La fotografía como afición y otras artes visuales

CARLOSCARRETER.ES

Home / Essays / polaroid

Recomendaciones semanales - del 13 al 20 de agosto de 2017

A poco más de un día de que nos empecemos a hartar de ver fotos de un eclipse de sol, que nos van a inundar hasta más allá de lo que queremos imaginar, y un día después del denominado Día Internacional de la Fotografía que, sinceramente, ha pasado más bien desapercibido, vengo aquí con mis recomendaciones semanales, diversas y más abundantes de lo que yo pensaba, y marcadas de entrada por una visita que hemos hecho esta mañana mismo al Instituto Aragonés de Arte y Cultura Contemporáneos (IAACC) "Pablo Serrano". Un centro que parecía que iba a significar el embrión de un museo de arte moderno en Zaragoza, pero que la contracción económica y financiera han dejado en un quiero y no puedo enmarcado en un edificio que despierta sensaciones muy ambivalentes en cuanto a su diseño exterior. El interior es estupendo.

En cualquier caso, mi primera recomendación esta semana sería que todos aquellos aficionados al cine y a la fotografía que residen en Zaragoza y alrededores, o aquellos que nos visitan, se pasasen a ver la exposición de fotografías de Ramón Masats documentando los dos días de rodaje de la película Viridiana de Luis Buñuel, durante la visita que hizo al mismo acompañando a los hermanos Antonio y Carlos Saura. Dos días en los que se centró en fotografiar, más que el rodaje mismo de la película, las actitudes y acciones del director de Calanda, el propio Buñuel. Merece la pena.

No nos hemos limitado a esta exposición. Como hacía tiempo que no visitábamos el museo, hemos recorrido todas sus salas de exposiciones, incluida la exposición permanente que ha variado su organización. Hemos visitado la exposición de obras de la colección del museo titulada De las artes y las letras, en la que se exponen obras que relacionan las artes plásticas con la literatura y la palabra escrita en cualquiera de sus formas, y donde también hemos encontrado alguna fotografía de Man Ray o Pablo Genovés, que recuerde a bote pronto. Y también la exposición Contra Acción, dedicada al artista aragonés Javier Joven, que también incluye alguna obra basada en la fotografía.

Dejando ya a un lado esta visita al IAACC, el International Center of Photography decidía dedicar una entrada de su blog a la fotógrafa alemana Lotte Jacobi en el aniversario de su nacimiento. Nacida alemana en territorios de lo que actualmente es Polonia, su familia tenía un larga tradición en la fotografía, habiéndose dedicado a la misma desde casi su invención. Su especialidad fueron los retratos, aunque también hizo reportaje. Experimentó las técnicas fotográficas sin cámara. La persecución nazi hizo que se refugiase en EE.UU. donde se interesó por otras artes. Como muchos de los fotógrafos e intelectuales del periodo de entreguerras fue una artista inquieta, experimentadora e imaginativa, que merece la pena conocer.

Otra recomendación que llega desde el International Center of Photography, aunque la noticia me llega a través de Camerafilia, que ha dedicado unas cuantas entradas en su blog a Roman Vishniac. Judio ruso que tuvo que refugiarse en Alemania tras la revolución bolchevique por el ambiente de antisemitismo, fue un eterno refugiado en esa época de turbulencias en la historia de Europa y el mundo. Una importante parte de su trabajo fue documentar la vida de los refugiados judíos en Europa desde antes hasta después de la guerra. Lo cuál centra buena parte de la exposición que le dedica el ICP.

Por algún motivo, la Primavera de Praga de 1968 fue una revolución fallida tras el telón de acero que fue ampliamente documentada en fotografías mientras que la gente se ha olvidado un poco más de su antecesora 12 años antes, la revolución húngara de 1956 contra la presencia soviética en el país. Esta revolución fue mucho más dura y violenta, tanto en su desarrollo como en su represión, con muertos por ambos bandos. Y en Magnum Photos nos muestran cómo se desarrolló este hechos histórico gracias a las fotografías de Erich Lessing, uno de los primeros miembros de la agencia. Lessing, todavía vivo, fue otro judío, austriaco, que hubo de refugiarse del nazismo, aunque la actualidad reside en su Viena natal.

