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Hasta 77 fotogramas en blanco y negro en un carrete de 36 - Probando la Canon Demi EE17 en un día de lluvia y frío

Comentaba en un artículo previo las características técnicas de la Canon Demi EE17, cámara de “medio formato”, para negativos de 24 x 18 mm sobre película perforada de 35 mm, y hoy toca comentar un poco la experiencia de su uso. Porque las cámaras de fotografías están hechas para ser usadas. Si no, son aparatos un poco tristes.

Lo que es cierto es que tuve la mala suerte de que el primer día que disponía para probarla fue el primer día de otoño realmente desapacible, con lluvia y frío. Y qué largos se hacen entonces los 77 fotogramas que me han cabido en un carrete de Ilford Delta 100 Professional.

Lluvia todo el día, poco contraste en el ambiente que ha habido que subir en el posprocesado, y una película, la Ilford Delta 100 Professional, que revelada en Rodinal 1+25, ha mostrado ser un opción bastante más que razonable para esta cámara, gracias a su grano contenido.

La cámara usaba pilas de mercurio de 1,3 V del tipo 625 que por motivos de seguridad y salud pública están prohibidas y no se fabrican. Me vino, por lo tanto, sin pila. No importa, la cámara funciona de forma mecánica con selección manual del diafragma y la velocidad de obturación. La medición de la luz… pues con un fotómetro de mano que Gossen Digisix que tengo, pero que también se había quedado sin batería, o por estimación usando la regla del f/16 — sol radiante, etc…

Y así fui tirando hasta que encontré donde comprar una sustituta actual de las baterías de mercurio de antaño.

La utilización de la cámara en manual, y estimando la luz no supone mayor problema si estás mínimamente familiarizado con esta técnica. Con luz de nublado con lluvia pero suficiente, se pueden usar diafragmas medios, que permiten una profundidad de campo razonable, ya que hay que enfocar por estimación.

Una vez con pila nueva, y para hacer menos compleja la utilización de la cámara en un día de lluvia y viento, con mucha humedad, gotas que caen por todos los lados, la estuve usando en modo “AUTO” con prioridad a la velocidad de obturación, y confiando en el fotómetro de la cámara.

No tengo motivo de queja. La cámara expone correctamente. Y si crees que por el tipo de escena hay riesgo de subexposición, no hay más que usar el compensador de exposición que permite abrir el diafragma uno o dos pasos más para una velocidad de obturación dada.

Con poca luz hay riesgo de subexposición siempre. Y más todavía si estás fotografiando un grafitti en una pared blanca. Aquí es donde el compensador de exposición cumple su objetivo perfectamente.

En las pocas horas de la tarde en la que hay luz natural, escasa además por las nubes y la lluvia, me arriesgo a fotografiar con una velocidad de obturación de sólo 1/30 s. Por debajo de lo recomendado. Pero al no llevar espejo como las reflex, y con una buena técnica de sujeción de la cámara, las fotografías salen razonablemente nítidas.

Enfoque por estimación a la señal de la puerta, 1/30 s de obturación porque la luz es ya escasa, el diafragma queda seleccionado automáticamente en algún punto entre f/1,7 y f/2,8. La foto sale con razonable nitidez.

Quizá no sea una cámara de grandes prestaciones, porque tiene sus limitaciones. Pero es una cámara que cumple, y que con un negativo en blanco y negro moderno, a pesar de su reducido tamaño de fotograma, es perfectamente usable. Lo que es más, es mucho más sencilla y agradable de usar de lo que esperaba.

Entre las limitaciones de la cámara es que no responde muy rápida al disparo, y por lo tanto la acción se nos va. La señora del paraguas se ha desplazado del centro del fotograma al lado izquierdo en lo que he tardado en preparar la fotografía. Tal vez con un poquito de entrenamiento mejore un poco la cosa. Pero no parece una cámara preparada para la fotografía de acción.

Paliando errores - Película Ilford Delta 100 expuesta a un índice de exposición de 400

Esta historia se remonta al verano. A finales de agosto decidí cargar la PENTAX MX, cámara réflex mecaníca de los años 70, con un rollo de película negativa en blanco y negro ILFORD DELTA 100 PROFESSIONAL. Esta es una buena película, con algunas de las tecnologías más modernas en el desarrollo de los negativos en blanco y negro, con granos de tipo tabular. Por lo tanto, es una película que da buenos resultados recuperándose buenos detalles, permite grandes ampliaciones, con un grano poco perceptible. Sin embargo, no es una película de elección para mí que suelo buscar productos más todo terreno. Pero tenía un par de rollos en formato 135, y ya que el verano es época de luz abundante, decidí usar esta película cuya sensibilidad nominal es de 100 ISO.

