La fotografía como afición y otras artes visuales

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Recomendaciones semanales - del 27 de mayo al 3 de junio de 2018

No sé muy bien qué ha pasado esta semana, pero no tengo muchas recomendaciones marcadas. Bueno. Sí que lo sé. Que no he parado de hacer un montón de cosas que tenía que hacer, y no le he dedicado tiempo a la fotografía. Y es que desde hace dos días estoy formalmente de vacaciones durante dos semanas. Lo cual quiere decir que estoy a punto de salir de viaje, y esta sección de recomendaciones quedará vacante durante, calculo yo, al menos dos domingos.

Sí que me dio el viernes por la tarde para actualizar el firmware de la Panasonic Lumix G9. Viene con una serie de mejoras varias que no voy a detallar. Pero una cosa que me ha llamado la atención es que viene con un nuevo perfil en blanco y negro que parecía interesante. Estos perfiles prefabricados son interesantes en dos situaciones. En vídeo, cuando no te interesa perder tiempo luego en la gradación del color, luminosidad y contraste. En fotografía, para compartir de forma inmediata, sin tiempo de procesar el archivo raw. Generas un JPEG acompañante con el perfil que te interese, expones de forma adecuada para un resultado inmediato conveniente, y a compartir sin perder tiempo en procesados en el móvil o en la tableta. La versión definitiva ya saldrá más adelante del raw. Y el nuevo perfil en blanco y negro me parecía interesante y lo estuve probando ayer, mientras visitábamos una exposición del pintor Rebullida en la Lonja de Zaragoza, y luego mientras paseábamos antes de refugiarnos a cenar algo durante la tormenta vespertina que cayó sobre la ciudad. Fotografías no procesadas, salvo el marco, directas de cámara.

Un fenómeno muy americano durante la posguerra mundial fue el de las pin-up. Señoritas de muy buen ver, en fotografía o ilustración, de formas muy neumáticas, muy curvilíneas, con ropa escasa, que se popularizaron en una sociedad paradójicamente muy conservadora. La pin-up por excelencia fue Bettie Page. Y probablemente las mejores fotografías de Page las hizo Bunny Yeager, fotógrafa que fue modelo y pin up antes de fotógrafa. Quizá por eso entendió a Bettie mejor que nadie. Lo vi en AnOther Magazine.

Es curioso que generalmente descubro más fotógrafos emergentes españoles en las páginas del British Journal of Photography que de los medios especializados nacionales. Estos parece que apuestan sobre seguro, sin riesgos, y suelen hablar de los fotógrafos consagrados, o incluso en los ya extintos, antes que mojarse sobre los emergentes. Los dos últimos que nos descubre el BJP son una pareja de lorquinos, JD Valiente y Sole Satana, con un curioso e interesante trabajo sobre los fiambres y la cultura de la chacinería... algo tan español, y al mismo tiempo tan universal.

Desde hace un tiempo voy siguiendo un sitio web dedicado a la fotografía contemporánea en China, Photography of China. Ya he traído a estas páginas varias recomendaciones en los últimos meses. Esta gente tiene también un canal en Youtube que es interesante seguir. Y en este canal presentan una serie denominada "Shortcut", la mayoría de sus vídeos, con entrevistas rápidas a fotógrafos chinos, o de otras nacionalidades pero que trabajan en China. Esta semana han presentado dos. Uno dedicado a la pareja chinoneerlandesa formada por Ning Kai y Sabrina Scarpa, y otro dedicado al fotógrafo chino Ou Zhihang. El trabajo de este último, que implica también la performance, me ha parecido especialmente interesante. Os dejo los vídeos.

