La fotografía como afición y otras artes visuales

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Olympus Trip 35, Rollei Ortho 25 Plus, SPUR Acurol N y la regla "sol f16"

En diciembre recibí un regalo de un conocido que había acumulado recientemente algunos materiales para fotografía con película tradicional y que en estos momentos, por problemas que no vienen al caso, era consciente que no iba a usar en un futuro previsible. Así que simplemente me los regaló. Pasaba de dedicar el tiempo a buscar compradores, y no se iba a hacer ni más rico ni más pobre por venderlos o regalarlos. El lote de productos era de cuatro rollos de película Rollei Ortho 25 Plus caducada en 2020, un lote de películas variadas de Nofoto Lab, y una botella de revelador SPUR Aculrol N sin empezar. De cada cosa iré hablando conforme vaya usando. De momento, en usado dos rollos de Rollei Ortho 25 Plus, y los he revelado con el SPUR Acurol N. Vamos con el primero de ellos.

En los últimos rollos que hice en blanco y negro con la Olympus Trip 35, en el mes de noviembre, cuando compré el adaptador de rosca para poder utilizar filtros en ella, me quedé con la mosca detrás de la oreja por el flojo resultado que obtuve con el filtro rojo. Básicamente, al disminuir mucho la sensibilidad efectiva por los tres pasos de luz que se come el filtro, la cámara había estado usando constantemente aperturas muy abiertas, privilegiando la velocidad de obturación de 1/200 segundo. Y con profundidades de campo muy pequeñas,... había fotos con poca nitidez. O con el plano nitidez en el lugar no deseado.

El caso es que le estuve dando vueltas al asunto, y comprendí que no tenía porqué usar la Trip 35 necesariamente en modo automático, que es como está pensada inicialmente. Tiene un modo manual, con algunas restricciones. Este modo manual está pensado para usar la cámara con un flash. La velocidad de obturación queda fijada a 1/40 segundo, y puedes seleccionar la apertura del diafragma en función de la distancia al sujeto y la potencia del flash. Si tienes un flash con número guía de 20 a ISO 100, con una película de esta sensibilidad podrás fotografiar a un sujeto a 5 metros de distancia con una apertura f4. 20/4 = 5 metros. Si usas ISO 200, cierras la apertura un paso, f5,6. Si usas ISO 25, como la Rollei Ortho 25 Plus, abres dos pasos, f2. Ups. La Trip 35 está limitada a f2,8... mmm... mejor sitúas al sujeto a 3,5 metros, y ya puedes usar esa abertura máxima. 20/3,5 = 5,7... dividido por dos para obtener el equivalente a ISO 25 y da 2,86... f2,8. No es difícil.

Pero claro, si usas la reglas del "tiempo soleado, ajusta f16 para una velocidad de obturación igual a la inversa de la sensibilidad de la película", vemos que un ISO 50 podríamos usarlo, por aproximación con este modo manual a f16. Entre 1/40 y 1/50 hay poca diferencia. Y en el caso de la Rollei Ortho 25 Plus... pues el equivalente sería f11 a 1/40 segundo, con tiempo soleado y sombras nítidas. A partir de ahí vamos bajando a ojo... f8 si está soleado pero las sombras son difusas, f5,6 si esta con un nublado ligero, f4 con un nublado más intenso o en sombras a cielo abierto... Es decir... tenemos un cierto margen para fotografiar en exteriores. Como la distancia focal del objetivo es 40 mm y la cámara es ligera, solo tenemos que tener un poquito de cuidado para evitar las fotos trepidadas. Y como tiene la posibilidad de un enfoque por estimación razonablemente sencillo y sabemos qué apertura usamos, cosa que no sucede en el modo automático, podemos previsualizar lo que va a quedar dentro del intervalo de profundidad de campo.

Revelé el rollo de Rollei Ortho 25 con el SPUR Acurol N. Por lo que he leído en la documentación del químico, es un revelador compensador, por lo que mejoraría el contraste, aplanándolo un poco, en escenas con iluminaciones duras, especialmente si se usa con diluciones elevadas. Parecido a lo que sucede con el Rodinal o con el Kodak HC-110. Pero estaría orientado a obtener una buena nitidez con un grano fino. Dicen. Tiene un elevado tiempo de conservación una vez abierto. En la documentación del fabricante, no aparecía el tiempo de revelado para la Ortho 25 Plus expuesta a su sensibilidad nominal, sino para un índice de exposición 100. Usé el tiempo de revelado para la versión anterior de la Rollei Ortho 25, 11 minutos con la dilución 1+70 a 20 ºC, y con un ritmo de agitación muy suave. Con prelavado para atemperar la emulsión a la temperatura de revelado, y usando agua desionizada, siguiendo la recomendación del fabricante.