Y hablando de Viena, desde que hace casi dos años visité una exposición de Joel Meyerowitz en la capital austriaca, no he dejado de interesarme por la obra de este fotógrafo americano. Especialmente por la que comenzó ha realizar en los años 70 en color, que me parece muy inspiradora. En Creative Boom han dedicado un artículo a su serie Between the Dog and the Wolf, expresión popular tomada del francés (entre chien et loup) para referirse al crepúsculo. O lo que los modernos de la fotografía llaman constante y tontamente la hora azul. Pues eso, el crepúsculo, desde que se pone el sol hasta que llega la noche cerrada. Eso es el crepúsculo, y no una tonta novela de vampiros para adolescentes.

Fotografías crepusculares, aunque también de otras horas del día, hay en una de los trabajos fotográficos de la serie On The Road, que desde hace unas cuantas semanas nos viene ofreciendo Magnum Photos. Se trata del trabajo de Carolyn Drake dedicado a las áreas de descanso de las autopistas y carreteras principales (highways) norteamericanas. Auténtico retrato de la sociedad americana, de sus valores y de sus miserias, lugares por donde pasan las numerosas personas que atraviesan los estados americanos de norte a sur y de este a oeste.

En el blog de Absolution-V (y 2), siempre más preocupados por la estética de las obras fotográficas y cinematográficas que por el fondo, han dedicado un par de artículo al francés Jean-François Jonvelle. Jonvelle fue un fotógrafo francés, prematuramente malogrado cuando le llegó la muerte con 58 o 59 años, que se dedicó fundamentalmente a retratar a la mujer, siempre desde una perspectiva sensual o del desnudo, en un blanco y negro estéticamente muy cuidado. En los años noventa del año pasado era una presencia constante en la prensa especializada en fotografía del país vecino. Mujeres muy guapas y muy sensuales, pero sin artificios. Aunque a veces me pregunto si estos vecinos no lo sobrevaloraron un tanto.

Lo comenté recientemente. En lo que llevo de año me he dedicado de vez en cuando a la fotografía instantánea, tanto con antiguas cámaras Polaroid con película de The Impossible Project como cogiéndoles prestada la Fujifilm Instax Mini 8 de mi sobrino Diego. Creo que este es un medio de expresión fotográfica interesante. Yo estoy particularmente encantado con las películas en blanco y negro. Y estoy dedicando en exclusiva mi cuenta en Instagram a este tipo de fotografía. Pero para que comprobéis que no soy el único que piensa que es un medio fotográfico interesante y no un medio menor, no hay más que ver la lista de fotógrafos prestigiosos que usaron las polaroids como medio para componer su obra. En Photolari lo contaron en enero, pero nos lo han recordado en su twitter: Ansel Adams, Walker Evans, David Hockney (no es fotógrafo estrictamente hablando), Christopher Makos, Andy Warhol (no es fotógrafo estrictamente hablando), Helmut Newton, Miles Aldridge, Andréi Trakovsky (director de cine antes que fotógrafo), Philip-Lorca diCorcia y Robert Mapplethorpe. Y hay más, seguro.

Viajando con Impossible Project - En Madrid

Ya lo he comentado en alguna ocasión. Mi cuenta en Instagram está dedicada exclusivamente a la fotografía instantánea. La realizada con cualquiera de mis dos polaroids con película del Impossible Project, o la realizada con la Fujifilm Instax Mini 8 de mi sobrino Diego. Tengo pendiente de recibir mi compensación por participar en un proyecto de financiación colectiva que implica el uso de película Fujifilm Instax Mini... cuando llegue, ya veremos cómo funciona.

El caso es que el sábado que visitamos en Madrid las exposiciones de PHotoEspaña 2017 me pareció un momento adecuado para comprobar qué tal se comportaba mi Polaroid Image System SE como cámara viajera. Os recuerdo que se trata de una cámara fabricada por Polaroid que tenía una calidad general bastante superior a los modelos habituales de la marca, aunque por debajo de los modelos réflex. La diferencia principal de todos modos está en el tipo de película, que en lugar de ofrecer un formato cuadrado es rectangular. Quizá sea por este motivo, y por su precio original, que está menos difundido. Eso hace que las cámaras puedan ser más baratas, aunque también hay menos variedad de película fabricada por Impossible Project. Pero bueno, estan las dos básicas, color y blanco y negro, con el marco blanco. Recordad que las Image System en América se denominaron Spectra.

En Madrid, terminé un cartucho de fotografías en color que tenía cargado en la cámara.