En Oldskull estuve leyendo y viendo el reportaje de la noruega Andrea Gjestvang sobre las secuelas en los supervivientes de los atentados del verano de 2011 en Noruega. Un suceso que afectó notablemente a la sociedad de ese pacífico país, y que puso de manifiesto que nadie está libre del resurgimiento de la intolerancia violenta fascista. Me da igual que sea de forma organizada que por la ida de olla de un individuo en particular. Es una enfermedad que parece residir con demasiada frecuencia en la mente del ser humano. Los retratos que nos ofrece la fotógrafa noruega son estupendos, llenos de empatía y entorno.

Aesthetica Magazine es una interesante revista de arte contemporáneo que presenta con frecuencia trabajos de fotógrafos actuales. Lo que pasa que hay que disfrutarla en formato de papel, y no es fácil. Pero en la última semana nos ha ofrecido con la salida de su número 83 una serie de trabajos muy interesantes, que resumo a continuación.

Serie colaborativa de Michelle Cho y June Kim, donde trabajan las ideas de cotidianidad en un entorno inspirado por determinadas formas arquitectónicas.

También sobre la identidad personal es el trabajo de Ole Marius Joergensen.

La soledad y la melancolía son los temas que trabaja Isabella Ståhl.

Y ya he comentado en alguna ocasión la cinematográfica aproximación a sus sujetos de Alex Prager.

Las dos últimas fotografías proceden también de los JPEGs directos de la cámara, pero he montado varias fotografías a modo de panorama.

Zapata en L baratita para mi trípode más ligero

Hace tiempo que soy consciente de la necesidad de un accesorio como el que os traigo aquí hoy. Es una "verdad" generalmente admitida que el trípode es un accesorio fundamental para mejorar la calidad de las fotografías en una serie de circunstancias; retratos, paisajes, macrofotografía, arquitectura,... Mejora en gran medida la nitidez de las imágenes y ayuda a encuadrar con mayor precisión. A cambio, debemos pagar dos peajes; el proceso de realización de la foto es más lento y tenemos que acarrear un chisme que abulta. Más o menos, pero abulta.

Yo tengo dos trípodes "serios" y algún sobremesa. El de sobremesa es un Gorillapod que compré en Berlín en octubre de 2007, y que uso poco,... porque nunca me acuerdo de que lo tengo.

Mi trípode principal es un Manfrotto de la serie 190 de fibra de carbono con patas en tres secciones. No es igual al que actualmente está en catálogo, porque lo tengo hace ya doce años o así, pero básicamente es algo parecido. No es barato, pero es ligero y muy estable. Bastante transportable en cuanto al peso. Va acompañado de una rótula de bola de fricción modelo 486RC2, que va bien... para casi todo. Pero que también tiene sus limitaciones. Lo he utilizado casi siempre con el equipo Canon EOS y con las cámaras de formato medio. Lleva una zapata de liberación rápida de tipo RC2, propietaria de Manfrotto. Pero que como todas... tiene un problemilla que da origen a esta entrada.

El segundo trípode lo compré en una oferta, en un "outlet" que llaman ahora, y se trata de un Rollei Compact Traveler Nº 1. Un pequeño trípode de aluminio con una rótula de bola fricción, con una zapata compatible con el sistema Arca Swiss. Es adecuado para cámaras pequeñas, y en mi caso lo compré pensando en las micro cuatro tercios, aunque también la he usado con alguna cámara para película de tamaño moderado o pequeño. Plegado es muy compacto y fácil de transportar, por lo que me ha acompañado ya a algún viaje.

