La fotografía como afición y otras artes visuales

CARLOSCARRETER.ES

Home / Essays / vivitar

Vivitar Ultra Wide & Slim - El final del invierno en color

El pasado domingo cometí un error tontorrón, pero error. Comentaba que las fotografías que acompañaban la entrada de recomendaciones semanales habían sido realizadas con la Olympus μ(mju:)-1, y manifestaba que no me gustaba mucho como habían quedado. Mucho viñeteo, esquinas con muy poca definición, poco contraste, sensación de que estuviera siempre usando la apertura más abierta... Pues sí. Acerté en todo. Menos en una cosa. El modelo de la cámara con la que expuse ese carrete de Kodak Portra 400. En qué estaría yo pensando.

La cámara que he estado paseando en un bolsillo del chaquetón durante las últimas del verano no fue la Olympus sino la Vivitar Ultra Wide & Slim, de la que ya os hablé en su momento. Os recuerdo someramente sus características; es una cámara de plástico, con un objetivo también de plástico, un gran angular de 22 mm de focal, muy sencillo, con una única apertura de diafragma, f/11, y una única velocidad de obturación, tal vez 1/125 s. Aunque a veces tengo la sensación de que es más lenta.

Hasta ahora sólo la había usado con película en blanco y negra. En general, sus resultados pasan por un contraste escaso, muy baja definición en las esquinas y viñeteado apreciable. A pleno sol se puede usar con película de 100 ISO, con nublado y en la sombra es mejor irse a los 400 ISO. Que en el caso de la película en color también aguantan bien la abundancia de luz, puesto que suelen tolerar bien la sobrexposición.

La película Kodak Portra 400 tiene una saturación moderada, aunque la teoría dice que sobrexpuesta la saturación aumenta. En cualquier caso, a la vista de los resultados con este carrete, dado el bajo contraste del objetivo y la baja de definición, es posible que convenga utilizarla con alguna película más contrastada, aunque eso suponga perder algo de latitud de exposición, a cambio de obtener unas imágenes más vivas. Muy posiblemente no merezca la pena gastar mucho dinero, y cualquier película de gama media o baja de Kodak, Fuji, Agfa o quien sea, sea quien sea quien la fabrique, irá bien.

La fidelidad de los colores tampoco es el fuerte de la óptica de esta cámara, pero da un poco igual, mientras queden fotografías resultonas. Al fin y al cabo, la gracia principal de la cámara es conseguir composiciones o imágenes más o menos dinámicas gracias al amplio punto de vista que ofrece su objetivo gran angular, muy superior al de otras cámaras de juguete similares.

En fin, la iré utilizando de vez en cuando. Dentro una semanas me voy unos días fuera. A Dinamarca. Estaba contemplando llevarme, además de mi equipo digital de viaje, alguna compacta de película tradicional. Probablemente con blanco y negro. No sé si llevarme esta Vivitar, u optar por la Olympus Pen EE3, que me da el doble de exposiciones por carrete. Claro que dado que ambas cámaras ocupan tan poco espacio, igual me llevo las dos. Una con color y otra con blanco y negro.

Nueva película Bergger Pancro 400 (2) - Mi colección de cámaras para película tradicional (en funcionamiento)

Hace unos días os hablaba de mi primer rollo de la nueva película del fabricante francés Bergger, la Pancro 400. Una película de la que me sentía muy satisfecho, y que de hecho estoy pensando en que sea mi película de elección para trabajos de interés. Para un uso más casual, tengo pensado tirar de Fomapan. Pero de eso hablaré otro día. Más adelante.

Esta nueva película, como su nombre indica, es pancromática. Es decir, es teóricamente sensible a todo el espectro de luz visible, como la mayor parte de las películas modernas. Pero eso es algo cierto en parte. Voy a ponerme un poco técnico y voy a poner aquí la curva de sensibilidad espectral de la película, que no es muy distinta a la de otras películas pancromáticas. Está obtenida directamente de la versión en francés de la ficha técnica de la película ofrecida por el fabricante a fecha de enero de 2017.

