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Olite con película en blanco y negro - Olympus mju-II e Ilford XP2 Super

Como ya adelanté el sábado cuando presenté mis últimas Polaroid, la semana pasada recibí ya revelados y digitalizados por Carmencita Film Lab los rollos de película del mes de enero, primero de los de 2022. Un total de siete rollos, de los cuales cinco corresponden a las escapadas de final de mes, pequeños viajes de un día, a Olite, en Navarra, y a Madrid. No sabía si hacer los comentarios por viaje o por rollos de película. Al final he decidido hacerlos por tipos de película; Ilford XP2 Super, la de hoy, Kodak Tri-X 400, Kodak Gold 200 y Kodak Ultra Max 400.

Cuando decidimos ir a pasar la tarde a Olite, con escapada en tren, el domingo 30 de enero, mi principal interés era seguir familiarizándome con el formato medio digital, Fujifilm GFX 50R. Pero también encontré que me quedaba por el frigorífico un rollo de Ilford XP2 Super, la película en blanco y negro de revelado comercial en procesado C-41, como los negativos en color, que suelo llevar en los viajes por su gran versatilidad y flexibilidad a la hora de usarla en distintos contextos. Antes de ir generando un nuevo stock para los viajes de este año, decidí finiquitar el del año pasado.

Pero, en lugar de utilizar la Minox 35 GT-E, que es la cámara de preferencia en los viajes, o la Olympus Trip 35, la que recientemente uso más para pasear por la ciudad, desempolvé la Olympus mju-II. Una cámara que durante años fue una de mis favoritas, pero que últimamente ha sido desplazada por otras. Veremos el porqué.

Con respecto a la película poco hay que decir. Es una película con amplia latitud de exposición, que se come muy bien los contrastes elevados. Algo muy necesario en ese domingo de finales de enero, con un cielo despejado y un sol brillante. Que cuarenta días después del solsticio de invierno, ya empieza a elevarse más sobre el horizonte. Y por lo tanto, ofrece una luz más dura que en los últimos días del otoño y primeros del invierno. La mandé a un revelado comercial en C-41, con los rollos de color, aunque a veces la he revelado en casa con química para blanco y negro tradicional.

En cuanto a la cámara... Cuando la compré, lo hice por tres motivos fundamentales; es bonita, está sellada contra polvo y salpicaduras, lo cual era ideal cuando subía a esquiar, y tiene una buena óptica, razonablemente luminosa con un 35 mm f2,8, y nítida. Pero tiene algunos inconvenientes. El primero, que no permite alterar el índice de exposición IE. Me gusta usar la XP2 Super a IE 200, en lugar de a su sensibilidad nominal ISO 400. No es posible. Además, usa sistema DX para leer la sensibilidad, con sólo cuatro contactos. Es decir, sólo puede usar sensibilidades por pasos; 25, 100, 200, 400, 800,... Las intermedias necesitan lectores de seis contactos. Y es una lata que no recuerde el ajuste del flash, habitualmente desactivado en mi caso, o del método de exposición, alternando entre puntual e integral, por lo que cada vez que apagas la cámara hay que volver a ajustarlos antes de hacer la foto. Además,... empieza a dar síntomas de vejez. Véase la filtración de luz en la primera foto, la de la estación ferroviaria de Olite. Ya comentaré eso cuando hable del rollo de Kodak Tri-X 400.

Globalmente, estoy muy contento con los resultados. Podría establecer una comparación con la Tri-X 400, ya que acabé el rollo antes de terminar la visita a Olite y puse esa película tan distinta en la cámara. Algún comentario haré en su momento. Pero sinceramente, para el estilo de fotografía que hago últimamente, no acabo de sentirme cómoda con ella. Era estupenda para subir a la nieve... pero no tanto cuando las condiciones van variando durante una jornada viajera. Pero si conoces sus pejigueras, también es apta para obtener buenas fotos. Que conste.

Andalucía en otoño - problemas con el digital, alegrías con la película tradicional

Si hace unos días os hablaba de cómo fueron mis andanzas fotográficas por Italia en mis vacaciones de principios de octubre, hoy haré una entrada similar pero dedicada a mi escapada andaluza de la última semana de octubre. Desde hace unos años, una buen amiga se trasladó a vivir a Sevilla, y este es el segundo año consecutivo en el que me desplazo media semana a darme un poco de aire, justo antes de que se produzca el cambio de hora de otoño, y se recorten las horas de luz aprovechables durante el día para recorrer mundo.