Porque luego viene el problema. Lo de los trípodes está muy bien, pero luego hay muchos aficionados a la fotografía que no los usan por dos motivos. Porque no saben sacarles todo el provecho o utilizarlos correctamente y porque no les apetece llevar un cacharro más a cuestas por ligero que sea. Uno de los problemas es la utilización de la cámara en posición vertical. Con las zapatas de rápida liberación que vienen los trípodes actuales de un nivel suficiente, lo de disparar con la cámara en horizontal, ahí que te va. Pero por buena que sea la rótula, en pocas no resulta un rollo disparar con la cámara en vertical. De repente, ni es tan fácil encuadrar, ni nada por el estilo. Por supuesto, todo el mundo mínima informado sabe que existe un invento, las zapatas en L, que permiten modificar la posición con rapidez, sin tener que hacer equilibrios con la cámara. Los profesionales las usan, y los aficionados dedicados y enterados las usan. Habitualmente tienen un problema. Por lo menos en lo que yo he ido siguiendo el asunto. Muchos modelos son dedicados para un determinado modelo de cámara, y con frecuencia, suponen un cierto desembolso. Lo cual retrae a aficionados no tan dedicados en su compra. Pero yo ya llevaba un tiempo con la mosca detrás de la oreja,.... porque sentía más necesario el uso del trípode para ocasiones en que la composición de la foto es en vertical que en horizontal. Especialmente, cuando de las fotos realizadas surge una imagen de tamaño fruto de sumar una serie de ellas.

Buscando y buscando, me encontré con esta zapata en L, por el ridículo precio de 8 euros, que presumía de ser universal...

Este chisme es de metal, tiene un acabado bastante razonable, se ajusta sin ningún problema al zócalo de cualquier rótula compatible con el sistema de zapatas Arca Swiss, y permite sin problema montar la cámara en vertical o en horizontal. El precio es ridículo con lo que se pide por ahí... y la duda es si realmente es compatible universalmente con cualquier cámara. Mi decisión de arriesgar los ocho euros era que por las dimensiones del chisme, debía valer para mi Panasonic Lumix G9 y para usarla con el trípode Rollei. O con el Manfrotto, si intercambio las rótulas o le pongo un adaptador de la zapata RC2 de Manfrotto a una compatible con Arca Swiss. Y efectivamente, sin problema con la Lumix G9. Va como un guante. Como si estuviese pensada para ella.

La siguiente curiosidad es si le podría colocar una cámara del sistema Canon EOS, al menos la EOS 5D Mark II. Esta cámara, que fue anunciada en septiembre de 2008, es una veterana que funciona todavía muy muy bien, pero que es muy grandota y pesadota comparada con las micro cuatro tercios. Realmente, en lo esencial, no hay tantas diferencias entre la ergonomía de la 5D Mark II y la de la Lumix G9, salvando los 9 años que las separan. Un mundo, en el ámbito de la fotografía digital. Pues bien. La zapata esta, firmada por Andoer, marca que parece englobar una enorme variedad de productos chinos de bajo coste, se ajusta perfectamente a la 5D Mark II.

Cuando digo que se ajusta perfectamente a la cámara, quiero decir que se monta con firmeza a ella, y que el conjunto queda firmemente anclado a la rótula del trípode. Puede haber problemas de acceso a los puertos de conexión de una variedad de cables. Pero para mí eso no es problema. Por lo menos, en principio.

Con otras cámaras, el ajuste es imperfecto e incluso malo. O sea... lo de la universalidad es relativa. Se lleva relativamente mal con la Olympus OM-D E-M5; regular, pero usable, con la Nikomat FTn. De pena con la Agfa Synchro Box. Pero realmente, con las cámaras que en estos momentos me interesaban, se lleva de maravilla.

El hecho de que el tornillo de ajuste al zócalo de rosca de la cámara sea desplazable y se ajuste mejor o peor a la anatomía de las cámaras es lo que determina la mejor o peor usabilidad. Así que cada usuario deberá valorar en función de las medidas de sus equipos y de las ofrecidas por el fabricante de la zapata, si le puede convenir o no. En general, es muy posible que vaya bien con la mayor parte de las reflex digitales modernas. Con las cámaras de objetivos intercambiables sin espejo, dependerá de la forma de la cámara. A mí me ha ido razonablemente bien.

Después de recibirla salí a probarla. Y decidí ir por lo más difícil. Con la Canon EOS 5D Mark II, con un telezoom EF 70-210/3,5-4,5 USM montado, un conjunto pesado y abultado, sobre el ligero trípode Rollei. Desde luego, no lo que yo elegería habitualmente. Hice varias fotografías en las que el resultado final es la consecuencia de tomar varias fotografías secuenciales y contiguas.

