La fotografía como afición y otras artes visuales

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De viaje con una Leica M2 y un 35 mm

Hace dos meses publicaba un artículo en estas páginas comentando la experiencia de llevarme un par de cámaras de desechables Ilford durante un viaje de un par de semanas por el sur de Francia y el lago Lemán en Suiza. No es la primera vez que me llevo una cámara de fotos para película tradicional a un viaje en los tiempos recientes, como complemento a la cámara digital. Hace dos años, en Islandia, también llevé una Olympus mju-II con unos carretes de Kodak Tri-X, también con resultado satisfactorio. Y otros diversos que no mencionaré para no ser prolijo. Y no digamos cuando me llevé una Olympus Pen EE3 a una escapada por la península de Jutlandia en Dinamarca. Todas estas experiencias resultaron satisfactorias, pero no son más que complementos, o caprichos de fototrastornado cuando viaja. Llevo cámaras pequeñitas, que tan apenas aportan peso ni espacio al equipaje.

Leica M2 y el Summicron 35 mm protagonistas de esta entrada.

A mitad de agosto hice una escapada de cinco días/cuatro noches a Constanza y alrededores, en la frontera entre Alemania y Suiza en torno al lago Constanza, o Bodensee, y el Rin. Es la segunda vez que voy en el plazo de poco más de un año. Entre en contacto hace un tiempo con un fototrastornado, de los que fotografía con haluros de plata, suizo, que vive en Kreuzlingen, ciudad fronteriza y contigua a la alemana Constanza. En mayo de 2017, di un rodeo por allí a la vuelta de unos días de vacaciones en Milán, y nos conocimos en persona. Es un hombre muy privado e introvertido, excelente persona por demás, pero por respeto a sus deseos no haré referencia a su presencia en redes sociales u otros datos que lo identifiquen. Una pena, porque hace unas fotos excelentes con su Hasselblad. Muchísimo mejor fotógrafo que yo y que muchos que sacan pecho en la internet. El caso es que nos caímos bien. Y el lugar es ideal para relajarse unos días en plan escapada. Es un sitio civilizado y tranquilo, aunque está animado como destino vacacional en verano; todo esta organizado, y por lo tanto es idea para hacer una estancia en el extranjero sin sobresaltos. Y hay sitio interesantes que visitar a distancias cómodas, con una excelente red de transporte público en bus, tren o barco.

Vistas del puerto de Constanza a orillas del Bodensee o lago Constanza.

Tras el buen sabor de boca que me dejó la Ilford XP2 Super 400 de las desechables de Ilford, una película que conozco hace mucho tiempo, y que he usado a rachas, decidí cambiar de estrategia. Al fin y al cabo, si nos íbamos a juntar dos fototrastornados... No me iba a llevar mi Hasselblad para hacer compañía a la de Wilhelm, por el peso, pero decidí que la Leica M2 con el Summicron 1:2/35 ASPH daría unos resultados excelentes, y sería una compañera de prestigio para la Hassel de mi amigo helvético. Si mi Leica M2 ya está baqueteada, aunque externamente se ve muy bien, funciona sin problemas; el 35 mm que adquirí de segunda mano, está en condiciones perfectas, y tiene una calidad superlativa. Probablemente el objetivo más nítido que poseo, con el permiso del Zeiss Planar 50/2 ZM, aunque este último no tiene el nivel de manufactura del Summicron.

El cambio de estrategia no era llevar una cámara para película tradicional. El cambio consistía en que iba a ser la cámara que por defecto iba a llevar en la mano habitualmente, quedando la Panasonic Lumix G9 como cámara de respaldo o secundaria, a utilizar principalmente cuando el color fuese de rigor para dar la información correcta o cuando los niveles de luz fueran demasiado bajos para la amplia latitud de exposición de la XP2.

Visitando Friedrichshafen y el area de diversidad natural del cañaveral de Eriskirch.