Como vemos, la película es sensible entre las longitudes de onda de 400 nanometros y aproximadamente los 660 nanometros aproximadamente donde comienza un brusco descenso de sensibilidad para que esta sea nula a partir de los 680 nanometros. El espectro visible, aunque hay variaciones entre individuos va entre el violeta, que comienza e los 380 nanometros y los 780 nanometros del rojo más profundo. Ciertamente los valores más extremos están sujetos como digo a cierta variabilidad personal, y hay muchas personas que no llegan a ser sensibles a los rojos más profundos, por lo que en la práctica no es infrecuente ver mucho textos donde redondean y nos dicen que el espectro visible esta entre 400 y 700 nm.

El caso es que incluso en las películas pancromáticas como esta Pancro 400, siempre hay una menor sensibilidad, aunque sea ligera, a los tonos cálidos que a los tonos fríos. Normalmente, en escenas tomadas con luz de día, no tiene mayor importancia. Pero cuando fotografías en interiores con luz artificial, especialmente luz de tungsteno o aquellas que la imitan, hay predominio de tonos cálidos y las películas se pueden quedar cortas de sensibilidad. Algún fabricante, no muchos, lo avisan, y te dicen que la sensibilidad de la película para esas situaciones es menor. Por ejemplo, 320 ISO en lugar de 400 ISO. No es el caso de la Pancro 400. Pero yo decidí probarla con luz artificial.

Para ello, cargué la Hasselblad 503CX con un carrete de Pancro 400, la iluminé con mis lámpara habituales del salón, halógenas o de LED con tonos cálidos, e hice un pase de modelos de mi colección de cámaras para película tradicional, aunque solamente aquellas que están en funcionamiento, aunque sea con alguna limitación.

Estas son las dos primeras que fotografié, la Canon EOS 100 (1992) y la Leica CL (1973) (Entre paréntesis el año de fabricación aproximado para el modelo del que dispongo). Van juntas porque entre 1993 y 2004 fueron las responsables de ir de viaje conmigo. La primera hasta el año 2001, la segunda con posterioridad. El buen resultado de la Leica CL y su mayor ligereza me condicionaron para ser de los primeros en adoptar las cámaras micro cuatro tercios, comparables en tamaño, como cámaras viajeras por excelencia.

Desde el punto de vista del rendimiento de la película, creo que ciertamente su sensibilidad real cuando la fuente de iluminación es luz artificial cálida es algo inferior. Los negros del cuerpo de la Leica CL tendrían que tener algo más de materia. No obstante, la película, como ya comenté, se comporta muy bien y se traga los pasos de contraste sin ningún problema.

Sigo con el pase de modelos. Ahora ya sin interrupciones sobre las características de la película.

Además de la Leica CL ya vista, dos telemétricas de la marca alemana más, la Leica M2 (1961) con montura de bayoneta para los objetivos y la Leica IIIf (1951) con montura de rosca.

Otras dos telemétricas, pero de formato medio, y por lo tanto bastante más grandes. La Fuji GS645S Wide (1983) es una telemétrica para rollos de película de 120 y 220 sobre los que se obtienen 15 o 30 negativos de 6 x 4,5. Mientras que la Plaubel Makina 67 (1985) con su objetivo Nikkor 80/2,8 fabricado por Nikon, retráctil, tiene un cuerpo metálico, es más consistente, y admite sobre los mismos formatos de película 10 o 20 negativos de 6 x 7. Ambas hacen fotos sin problema, con elevada calidad, pero la Makina 67 necesita pasar por taller por filtraciones de luz en el fuelle del objetivo retráctil.

Dos cámaras réflex, una Pentax MX (1977) y una Praktica MTL 5 (1985). La primera con su popular montura K de bayoneta, la segunda con una montura de rosca M42 que Pentax había abandonado ya diez años antes de que saliera al mercado este modelo de Praktica. Mi primera cámara réflex, de 1989, fue una Pentax P30N que no conservo. La vendí para comprar la Pentax MX que usa todos aquellos objetivos de focal fija de Pentax que fui comprando de segunda mano poco a poco y que van muy bien. Por ello, le tengo un cariño especial. Además va estupendamente, es una de las cámaras más agradables de usar, siendo además muy compacta de tamaño.