La utilicé durante unos días coincidiendo con las fiestas del barrio de SAN JOSÉ de la ciudad de ZARAGOZA, y en el rollo incluía algún retrato de mi sobrino de 5 años. En principio, sin mayor problema todo ello. La sorpresa me la llevé cuando terminé el rollo. En ese momento comprobé que el fotómetro de la cámara estaba ajustado para un índice de exposición de 400. Es decir, la película habría sido subexpuesta con carácter general en torno a dos pasos de exposición. Había recibido la cuarta parte de los fotones que le correspondían para un buen resultado... Esta no es un película para esto. La información oficial de la marca nos dice que se pueden obtener buenos resultados con índices de exposición entre 50 y 200, pero no está pensada para forzarla dos pasos.

Coincidió también que por ese momento agoté mi revelador todo terreno que llevaba usando un tiempo, el R09 ONE SHOT, que tiene la misma formulación clínica que el clásico RODINAL de AGFA. Con este revelador he venido usando técnicas de revelado desatendido cuando uso cámaras clásicas sin exposímetro, y la exposición de los negativos puede tener una variabilidad excesiva. Es un revelado compensador, que no empasta las luces y saca todo el jugo posible de la sombras. Como tenía otros proyectos en marcha, dejé el negativo en barbecho, a la fresca en la nevera, y dejé para más adelante decidir qué hacer. De vez en cuando consultaba sobre el tema.

Un inspección de los negativos inicial mostraba una densidad excesivamente ténue, indicativa de que realmente estaban subexpuestos. Salvo los que incluían zonas de cielo nublado, que por el contraste con el suelo aparecían muy densos.

Como no revelo de forma constante, generalmente una vez al mes algún carrete en formato 135 o formato medio, no tengo gran variedad de químicos, y procuro utilizar reveladores todo terreno. Como no es fácil encontrar en ZARAGOZA (ahora imposible) reveladores con la formulación del RODINAL, opté en un momento dado por el HC-110 de KODAK. Es un revelador líquido que en su forma concentrada dura mucho tiempo, permite un uso con distintas diluciones para tiempos de revelado más o menos prolongados, con más o menos intensidad, y da buen resultado con una variedad de películas, usando diluciones a baño perdido. Pero no encontraba soluciones claras para un revelado de la DELTA 100 expuesta a 400. La opción más clara parecía ensaya el revelado desatendido o semidesatendido con este revelador.

El revelado desatendido consiste en usar el revelador muy diluido, durante mucho tiempo. En este caso entre 45 minuto y 1 hora. Se agita suavemente en los primeros 30 segundos a un minuto. Y luego se deja quieto, sin agitaciones periódicas durante el resto del tiempo. El semidesatendido es cuando a mitad del tiempo de revelado se agita suavemente con tres o cuatro inversiones. De esta forma, al estar en concentración muy baja, el revelador se agota muy pronto en las áreas muy expuestas, evitando que se sigan revelando por ausencia de reactivo durante el resto del tiempo. Mientras, en las áreas poco expuestas, el revelador sigue actuando durante todo el tiempo, afectando hasta el más mínimo grano de plata que haya podido ser excitado por los escasos fotones que le lleguen. Al final obtenemos luces poco empastadas, sombras reveladas a fondo que muestran todo el detalle que puedan tener, y un contraste moderado. La pega es que el grano puede ser más aparente que con otros métodos de revelado.

El resultado con mi carrete erróneamente expuesto ha sido como sigue. En los negativos que habían recibido una exposición algo por encima de ese índice de exposición 400 (siempre tiendo a sobreexponer para salvar las sombras) y este era más propiamente de 200, el fotograma ha sido totalmente aprovechable.

Las sombras han quedado un poquito más densas de lo habitual, con escaso detalle, pero la imagen es aprovechable.

Cuando el fotograma había recibido una exposición más propia de es índice de exposición 400, el resultado ha sido bastante peor. Carencia de detalle en las sombras y aumento muy grosero del grano en el conjunto. Realmente, no es una combinación adecuada de película, índice de exposición y revelado.