Excelente calidad la que ofrece la Lumix G9... cuando no se me estropea.

Como de costumbre en los últimos tiempos, mi intención era hacer la fotografía en color en digital, y en paralelo, fotografía en blanco y negro sobre película tradicional llevando conmigo una cámara compacta ligera y poco molesta. La cuestión estaba en que tras un segundo paso por el servicio técnico, mi Panasonic Lumix G9 parecía estar en buenas condiciones para ser la cámara principal del viaje. Con la tríada Leica DG Summilux 15 mm f1,7, Lumix G 25 mm f1,7 y Sigma 56 mm f1,4 para las jornadas más urbanas, y con los dos objetivos de focal variable, el Olympus 12-40 mm y el Lumix G Vario 35-100, ambos con f2,8 de apertura máxima para las jornadas en la naturaleza o si hubiese una seria amenaza de lluvia. Como así fue durante un par de días. En el fondo de la mochila, por si acaso, el supergranangular Laowa 7,5 mm f2. Pero como me generaba inseguridad la Lumix G9, metí en el equipaje la Lumix G100. Por si acaso. Y menos mal. Porque tras un día funcionando sin problemas en Jerez de la Frontera... la G9 volvió a fallar. El resto del tiempo seguí con la más modesta, e inconveniente por el mal tiempo, Lumix G100.

En interiores y en exteriores con niebla, la XP2 Super expuesta con la Minox GT-E no falla.

En cuanto a la película fotográfica, los tres primeros días llevé en el cinturón metida en una fundita la Minox 35 GT-E con unos rollos de Ilford XP2 Super 400, como es mi costumbre. También, como es mi costumbre, ajuste la exposición a un índice de exposición de 200, aunque en alguna ocasión, por la escasez de luz, lo subí a IE 400, que es la sensibilidad nominal de la película. La película funciona sin problemas, como ya he contado en otras ocasiones, entre IE 50 - 800, aunque con una mejor nitidez y grano prácticamente ausente en los índices de exposición más bajos. Insisto en que la sensibilidad de la película no varía, lo que cambia es la exposición, la cantidad de luz que le ofreces. Y que por su amplia latitud de exposición de este material sensible de carácter cromogénico, se revela en proceso C-41 como la película negativa en color, admite una gran sobreexposición sin que se resienta su calidad, y con un grano más fino. Hasta tres pasos de sobreexposición. Sólo admite, siendo juiciosos, hasta un paso de subexposición.

También bajo la lluvia de Ronda se comporta bien la película de Ilford.

Pero la novedad fotográfica del viaje se me ocurrió cuando preparaba el equipaje. Ya tengo muchas fotografías digitales de Sevilla, muchas realizadas el año pasado. Así como no pocas fotografías en blanco y negro, también del año pasado, y diapositivas de viajes anteriores, en los años 1992, 1994 y 2000. Por lo tanto, miré mis reservas en la nevera, y comprobé que tenía tres rollos de película negativa en color de ISO 400 de sensibilidad, la más polivalente. Un rollo de Kodak Portra 400 y dos rollos de Kodak Ultramax 400. Así que, ni corto ni perezoso, cogí la Olympus Trip 35, con la que tan contento estaba ya, y estos tres rollos de película, y los eché al equipaje. Mi idea... que si el jueves íbamos a visitar Jerez de la Frontera, el viernes iríamos de excursión a Riotinto y sierra de Aracena, y el sábado visitaríamos Ronda, el domingo por la mañana, antes de coger el tren de vuelta poco antes de las tres de la tarde nos daríamos un paseo tranquilo por Sevilla, y no iba a llevar nada encima más que un paraguas en un bolsillo del cortavientos impermeable y la Olympus Trip 35 y la película en el otro. Sin más bultos ni peso.

Tuve unos momentos con una luz de lujo para la Portra 400 en Sevilla.

Y fue una buena idea, que además confirmó algunas cosas que ya tenía en la cabeza. La primera, que para tener un reportaje o un recuerdo de un viaje, de la visita a otra ciudad, a otro lugar, no hace falta un equipo muy complejo. Y que la óptica de 40 mm que lleva la Olympus Trip 35 probablemente sea una de las más adecuadas y todoterreno. Hace tiempo que tengo esta sensación y se ha confirmado una vez más. Aunque con la focal de 35 mm de la Minox también voy bien... prefiero el 40 mm.