Vámonos hacia atrás en el tiempo con estas dos Agfas. La primera, la Agfa Jgestar 8,8 (1928, posteriormente conocida como Agfa Billy, bajo cuyo nombre se declinaron muchas cámaras similares de iniciación) es una cámara de objetivo retráctil con fuelle, sencilla, con un objetivo de tres elementos que no ofrece mucho contraste y moderada nitidez, pero que con sus negativos de 6 x 9 sobre película de formato 120 da información de sobras para disfrutar de la fotografía. También tiene alguna filtración de luz, y hay que protegerla de la luz directa en el momento de hacer la foto. La Agfa Synchro Box (1953) representa a las populares cámaras de cajón cuyo concepto básico no varió desde la primera Brownie de Kodak de 1900. Admite también película de 120 produciendo negativos de 6 x 9, pero su objetivo muy sencillo, un simple menisco, acarrea todo tipo de aberraciones ópticas. Para ampliar con muuuuuuucha moderación. Pero divertidas de usar, ambas.

Dos nuevas cámaras de objetivo retráctil para película de formato 120, produciendo ambas negativos cuadrados de 6 x 6. Conceptualmente muy similares, aunque la primera, la Zeiss Ikon Ikonta modelo 521/16 (1948) es algo más latosa de usar que la Adox Golf 63 (1955). Curiosamente, la primera no sufre de las filtraciones de luz en el fuelle de las que sufre la segunda, que hay que proteger de la luz directa al usarla para evitar luces parásitas en exceso.

Un recuerdo especial para las cámaras que originalmente no fueron mía sino de mi familia. desde la Viking (1964) que usaba mayormente mi padre durante mi infancia, pasando por la Kodak Pocket A-1 (1977), que yo usaba cuando me iba de campamento cuando era un adolescente y que usa cartuchos de película de formato 110 con sus minúsculos negativo, hasta la Olympus μ(mju:)-1 (1993) que compré para mi familia con el fin de que tuvieran una cámara de cierta calidad pero sencilla de usar, una vez que yo ya me había aficionado a la fotografía.

Unos años más tarde, me compré para mí mismo esta Olympus μ(mju:)-2 (1997), descendiente de la anterior, más compacta, con un objetivo más luminoso y protegida contra las inclemencias del tiempo. La pongo en comparación con la Olympus Pen EE3 (1973), una de las populares compactas de medio formato, la mitad del tradicional formato popularizado por Leica, que hacían que los carretes de 36 exposiciones ofrecieran cerca de 80 si las cargabas con cuidado para aprovechar al máximo la longitud de la película.

Mezcla de estilos en esta ocasión. En el centro, una noble Yashica Mat 124G (1970), reflex binocular con un objetivo tipo Tessar que hace unas fotografías excelentes, pero que tengo con una funcionalidad algo "estorbada" porque como consecuencia de una caída, la lente de enfoque no se sujeta correctamente. Por lo demás va muy bien. A reparar en cuanto tenga ocasión. Y con las otras dos entramos en el terreno de lo lúdico. De las cámaras-juguete. Pero que hace fotos. Por dos euros en un mercadillo conseguí la Cámara Safari de Indiana Jones (1987), que es una variante de la Werlisa Club Color B, una cámara que se fabricó en España como churros desde los años 70. Es muy elemental en su uso, pero hace fotos. Conceptualmente similar es la Vivitar Ultra Wide & Slim (2001), pero con la peculiaridad de que tiene un objetivo gran angular de 21 mm. También se puede conseguir por pocos euros. Su ergonomía puede producir algún dolor de cabea que otro, pero las fotos que se hacen con ella pueden ser muy simpáticas. Pasad de las Lomography, y buscad este tipo de cámaras si queréis diversión.

Diversión que también se puede conseguir con las chinas Holga, de las que yo tengo dos. Una Holga 120W PC y una Holga 120N. Ambas son fabricadas en 2015. El PC de la primera viene de Pinhole Camera, y es efectivamente una estenopeica. Ambas son para formato medio, rollo de formato 120. La estenopeica puede hacer fotografías de 6 x 9 y 6 x 12, la 120N de 6 x 6 y 6 x 4,5. La calidad en la estenopeica es la esperable en este tipo de cámaras. La de la 120N es simpáticamente lamentable.

Y dos estenopeicas más... La Camara Pinhole Automontable (2015) comprada en la librería del CaixaForum de Zaragoza. Tengo pendiente sustituir la lámina del estenopo por otra más fina. El estenopo me salió con un diámetro excesivo y la nitidez que ofrece es demasiado baja. Aunque no deja de ser curiosa de usar. Se vendía en piezas, y te la montas tú mismo. Admite carretes de 35 mm normales y corrientes, pero el avance es muy aproximativo. La otras es una Ondu 6x12 Multiformat (2016), que con un sistema de tabiques móviles permite usar sobre película en rollo tipo 120 los formatos de 6 x 6, 6 x 9 y 6 x 12. Está hecha artesanalmente de madera, las piezas se mantienen en su sitio con imanes de vanadio, y es muy bonita.