Existe una verdad inexorable. Para poder tener imagen, el negativo tiene que tener información. Si no es así, no hay milagro de la química posible que pueda salvar el asunto. La amplia tolerancia de los negativos que hace que yo tenga tendencia a la sobreexposición ha salvado buena parte del rollo, pero porque su grado de subexposición real no era de 2 pasos sino sólo de uno. Y eso está dentro de los márgenes de tolerancia de la película.

El revelador HC-110 de KODAK, que no había usado hasta recientemente, me está gustando. Los negativos de TRI-X 400 expuesta a 200 que me traje de PARÍS, en los que la medición de la luz fue cuidadosa con fotómetro de luz incidente, se han revelado sin problemas, acortando ligeramente el tiempo de exposición para conseguir un suave contraste y controlar el grano. Pero en esta ocasión he superado las posibilidades de salvar con dignidad unos cuantos de los fotogramas de la película. Así que la principal enseñanza es que hay que hacer una comprobación exhaustiva de los ajustes de la cámara cuando salimos a fotografiar, para evitar llevarse disgustos.

En cualquier caso, sí que me quedo con las ganas de probar a forzar la TRI-X, película mucho más preparada para este fin.

Una réflex ligera, un objetivo luminoso y película blanco y negro de sensibilidad media/baja - Probando la Fujifilm Neopan 100 Across y cambiando hábitos con la Ilford FP4 Plus 125, con una Pentax MX

Nos dicen, nos cuentan, que los diseños “retro” están de moda entre las cámaras fotográficas más modernas. Fujifilm, Olympus, Nikon, Sony,… todas estas marcas han sacado al mercado en los últimos tiempos productos que apelan a la nostalgia y al buen hacer del pasado para comercializar modernos aparatos digitales.

No son pocos los que aceptan el envite. La mayor parte de ellos porque los aparatos parecen bellos a los ojos del comprador; cuando menos distintos. Como con más personalidad. Pero lo que no se valora en su justa medida es que el manejo de una cámara bien pensada de antaño es realmente un placer. No pocas de ellas estaban pensadas para ser utilizadas con eficacia y eficiencia. Producían buenos resultados y, en manos conocedoras, estos llegaban con el esfuerzo centrado en la foto y no en cómo manejar la cámara.

Uno de estos aparatos puede ser mi Pentax MX, una réflex para película perforada de 35 mm, muy compacta de tamaño, muy ligera, mecánica por completo, la pila sólo sirve para alimentar el fotómetro, y sorprendentemente ágil de manejo a pesar de la ausencia de automatismos.

No me voy a extender en explicar el manejo de la cámara, que aquí vemos con un SMC Pentax-M 50/1,7. Todavía resulta más compacta con el 50/2 o con el 40/2,8, este último de tipo “pancake”. Pero a mí me gusta usarla con este veterano objetivo que me parece superior a los dos anteriores, aunque abulte más por su más que aceptable luminosidad.
En esta visión cenital de la cámara vemos todos los mandos que necesitamos para hacer la fotografía. El enfoque y el diafragma en el objetivo, la velocidad de obturación y la sensibilidad de la película en la cámara. El visor informa de los parámetros esenciales para la toma, y la palanca del disparo retardado duplica su función con la de previsualizador de la profundidad de campo.

En las últimas semanas he estado usando esta cámara con película negativa en blanco y negro. Frente a la tendencia actual de usar sensibilidades medias/altas, en torno a los 400 ISO, he optado por algo más moderado. Tenía en casa algún carrete de Ilford FP4 Plus. Y estas navidades llegó a mi poder otro de Fujifilm Neopan 100 Across. La sensibilidad nominal de la primera es 125 ISO y la de la segunda, como podréis suponer, 100. Pero vi que ajustadas respectivamente a un índice de exposición de 100 y 80, tenían tiempos de revelado similares en Rodinal 1+50 a 20º C. Pensé que si las usaba en una misma sesión o en días consecutivos, podría ahorrar tiempo revelándolas juntas.

Lo cierto es que así como el carrete de Across lo expuse en una mañana, la FP4 me ha durado un par de semanas. En cualquier caso, efectivamente las he revelado juntas, como pensaba, sin ningún problema.

Os dejo algunas muestras.