He de decir que, aunque la sensibilidad nominal de la película es de ISO 400/27º, he optado por aprovechar la amplia latitud de exposición de la película y su excelente respuesta a la sobreexposición, para usarla en las muchas tomas al aire libre y con luz diurna como si fuese una cámara de parámetros fijos. Si ajustas la exposición a f/11 o f/8 y con una velocidad de exposición de 1/125 o 1/250, usando la escala de profundidad de campo del objetivo para enfocar por zonas o a la hiperfocal, es como si usaras la película con unos índices de exposición entre 64 y 250, que generan una negativo denso pero perfectamente aprovechable, y que tiene como gran ventaja que genera un grano finísimo, prácticamente invisible en las copias en las luces altas y en los tonos medios. Sólo en las sombras más profundas percibiremos algo de estructura. Esta ausencia de grano no es algo que guste en términos absolutos a todos los aficionados a la película con haluros de plata, hay muchos que prefieren la presencia de la estructura de la emulsión por fina que sea. A mí, me viene bien cómo responde esta película. Con el enfoque prerreglado, sólo hay que preocuparse de encuadrar y disparar. La operatividad es muy eficiente, y el disparo muy rápido, si es necesario. Si no es necesario, siempre es mejor pensar lo que se hace.

En la isla monástica de Reichenau, patrimonio cultural de la humanidad según la UNESCO.

La película ofrece un contraste generoso, pero por su gran latitud de exposición no es fácil ni que se empasten las luces ni que se bloqueen las sombras. Así que no hay problema para usarla a cualquier hora del día. Incluso si te salen tres días seguido con un sol de justicia. Quizá hay otras películas que ofrecen transiciones de grises más sutiles y delicadas, que en esta película aparecen cuando las condiciones de luz son favorables. No cuando estas tirando a las dos de la tarde con el sol sobre tu cabeza. Pero cuando llegan las últimas horas de la tarde, las cosas mejoran mucho.

Alguna fotografía he tomado en interiores razonablemente bien iluminados. La película se puede exponer hasta un índice de exposición de 800, a costa de un grano más presente, pero muy muy aceptable. Cuando he apreciado unas condiciones de luz suficientes, he disparado en interiores a f/2,8 o f/4 y una velocidad de obturación de 1/30. La ventaja de las telemétricas sobre las réflex es que puedes bajar algún punto la velocidad de obturación sin que trepide la imagen. No abuso. Si normalmente tiraría con una réflex a 1/50 o 1/60, bajo a 1/30. El 1/15 no lo he usado en este viaje. Alguna vez lo he usado con un porcentaje razonable de éxitos.

En Winterthur, visitando las exposiciones del Foto Museum y la Fotostiftung Schweiz. Como envidio las ciudades que tienen buenos museos e instituciones de preservación del patrimonio y el arte fotográfico.

Hay una carencia que he lamentado. No como para tirarme de los pelos, pero sí para mejorar en muchas fotos la separación de detalles en los cielos. No tengo filtros de color para controlar el contraste para el diámetro de 39 mm del Summicron 35 mm. En los días antes de salir de viaje intenté conseguir algún filtro amarillo o naranja, caros todos los que encontré, y ninguno me llegaba a tiempo. También intenté encontrar una arandela adaptadora del diámetro de rosca de 43 a 39 mm. Pero son muy infrecuentes, y tampoco me llegaba a tiempo. Para el Planar 50 mm de rosca de filtro de 43 mm sí que  tengo un filtro amarillo y uno de densidad neutra de tres pasos, que no me hubiera importado llevarme y utilizar.

Estoy contento con el resultado. Las fotos han quedado bien. Las mandé a revelar a Carmencita Film Lab y solicité el tamaño de escaneado XXL, por lo que he recibido unas imágenes de 7634 x 5092 píxeles, es decir, casi 39 megapíxeles. Con una óptica como el Summicron y con una película como la XP2 reveladas y digitalizadas en un laboratorio profesional, puede merecer la pena si tienes confianza en tus fotos. Esto permite una ampliación a un tamaño entre el DIN A2 y el DIN A1... es decir, tamaño poster con buena calidad. Lo que es una demostración de las capacidades de la película tradicional bien tratada.

Aunque no entraban en nuestras previsiones, por que ya las conocíamos, acabamos paseando de nuevo en Neuhausen por las cataratas de Rin (Rheinfall).

Ilford SFX200 - ¿Más cara, pero más fiable que las Rollei?

Desde que el año pasado comencé a realizar fotografía en el espectro infrarrojo con película tradicional en blanco y negro con sensibilidad extendida a estas longitudes de onda, y tras una serie de pruebas, creía que tenía claro qué las películas que Macodirect comercializa bajo la marca Rollei, fabricadas por Agfa Gevaert, serían el material de base. Económicas y ofreciendo buenos resultados. Especialmente, la Rollei Superpan 200 y la Rollei Retro 80S. Esta última destacaba por su grano fino y gran nitidez.