Con buena luz, el comportamiento de la Kodak Ultramax 400 es impecable.

La segunda es que no por nada la Kodak Portra 400 es película preferida por tantos. Aunque las condiciones de luz fueron variando a lo largo de una mañana de nubes y claros, con momentos soleados y momentos de lluvia, lo cierto es que tampoco se desviaron mucho a situaciones extremas. Aunque la película Kodak Ultramax 400 está bastante bien y es una buena polivalente, con un precio apreciablemente inferior a la Portra 400, lo cierto es que tiene un grano mucho más aparente que esta, así como una dinámica inferior, sufriendo más cuando los contrastes son más elevados, especialmente en las sombras. Muchos prefieren sobreexponer un paso la película negativa en color, pero eso conlleva menor saturación de los colores a cambio de un grano más fino. Yo prefería conservar unos colores más vivos y utilicé un IE 320, sólo un tercio por debajo de la sensibilidad nominal de las películas. En general, estoy contento con la experiencia. Acabarán sobrándome la mayor parte de los objetivos que tengo y me llevaré sólo una cámara con un 40 mm, para librarme de pesos y cansancios. Sea en digital o en película tradicional.

Solo cuando la luz escasea mucho, y el contraste puede aumentar, la Ultramax tiene algún problema en las sombras... aunque nada grave.

Suiza con película en blanco y negro - Minox 35 GT-E con Ilford XP2 Super 400

Berna

Como vengo haciendo desde hace unos años, decidí llevar en mi reciente semana de vacaciones en Suiza una cámara fotográfica para película tradicional, además del equipo digital. Como las fotografías del equipo digital, siempre en formato RAW, son por defecto en color, independientemente que luego se puedan trabajar en blanco y negro, la película fotográfica que me llevo es en blanco y negro. La que mejor resultado me viene dando desde hace tiempo es la Ilford XP2 Super 400, película negativa en blanco y negro que tiene la peculiaridad de que está basada en tecnologías similares a las películas negativas en color, y se revela en el proceso C-41 o equivalentes al igual que esta.

Basilea - Rathaus y Pfalz sobre el Rin

Se puede revelar también como una película tradicional en blanco y negro, y los resultados no son malos. Pero una de las características principales de la XP2 Super es que tiene una amplia latitud de exposición. Aunque tiene una sensibilidad nominal ISO 400, el fabricante británico nos dice que se puede exponer a índices de exposición entre IE 50 e IE 800. Cuanto más bajo sea el índice de exposición, el grano es más reducido, cuanto más alto, más notable. Pero realmente se puede usar en cualquier punto de ese intervalo de índices de exposición. Yo suelo usar IE 200, porque es un punto de equilibrio entre nitidez, contraste y grano contenido. Veamos cómo la he usado en esta ocasión.

Gran glaciar Aletsch - Mittelhorn desde Grindelwald First

Tuve dudas hasta último momento de qué cámara usar. Cuando planificamos el viaje, con poco tiempo y sin pensarlo mucho por culpa de las vicisitudes que impone la pandemia y las ondas epidémicas de la covid-19, pensaba que íbamos a transitar por caminos ya conocidos. Y por lo tanto, como he hecho en otros viajes, pensé en llevarme la cámara para película como cámara principal, reservando la digital para determinados momentos, especialmente en naturaleza. Por ello pensé que tanto la Leica M6 como la Pentax MX me permitían llevar un equipo no muy voluminoso, con dos o tres objetivos en una gama entre los 25-28 mm y los 90-100 mm. Suficiente.

Jungfraujoch Bahn en Eiger Gletscher - Cara norte del Eiger desde Grindelwald First

Sin embargo, conforme se acercaba la fecha del viaje, más comprendía que era muy probable que los lugares que íbamos a visitar o cómo los íbamos a visitar iban a ser diferentes de lo que ya conocía. Y que además el paisaje alpino iba a tener un protagonismo más notable del que pensaba. Por eso, al final decidí que el equipo principal iba a ser el digital, y opté por una cámara compacta con un 35 mm fijo razonablemente luminoso, f2,8, como la Minox 35 GT-E. Estuve pensando en la Olympus Mju-II por estar protegida contra las inclemencias del tiempo. Pero el engorro de ser totalmente automática, y que no puedes dejar fijas determinadas opciones, hizo que desistiera.