La Fujifilm Neopan 100 Across ha sido una sorpresa muy agradable. La usé en un largo paseo por el centro de Zaragoza en una mañana.
Presenta una gradación tonal muy agradable y, revelada en Rodinal, un grano apreciablemente más fino que la Ilford que ya había utilizado en otras ocasiones.
A pesar de la escasa sensibilidad, recuerdo el IE de 80, con el 50/1,7 puedes afrontar una abundante cantidad de situaciones en una mañana nublada de invierno.
Exponiendo por debajo de su sensibilidad nominal, se ahuyenta el fantasma de la subexposición, si bien es cierto que nunca me ha preocupado mucho. El fotómetro de la MX mide correctamente las luces.
En líneas generales, considero que es una de las películas de las que he usado en los últimos tiempos que mejor resultado me ha dado. La única pega que le veo es que tiene una estabilidad dimensional menor que las Ilford, y se curva bastante más, lo cual puede ser una pega al digitalizarla en el Epson Perfection V600 Photo que uso en casa.
Pero he salido adelante sin mayores problemas. La única cuestión ahora es la facilidad o la dificultad para encontrarla a un coste razonable. Tengo que ver si la puedo conseguir en Zaragoza o si hay que pedirla por internet, lo cual suele aumentar los costes, por el envío.
La Ilford FP4 Plus, disminuyendo el IE de 125 a 100, ha mejorado respecto a otras ocasiones, en las que aunque ofreciendo buena nitidez de imagen, resulta un grano un poco más escandaloso de lo previsto. No parece llevarse muy bien con el Rodinal.
Soy consciente de que el Rodinal no es un revelador de grano fino, pero esperaba un resultado un poco mejor en una película de sensibilidad nominal 125 ISO.
Cierto es que en esta ocasión ha ido muy bien en las escenas con mayor contraste, ofreciendo unos negros profundos y una luces no empastadas.
A partir de ahora, tenderé a usarla a IE de 100 o incluso 80, especialmente en situaciones de contraste elevado. En estas escenas a cumplido muy bien.
Pero no sé que me dice que si encuentro con facilidad la Across, cambiaré de película habitual.

Voigtländer Perkeo II - prueba con fotos

A ver. Si apuntas el objetivo de la cámara justo con el sol en medio, si pones una velocidad de obturación excesivamente baja y accionas el disparador mientras estás moviéndote, y si no te acuerdas de ajustar la distancia de enfoque correcta, las fotos con la VOIGTLÄNGER PERKEO II que os presentaba hace unos días salen... pues ¿cómo van a salir? Mal. Sólo aptas para "hipsters lomógrafos" estilo "modern art"... o algo así.

Pero quizá no se trate de esto. Veamos en qué a consistido mi prueba de cámara. En serio.

He realizado mi recorrido de pruebas tradicional. A última hora de la tarde, por el Canal Imperial de Aragón y el Parque Grande de Zaragoza. Sol de frente, casi todo el camino. No muy alto sobre el horizonte.

Película negativa blanco y negro. Normalmente últimamente uso la KODAK TRI-X 400, pero como cuando fui a comprar hace unos días tenían pocas unidades, cogí un par de ILFORD HP5+, también de sensibilidad nominal ISO 400.

Exposición de la película a un índice de exposición de 200. Luego compenso en la fase de revelado acortando el tiempo de revelado recomendado. Esto sirve para compensar durante los días del verano zaragozano el excesivo contraste de la luz que hay durante la mayor parte del día.

Terminé con mi frasco de RODINAL hace unos días y como no es posible encontrar este revelador en Zaragoza, lo he sustituido por KODAK HC-110. Usado a una concentración de 1+63, para tiempos de revelado suficientemente largos para que pequeñas variaciones no sean críticas. En lugar de los 10 minutos recomendados para una exposición a su sensibilidad nominal, ISO 400, he revelado la HP5+ durante 9 minutos, para ajustar el contraste un poco a la baja, dejando los grises medios en su sitio. 30 segundos de agitación inicial y luego cuatro inversiones cada minuto. No tengo queja del resultado.

Sin queja en los mecanismos de la cámara. Todo funciona correctamente, salvo la palanca de reinicio del contador de fotogramas. Hay que accionarla varias veces para que el contador se reinicie correctamente.

En general, el resultado es mejor que la ZEISS IKON IKONTA (521/16), pero no compite con otras cámaras de formato medio de más prestigio que os he presentado u os iré presentando. Probablemente la máxima ampliación razonable de las fotos en papel sea entre 24 x 24 cm y 30 x 30 cm. Ir más allá... pues no sé. Es difícil de decir porque mi escáner no da para más.

Y ya, sin más, os dejo algunos ejemplos. Cada uno con sus dificultades para la cámara. Especialmente para la óptica, y para el enfoque por estimación. Las fotografías han sufrido algún ajuste de contraste y de nitidez en ADOBE PHOTOSHOP LIGHTROOM.