El principal problema con la película en color de Impossible Project puede venir para quienes busquen fidelidad en la reproducción del color y tomas contrastadas y con impacto. No tal. Los colores tienen un ligero tono sonrosadillo y la saturación es baja. El contraste tampoco es muy importante, pero hay tiene la virtud de que se come bien las escenas contrastadas, con detalle en luces y sombras.

También me llevé unos cartuchos de repuesto en blanco y negro, de los cuales abrí uno.

He de decir que esta combinación de cámara y película se ha convertido en mi favorita entre las opciones que tengo para fotografía instantánea. El tono cálido de las copias me resulta muy agradable. La latitud de exposición es mayor de lo que esperarías. Y con el objetivo de la Image System SE, que es de vidrio con varios elementos y no la sencilla lente de plástico que se encuentra en los modelos más populares, se obtiene una mayor nitidez. El que sea de enfoque automático, por sonar, con una distancia mínima de enfoque de 60 cm, también le proporciona no pocos alicientes, aunque fuera algo que no utilicé en Madrid.

Eso sí, dado el carísimo precio de las fotos, conviene ser lo más selectivo posible en las tomas, y asegurar que tienes la exposición correcta.

No obstante, como curiosidad, cerraré con la foto que tomé en la estación de Madrid-Puerta de Atocha al volver a Zaragoza. El original se ve bastante oscuro, la tomé al vuelo mientras nos dirigíamos al tren, y las luces del fondo engañaron al fotómetro. Además, había compensado la exposición en la fotografía anterior, con acierto, la de la estatua del Jardín Botánico, y se me había olvidado volver a poner a cero esta compensación. Sin embargo, al escanear con buena calidad la copia, en Lightroom pude obtener detalles no apreciables a simple vista, y que sí que se ven en la versión digitalizada. Lo dicho, tiene más latitud de exposición de la que esperarías.

Nueva película Bergger Pancro 400 (2) - Mi colección de cámaras para película tradicional (en funcionamiento)

Hace unos días os hablaba de mi primer rollo de la nueva película del fabricante francés Bergger, la Pancro 400. Una película de la que me sentía muy satisfecho, y que de hecho estoy pensando en que sea mi película de elección para trabajos de interés. Para un uso más casual, tengo pensado tirar de Fomapan. Pero de eso hablaré otro día. Más adelante.

Esta nueva película, como su nombre indica, es pancromática. Es decir, es teóricamente sensible a todo el espectro de luz visible, como la mayor parte de las películas modernas. Pero eso es algo cierto en parte. Voy a ponerme un poco técnico y voy a poner aquí la curva de sensibilidad espectral de la película, que no es muy distinta a la de otras películas pancromáticas. Está obtenida directamente de la versión en francés de la ficha técnica de la película ofrecida por el fabricante a fecha de enero de 2017.

Como vemos, la película es sensible entre las longitudes de onda de 400 nanometros y aproximadamente los 660 nanometros aproximadamente donde comienza un brusco descenso de sensibilidad para que esta sea nula a partir de los 680 nanometros. El espectro visible, aunque hay variaciones entre individuos va entre el violeta, que comienza e los 380 nanometros y los 780 nanometros del rojo más profundo. Ciertamente los valores más extremos están sujetos como digo a cierta variabilidad personal, y hay muchas personas que no llegan a ser sensibles a los rojos más profundos, por lo que en la práctica no es infrecuente ver mucho textos donde redondean y nos dicen que el espectro visible esta entre 400 y 700 nm.

El caso es que incluso en las películas pancromáticas como esta Pancro 400, siempre hay una menor sensibilidad, aunque sea ligera, a los tonos cálidos que a los tonos fríos. Normalmente, en escenas tomadas con luz de día, no tiene mayor importancia. Pero cuando fotografías en interiores con luz artificial, especialmente luz de tungsteno o aquellas que la imitan, hay predominio de tonos cálidos y las películas se pueden quedar cortas de sensibilidad. Algún fabricante, no muchos, lo avisan, y te dicen que la sensibilidad de la película para esas situaciones es menor. Por ejemplo, 320 ISO en lugar de 400 ISO. No es el caso de la Pancro 400. Pero yo decidí probarla con luz artificial.