Pero los carretes de medio formato que recientemente he usado han mostrado defectos de fiabilidad, con marcas del papel protector que aparecen en la imagen una vez expuesto y revelado el rollo de formato 120, sin que haya encontrado defecto alguno en los procedimientos. También he comprobado que no soy el único al que le ha pasado. Con la Rollei Retro 80S. El caso es que esto ha provocado un pérdida de confianza en el producto de mi parte.

Por ello, he ido a buscar una alternativa en Ilford, la Ilford SFX200, claramente más cara, pero confiando en el buen hacer y en la fiabilidad de la marca británica.

Cargué el sábado pasado dos rollos.

El primer rollo en la Hasselblad 500CM, calzada con el Planar 80/2,8 y un filtro amarillo, para probar su uso como película general. Veamos algunos resultados en las cercanías de Erla.

Las fotos no tienen nada de especial, pero la gama de tonos es correcta. La esperada más o menos para este tipo de emulsión con sensibilidad extendida, en la que he modificado un poco el contraste gracias al filtro amarillo.

El segundo rollo lo expuse con la Fujifilm GS645S Wide 60, con el filtro Hoya IR72, para bloquear la mayor parte del espectro de luz visible.

El día y el lugar no eran quizá los más adecuados para conseguir efectos maravillosos, pero la película funcionó sin problemas. Quizá la principal diferencia, aparte de la gama de tonos por el bloqueo del filtro, sea el aumento de grano, mucho más visible que en el rollo expuesto con la Hasselblad. Por lo demás, una película con la calidad de fabricación habitual de las Ilford, con excelente estabilidad dimensional, lo que viene bien a la hora de escanear, y que se maneja sin problemas.

Los dos rollo se revelaron al mismo tiempo en Adox APH09 (similar al Rodinal), a una dilución 1+25, durante 6 minutos a 20 ºC, con una agitación inicial de 30 segundos seguida de cuatro inversiones cada minuto. Mi forma de revelar estándar. La densidad de los negativos era correcta; la medición fue realizada con el modo selectivo de mi Sekonic. Con un paso de corrección para el filtro amarillo y cinco para el infrarrojo.

Creo que será mi nueva película para fotografía en el infrarrojo.

El Parque del Agua en el espectro infrarrojo - Fujifilm GS645S Wide60 + Rollei Retro 80S

A principio de primavera me aprovisioné de película para la temporada. Fundamentalmente carretes de formato 120, para las cámaras de formato medio. Y entre ellas, algunos rollos de Rollei Retro 80S. El año pasado inicié un modesto proyecto de paisaje en el espectro del infrarrojo en las riberas del río Ebro a su paso por la ciudad de Zaragoza. En la mayor parte de las ocasiones utilice película Rollei Superpan 200 Pro, conocida por su sensibilidad espectral extendida al infrarrojo. Pero en el catálogo de Rollei, películas que se fabrican en Bélgica por Agfa-Gevaert y que comercializa Macodirect bajo la antaño prestigiosa marca, contiene otras denominaciones con esta característica sensibilidad espectral extendida al infrarrojo. Entre ellas la Rollei Retro 80S, que por su sensibilidad media baja, ofrece un gran muy fino y una elevada nitidez. El año pasado expuse uno de estos rollos en el espectro del infrarrojo. Quedé satisfecho con el resultado. Así que decidí que este año sería mi principal película para la fotografía en el infrarrojo.

En primavera, las circunstancias impidieron en varias ocasiones el ponerme manos a la obra. Así que después de tres meses conservados en el frigorífico de casa, los rollos han empezado a salir a cumplir su tarea en verano.

Para este tipo de fotografías, sigo usando el mismo equipo. Como cámara, la Fujifilm GS645S Wide60 con el filtro Hoya IR72. Un trípode para garantizar la nitidez de las imágenes, ya que los tiempos de exposición, en días soleados, oscilan entre 1 segundo y 1/4 segundo principalmente. Para medir la luz, en esta ocasión he renunciado al fotómetro integrado de la cámara, y he usado el fotómetro de mano Sekonic Multimaster L-408. Ya comenté en su momento que lo compré de segunda mano en Navidad, me lo mandaron desde Japón, y va realmente muy bien. Me permite medir la luz incidente con la correspondiente esfera blanca integradora, o la luz reflejada con una medición selectiva que no podemos llamar puntual, pero que me permite seleccionar con suficiente precisión las zonas que me interesa. Generalmente, la medición selectiva de la luz reflejada me sirve para evaluar el contraste de la escena y exponer para las sombras.