La primera con el objetivo a 180 mm.

La segunda con el objetivo a 100 mm.

La tercera con el objetivo a 70 mm.

Conforme fui cogiéndole el tranquillo, adquiriendo experiencia, los resultados fueron mejorando. Pero lo suyo es que consiga un adaptador adecuado, y use la EOS con esta zapata L sobre el trípode Manfrotto, y reserve el Rollei para equipos más ligeros. Por lo demás, es evidente que va a ser mucho más sencillo trabajar con la cámara en vertical y con mejores resultados a la hora de ensamblar las fotografías, con mucho menos desperdicio de imagen al hacerlo. Oportunidad para realizar amplios paisajes de 40, 50 o 60 megapíxeles con relativa facilidad, a partir de los 20 megapíxeles de la Lumix G9 o de los 21 megapíxeles de la EOS 5D Mark II.

Recomendaciones semanales - del 20 al 27 de mayo de 2018

No me puedo creer lo de prisa que está pasado el tiempo esta primavera. Ya estamos a finales de mayo. Dentro de nueve días comenzaré un viaje de vacaciones. Modesto a priori. Aunque después de hacer unas cuentas, incluyendo el coste de desplazamiento, cuesta más barato viajar a extremo oriente que por las regiones vecinas de Francia... En fin. La alegría es que no vamos a coger aviones, y haremos un tipo de viaje más tranquilo a base de desplazamientos ferroviarios que nos llevarán por el sureste francés hasta llegar a la ciudad de Ginebra en Suiza.

De Montreux a Ginebra, 2012.

Quizá por ese ambiente ferroviario que va a tener mi próximo viaje, he tomado la decisión de ilustrar con motivos ferroviarios las recomendaciones semanales de este domingo. Ferrocarriles en Suiza y Francia, como los que tendremos durante casi dos semanas, favorecidos por el aumento de las conexiones trasnfreonterizas ferroviarias entre España y Francia. Y también porque esta semana he hecho pocas fotos. Algunas. Pero la jornada de ayer se vio marcada por la inestabilidad del tiempo, que podría haber dado lugar a buenas imágenes, y mi la falta de disponibilidad de mi coche durante unos días. Cosas de la ITV... y de una tuerca en paradero desconocido. Pero vamos con las recomendaciones semanales.

Estación de Lausana, 2012.

El auge de las ideologías populistas nacionalistas y de extrema derecha por toda Europa es uno de los más preocupantes de los últimos tiempos. Si a eso añadimos el declive de la prensa tradicional en favor de una más descontrolada y con fuentes menos claras en internet, y los fuertes intereses económicos que tienen los grupos de comunicación, estamos ante un problema de utilización de los medios como altavoz para estos grupos populistas, de escaso o nulo talante democrático. En Oldskull nos retrotraen al pasado mostrándonos las impresionantes fotografías que el fotógrafo Hugo Jaeger, fotógrafo privado de Adolf Hitler, realizó en las manifestaciones masivas del partido nazi en la Alemania de los años 30. Más potentes en cuanto combinan las pensada parafernalia de esta miserable organización criminal con la novedad del color de las primeras Kodachrome.

Compensemos los excesos estrambóticos del nazismo con la delicadeza estética de Saul Leiter. Aunque más conocido por su inteligente uso del color temprano en las calles de Nueva York, tiene un cuerpo de obra muy desconocido en forma desnudos en blanco y negro de las mujeres que fueron sus parejas, sus amantes, o simplemente tuvieron algún tipo de relación con él. Llenos de sensibilidad y cualquier cosa menos convencionales, son una muestra de la sensibilidad estética del fotógrafo. Lo hemos visto en Another Magazine.