Los negativos han resultado un poco más densos de lo esperado, pero perfectamente usables. Como el aumento de densidad es uniforme en toda la imagen y no mayor en las luces que en las sombras, es decir, no se acompaña de un gran aumento del contraste, asumo que se debe a que mi evaluación de las escenas a la hora de ajustar el diafragma fue conservadora, protegiendo las sombras, y que hay un cierto grado de sobreexposición en los negativos. Como digo, no me ha resultado problemático a la hora de digitalizar los negativos con la Panasonic Lumix G100 y el Macro-Elmarit 45 mm f2,8, y con ligeros ajustes de la curva tonal en el software de procesado del archivo digital. El grano es un poquito más notable de lo esperado para una película de sensibilidad baja. Pero el fabricante del revelador avisa de que el uso de diluciones elevadas, y 1+70 lo es, conlleva un cierto aumento del grano. Es lo que pasa con otros reveladores compensadores; tienen una alta acutancia, lo que hace que el grano sea más visible. Pero en general estoy contento con la gama tonal obtenida, y alguna escena muy contrastada ha quedado muy bien. No descarto usar de nuevo esta combinación en un futuro.

Con las telemétricas también funcionan bien los teleobjetivos - Leica M6 con Kodak Ultra Max 400

En fotografía, como en tantas áreas del conocimiento y la experiencia humanas, hay una tendencia de estos bípedos que pululan por la superficie del planeta Tierra a generar "dogmas". "Verdades" cuasiabsolutas, al parecer irrefutables, que todos los seguidores de una religión... perdón, afición, deben seguir con fidelidad. Y una de esas "verdades dogmáticas" que eventualmente se leen es que las Leica telemétricas se usan con objetivos con focales cortas. Como mucho un 50 mm de distancia focal. Los teleobjetivos... no son para las Leica, aunque existan y se vendan. Algún pirado del retrato que usa los objetivos de 75 mm, y sí... existe una cierta oferta de objetivos de 90 mm en el catálogo de la marca... misteriosamente. Cuatro de ellos. Incluso se habla de la existencia de un 135 mm f3,4.

Zeiss Biogon-C 35 mm f2,8

Bueno... el párrafo anterior no pretende ser serio. Es en parte una parodia de los grupos y foros de "leicaistas", "leicófilos" o como se quiera denominar. Si bien es cierto que las cámaras telemétricas de enfoque manual se prestan más y mejor a trabajar con focales cortas en modo reportaje, nada impide usar un teleobjetivo corto o medio para retratos, paisajes selectivos o aislamiento de escenas u objetos. El principal inconveniente de las cámaras clásicas de Leica es que el marco para encuadrar con los teleobjetivos es muy pequeño, y muchos consideran el encuadre demasiado impreciso. Aunque yo nunca he tenido demasiados problemas al respecto. Con cámaras Leica modernas digitales, en las que se puede usar la visión electrónica para encuadrar además de la visión directa con telémetro, el problema desaparece.

Zeiss Biogon-C 35 mm f2,8

Tras el rollo de Kodak Pro Image 100 del que os hablaba recientemente, durante el mes de diciembre pasado cogí la Leica M6 y le puse un rollo de Kodak Ultra Max 400. Antes escribía Ultramax, porque así lo leía yo en la caja de la película; pero recientemente busqué las hoja técnica de la película en Kodak Alaris,  y oficialmente la denominan Ultra Max. Aunque me gusta más la Pro Image 100, lo cierto es que estábamos en diciembre, y llevábamos días en los que la luz se nos iba muy pronto y con afectación de nubes frecuentes. Así que decidí que tocaba llevar más reserva de sensibilidad. En este mes de enero me hice con la sensibilidad intermedia, la Kodak Gold 200,... que hace muchísimo que no usaba, suponiendo que sea la misma película que antes tenía esta denominación,... ya os contaré dentro de unas semanas.