Por ejemplo, en las dos fotografías anteriores, he medido la luz que llegaba a los oscuros troncos de los árboles, un olivo en un caso, unas palmeras en el otro, y a partir de ahí he ajustado la exposición para que esos tonos quedaran como sombras con abundante detalle. Si la sensibilidad nominal de la película es ISO 80/20º, ajusto el fotómetro aproximadamente cinco paso por debajo. Eso vendría a ser ISO 2. Como no permite ese valor el Sekonic, que no baja de ISO 3... pues a ISO 3, lo que es equivalente a 4 2/3 pasos por debajo de la nominal. Esa diferencia de un tercio de paso no me parece excesivamente relevante.

En la siguiente fotografía sin embargo, utilicé la medición de luz incidente, también ajustando la sensibilidad del Sekonic a ISO 3. El resultado fue igualmente adecuado. Así que usar una u otra forma depende de la situación. Con luz frontal, es decir, con el sol a mis espaldas, prefiero la luz incidente. Con luz lateral, especialmente si hay zonas de sombras que me interesa conservar, utilizo la medición de luz reflejada selectiva.

El revelado lo hice con APH-09, que es una variante del Rodinal que comercializa Fotoimpex, al parecer con la fórmula de este último hasta la Segunda Guerra Mundial. Se utiliza exactamente igual que el Rodinal, y con los mismos tiempos de exposición recomendados. En esta ocasión, la recomendación era de 8 minutos a 20 ºC con una dilución 1+25. Como lo revelé en el mismo tambor que la Ilford Delta 400, de la que os hablé hace poco, y no me importaba aumentar algo el contraste de estas imágenes, le di un tiempo de 8:30 minutos. Quedaron bien. El aumento de contraste lo absorbe la película sin problemas.

Pero sí que observé algún problema en el conjunto de las imágenes. Especialmente en aquellas en las que había amplias zonas de tonos uniformes, como los cielos o las superficies acuosas. Y es que se observaba un granulado grosero; observando con cuidado, se veían que se habían "impreso" los estampados del papel protector de la película.

Al principio no me di cuenta. En el procesado digital tras escanear la imagen le doy un empujón al contraste o una reserva selectiva a los cielos para que aparezcan más oscuros. Pero el problema está ahí. Es la primera vez que me pasa. En preguntado en algunos grupos los motivos. Mi principal teoría es que se debe a que hizo mucho calor esa mañana y la cámara se calentaba mucho al pasearla al sol montada en el trípode. Teniendo en cuenta que el calor se irradia en la radiación infrarroja, eso puede haber afectado a la película. Pero no he conseguido confirmación formal de las causas. Sólo algún testimonio de alguna otra persona a la que les había pasado con esta película, y otras teorías diversas, ninguna de las cuales me ha terminado de convencer, aunque seguro que alguna de ellas es cierta. Antes de ayer me fui a exponer otro rollo, con la Hasselblad, sin filtro infrarrojo, para ver si también estaba afectado por el problema.

Por cierto, que también hice una prueba para comprobar las diferencias entre fotografiar una misma escena con y sin filtro infrarrojo. Opté por los nenúfares de los jardines acuáticos del parque.

Sin filtro IR72.
Con filtro IR72.

La diferencia está clara.

La película me gusta mucho para estos usos. Y he de decir que también puede ser una buena película para uso general. Aunque prefiero la Ilford Delta 100 para estos rangos de sensibilidad. Tiene una elevada nitidez y un grano muy fino, prácticamente imperceptible a efectos prácticos si usamos película de medio formato.

Pero en estos momentos me da miedo arruinar futuras imágenes por el problema que he comentado. Es cierto que con los ajustes de contraste en el procesado posterior hay varias imágenes, las más interesantes del rollo, que son plenamente aprovechables. Pero estoy un poco mohíno con el tema. Muy probablemente, en el siguiente lote, volveré a la Superpan 200 salvo que encuentre alguna explicación lógica que me permita prevenir el fenómeno. La Superpan 200 también ofrece buenos resultados, con una buena nitidez, aunque algo inferior, y con un grano más notable. Es más cómoda de usar, porque los tiempos de exposición son ligeramente más cómodos.