Para ello, cargué la Hasselblad 503CX con un carrete de Pancro 400, la iluminé con mis lámpara habituales del salón, halógenas o de LED con tonos cálidos, e hice un pase de modelos de mi colección de cámaras para película tradicional, aunque solamente aquellas que están en funcionamiento, aunque sea con alguna limitación.

Estas son las dos primeras que fotografié, la Canon EOS 100 (1992) y la Leica CL (1973) (Entre paréntesis el año de fabricación aproximado para el modelo del que dispongo). Van juntas porque entre 1993 y 2004 fueron las responsables de ir de viaje conmigo. La primera hasta el año 2001, la segunda con posterioridad. El buen resultado de la Leica CL y su mayor ligereza me condicionaron para ser de los primeros en adoptar las cámaras micro cuatro tercios, comparables en tamaño, como cámaras viajeras por excelencia.

Desde el punto de vista del rendimiento de la película, creo que ciertamente su sensibilidad real cuando la fuente de iluminación es luz artificial cálida es algo inferior. Los negros del cuerpo de la Leica CL tendrían que tener algo más de materia. No obstante, la película, como ya comenté, se comporta muy bien y se traga los pasos de contraste sin ningún problema.

Sigo con el pase de modelos. Ahora ya sin interrupciones sobre las características de la película.

Además de la Leica CL ya vista, dos telemétricas de la marca alemana más, la Leica M2 (1961) con montura de bayoneta para los objetivos y la Leica IIIf (1951) con montura de rosca.

Otras dos telemétricas, pero de formato medio, y por lo tanto bastante más grandes. La Fuji GS645S Wide (1983) es una telemétrica para rollos de película de 120 y 220 sobre los que se obtienen 15 o 30 negativos de 6 x 4,5. Mientras que la Plaubel Makina 67 (1985) con su objetivo Nikkor 80/2,8 fabricado por Nikon, retráctil, tiene un cuerpo metálico, es más consistente, y admite sobre los mismos formatos de película 10 o 20 negativos de 6 x 7. Ambas hacen fotos sin problema, con elevada calidad, pero la Makina 67 necesita pasar por taller por filtraciones de luz en el fuelle del objetivo retráctil.

Dos cámaras réflex, una Pentax MX (1977) y una Praktica MTL 5 (1985). La primera con su popular montura K de bayoneta, la segunda con una montura de rosca M42 que Pentax había abandonado ya diez años antes de que saliera al mercado este modelo de Praktica. Mi primera cámara réflex, de 1989, fue una Pentax P30N que no conservo. La vendí para comprar la Pentax MX que usa todos aquellos objetivos de focal fija de Pentax que fui comprando de segunda mano poco a poco y que van muy bien. Por ello, le tengo un cariño especial. Además va estupendamente, es una de las cámaras más agradables de usar, siendo además muy compacta de tamaño.

Vámonos hacia atrás en el tiempo con estas dos Agfas. La primera, la Agfa Jgestar 8,8 (1928, posteriormente conocida como Agfa Billy, bajo cuyo nombre se declinaron muchas cámaras similares de iniciación) es una cámara de objetivo retráctil con fuelle, sencilla, con un objetivo de tres elementos que no ofrece mucho contraste y moderada nitidez, pero que con sus negativos de 6 x 9 sobre película de formato 120 da información de sobras para disfrutar de la fotografía. También tiene alguna filtración de luz, y hay que protegerla de la luz directa en el momento de hacer la foto. La Agfa Synchro Box (1953) representa a las populares cámaras de cajón cuyo concepto básico no varió desde la primera Brownie de Kodak de 1900. Admite también película de 120 produciendo negativos de 6 x 9, pero su objetivo muy sencillo, un simple menisco, acarrea todo tipo de aberraciones ópticas. Para ampliar con muuuuuuucha moderación. Pero divertidas de usar, ambas.

Dos nuevas cámaras de objetivo retráctil para película de formato 120, produciendo ambas negativos cuadrados de 6 x 6. Conceptualmente muy similares, aunque la primera, la Zeiss Ikon Ikonta modelo 521/16 (1948) es algo más latosa de usar que la Adox Golf 63 (1955). Curiosamente, la primera no sufre de las filtraciones de luz en el fuelle de las que sufre la segunda, que hay que proteger de la luz directa al usarla para evitar luces parásitas en exceso.