Canon S 50 mm f1,8

En principio, mi idea era usar el rollo con objetivos de 35 y 50 mm de distancia focal. Pero no los titulares habituales que uso con la cámara, el Summicron 35 mm f2 ASPH o el Zeiss Planar 50 mm f2, sino los primeros que tuve para este sistema; el Zeiss Biogon-C 35 mm f2,8 y Canon S 50 mm f1,8. De estos, el Biogon-C siempre me ha gustado mucho. Quizá no sea tan nítido como el Summicron, pero realmente es más contrastado. Y algo más cálido en su rendimiento cromático, en mi humilde opinión. Pero al final, y aprovechando la reserva de sensibilidad que me ofrece una película ISO 400, en un atardecer en el que el río Ebro lucía una avenida considerable y la luz era muy agradable, a pesar del fuerte viento, salí a fotografiar con el Elmar-C 90 mm f4. Objetivo pensado para Leica CL, la original de los años 70, no el modelo digital actual, y que con frecuencia se advierte que, por alguna diferencia en las monturas con los objetivos habituales de las Leica M, podría haber alguna imprecisión en el enfoque. Nunca lo he percibido.

Leitz Elmar-C 90 mm f4

El Elmar-C 90 mm es un objetivo con un diseño muy sencillo. Cuatro lentes. Separadas, sin ninguna agrupación de dos o más lentes. Diseño de teleobjetivo. Si en algún lugar leéis que lo equiparan a un diseño Tessar... no es así. De echo, los Tessar son cuatro lentes en tres grupos, con dos de ellas agrupadas, y dos de las lentes son divergentes, frente a una sola del Elmar-C. Y también la posición del diafragma es distinta dentro de la fórmula óptica. El caso es que siendo tan sencillo, tiene un rendimiento bastante razonable. Seguro que no es tan nítido como otros más prestigiosos de la marca en esta distancia focal; pero normalmente pocos notarán la diferencia. Quizá donde más se note es que tiene menos contraste que otros.

Leitz Elmar-C 90 mm f4

Resumiendo la experiencia, que no es muy distinta a las que ya había tenido en ocasiones anteriores; es una combinación con la que me siento cómodo. Me pasa lo mismo que con la combinación de la Hasselblad 500CM con el Sonnar 150 mm f4. Para paisajes urbanos en los que un teleobjetivo corto va bien para captar detalles, seleccionar motivos despejando elementos que no aportan nada, y evitar el exceso de líneas convergentes en edificios tomando una cierta distancia, si es posible, va muy bien. Es cierto que con una película como la Kodak Ektar 100, que suelo usar en el equipo de medio formato mencionado, los resultados son más vistosos. Pero no me puedo quejar. Es recomendable. Lo pasé bien. A pesar del viento. Frío viento.

Leitz Elmar-C 90 mm f4

La inestimable eficacia de las réflex de enfoque automático para película tradicional - Canon EOS 650 con Kodak Pro Image 100

Las fotografías que presento hoy tienen ya su tiempo. Fueron de principios de diciembre de 2021. Y ya las tengo en casa reveladas desde hace un par de semanas. Pero otras experiencias fotográficas las han relegado hasta que he encontrado una oportunidad para dedicarles un momento. Fueron realizadas con la Canon EOS 650 en dos días distintos sobre película Kodak Pro Image 100. Uno de los días llevaba montado el pequeño, discreto y efecto Canon EF 40 mm f2,8 STM, mientras deambulaba por la ciudad. El segundo de los días, en una caminata de 10 kilómetros, en un día muy agradable para estar en diciembre, monté el Canon EF 24-105 mm f4L IS USM, un objetivo de focal variable que tiene ya sus años, ha sustituido por versiones teóricamente mejoradas, pero que me sigue pareciendo estupendo. Aunque menos cómodo de transportar; más voluminoso y pesado.

Como ya sabréis quienes seáis asiduos de estas páginas, me quejo de que una avería cuyo origen se desconoce, me tiene con mi cámara viajera por excelencia, la Panasonic Lumix G9, de baja. Y en 2021 he probado varias opciones alternativas. Con todas he salido adelante con satisfacción. Pero he de reconocer que la opción de llevarme una Canon EOS con una focal fija luminosa y el zoom mencionado es muy atractiva por la calidad de imagen obtenida y la estética conseguida. Y me permitiría llevar dos cuerpos de cámara, uno digital y otro para película tradicional. Pongamos que llevo la Canon EOS RP con el pequeño RF 50 mm f1,8 STM y la Canon EOS 650 con el 40 mm mencionado. Y el 24-105 mm en la mochila para usarlo con cualquiera de los dos si conviene. No es el equipo más ligero posible, pero os aseguro que sería muy versátil.

