La fotografía como afición y otras artes visuales

CARLOSCARRETER.ES

Nueva película Bergger Pancro 400 (1) - Vive la France!

Aunque ya había sido anunciada hace unos meses, a mediados de febrero de este 2017 salió al mercado una nueva pelicula en blanco y negro. Algunos dicen que es el primer desarrollo original en este campo en los últimos diez años, ya que otras novedades en el mercado en este periodo de tiempo no serían más que evoluciones o adaptaciones de productos ya conocidos previamente. Pero la firma francesa Bergger, que ya venía fabricando papel sensible y película para gran formato, ha desarrollado y sacado a la venta esta Bergger Pancro 400, con características a priori interesantes, para formatos 135 y 120.

Si alguien ha pulsado el enlace anterior, comprobará que dirige a la versión de formato 120, para cámaras de formato medio, que es la que encargué para probar esta película. El primer rollo lo expuse a la luz del día, al caer la tarde pero todavía con sol, hace unos días, con la Fuji GS645S Wide Professional, que me ofrece la posibilidad de obtener hasta 15 negativos de 6 x 4,5 cm (en realidad 56 x 42,5 mm aproximadamente).

Como se puede deducir de su nombre, se trata de una película sensible a buena parte del espectro visible, desde el violeta hasta el rojo, aunque siempre la sensibilidad a este color está un poquito limitada. Pero para esta primera prueba a la luz del día no tiene mayor trascendencia. La sensibilidad nominal es de ISO 400/27º. Y nos informan de que tiene dos capas de emulsión sensible, una de bromuro de plata y otra de ioduro de plata, con distinta tamaño de grano, y que deben servir para aumentar la latitud de exposición de la película. La película incluye también una capa antihalo.

Bergger nos ofrece unas indicaciones muy concretas para el procesado de esta película. La película debe ser atemperada antes del revelado en un baño de agua a la misma temperatura del baño de revelado. Al menos un minuto, pero si utilizamos alguno de los reveladores específicos de la marca nos habla de cinco minutos a una temperatura de un grado superior a la del revelador. No es el caso. En cualquier caso, si para algo sirve este baño de atemperado es para llevarse consigo la capa antihalo de color verdoso.

He utilizado mi fiel Kodak HC-110. Nos ofrecen una tabla para los tiempos de revelado con los reveladores más habituales. En el caso del HC-110, 9 minutos a 20 ºC en dilución B (1:32), con los ritmos de agitado habituales. En mi caso, medio minuto de inversiones del tambor iniciales, y cuatro inversiones no excesivamente enérgicas cada minuto. Ofrecen también una tabla de equivalencias en tiempo según la temperatura del revelador, manteniendo las características de contraste y granularidad. Para mi rollo, como de entrada conseguí del grifo una temperatura de 23 ºC clavados en mi termómetro, decidí adaptar el tiempo de revelado a 7 minutos, sin molestarme en bajar la temperatura del revelador. Sin problemas.

La única precaución extra que nos aconsejan es que aumentemos el tiempo de fijado hasta los 6 minutos, usando los fijadores rápidos habituales. Los tiempos habituales aconsejados para la mayor parte de las películas son entre 3 y 5 minutos. Yo suelo dar 4 minutos.

Una vez secados los negativos, mi primera impresión fue un poco escéptica. Había realizado las mediciones con mucho cuidado. Alguna de las escenas, véase la primera de las fotografías de este artículo, presentaban un contraste notable. El revelado lo hice con mucho cuidado, siguiendo escrupulosamente las instrucciones. Sin embargo, mi primera impresión fue de negativos muy "transparentes", como si se me hubiesen quedado subexpuestos. No tenía claro cuánta información iba a obtener en las sombras en alguno de ellos.

El digitalizado de los negativos, como suelo hacer con el medio formato, lo hice con el escáner Epson Perfection V600 Photo, con el software Epson Scan.

A partir de ahí empezaron a llegar las noticias positivas. A pesar de ese aspecto de negativo subexpuestos, la información estaba allí. Los negativos se digitalizaron todos sin ningún problema, a archivos TIFF de 16 bits por píxel, y los ficheros resultantes tienen abundancia de información tanto en las sombras como en las luces. Y a pesar de eso, los negros son profundos, aunque sin perder detalles. De acuerdo a lo que he podido leer en algún otro sitio donde han experimentado con la película, merece la pena ser expuesta de forma muy fina, a esos 400 ISO nominales, sin dejarse llevar por la tendencia a la sobreexposición que nos permite asegurarnos de que las sombras están a salvo. La película encaja unos contrastes notables, manteniendo materia tanto en luces como en sombras.

Además, el grano es muy contenido para la sensibilidad de 400 ISO. Desde luego, mucho más discreto que lo que consigo con las Kodak Tri-X e Ilford HP5 Plus.

Lo cierto es que los resultados obtenidos con este primer rollo de película me han gustado mucho. Las imágenes digitales que se ven en pantalla, salvo que se observen en una buena pantalla bien calibrada pueden no hacer justicia en las fotografías. He impreso en papel de alta calidad un par de fotografías, y hacía tiempo que no conseguía en casa unas fotografías en blanco y negro con un aspecto tan convincente.

Las fotografías presentadas, una vez digitalizadas, han sido procesadas en Adobe Photoshop Lightroom, pero con un mínimo de ajustes. Ajuste del punto negro, del blanco y poco más. Prácticamente son tal cual salieron del escáner. Las que han sufrido alguna modificación más intensa, aunque con moderación, son la primera y la última, en las que he aumentado la claridad del conjunto para obtener los detalles que conserva la fotografía tanto en sombras como en las luces, pero que por elevado contraste de las fotografías no se apreciaba. Pero estaba ahí. Y han salido sin que hayan aparecido artefactos en la fotografía debido al tratamiento digital.

Esta película me está gustando mucho. Os presentaré pronto una nueva entrada con fotografías realizadas con este tipo de película. Pero con predominio de la luz artifical de tungsteno... En breve.