Un recuerdo especial para las cámaras que originalmente no fueron mía sino de mi familia. desde la Viking (1964) que usaba mayormente mi padre durante mi infancia, pasando por la Kodak Pocket A-1 (1977), que yo usaba cuando me iba de campamento cuando era un adolescente y que usa cartuchos de película de formato 110 con sus minúsculos negativo, hasta la Olympus μ(mju:)-1 (1993) que compré para mi familia con el fin de que tuvieran una cámara de cierta calidad pero sencilla de usar, una vez que yo ya me había aficionado a la fotografía.

Unos años más tarde, me compré para mí mismo esta Olympus μ(mju:)-2 (1997), descendiente de la anterior, más compacta, con un objetivo más luminoso y protegida contra las inclemencias del tiempo. La pongo en comparación con la Olympus Pen EE3 (1973), una de las populares compactas de medio formato, la mitad del tradicional formato popularizado por Leica, que hacían que los carretes de 36 exposiciones ofrecieran cerca de 80 si las cargabas con cuidado para aprovechar al máximo la longitud de la película.

Mezcla de estilos en esta ocasión. En el centro, una noble Yashica Mat 124G (1970), reflex binocular con un objetivo tipo Tessar que hace unas fotografías excelentes, pero que tengo con una funcionalidad algo "estorbada" porque como consecuencia de una caída, la lente de enfoque no se sujeta correctamente. Por lo demás va muy bien. A reparar en cuanto tenga ocasión. Y con las otras dos entramos en el terreno de lo lúdico. De las cámaras-juguete. Pero que hace fotos. Por dos euros en un mercadillo conseguí la Cámara Safari de Indiana Jones (1987), que es una variante de la Werlisa Club Color B, una cámara que se fabricó en España como churros desde los años 70. Es muy elemental en su uso, pero hace fotos. Conceptualmente similar es la Vivitar Ultra Wide & Slim (2001), pero con la peculiaridad de que tiene un objetivo gran angular de 21 mm. También se puede conseguir por pocos euros. Su ergonomía puede producir algún dolor de cabea que otro, pero las fotos que se hacen con ella pueden ser muy simpáticas. Pasad de las Lomography, y buscad este tipo de cámaras si queréis diversión.

Diversión que también se puede conseguir con las chinas Holga, de las que yo tengo dos. Una Holga 120W PC y una Holga 120N. Ambas son fabricadas en 2015. El PC de la primera viene de Pinhole Camera, y es efectivamente una estenopeica. Ambas son para formato medio, rollo de formato 120. La estenopeica puede hacer fotografías de 6 x 9 y 6 x 12, la 120N de 6 x 6 y 6 x 4,5. La calidad en la estenopeica es la esperable en este tipo de cámaras. La de la 120N es simpáticamente lamentable.

Y dos estenopeicas más... La Camara Pinhole Automontable (2015) comprada en la librería del CaixaForum de Zaragoza. Tengo pendiente sustituir la lámina del estenopo por otra más fina. El estenopo me salió con un diámetro excesivo y la nitidez que ofrece es demasiado baja. Aunque no deja de ser curiosa de usar. Se vendía en piezas, y te la montas tú mismo. Admite carretes de 35 mm normales y corrientes, pero el avance es muy aproximativo. La otras es una Ondu 6x12 Multiformat (2016), que con un sistema de tabiques móviles permite usar sobre película en rollo tipo 120 los formatos de 6 x 6, 6 x 9 y 6 x 12. Está hecha artesanalmente de madera, las piezas se mantienen en su sitio con imanes de vanadio, y es muy bonita.

Llevo 11 fotografías con 24 cámaras presentadas hasta el momento. Normalmente la idea es que todas menos una cámara cupiesen en los 12 fotogramas que permite la Hasselblad en un respaldo tipo A12. Pero un error en el primer fotograma hizo que hasta aquí llegáramos. La siguiente fotografía está realizada con la Leica M-E, digital, calzada con el Elmar-C 90/4 para suplir esa carencia.

A pesar de que parecía que esta tecnología iba a desaparecer, la fotografía instantánea esta viviendo un simpático resurgir. Hay quien tira de los nuevos productos desarrollados por Fujifilm. Pero otros preferimos rescatar las viejas Polaroid y usar la (carísima) película instantánea de Impossible Project. Yo dispongo de una Polaroid Image System SE y una Polaroid Supercolor 635. Esta última es un modelo muy sencillito, que ofrece las típicas fotos cuadradas de Polaroid. La primera ofrece mucha mayor calidad y posibilidades, pero hay que usar el formato especial tipo Spectra, algo más alargado.