ICE en la estación de Baden-Baden mientras esperamos al InterRegio que nos llevará Estrasburgo, 2010.

Los medios británicos, y bastantes de los que no lo son, traen con frecuencia noticias sobre Martin Parr, quizá uno de los fotógrafos más prolíficos y más característicos de la fotografía británica. Tradicionalmente, su centro de interés ha estado en el ser humano, al que siempre ha dirigido un mirada simpática, pero con una fuerte carga irónica. Comprensiva, pero sin dejar de mostrar las flaquezas de la naturaleza humana. En Creative Boom nos proponen una parte de su trabajo en el que reflexiona sobre la naturaleza del hecho de ser británico. Algo que tendrían que haberse currado más antes de votar el Brexit, no después... y en el que no falta esa doble mirada, empática e irónica.

Fotógrafa británica importante, ya consagrada, miembro de Magnum Photos, es Olivia Arthur, cuyo trabajo de fotógrafa documental que se recorre el mundo siempre me ha interesado. Pero esta vez su trabajo lo ha realizado sin salir de casa. Preparándose para su segunda maternidad, realiza una honesta y detallada investigación del impacto que la maternidad trae a la vida de las gentes. A las mujeres, y sus cambios físicos y emocionales, a sus parejas y la relación con ellas, a los hijos previos, que siente su papel protagonista desplazado, al mundo laboral,... y siempre pensando en los hitos del proceso. Desde la concepción hasta el nacimiento. Obra muy honesta, en blanco y negro, que no hace más que aumentar mi respeto por esta fotógrafa. Os dejo un vídeo del proyecto Home de Olivia Arthur.

De Metz a Estrasburgo, 2010.

Sigamos con fotógrafas. En Plataforma de Arte Contemporáneo (PAC) nos han hablado de la mesa redonda Fotografia Under30, que reúne a tres fotógrafas españolas, aunque con frecuencia se tienen que buscar la vida fuera de nuestras fronteras, que no han cumplido todavía los 30 años, y ahí están. Currándoselo. Berta Vicente (instagram), Laura Izuzquiza y Bárbara Traver (instagram). Tres  fotógrafas que conviene conocer y seguir en los próximos años. Que no digáis que no se os avisa.

Los retratos de Mark Seliger no dejan indiferentes a nadie. Entre el retrato psicológico y el conceptual, igual te muestra un sencillo retrato en blanco y negro de un conocido clérigo budista, que te trae a un famoso cómico norteamericano vestido de hoja de lata. Pero en cualquier caso, no dejan indiferentes, como he dicho. Y eso es lo que nos dice y en lo que insisten en el artículo que le han dedicado en NPR (National Public Radio).

Estación de Estrasburgo, tren con destino a Colmar y Basilea, 2010.

Conocí hace unos años la obra de Shirin Neshat, fotógrafa y directora de cine, durante la celebración de una edición de PhotoEspaña. No puede recordar cuanto hace ya. Unos años. Pero su repercusión sobre la naturaleza, sobre el hecho de ser mujer en el entorno de una sociedad mulsulmana, religión que practica, aunque tenga prohibido viajar a Irán, su país natal. Mujer de la que desconfían unos y otros, mujer libre por lo tanto para decir y expresar lo que piensa, sus logros estéticos y conceptuales merecen ser conocidos y digeridos. Y luego que cada cual saque las conclusiones que considere oportunas. Peor no seamos simples... por favor. Lo hemos visto en la PAC (Plataforma de Arte Contemporáneo).

Notable experiencia la que nos traen en Booooooom, en la que nos muestran la obra del fotógrafo Sandro Miller que ha contado como colaborador al actor John Malkovich, posando como una diversidad de caracteres del universo de David Lynch. Incluido el propio Lynch. Imprescincible para los amantes de la obra del responsable de Twin Peaks.

Estación de Foix, tren con destino a Toulouse, 2004.