Y es que hay un fenómeno curioso. Con el resurgir de la fotografía con película tradicional, o analógica como se le llama popularmente, aunque no me gusta este término, y la falta de oferta de cámaras decentes nuevas, el mercado de segunda mano se ha puesto por la nubes. Pero de forma selectiva. Y curiosamente, las cámaras para película tradicional más modernas, con enfoque automático se pueden encontrar a precios muy económicos. Y si tienes un equipo con una montura compatible, con objetivos compatibles, sólo has de comprar un cuerpo en razonable buen estado. Mi EOS 650, que compré por el capricho de celebrar el 30 aniversario del sistema EOS y el 25 aniversario de mi entrada en este sistema, me costó sólo 25 euros más los gastos de transporte. Como nueva. Y funciona sin problemas.

Hoy en día, por lo que he visto, sin objetivo incorporado, la puedes encontrar en eBay con buen aspecto por precios que rondan los 25 a 50 euros. Si va con un objetivo sube bastante más, porque los objetivos no pierden tanto su valor como las cámaras. Aunque también hay opciones dignas económicas. Por lo menos para usar con película tradicional. Con una cámara digital lo pasan peor. Pero ya he dicho que si tienes objetivos de la gama Canon EF compatibles... ya tienes esa inversión hecha. Es cierto que la gama Canon EF de objetivos es una vía muerta, porque es evidente que la marca se va a centrar en la gama RF, no compatible con las EOS para película tradicional. Pero se han vendido tantísimos objetivos Canon EF en los últimos 35 años... hay tantos en el mercado de segunda mano... que durante mucho tiempo no será un problema hacerse con alguno de ellos.

Sobre las fotografías de hoy, poco más que decir. Son de esos momentos del año en los que las características de la luz más agradables son para hacer fotografías a lo largo de todo el día, y no sólo en las horas en torno al amanecer o al atardecer. Los precios de la película negativa en color están subiendo mucho. Mi película preferida para uso general, lo que hago yo, paisaje urbano o natural, es la Kodak Ektar 100. Pero para caminar acompañado de una cámara me vale la Kodak Pro Image 100. Su rendimiento de colores no me gusta tanto como el de la Ektar, pero también me gusta. Y su grano y definición es menor, pero perfectamente utilizable. Eso sí, en alguna ocasión he leído que cada vez hay menos oferta. Y en la página de Kodak no aparece, ni en la oferta de aficionados ni en la de profesionales.

El mensaje que quiero dar es claro. Quien se quiera introducirse en la fotografía con película tradicional no tiene porqué pagar por una cámara de segunda mano de las que están de moda, las cámaras mecánicas de los años 60 o 70, incluso anteriores, o incluso de los años 80, de formato pequeño (película tipo 135) o medio (película tipo 120). Algunos modelos se están poniendo un precio triple o cuádruple al que pagué yo hace ocho o nueve años. Hay una abundante oferta de cámaras de finales de los años 80 del siglo XX y de los años 90, que no son tan glamurosas de aspecto, pero que funcionan perfectamente, son muy efectivas y eficientes, y que pueden acompañar perfectamente no solo los inicios de la afición, sino también el crecimiento y desarrollo de la misma. Es mi consejo.

Paisaje arquitectónico - Fujifilm GS645S Wide 60 con Ilford FP4 Plus a IE 400 y filtro rojo #25

Hasta hace un par de años, era habitual que para fotografía en blanco y negro con película tradicional utilizase las películas de Ilford. Preferentemente las de grano tradicional, HP5 Plus con una sensibilidad ISO 400 y FP4 Plus con una sensibilidad ISO 125. Pero algunas cosas han cambiado desde entonces, porque mis gustos y preferencias se afinan y se modifican. Siempre que puedo uso la Fujifilm Neopan 100 Acros II a pesar de su precio para sensibilidades medias, tanto en formato 135 como 120; mientras que cada vez uso más la Kodak T-Max 400 para sensibilidades altas, especialmente en formato 135. Sin embargo, para formato 120, me he ido aficionando a usar la Ilford FP4 Plus expuesta a un índice de exposición IE de 400, con el revelado alargado en el tiempo o con el revelador más concentrado.