Y queda una cámara... la que ha hecho la mayor parte de estas fotos...

Y aquí tenemos la reina de las cámaras, una Hasselblad de la serie V, en concreto una Hasselblad 503CX (1989), con su clásico Carl Zeiss Planar 80/2,8, fotografiada con la Polaroid Image System SE. En realidad este modelo no salió tal y como se ve de fábrica, ni se vendió tal cual, ya que está montado a partir de distintas piezas. Las Hasselblad para película eran fundamentalemente un concepto modular. La 503CX el cubo central, pero el respaldo vino por otro lado, el objetivo por otro, y el visor que se ve... no es Hasselblad. Es Kiev, soviético. Pero funciona correctamente.

Y este es mi repaso a mi colección de cámaras para película tradicional en funcionamiento, aprovechando mis pruebas con la Bergger Pancro 400.

Recomendaciones semanales - del 29 de enero al 5 de febrero de 2017

Son ya cerca de las siete y media de la tarde del domingo cuando empiezo a redactar mis recomendaciones fotográficas de este domingo. Es decir, se me ha hecho muy tarde. Así que voy a presentarlas de forma un poco telegráficas. Para colmo, esta semana tenía bastantes. Algunas las dejaré para la semana que viene, y otras las descartaré. De momento, os dejo con el tablero en Pinterest sobre paisajes urbanos e industriales, porque no sólo de naturaleza se alimenta el paisaje.

Iré pues rápido, aunque no dejaré de intercalar algunos paisajes en blanco y negro tomados con una cámara de 1955, de la que os hablaré dentro de poco. Está tomadas el lunes pasado en el valle de Tena, en los Pirineos Centrales aragoneses, y en la comarca del Serrablo, también en el Alto Aragón.

Y sin más preámbulos, de Bored Panda traigo un artículo dedicado a Jamie Livingston, un nativo de Nueva York que durante 18 años tomó al menos una polaroid al día, documentando su vida, hasta que falleció de cáncer, en 1979 y 1998. Algunas fotos son realmente buenas, y las de sus últimos meses, emotivas y estremecedoras.

Los que me seguís habitualmente sabéis que en los últimos tiempos me he interesado por las "polaroids"... en realidad por la fotografía instantánea en general. En Photolari también son conscientes que es un tipo de fotografía menos anecdótica de lo que parece y hacen un repaso a diez prestigiosos fotógrafos y artistas contemporáneos que se la tomaron en serio. Y son verdaderos pesos pesados.

Los Hare Krishna son un movimiento religioso procedente de la India que ha adquirido cierta popularidad por la imagen de sus adeptos realizando proselitismo en las principales ciudades occidentales, con sus ropajes anaranjados, sus instrumentos musicales y su eterno mantra. En FotoRoom nos hablan del trabajo de Misha Petrov que refleja cómo este movimiento, de capa caída en occidente tras cierto crecimiento, está arraigando en la desencantada sociedad rusa. Algunos retratos son muy bellos. Pero no olvidemos que en algunos países se consideran sus actividades sectarias y peligrosas para la autonomía del individuo.

En Oscarenfotos.com nos proponen con frecuencia galerías y biografías de fotógrafos muy diversos pero siempre muy interesantes. En esta ocasión, que sea uno fotógrafo documental americano como Joel Sternfeld, que usa predominantemente el color, lo hace especialmente interesante. Y encima con cámaras de gran formato.

Han publicado esta en semana en Lensculture una artículo dedicado a la fotografía de Annelie Vandendael, que nos muestra hasta que punto se pueden hacer fotografías modernas, osadas e interesantes con una cámara tan tradicional como una Hasselblad para película tradicional.

Desde que visité una exposición de Pieter Hugo en el Museo de l'Elysée en Lausana, me ha interesado mucho este fotógrafo sudafricano. En L'Oeil de la Photographie nos han hablado de uno de sus trabajos dedicados a la infancia. Con retratos como es habitual en él para aprender mucho.

En el Tumblr de How to see without a camera están apareciendo últimamente muchas entradas dedicadas a fotografías de Susan Meiselas, y me parece una buenas excusa para recordar a esta excelente fotógrafa documentalista.