Llevo 11 fotografías con 24 cámaras presentadas hasta el momento. Normalmente la idea es que todas menos una cámara cupiesen en los 12 fotogramas que permite la Hasselblad en un respaldo tipo A12. Pero un error en el primer fotograma hizo que hasta aquí llegáramos. La siguiente fotografía está realizada con la Leica M-E, digital, calzada con el Elmar-C 90/4 para suplir esa carencia.

A pesar de que parecía que esta tecnología iba a desaparecer, la fotografía instantánea esta viviendo un simpático resurgir. Hay quien tira de los nuevos productos desarrollados por Fujifilm. Pero otros preferimos rescatar las viejas Polaroid y usar la (carísima) película instantánea de Impossible Project. Yo dispongo de una Polaroid Image System SE y una Polaroid Supercolor 635. Esta última es un modelo muy sencillito, que ofrece las típicas fotos cuadradas de Polaroid. La primera ofrece mucha mayor calidad y posibilidades, pero hay que usar el formato especial tipo Spectra, algo más alargado.

Y queda una cámara... la que ha hecho la mayor parte de estas fotos...

Y aquí tenemos la reina de las cámaras, una Hasselblad de la serie V, en concreto una Hasselblad 503CX (1989), con su clásico Carl Zeiss Planar 80/2,8, fotografiada con la Polaroid Image System SE. En realidad este modelo no salió tal y como se ve de fábrica, ni se vendió tal cual, ya que está montado a partir de distintas piezas. Las Hasselblad para película eran fundamentalemente un concepto modular. La 503CX el cubo central, pero el respaldo vino por otro lado, el objetivo por otro, y el visor que se ve... no es Hasselblad. Es Kiev, soviético. Pero funciona correctamente.

Y este es mi repaso a mi colección de cámaras para película tradicional en funcionamiento, aprovechando mis pruebas con la Bergger Pancro 400.

Vivitar Ultra Wide & Slim - Simplicidad ultra gran angular de bajo coste

Vivitar fue en su momento un marca bien conocida en el mundo de la fotografía. Establecida por una empresa norteamericana, californiana, durante una época comercializó todo tipo de chismes fotográficos, aunque sus productos más conocidos eran objetivos que comercializaba para las monturas habituales de cámaras réflex en el mercado. Bien es cierto que solía encargar la manufactura de los mismos a fabricantes japoneses o coreanos... Tokina, Cosina o Kiron fueron los más habituales, pero también Sigma, Samyang (estos son coreanos) e incluyo Olympus han fabricado objetivos bajo marca Vivitar. Alguna cámara apareció también, muchas de ellas Cosinas que se declinaron bajo diferentes marcas. E incluso alguna unidad de flash electrónico que llego a tener un carácter semiprofesional, y que fue muy solicitada. Entre los objetivos, los "Series 1", los fabricara quien los fabricase, llegaron a tener cierto prestigio porque eran fabricados con estándares más altos de calidad. Desde hace unos años la marca pertenece a otra empresa que la cede, supongo que a cambio de los correspondientes pagos, para que aparezca en todo tipo de chismes fotográficos o electrónicos de calidad y características no especialmente destacables.

En algún momento de la primera década del siglo XXI apareció en el mercado una cámara para película tradicional con el sumamente descriptivo nombre de Vivitar Ultra Wide & Slim. Es decir, Vivitar ultra gran angular y delgada.

Al parecer fabricada en China, es una cámara diminuta, muy estrechita, de ahí lo de "slim". Y su característica más notable probablemente es que su objetivo tiene una focal de 22 mm. Es decir es un gran angular realmente muy abierto, lo cual puede abrir una posibilidades creativas notables.

En la cámara no viene más información técnica, pero al parece se le asume un objetivo de enfoque fijo con un diafragma también fijo f/11, y una velocidad de obturación de 1/125 s. Con esas características, suponiendo que esté enfocada a la hiperfocal, quedarían razonablemente nítidos los objetos situados entre 75 centímetros e infinito. Con una película negativa en color de ISO 200/24º se podría fotografiar en exteriores en días nublados, aunque no demasiado, o soleados. Como la película negativa en color soporta bien la sobreexposición quedarían bien. Para más seguridad, mejor utilizar película de ISO 400 u 800 para poder usarla en la sombra o en días con nublados más densos. Todo esto teóricamente. Luego hablaré de mi experiencia.

