uno de los participantes en la "party" no le gustó que usase el carrete de 35 mm en la Yashica Mat 124G. Puso el grito en el cielo, diciendo que "tantos años de trabajo serio en el laboratorio, para ahora ver esto... qué degradación"... Me quedé sorprendido. Es una fiesta. y nada impide un uso lúdico de la fotografía. Por otra parte, que guste o no guste tiene que depender de cosas distintas de los dogmas de hacer las cosas "como Dios manda"... Bueno. A mucha otra gente sí que les gustaron. Y más las de los chorizos y longanizas que las dedicadas a los bellos ejemplos de arquitectura gótica o mudéjar de Zaragoza.

Día 5 de la #fp4party

Estas dos fotografías están tomadas al lado de donde trabajo, un día cuando salía a las tres y media de la tarde.

No lo he dicho antes, pero los dos carretes fueron revelados, en momentos distintos, en revelador TMax a una dilución 1+4, a 20 ºC durante ocho minutos, con agitación intermitente cada minuto. El segundo, el de la Minilux, está algo defectuoso porque le revelador se había contaminado con otra sustancia procedente de otro revelado. Por algo no me gustan a mí estos reveladores de más de un uso.

Día 6 de la #fp4party

Aunque las publiqué en el sexto día de la semana, en realidad fueron de las primeras fotos que tomé. La del Godzilla tuvo bastante éxito. La verdad es que la gente se ve más atraída por lo anecdótico que por otra cosa en esto de las redes sociales.

Día 7 de la #fp4party

Un par de fotos diversas realizadas con la Minilux para cerrar la semana. Ahora, esperaremos a ver si alguna de ellas pasa los cortes de selección y llega a algún lugar digno. En diciembre, no hubo suerte. Lo cierto es que hay gente con mucho nivel. Pero bueno... lo importante es participar ¿no?