Una técnica de fotografía alternativa y tradicional que me gustaría aprender es la cianotipiaEn Lomography Magazine han dedicado un artículo a los bellos cianotipos Pipo Nguyen-duy. Para que os hagáis una idea de lo que estoy hablando.

Y ya advierto que ha aparecido el número 95 de Fraction Magazine, pero dejo para la semana que viene el repaso a sus porfolios más interesantes.

Polaroid Image System SE - La poco valorada serie currante de Polaroid

El mundo tiene sus ironía. Y el de la fotografía, igual o más. Os hablaba hace unas semanas de cómo había desempolvado mi Polaroid Supercolor 635 y la había ido utilizando, entre otras cosas para el ChocoEncuentro navideño de Fotógraf@s en Zaragoza. También comenté la experiencia de utilizar las modernas emulsiones de Impossible Project para este tipo de cámaras, interesantes pero muy caras. Como de todo esto hablé en mis blogs, hubo gente que hasta lo leyó. Y de repente me llegó una propuesta. Una propuesta que se llamaba Polaroid Image System SE, y que podía llegar a mi poder, para siempre, por la modesta cantidad de 27 euros. Os la presento.

La serie Image Sytem, Spectra en los Estados Unidos, pero son lo mismo, fue una serie de cámaras Poloroid que estaban pensadas para ser usadas entornos profesionales. No necesariamente por fotógrafos. Más bien por ingenieros, forenses, profesionales del peritaje de todo tipo, policías... Unas cámaras con características externas más sobrias que las de las más lúdicas serie SX-70 y 600, pero con características superiores como veremos. Comparemos el alegre aspecto de mi Supercolor 635, con la elegante sobriedad de la Imagen System SE. Supongo que eso de SE vendría de "Special Edition" o algo así...

Ambas tienen un flash incorporado, una célula de medición de la luz con un sistema de exposición automática, un botón disparador, y un sistema de carga de los cartuchos de película similares. Pero a partir de aquí, vienen las diferencias. Sigamos por el frente. Mirando la imagen, a la izquierda del objetivo de la Image System SE vemos un círculo protegido por una rejilla de circulitos. Eso un sistema de enfoque automático por sonar. Sí... como lo de los submarinos, los delfines o los murciélagos,... emite un sonido en una frecuencia que no escuchamos, rebota en el sujeto a fotografiar y calcula la distancia de enfoque. La Supercolor 635 tiene un sistema de enfoque fijo, que según las especificaciones permite obtener sujetos nítidos a distancias entre 1,2 m e infinito. Lo cierto es que los objetos distantes aparecen con menos nitidez de la deseable. La Image System SE enfoque automáticamente entre distancias de 60 cm e infinito... y bien.

El objetivo es importante...

El objetivo de la Supercolor 635 (y el de otros muchos modelos funcionalmente similares) tiene una focal de 106 o 116 mm y una apertura fija de f/11 o de f/14, no encuentro uniformidad en las especificaciones según las fuentes según, y está fabricado con una sola lente, probablemente un menisco, de plástico. Sin embargo, la Image System SE viene claramente definido como un 125 mm f/10 de apertura máxima. Cerraría hasta f/45. Y estaría fabricado con tres elementos. Aquí encuentro diferencias según las fuentes. Unos dicen que de plástico y otras que de vidrio óptico. En cualquier caso, una sistema óptico claramente superior.

En ambos casos, el obturador tendría un rango de velocidades suficiente para un uso relativamente variado, que vendrían determinadas por el programa de la cámara.

Veamos la trasera de la cámara...

Como vemos, frente a la Supercolor 635, que no tiene más posibilidades que elegir con cual de los dos disparadores queremos tomar la foto, con el principal que acciona el flash, o con el secundario que lo evita, aquí tenemos más opciones. Un botón para desconectar el flash, otro para desconectar el enfoque automático. En algún lugar he leído que en ese caso enfoca a infinito. O algún tipo de hiperfocal. Tiene otro botón para activar el temporizador en el disparador, y otro para activar o desactivar el aviso sonoro de enfoque conseguido.