Las peculiaridades de Japón son siempre fuente de atracción apara fotógrafos tanto locales como extranjeros. Y un ejemplo lo encontramos en la colección de paisajes nocturnos o vespertinos de las carreteras niponas realizadas por Eiji Ohashi. ¿Qué tienen todas ellos en comun, aparte de la hora crepuscualar? La presencia de las omnipresentes máquinas dispensadoras de bebidas que encontraremos por todo el archipiélago, hasta en los rincones más recónditos, y convenientemente integradas en las luces del paisaje. Lo hemos visto en el tumblr de HLDKY.

Y si las dispensaduras de bebidas son omnipresentes, las salas de pachinko,... casi otro tanto. Oficialmente, no se juega por dinero en Japón. Y los extranjeros no pueden jugar al pachinko... pero ahí están. De lo más populares. E integrados en el paisaje urbano del archipiélago. Los hemos visto en el tumblr de Present /&/ Correct, y a pesar de su aparente homogeneidad, son de fotográfos diferentes.

Estación de Toulouse, 2004.

Siempre me llaman la atención los bodegones. Especialmente si salen de lo convencional. La página de Cooph es una página que se dedica a enseñarnos truquillos para hacer fotos cucas, más que dedicarse a la fotografía como una de las bellas artes. Y además actúa como promoción de prendas y materiales para fotógrafos. Pero de vez en cuando nos muestra algo interesante, como las naturalezas muertas de Jo Whaley. Vistosas, bien compuestas, mezclando elementos naturales y la acción del ser humano. Estéticamente irreprochables en su profundo colorido.

Hace unos días os mostraba algunas fotos realizadas con mi Agfa Synchro Box. En Booooooom han dedicado un artículo al fotógrafo basado en Montevideo Gabriel Adda (instagram), que hace unos retratos estupendos con una de estas cámaras y película Kodak Ektar 100.

Y con esto me despido. Hasta la próxima.

TGV procedente de Paris-Montparnasse con destino a Irún, estacionado en Dax, 2008.

Taller de Fanzine con AFZ

A ver si consigo que me quede bien esta entrada, que no pensaba hacer hoy. Este sábado tocaba irse de excursión, pero el mal pronóstico del tiempo aconsejó su suspensión. Aquí en Zaragoza llevamos con tormentas continuadas desde el mediodía. Especialmente intensas por la tarde. Así que me ha dado tiempo para trabajar en ella.

Para el mes de abril de este año, la Asociación de Fotógrafos de Zaragoza AFZ programó un taller de elaboración de fanzines fotográficos, bajo la batuta de uno de los socios, Nicolás Beltrán "Nico".

El taller ha consistido en una sesión introductoria de un par de horas de duración, una jornada de domingo por la mañana realizando fotografías por Zaragoza para los contenidos del fanzine...

¡¡¡ madre lo que está cayendo... creo que es granizo !!!

..., y una mañana de sábado con las tijeras, el pegamento y las máquinas de escribir (sí, todavía existen), componiendo el fanzine).

Hubo diversos modelos para realizar. La base del ejercicio propuesto era utilizar como base algunos poemas de autores del Siglo de Oro español, para inspirar las fotografías y la composición del fanzine. Yo escogí, aunque no lo sabía en su momento, el que lleva por título Escala de amor de Jorge Manrique. Bueno. Sí. Vale. Que Manrique no es del Siglo de Oro,... que es casi un siglo y medio anterior. Un poquito menos. Bien. Pero los demás poemas sí que eran de ese periodo. Claro que como hay quien sitúa el comienzo del Siglo de Oro en la toma de Granada, en 1492, y su final en la muerte de Calderón, en 1681, un siglo un poco largo nos sale, pues Manrique (1440 - 1479) nos vale como precursor.

El caso es que finalmente, en casa, fotocopiando la maqueta elaborada durante el taller, me quedó mi versión definitiva, de la cual puedo ir haciendo copias cuando quiera.