Zermatt - Glaciar del Gornegrat

La Minox 35 GT-E es pequeña, puede ser bolsillera, aunque la he llevado en una funda, la de la Mju-II, colgada del cinturón del pantalón, donde no molestaba en absoluto, y no llenaba mis bolsillos. Siempre a mano, mientras llevaba la cámara digital, la Panasonic Lumix G100, que tampoco abulta mucho, colgada del hombro con una correa cruzada por pecho y espalda. Cómodo, con poco peso. Y la mochila a la espalda, con algún objetivo para la G100, el termo de medio litro del agua, algo de ropa de abrigo y algún que otro accesorio. Como ya he indicado, el ajuste del índice de exposición fue IE 200 por defecto.

Gornegrat y Kleine Matterhorn - Breithorn

Usada preferentemente en exteriores, los valores de exposición iban desde el f11 y 1/500 segundo en tiempo plenamente soleado y los f5,6 y 1/60 segundo en situaciones de sombra densa, nublados profundos o luz crepuscular. En estos últimos casos, si me quedaba corto de exposición, podía subir a IE 400 u 800. Este último no lo usé nunca. En las fotos alpinas con mucha nieve, al ser el modo de exposición de automatismo con prioridad a la apertura, pulsaba el conmutador x2, para doblar el tiempo de exposición. Con aperturas habituales en f5,6 y f11, es fácil enfocar por zonas con la escala de profundidad de campo. No hay ayuda al enfoque que es manual, por lo que siempre hay que estimar la distancia de enfoque. En algún caso me atreví a usar el f2,8 sin muchos problemas, para aislar el sujeto principal del fondo.

Aareschlucht - Brünigpass desde el Zentralbahn

Los principales problemas en la toma de las fotos han derivado de situaciones puntuales en las que la velocidad bajaba de 1/60 segundo, y no me percataba del hecho. La cámara es muy ligera, pesa muy poco, por lo que tiene muy poquita inercia. Y por ello, aunque no lleva un espejo que haga trepidar la imagen a velocidades bajas, es fácil que por debajo de 1/60 segundo pierda nitidez porque se ve afectada por pequeños movimientos de la cámara, a veces inapreciables. Una cámara compacta pero metálica, algo más pesada, sería más útil para tirar a velocidades de 1/30 segundo, por ejemplo.

Lago de Lucerna - Rigi Bahn

La principal metedura de pata la hice el primer día que le puse un rollo de película. No me di cuenta y no lo enhebré correctamente, por lo que estuve haciendo fotos todo el día... sin que la película avanzase. Así que no tengo negativos en blanco y negro de los lagos de Thun y Brienz ni de la subida en tren de cremallera con locomotora de vapor al Brienzer Rothorn. Una pena. Mis cálculos es que podía hacer aproximadamente un rollo al día, para un total de seis, aunque llevaba alguno más de reserva. Pero entre el fallo de ese primer día, y que los dos últimos hubo menos ocasiones para disparar, al final sólo hice cuatro rollos completos. Por cierto, el rollo mal enhebrado del primer día no se estropeó, y lo pude usar al día siguiente sin problema en Basilea y Berna.

León herido de muerte en Lucerna - Oberland Bernés

Globalmente estoy bastante satisfecho con los resultados. Como ya he dicho, la película Ilford XP2 Super 400 es una película polivalente que va muy bien para un todo uso. A IE 200 y con escenas bien iluminadas, tan apenas se aprecia el grano. Que se hace más evidente, pero no desagradable, en las sombras o en días más grises y nublados. Y la focal de 35 mm de la cámara ha resultado conveniente, aunque yo siempre hubiera preferido un 40 mm como el de la Leica Minilux... que desgraciadamente está a la espera de pasar por el taller. Hubiera sido también una buen opción. Aunque más lenta a la hora de disparar. En fin, espero que os gusten las fotos.

Fiesta nacional suiza en Gruyères

Viajando por la isla de la Palma con Pentax MX + Ilford XP2 Super 400 (además del equipo digital)

En la segunda mitad del mes de agosto de este atribulado año 2020 pude disfrutar de parte de mis vacaciones reglamentarias. En estos momentos, vuelvo a estar de vacaciones para terminarlas el 30 de septiembre. Con alguna tribulación que otra, pero también con un poquito de suerte en estos tiempos de incertidumbre, pude montarme un viaje, una estancia de siete noches en la isla de la Palma, Canarias. Un lugar precioso, lleno de buenos motivos fotográficos, aunque una climatología adversa, por el calor, y el riesgo de incendios forestales me impidieran disfrutar la isla plenamente.