Ya veremos.

Con la "caja" a pasear - Agfa Synchro Box

No mucho que explicar sobre el funcionamiento, absolutamente básico, de la Agfa Synchro Box, sobre el que ya me explayé en su momento. No me voy a repetir en lo que ya expliqué en su momento y podéis consultar en el enlace anterior, salvo en algunos aspectos concretos en los que me apetece insistir.

La Synchro Box, con su acabado tipo art-déco, es probablemente la cámara de cajón para película de formato medio más bonita que conozco. Especialmente cuando está en tan buenas condiciones como la mía, con su estuche-bolsa bandolera original. Y como comentaba en su momento, sigue siendo un aparato absolutamente válido en el sentido de que cuanto más constreñidas están las posibilidades del fotógrafo, cuantos menos automatismos dispone, cuanta menos intervención tecnológica cabe en el momento de la toma, más debe estimular su imaginación y su creatividad para obtener un resultado decente o interesante. Lo cual es posible, incluso en una cámara de este tipo, tan elemental.

En los dos últimos meses, de abril y mayo, hemos intentado con unos amigos realizar una pequeña sesión de fotografías, de retrato, de carácter particular. Si al final se consuma, no veréis los resultados puesto que ya digo que es privada. Pero debido a que este año en Aragón hay primavera, y no hemos pasado directamente del invierno al verano, la inestabilidad meteorológica ha impedido que en las tardes de sábado en que teníamos todos los implicados disponibilidad para ejecutar el proyecto, las condiciones no han sido adecuadas. Este sábado pasado parecía que sí, incluso cogimos el coche y nos llegamos hasta Fuendetodos, donde estaba prevista la sesión, donde sigue estando prevista la sesión, que no se ha podido culminar. Al llegar allí había un nublado, a ratos importante, y amenaza de lluvia, que se concretó en un tormenta muy poquito después.

En cualquier caso, además del equipo previsto para la sesión, eché en mi mochila la Agfa Synchro Box y unos rollos de Ilford Delta 100, como complemento lúdico de la jornada.

Antes de llegar a Fuendetodos, ya nos dimos cuenta de que la tarde no iba a acompañar en las condiciones de luz, por lo que nos tomamos la cosa con tranquilidad. Entre Jaulín y Fuendetodos quedan restos de trincheras de la guerra civil española, y paramos un momento a visitarlos. Están en la misma orilla de la carretera. Luego en Fuendetodos, nos dirigimos a la Nevera Culroya, que mis acompañantes no conocían... y ya se puso a llover. Este es un nevero artificial, que algunos datan en el siglo XVIII, rehabilitado, donde se introducía la nieve para la producción de hielo.

En cualquier caso, la amenaza de lluvia nos hizo regresar al coche,... y no terminé de hacer las fotos previstas.

Por ese motivo, al día siguiente decidí darme un amplio paseo por el Parque del Agua de Zaragoza con la Synchro Box. Terminando de ese modo el rollo ya empezado, y exponiendo un segundo rollo, también de Ilford Delta 100. La mañana del domingo fue de sol radiante, y temperaturas agradables, casi podríamos decir que se pasó calor si permanecías mucho rato alejado de la protección de unas sombras.

Por ese motivo, con el fin de mejorar el contraste de las fotos, opté por usar la posición de la apertura que incluye un filtro amarillo, oscureciendo el cielo y haciendo destacar las posibles nubes que en el mismo flotasen.

Quiero recordar que la calidad de las imágenes son muy limitadas, y que sólo el amplio tamaño del negativo, en torno a los 57 x 89 mm permite obtener imágenes razonables con ampliaciones moderadas. La calidad de la imagen es decente en el centro de la imagen, pero se degrada rápidamente en los bordes del campo del fotograma y en las esquinas. Aunque eso puede formar parte de la gracia de la estética de estas fotografías. No obstante, es un aspecto a tener en cuenta a la hora de componer la fotografía, ya que el objeto principal habrá de estar centrado para que se vea con nitidez, obligando a compensar la composición de formas poco habituales, al no favorecer la famosa "regla de los tercios" la calidad fotográfica del objeto principal con estas ópticas tan sencillas.