Mi afición a usar la FP4 Plus sobre la HP5 Plus a pesar de las bondades de esta última viene de los tiempos de los confinamientos duros por la pandemia de covid-19. En aquellos momentos me pilló con pocas reservas de HP5 Plus en formato 120 en la nevera, y bastantes de FP4 Plus. Y como yo seguí yendo a trabajar, para descansar mi mente del follón global, me llevaba alguna cámara en mis desplazamientos caminando. Y entonces empecé a usar la FP4 Plus a IE 400 cuando el tiempo anunciaba momentos de luz más escasa y luces más planas. Con la FP4 Plus en formato medio, al forzar su revelado obtenía un contraste más marcado, sin que el grano se mostrase más invasivo que con la HP5 Plus a su sensibilidad nominal. Y cuando tocaba digitalizarla, el ajuste de contraste del negativo digitalizado era menos intempestivo, y por lo tanto realzaba también menos el grano.

En esas circunstancias, lo único que hay que tener cuidado es que las sombras no se empasten, quedando negros sin detalle cuando el contraste de la escena es muy alto. Mido la luz como siempre para un negativo de ISO 400, pero evalúo la escena en contraste, y según mis apreciaciones, o lo que me dice el Sekonic L-408 Multimaster en modo de medición reflejada parcial (casi puntual, pero con un punto "gordo" en este fotómetro), reajusto los valores de exposición para evitar esas sombras sin detalle. Las altas luces se suelen salvar solas. En esta ocasión, quería hacer un poco del paisaje arquitectónico de la ciudad, y para eso viene bien un contraste marcado, para aumentar el grafismo de la imagen, por lo que la solución me parecía idónea. Además, para las escenas con cielo, coloqué un filtro rojo, para que el contraste local aumentase en esas zonas, diferenciando bien las nubes.

La fórmula de revelado que uso para este revelado a IE 400 de la Ilford FP4 Plus es con Kodak HC-110 en dilución C (1+19) con un tiempo de revelado de 8 minutos y 30 segundos a 21 ºC [equivalente a 70 ºF que proponen en el enlace indicado]. Como suelo hacer, mi ritmo de agitación del tambor es relativamente tranquilo; diez inversiones al principio del primer minuto de revelado, y cuatro inversiones al principio de cada uno de los siguientes minutos. No demasiado energéticas las inversiones. Lo digitalizo con la Panasonic Lumix G100. El resultado ha entrado dentro de lo buscado en catorce de los quince negativos que se obtienen con la Fujifilm GS645S Wide 60. Uno de ellos no tiene corregida la exposición adecuadamente y las sombras me han quedado bloqueadas. Feas.

Por lo tanto, puedo considerar que tengo en esta combinación de película, exposición y revelado una fórmula bastante adecuada a mis necesidades y apetencias. Tanto si la uso con la GS645S como si lo hago con la Hasselblad 500CM. Tengo dos filtros Heliopan, uno amarillo y otro rojo, que me sirven para mejorar los contrastes con el diámetro de filtro de 49 mm de la GS645S y otros objetivos, fundamentalmente Pentax. Pero estoy considerando adquirir uno naranja, que ofrece resultados más pronunciados que el amarillo en casos como el que presento hoy, sin comerse tantos pasos de exposición como el filtro rojo. En diámetro de 58 mm tengo uno, y va muy bien para situaciones como esta. En formato 135, más pequeño, sin embargo, y en la medida en que encuentro película Kodak T-Max 400 sin problemas habitualmente en un comercio local, prefiero esta última. Espero que os haya interesado el comentario.

La focal estándar corta en formato medio - Fujifilm GS645S Wide 60 con Kodak Ektar 100

De forma más o menos racional, más o menos arbitraria, en fotografía se dividen las distancias focales de los objetivos fotográficos entre angulares, normales o estándares y teleobjetivos. El parámetro importante para incluir un objetivo en cada uno de estos grupos es el ángulo de visión. Los que tienen una visión más amplia, con una gran ángulo de visión se denominan angulares o grandes angulares. Los que tienen un ángulo de visión estrecho y sirven para magnificar los objetos distantes son los teleobjetivos. Y los que están en medio, los normales o estándares. También tienen una repercusión en su diseño, los objetivos normales o estándares han sido tradicionalmente más sencillos de fabricar. Por lo que uno podría pensar que tradicionalmente han sido considerados como "normales", porque eran los que se incorporaban a las cámaras con un compromiso calidad-coste adecuado.