Pero además la cámara, que ya digo que estaba pensada para determinados usos profesionales, tiene una funcionalidad añadida. El visor no es mudo. Aporta información. Por un lado un icono verde que indica que se puede hacer la foto sin problemas, y otro rojo que indica que la luz es insuficiente o que la foto puede salir desenfocada. Y un telémetro que nos informa de la distancia que hay hasta el sujeto enfocado, en metros o en pies. Hay una clavija para seleccionar la unidad de medida. Con una precisión al decímetro. Encuadras, pulsas el disparador parcialmente, y se activa el mecanismo de enfoque. El telémetro lee en ese momento, por ejemplo, 2,6... Es decir, 2 metros y 6 decímetros. O 260 centímetros. Genial. No sé cuál es el límite. No lo he comprobado. Pero cuando sobrepasa determinada distancia, tal vez entre 5 y 6 metros, deja de informar, aunque el enfoque es correcto y la foto sale bien. Por ejemplo, esta.

Y ahora los más observadores diréis... oye, ¡que las polaroids eran cuadradadas! Sí, pero no las del sistema Spectra/Image System. De forma rectangular, eran algo más grandes que las típicas Polaroid SX-70 o 600. Pero por lo demás, similares en sensibilidad y características a las Polaroid 600. Esto conlleva dos consecuencias. Como su precio original era más caro, estaban mejor construidas y tenían más refinamientos, se vendieron menos. Y aunque Impossible Project también fabrica actualmente película para ellas, son mucho menos populares. Y para algunos, el que no sean cuadradas, les quita gracia. En resumen. Una Spectra/Image System es una cámara más sólida y de más calidad que la mayoría del resto de las Polaroid, e incluso que de las actuales Fujifilm Instax. Pero es menos conocida y buscada, y puede resultad mucho más barata de adquirir.

El ejemplar que ha llegado a mis manos está absolutamente como nuevo. Ha venido con su embalaje prácticamente intacto. La correa de cuello o bandolera todavía en su envoltura sin desprecintar. La correa de mano viene incorporada en el cuerpo de la cámara. Incluye el manual en perfecto estado y el folleto de accesorios. E incluso llevaba insertado un cartucho de película original Polaroid, con toda seguridad caducado, al que le faltaba una foto. La pila estaba descargada, por lo tanto no se podía usar. Si lo hubiese sabido, fue una sorpresa que me encontré, a oscuras hubiera trasnferido la película a un cartucho con pila de Impossible Project, y hubiera intentado usarla. Como no lo supe, abrí el compartimento a la luz y se veló. Probablemente, desde que se compró hasta que llegó a mis manos sólo había hecho un disparo. Se guardó. Y no se volvió a usar nunca. Nueva. Funciona sin problemas.

Como veis, la he probado ya. Cuando me avisaron que me la traían, poco antes de Navidad, me llegó el 3 de enero de 2017, encargué por internet un par de cartuchos Impossible Project en color y uno en blanco y negro.

Desde luego, con las fotografías en color pude comprobar que la calidad de imagen, en comparación con las que emite la Supercolor 635, es claramente superior. También pude comprobar que a estas películas y estas cámaras, de uno u otro tipo, les gusta la luz. Mejoran mucho las cosas y los resultados. Así como si evitamos contrastes excesivos.

Como digo, también hice un cartucho de fotografías en blanco y negro. Pero el resultado fue un poquito peor... pero probablemente por mi culpa. Se me ha olvidado decir que también tiene un compensador de exposición que permite ajustar mejor el comportamiento del programa de la cámara según la escena. Y es importante hacerlo cuando estas películas tienen un latitud de exposición limitada y no se llevan bien con los contrastes excesivos. En algún momento me dejé el compensador ajustado en el sentido de la sobreexposición, y no le sentó bien a las imágenes. Pero algunas fotos hubo en blanco y negro que quedaron más o menos bien.

Sinceramente, me da igual que las fotos no sean cuadradas. La calidad de la imagen es superior a la Supercolor 635... y para un fotógrafo que sepa lo que sea hace, que no sea simplemente tomar unos recuerdos de una "fiestuqui"... es mucho más satisfactoria de usar.

Eso no quiere decir que la Supercolor no lo sea. Aprovechando el pedido de película Impossible Project Spectra, encargué también algunos cartuchos de tipo 600 que estaban de oferta por ser emulsiones antiguas. El día de reyes usamos una con la imagen circular. No pongo fotografías de los miembros de la familia... pero algunas puedo enseñar...

Divertidas, aunque se nota un punto de calidad inferior. Tanto por la nitidez que ofrece el objetivo de la Image System SE, como por los colores que ofrecen las emulsiones más recientes de Impossible Project. Pero no están mal.