La idea futura es la de hacer una pequeña exposición con los fanzines elaborados. Ya que también hemos preparado, es lo que he hecho hoy, con bastante retraso, un despliegue que permite leer el fanzine en el orden adecuado.

Os lo dejo a continuación. A ver si os gusta.

Con la "caja" a pasear - Agfa Synchro Box

No mucho que explicar sobre el funcionamiento, absolutamente básico, de la Agfa Synchro Box, sobre el que ya me explayé en su momento. No me voy a repetir en lo que ya expliqué en su momento y podéis consultar en el enlace anterior, salvo en algunos aspectos concretos en los que me apetece insistir.

La Synchro Box, con su acabado tipo art-déco, es probablemente la cámara de cajón para película de formato medio más bonita que conozco. Especialmente cuando está en tan buenas condiciones como la mía, con su estuche-bolsa bandolera original. Y como comentaba en su momento, sigue siendo un aparato absolutamente válido en el sentido de que cuanto más constreñidas están las posibilidades del fotógrafo, cuantos menos automatismos dispone, cuanta menos intervención tecnológica cabe en el momento de la toma, más debe estimular su imaginación y su creatividad para obtener un resultado decente o interesante. Lo cual es posible, incluso en una cámara de este tipo, tan elemental.

En los dos últimos meses, de abril y mayo, hemos intentado con unos amigos realizar una pequeña sesión de fotografías, de retrato, de carácter particular. Si al final se consuma, no veréis los resultados puesto que ya digo que es privada. Pero debido a que este año en Aragón hay primavera, y no hemos pasado directamente del invierno al verano, la inestabilidad meteorológica ha impedido que en las tardes de sábado en que teníamos todos los implicados disponibilidad para ejecutar el proyecto, las condiciones no han sido adecuadas. Este sábado pasado parecía que sí, incluso cogimos el coche y nos llegamos hasta Fuendetodos, donde estaba prevista la sesión, donde sigue estando prevista la sesión, que no se ha podido culminar. Al llegar allí había un nublado, a ratos importante, y amenaza de lluvia, que se concretó en un tormenta muy poquito después.

En cualquier caso, además del equipo previsto para la sesión, eché en mi mochila la Agfa Synchro Box y unos rollos de Ilford Delta 100, como complemento lúdico de la jornada.

Antes de llegar a Fuendetodos, ya nos dimos cuenta de que la tarde no iba a acompañar en las condiciones de luz, por lo que nos tomamos la cosa con tranquilidad. Entre Jaulín y Fuendetodos quedan restos de trincheras de la guerra civil española, y paramos un momento a visitarlos. Están en la misma orilla de la carretera. Luego en Fuendetodos, nos dirigimos a la Nevera Culroya, que mis acompañantes no conocían... y ya se puso a llover. Este es un nevero artificial, que algunos datan en el siglo XVIII, rehabilitado, donde se introducía la nieve para la producción de hielo.

En cualquier caso, la amenaza de lluvia nos hizo regresar al coche,... y no terminé de hacer las fotos previstas.

Por ese motivo, al día siguiente decidí darme un amplio paseo por el Parque del Agua de Zaragoza con la Synchro Box. Terminando de ese modo el rollo ya empezado, y exponiendo un segundo rollo, también de Ilford Delta 100. La mañana del domingo fue de sol radiante, y temperaturas agradables, casi podríamos decir que se pasó calor si permanecías mucho rato alejado de la protección de unas sombras.

Por ese motivo, con el fin de mejorar el contraste de las fotos, opté por usar la posición de la apertura que incluye un filtro amarillo, oscureciendo el cielo y haciendo destacar las posibles nubes que en el mismo flotasen.