Otro problema es que la composición a través del visor prismático de la cámara es muy precaria, y con frecuencia las fotografías me quedan inclinadas, especialmente si utilizó la cámara a mano alzada y no sobre un trípode con un nivel que nos ayude a equilibrar la composición. El uso de la cámara a mano alzada también compromete la nitidez puesto que la velocidad de obturación es muy baja, y hay un riesgo importante de trepidación si no se acciona la palanquita del disparador del obturador con cuidado.

En cualquier caso, conviene dar aire en la composición por los recortes que se introducen al enderezar la imagen con posterioridad.

El ISO 100 de sensibilidad nominal de la Ilford Delta 100 es un exceso para las condiciones de esta cámara en condiciones de luz diurna. Con sol radiante prácticamente se produce una sobrexposición de un par de pasos. Aplicando la regla del soleado f/16, para una apertura de f/16, o de f/8-11 con filtro amarillo, bastaría una velocidad de obturación de 1/100 s. Pero no creo que esta cámara obture mucho más deprisa que 1/25 o 1/30 segundo. Dos pasos de sobrexposición. Con el nublado de la tarde anterior en Fuendetodos, la sobrexposición fue de un paso como mucho, pero aun así existió. Afortunadamente, las emulsiones modernas, incluso una tan exigente en materia de exposición como las de la familia Delta de Ilford, se comen sin problemas esta sobrexposición, sin empastar las luces.

Uno pensaría que la mejor opción para revelar la película en estas condiciones de exposición es la de acortar el tiempo de revelado, para compensar el exceso de luz que impresiona la película. Pero la óptica de estas cámaras no destaca precisamente por su elevado contraste, y un revelado más corto conlleva siempre un contraste más suave en la imagen.

Yo prefiero usar una revelado desatendido con cualquiera de las variantes del Rodinal que actualmente hay en el mercado, en mi caso la Adox APH 09, con una dilución de 1+100, durante 60 minutos a 20 ºC con una agitación muy muy muy muy limitada, casi inexistente. Eso hace que las partes del negativo que más luz han recibido agoten enseguida el revelador que tienen en su vecindad, mientras que si algún fotograma hubiese quedado más limitado de luz, las sombras sigan aprovechando la acción del revelador durante todo el tiempo que dura el revelado. Es lo que se llama un revelado compensador.

No me cansaré de insistir en que, aunque muchos ven en este tipo de revelado una posibilidad de hacer un forzado sin complicarse la vida mucho en el proceso de revelado, cuando mejores resultados da es con películas de sensibilidad media o baja, bien expuestas. El grano siempre queda contenido por la propia naturaleza de estas películas, cosa que no sucede con las películas más sensibles, en las que se hace muy notorio, y conseguimos mantener la nitidez de los detalles por la acutancia que proporciona el revelador. Desde luego, la irregularidad en las exposiciones que resulta de una cámara con tan limitadas posibilidades de intervención, también habla a favor de este tipo de revelado. Con esta técnica, consigo buenos resultados.

Salvo en las fotografías con el tiempo más nublado, en las que he realizado reservas y quemados en el procesado digital una vez escaneado el negativo con mi Epson Perfection V600 Photo, el resto están prácticamente sin tocar, con muy pequeñas correcciones en la exposición para situar los tonos en su lugar adecuado.

Y bueno... llevar una de estas cámara es una forma de pasear de forma muy agradable, entretenida y creativa.

Bergger Pancro 400 en revelado desatendido con Adox APH 09 (Rodinal)

La película Bergger Pancro 400 me gusta bastante, y desde que salió al mercado hace poco más de un año para sus presentaciones de 35 mm y tipo 120, la he usado de vez en cuando. Con frecuencia la uso para llevar en la cámara cuando paseo por la ciudad, generalmente cargada en la Fujifilm GS645S Wide 60, un conjunto que me resulta agradable para paseos ciudadanos.

Aunque hay no pocos que proponen una sensibilidad efectiva más baja que el ISO 400 de su sensibilidad nominal, a mí me gusta usar esa sensibilidad nominal, y conseguir unos negro profundos. Que hasta el momento nunca me han quedado empastados y sin detalle.

Nunca hasta la fecha había utilizado un revelado desatendido, ni con Kodak HC-110 ni con Rodinal, sus clones o derivados.