Como de costumbre en mis vacaciones, llevé un equipo fotográfico "principal" digital. Mi fiable y eficaz Panasonic Lumix G9 con varios objetivos intercambiables que cubrían una razonable gama de focales y algunos filtros y un pequeño trípode para paisajes. También me llevé la pequeña Fujifilm XF10 como respaldo... pero no la usé.

Pero, como vengo haciendo siempre que puedo últimamente, también me llevé una cámara para película tradicional. Normalmente, cuando llevo un equipo digital amplio, suelo llevar una cámara compacta. Pero en esta ocasión decidí llevarme una cámara en la que confío mucho, la Pentax MX. Eso sí, con un único objetivo, el SMC-M 50 mm f/1,4, que proporciona una excelente calidad de imagen. La cámara, para ser una réflex de objetivos intercambiables, es de lo más pequeño y compacto que se puede conseguir, sin sacrificar nada en absoluto en calidad de construcción y fiabilidad. Además, tiene un fotómetro muy fiable.

Como material sensible, opté por cuatro rollos de Ilford XP2 Super 400. Esta película en blanco y negro tiene la peculiaridad de que no se revela en los químicos habituales de las película en blanco y negro, sino que por la estructura de su emulsión sensible, de tipo cromogénica, se revela en proceso C-41, como los negativos en color. La remití para revelar a Carmencita Film Lab, donde solicité un escaneado de muy alta resolución. Cada archivo tiene un tamaño de 7673 x 5118 píxeles, o sea, aproximadamente 39,3 megapíxeles.

La XP2 Super tiene una sensibilidad nominal ISO 400, pero el fabricante nos dice que se puede exponer con buenos resultados a índices de exposición IE 50 - 800, sin necesidad de variar los tiempos de revelado. Cuando más bajo el índice de exposición, más denso el negativo, y más fino es el grano. Yo encuentro el punto más adecuado en un IE 200. Y suele ir bien.

En general, la XP2 Super 400 da un aspecto al negativo distinto al de las películas tradicionales. El grano en estas últimas tiene un aspecto uniforme en toda la superficie del negativo, independientemente de que sea más fácil notarlo en zonas con tonos uniformes y poca textura. La XP2 Super tiene un grano que cambia con la densidad de cada zona del negativo, pasando inadvertido por completo en las luces y notándose más en las sombras, independientemente de la textura de lo fotografiado. Por ello, un cierto grado de sobreexposición le sienta bien.

Según esto, ¿por qué no exponer siempre que se pueda a los índices de exposición más bajos que sean posibles? En mi experiencia, porque siendo una película bastante contrastada, si una escena muy luminosa es muy contratada de por sí, existe un riesgo considerable de bloquear las luces. Por ello, prefiero mantenerme en ese IE 200. En este viaje en concreto, he tenido iluminaciones naturales muy muy contrastadas, y me he encontrado por primera vez en el límite de un uso cómodo de este material sensible. De haberlo pensado mejor, igual hubiera optado por la Ilford HP5 Plus 400, con un contraste mucho más moderado. Aunque también con un grano más apreciable en general.

Si puedo, en los próximos días volveré a salir de viaje. No sé dónde todavía. Y probablemente me volveré a lleva algunos rollos de película. No creo que sean XP2 Super 400. No voy a tener tiempo de aprovisionarme. En Zaragoza, es posible encontrarla cualquier día, pero no necesariamente en la presentación adecuada y en las cantidades adecuadas. Como tengo un almacenada en el frigo una cantidad apreciable de HP5 Plus 400, me llevaré esa película. Y espero contároslo en algún momento del mes de octubre.