Quiero recordar que la calidad de las imágenes son muy limitadas, y que sólo el amplio tamaño del negativo, en torno a los 57 x 89 mm permite obtener imágenes razonables con ampliaciones moderadas. La calidad de la imagen es decente en el centro de la imagen, pero se degrada rápidamente en los bordes del campo del fotograma y en las esquinas. Aunque eso puede formar parte de la gracia de la estética de estas fotografías. No obstante, es un aspecto a tener en cuenta a la hora de componer la fotografía, ya que el objeto principal habrá de estar centrado para que se vea con nitidez, obligando a compensar la composición de formas poco habituales, al no favorecer la famosa "regla de los tercios" la calidad fotográfica del objeto principal con estas ópticas tan sencillas.

Otro problema es que la composición a través del visor prismático de la cámara es muy precaria, y con frecuencia las fotografías me quedan inclinadas, especialmente si utilizó la cámara a mano alzada y no sobre un trípode con un nivel que nos ayude a equilibrar la composición. El uso de la cámara a mano alzada también compromete la nitidez puesto que la velocidad de obturación es muy baja, y hay un riesgo importante de trepidación si no se acciona la palanquita del disparador del obturador con cuidado.

En cualquier caso, conviene dar aire en la composición por los recortes que se introducen al enderezar la imagen con posterioridad.

El ISO 100 de sensibilidad nominal de la Ilford Delta 100 es un exceso para las condiciones de esta cámara en condiciones de luz diurna. Con sol radiante prácticamente se produce una sobrexposición de un par de pasos. Aplicando la regla del soleado f/16, para una apertura de f/16, o de f/8-11 con filtro amarillo, bastaría una velocidad de obturación de 1/100 s. Pero no creo que esta cámara obture mucho más deprisa que 1/25 o 1/30 segundo. Dos pasos de sobrexposición. Con el nublado de la tarde anterior en Fuendetodos, la sobrexposición fue de un paso como mucho, pero aun así existió. Afortunadamente, las emulsiones modernas, incluso una tan exigente en materia de exposición como las de la familia Delta de Ilford, se comen sin problemas esta sobrexposición, sin empastar las luces.

Uno pensaría que la mejor opción para revelar la película en estas condiciones de exposición es la de acortar el tiempo de revelado, para compensar el exceso de luz que impresiona la película. Pero la óptica de estas cámaras no destaca precisamente por su elevado contraste, y un revelado más corto conlleva siempre un contraste más suave en la imagen.

Yo prefiero usar una revelado desatendido con cualquiera de las variantes del Rodinal que actualmente hay en el mercado, en mi caso la Adox APH 09, con una dilución de 1+100, durante 60 minutos a 20 ºC con una agitación muy muy muy muy limitada, casi inexistente. Eso hace que las partes del negativo que más luz han recibido agoten enseguida el revelador que tienen en su vecindad, mientras que si algún fotograma hubiese quedado más limitado de luz, las sombras sigan aprovechando la acción del revelador durante todo el tiempo que dura el revelado. Es lo que se llama un revelado compensador.

No me cansaré de insistir en que, aunque muchos ven en este tipo de revelado una posibilidad de hacer un forzado sin complicarse la vida mucho en el proceso de revelado, cuando mejores resultados da es con películas de sensibilidad media o baja, bien expuestas. El grano siempre queda contenido por la propia naturaleza de estas películas, cosa que no sucede con las películas más sensibles, en las que se hace muy notorio, y conseguimos mantener la nitidez de los detalles por la acutancia que proporciona el revelador. Desde luego, la irregularidad en las exposiciones que resulta de una cámara con tan limitadas posibilidades de intervención, también habla a favor de este tipo de revelado. Con esta técnica, consigo buenos resultados.

Salvo en las fotografías con el tiempo más nublado, en las que he realizado reservas y quemados en el procesado digital una vez escaneado el negativo con mi Epson Perfection V600 Photo, el resto están prácticamente sin tocar, con muy pequeñas correcciones en la exposición para situar los tonos en su lugar adecuado.

Y bueno... llevar una de estas cámara es una forma de pasear de forma muy agradable, entretenida y creativa.