Tiene una tapa trasera que no es nada fácil de abrir, y una rueda para el avance de la película. En la parte superior, el botón disparador y un contador de exposiciones que no es fácil de leer. Nada más... bueno, una correita para sujetarla a la muñeca. Un buen detalle. No lleva flash incorporado ni posibilidad de utilizar uno externo.

Toda ella parece estar echa de plástico. Y si abrimos la tapa...

Vemos que tiene el espacio justo para el carrete de película de 35 mm y poco más. El visor, de visión directa, distorsiona un montón y por lo tanto el encuadre es muy aproximativo. Más que probablemente el ángulo de visión del visor es menor que el del objetivo, por lo que en el negativo aparece más de lo que vemos. Esto es útil para enjuagar el error de paralaje... y así no sacamos muchas cabezas cortadas.

La filosofía de utilización es... si tienes luz suficiente, apuntas, encuadras y disparas. No hay que hacer nada más.

Se sabe que existen versiones bajo otras marcas. Probablemente se ha usado como objeto de promoción de empresa en eventos. Es decir, en congresos, simposios, convenciones y similares, una empresa la regala junto con un carrete a los asistentes por si quieren hacer fotos de recuerdo. Insisto en que con sus características, muy bien iluminado tiene que estar un interior o muy alta tiene que ser la sensibilidad de la película para poder ser utilizada en esas condiciones. Es cámara para usar en exteriores. Su precio... a mi me costo 20 euros en ebay, más cuatro euros en sellos.

Veamos su utilización.

He de reconocer que no tuve piedad con ella. Contraluces y situaciones de luz variadas para ver como respondía. Como yo pensaba que el diafragma era de f/8 decidí ponerle una película de Ilford FP4 Plus de ISO 125/22º, que luego revelé en revelador Kodak HC110, a dilución 1+31 durante 9 minutos.

Si es cierto que usa una combinación de diafragma f/11 y velocidad de obturación 1/125 s, creo que en las condiciones que la usé debería haber encontrado varios fotogramas francamente subexpuestos. Esto, en líneas generales, no sucedió. La escultura de la plaza de España de Zaragoza aparece razonablemente bien iluminada salvo la cara que esta muy en sombra. Como el contraste de los negativos era relativamente normal, tampoco tengo que asumir que el revelado produjera un forzado en los tonos. Por lo tanto, tengo la impresión de que, una de dos, o el diafragma es más abierto o el obturador es más lento. O estamos manejándonos realmente a f/11 y 1/60 o a f/8 y 1/125.

La facilidad con la que algunas personas viandantes salen movidas me hace suponer que la realidad es la primera versión. Quizá el diafragma sea de f/11, pero es muy posible que el obturador sea impreciso y se mueva más bien a una velocidad de 1/60 s por obturación. Así que olvidémonos de intentar fijar los sujetos más activos.

La definición en general es modesta, con bajones en las esquinas. Además viñetea bastante aunque sin que sea caricaturesco. Lo esperable. Aprovechable estéticamente ablando. Los contraluces los soporta mucho mejor de lo que yo esperaba. Y si es cierto que se produce pérdida de contraste, al escanear el negativo se puede ajustar un poquito y obtener una fotografía razonable.

La presenté en sociedad en una reunión de bienvenida del periodo vacacional de Fotógraf@s en Zaragoza. Solamente a horas ya avanzadas y con poca luz, se empezó a notar la escasez de sensibilidad de la película que le puse.

Probablemente, en una próxima escapada de unos días por el mundo me la lleve con algún carrete en color de ISO 400. A ver que tal se comporta. Espero que bien ahora que la conozco un poco mejor.

En cualquier caso ya os lo contaré... No espero que dure mucho, no obstante. Se ve que su calidad de fabricación es floja. Es poco más que una cámara desechable pero con posibilidad de reutilizarla... iba a decir indefinidamente, pero lo dejaremos en mientras dure. Pero su objetivo gran angular la hace muy atractiva, especialmente en reportaje y en paisaje tanto urbano como natural.