Sexta semana de aislamiento social - Canon EOS 650 + Ilford XP2 Super 400

Llegan mis negativos revelados de la sexta semana en vigor del decreto que regula el estado de alarma. Ahora que tanto se habla de "fases", un la distopía orwelliana en la que nos hemos visto inmersos, en la que todo quisque, empezando por políticos y plumillas gacetilleros, utiliza neologismos y frases sacadas del manual de lo políticamente correcto para referirse a lo que va a suceder próximamente en el devenir de la pandemia de covid-19, sería la "fase" del aislamiento social, antes de que este vaya desapareciendo y la actividad pública retomándose. De momento, yo he tomado una decisión. Mi propósito de ir exponiendo un carrete en blanco y negro a la semana en tiempos del nuevo coronavirus, se mantendrá hasta la octava semana, la que coincide con el establecimiento de la "fase 0" de la "desescalada"... teóricamente la que empieza a suavizar las condiciones de aislamiento, previa a la "nueva normalización" progresiva de la actividad social. Luego,... seguiré haciendo fotos, pero con otros ritmo e intenciones.

Por motivos que no vienen al caso, durante la mencionada sexta semana, los cinco días laborales que fueron del 13 al 17 de abril, y que además coincidieron con la última semana en la que trabajé en turno de tarde, utilicé como película fotográfica la Ilford XP2 Super 400. Preví que en el fin de semana siguiente no tendría ocasión de revelar el rollo de película. Y además estaba terminando un rollo de película en color del que hablaré en otra ocasión. Por lo tanto, tomé la decisión de usar una película con revelado C-41, que junto con la película en color sería enviada lo antes posible a Carmencita Film Lab para su revelado y digitalizado. En Carmencita se han portado diligentemente y eficazmente. Correos,... no tanto. Por lo que el resultado ha llegado en esta semana, en la que tenía previsto contarlo, por lo pelos. Pero aquí está.

Como cámara usé la Canon EOS 650 con el objetivo, también de Canon, EF 40/2,8 STM. Algo más grande que los equipos que venía usando hasta el momento, durante este periodo, pero con la ventaja de que el proceso de realizar la fotografía es más rápido, a poco que estes familiarizado con las peculiaridades del tempranero mecanismo de enfoque automático de la cámara. Recordemos que se trata de la primera cámara de enfoque automático del sistema EOS, que apareció en el mercado en 1987, precursora de un sistema que todavía perdura. Aunque quizá desaparezca tarde o temprano fagocitado por las monturas RF de las cámaras sin espejo de Canon. A las que siguen llamando EOS, según algunos, siglas de Electro-Optical System. Otros dicen que fue escogido por el nombre de la diosa de la Aurora en la mitología griega, Eos, la responsable de entreabrir los velos del cielo para dejar pasar a Helios, el sol, y su luz.

¿Por qué esta precaución por el tamaño, o sea discreción, y la rapidez? Porque algunos miembros de las fuerzas de seguridad del estado, de bolígrafo y talón de multas rápido, que interpretan las normas rigurosa y literalmente, pueden decidir dejarte una "receta" de 601 euros por pararte y no comportarte como un perpetuum mobile, incluso si en ese momento no tienes a nadie cerca, no ya a 2 metros,... ni a 20 metros, como me sucedía las ocho y media de la tarde durante la semana en que usé el equipo mencionado.

En cuanto al rendimiento de la película, el ya conocido. Es una película que yo suelo exponer a un índice de exposición de 200 en lugar de al 400 de su sensibilidad nominal, porque se obtiene un grano más fino. Ofrece una imagen nítida y bastante contrastada, aunque tiene buena latitud de exposición. Pero los resultados más agradables son los de las fotografías que realicé en interiores, en mi lugar de trabajo. Durante esa semana, entre las dos y media y las ocho de la tarde, me encontraba solo en un planta en la que habitualmente, sin epidemias, por las mañanas trabajamos unas cuarenta personas. Sin agobios de espacio. De vez en cuando estiraba los músculos moviéndome y haciendo fotos aprovechando la luz de la tarde.

A las ocho de la tarde, me iba a casa entre aplausos de la muchedumbre en los balcones, que no se cómo se habían enterado que había realizado un trabajo "ejemplar" y "decisivo" para la sanidad de los aragoneses. Y bueno... me iba caminando a casa, que son 50 minutitos, haciendo alguna que otra foto. La XP2 Super es una película que no resulta siempre del agrado de los "talibanes" del blanco y negro tradicional, pero que a mí siempre me ha gustado. Por eso la uso mucho en los viajes. Aunque en este caso el contraste casi resulta excesivo en alguna escena soleada, en la que me hubiera venido bien que el archivo que mandan de Carmencita hubiese sido un TIFF 16 bits en lugar de un JPEG 8 bits, para atenuar un poco los tonos en un posprecesado digital. Pero en general, bien.