Como ya habéis visto estos días atrás, en pocos días se me acumularon varios carretes, cada uno de su padre y de su madre, un Ilford Delta 100, un Fujifilm Neopan 100 Acros, y el Bergger Pancro 400 del que os hablo aquí. Y tenía poco tiempo para dedicarles al revelado y procesado. Así que tiré por la del vago, y decidí meterlos todos en una sopa de Adox APH 09, con una dilución 1+100, a una temperatura entre 20 y 21 ºC. Se procede a continuación a un revelado desatendido, es decir con una agitación mínima. Treinta segundos iniciales de suaves inversiones, y luego dejar estar quieto durante una o dos horas sin agitar, salvo un par de inversiones a mitad de ese periodo para evitar irregularidades. El objetivo es conseguir un revelado compensador, en el que las luces agoten enseguida el revelador vecino y no suban más allá de la cuenta, que no se empasten, mientras que las sombras, con mucha menos plata tengan a su disposición revelador durante todo el tiempo, revelándose a fondo. El Adox APH 09 os recuerdo que comparte la fórmula que usaba Agfa para el Rodinal hasta la Segunda Guerra Mundial. Se revela con las mismas técnicas y los mismo tiempos. Y yo soy incapaz de distinguir los resultados de esta fórmula con respeto a otras clónicas o derivadas del Rodinal. Y es muy barato.

Para estos paisajes urbanos o suburbiales, coloqué ante el objetivo de la GS645S un filtro rojo nª 25. Como tiene un diámetro de filtro de 49 mm, es un filtro que me sirve para esta cámara, para los objetivos más habituales de las Pentax, con un adaptador 49-46 mm para varios objetivos del sistema micro cuatro tercios. Y con tal de no usarlo con grandes angulares, con un adaptador 49-52 mm, con objetivos de otros sistemas que tengo por ahí. En cualquier caso, en esta ocasión me ha servido para dar más profundidad a los cielos, y una mejor separación entre esos y las nubes, o entre estas.

En cuanto a los resultados... sensaciones mixtas. La gradación tonal que he obtenido me parece satisfactoria. Si de por sí la Pancro 400 no es una película excesivamente contrastada, el revelado compensador proporciona una gradación bastante lineal de los tonos. Quizá sea cierto que le sienta mejor un índice de exposición un poco superior, digamos IE 320 o inlcuso IE 250... pero como ya he dicho, me gustan las sombras más profundas, y con IE 400 no se bloquean. Así que seguiré fiel a este índice de exposición.

Donde ya no estoy tan contento es en el grano de la película. Entendámonos, estamos ante una película cuya sensibilidad nominal es ISO 400. Y estoy usando un derivado o clónico del Rodinal. Así que no puedo esperar el grano más fino posible para esta película y estas condiciones. Pero dicho lo cual, creo que el revelado que le he practicado a una Pancro 400 en el que el grano ha sido más aparente. No desagradable; es regular y homogéneo, pero muy aparente. Especialmente, como es natural en las grandes extensiones de tonos uniformes. Lo cierto es que una película de ISO 100 con un filtro amarillo, para no perder tanta luz, me hubiera dado las mismas condiciones de exposición, y un grano mucho más discreto, como me sucedió con la Fujifilm Neopan 100 Acros. Teniendo en cuenta que el filtro amarillo que usé con la Acros resta un paso de exposición, el índice de exposición efectivo fue de 50 para una película de ISO 100. Como el filtro rojo que usé con la Pancro 400 resta tres pasos de exposición, el índice de exposición efectivo para esta fue también de 50. Evidentemente, hay diferencias estéticas entre el uso del filtro rojo y el amarillo. Cada cual tiene que valorar lo que le conviene. Para mí, ese índice de exposición efectivo de 50 es lo mínimo para ir sin trípode. Contando con que si baja la luz por nublados y tal, o porque me muevo por entre calles, le puedo quitar el filtro y recuperar luz.

Los resultados globales no están mal. Pero confirman la tendencia observada, y también leída en diversas fuentes, de que el revelado desatendido con Rodinal, clónicos y derivados se lleva mejor con las películas de sensibilidad media-baja. De ISO 125 hacia abajo. Y bien expuestas, sin riesgos de subexposición. Ahora sólo dispongo de Adox APH 09 en casa, pero me estoy planteando mantener una reserva de algún otro revelador tipo Ilford DD-X, Kodak TMax Developer o Ultrafin T-Plus o similares. Ya veremos. Es que el Rodinal y el Kodak HC-110 son tan cómodos y eternos...