Siempre ha habido un problema con el parámetro principal del objetivo. En lugar de darse en forma de ángulo de visión, por ejemplo, un objetivo de 40 º de visión en su dimensión horizontal... se da en forma de distancia focal, en mm o en cm. Para un fotograma de 24 x 36 mm, esos 40 º de visión en su diagonal de alrededor de 43 mm, es una distancia focal de 50 mm. Pero en formato medio puede rondar entre los 60 y los 105 mm, y en formatos más pequeños puede estar entre los 24 y los 32 mm, según el tamaño del negativo. Me refiero a los sistemas con objetivos intercambiables. Si añadimos cámaras compactas, teléfonos móviles y otros... todavía hay más variabilidad. Un lío. Por ello, con frecuencia se habla de focales equivalentes a la del formato de pelicula 35 mm o full frame en digital, ese negativo que popularizo Leitz Camara (Leica) a partir del diseño de Oskar Barnack, de 24 x 36 mm.

Cuando yo empecé en la fotografía me dijeron... "entre 40 y 60 mm, es normal; 35 mm o menor es un angular; 70 mm o mayor es un teleobjetivo". Por supuesto, como he dicho, en el formato de Oskar Barnack. En otros lugares, hay otras clasificaciones parecidas, por con límites que varían un tanto. Por ejemplo, en la clara y comprensible, siempre que leas en inglés, Cambridge in Colour, dan esta clasificación, con los usos asociados más frecuentes;

Menos de 21 mm: Super gran angular - Arquitectura.

Entre 21 y 35 mm: Gran angular - Paisaje.

Entre 35 y 70 mm: Normal - Fotografía documental y calle.

Entre 70 y 135 mm: Teleobjetivo medio - Retrato.

Entre 135 y más de 300 mm: Teleobjetivo - Deportes, aves y vida salvaje.

Ni qué decir tiene que cada cual utiliza sus objetivos con sus distancias focales como mejor le conviene. Pero son los usos que en esa página entienden como más frecuentes.

Para mí, durante años, en la práctica, el 50 mm y equivalentes en otros formatos era la focal estándar. El 35 mm es angular moderado. El 70 mm el teleobjetivo corto. Y a partir de ahí... lo que fuese. Hasta que compré mi pequeña Leica CL con su Summicron-C 40 mm f2. Me enamoré de este objeto, y de su distancia focal. Desde entonces, empecé a considerar que el 50 mm era un estándar con ínfulas de teleobjetivo. Y que la focal que realmente me acomodaba como estándar eran esos 40 mm. Y desde ese año 2000 hasta la fecha, durante 22 años, ha sido mi punto de partida. Por eso, mi focal más usada en micro cuatro tercios es el 20 mm asférico de Panasonic. Por eso, desde que Canon sacó al mercado el EF 40 mm f2,8 STM es el objetivo que más he usado en el formato completo digital. Por eso, me encuentro más cómodo en cámaras compactas con los 40 mm de la Leica Minilux o de la Olympus Trip 35, que con los 35 mm de la Minox 35 GT-E o de la Olympus mju-II. Aunque las diferencias no sean muy grandes, pero desde luego no despreciables. Por supuesto, es una preferencia personal.

Por ello también, desde que me la traje de Nueva York en 2013, una de las cámaras de formato medio con la que siempre me he sentido más cómodo es la Fujifilm GS645S Wide 60. Las fotografías realizadas con un rollo de Kodak Ektar 100 el día 29 de diciembre del año pasado en esta cámara ilustran esta entrada. Una combinación de cámara y película que me encanta. Y si la luz es adecuada, abundante, pero no extrema ni muy contrastada, es una paisajista estupenda. Especialmente, si el paisaje está en ese lugar que ni es la ciudad ni es eso que llamamos "el campo".

Hemos de advertir sin embargo que, si hacemos las cuentas, ese Fujinon 60 mm f4 fijo que lleva la cámara, en cuanto a las diagonales, para un fotograma de 56 x 42 mm se correspondería más bien con un 37 mm en el formato de Oskar Barnack. Pero la tendencia de la cámara a usarla en formato vertical y el hecho de que la relación de ese fotograma sea 4:3 en lugar de 3:2 hacen que para mí esté más cerca en su uso de los 40 mm que de los 35 mm. Y esta querencia por este equipo, al que sólo le faltaría una factura más consistente, menos plasticosa, menos endeble, hacen que en un momento dado me empezara a fijar y a seguir esa Fujifilm GFX 50R con el GF 50 mm f3,5, que en su visión se aproxima mucho mucho en digital a lo que hace la GS645S en película. Por eso, el día siguiente a la llegada de la GFX 50R salí a la calle con las dos cámaras. Las fotos de hoy son las de la cámara de película tradicional.