La fotografía como afición y otras artes visuales

CARLOSCARRETER.ES

Home / Essays / fujifilm

Entre vehículos de bomberos con una Hasselblad y película Fujicolor Pro 400H

Comenzamos el mes de noviembre con un fin de semana largo, que yo todavía alargué más cogiéndome un par de días de fiesta. Para resolver cuestiones domésticas preferentemente, pero que también me sirvieron para darme algunos amplios paseos con mis cámaras fotográficas para película tradicional. Entre ellas, una que más vio la luz en esos días fue la Hasselblad 500CM, para los rollos de formato medio en color.

Los primeros domingos de mes son gratuitos los museos municipales de Zaragoza. Entrada libre. Con frecuencia, por el que más nos gusta pasear antes de tomar un aperitivo y volver a casa a comer es el Museo Pablo Gargallo. Pero en esta ocasión teníamos un "cuerpo extraño" que introducía una variable nueva en la ecuación de dónde ir. Unos viejos amigos que viven "exiliados" en una ciudad castellana desde hace muchos años por cuestión de trabajo, adoptaron hace un tiempo a una joven señorita que ahora tiene diez años, y que es absolutamente encantadora. Por ese motivo, decidimos abandonar los museos más artísticos para buscar algo más entretenido para esas edades. Y nos fuimos al Museo del Fuego y los Bomberos, situado en el claustro del antiguo Convento de Franciscanos Mínimos y que también aloja uno de los parques de bomberos de la ciudad. Es un lugar muy agradable. Y colorido.

Yo decidí llevarme la Hasselblad 500CM con su objetivo estándar, el Carl Zeiss Planar 80/2,8 CF T*. Como película, tenía varias opciones. Por el día soleado que hacía, que repercute en la luz del claustro, supuse que un índice de exposición de 400 sería suficiente. Podía llevar alguno de los rollos de Kodak Portra 400 que tenía en el refrigerador o un rollo suelto que andaba por ahí pululando desde hace un tiempo de Fujifilm Fujicolor Pro 400H. Opté por este último. Luego comprobé que quizá hubiese sido buena idea coger alguno de los Lomography Color 800 que tengo y que recientemente probé. En algún momento, hubiera agradecido el paso extra de sensibilidad.

El rollo fue mandado a revelar a Malvarrosa Film Lab, donde hicieron un buen trabajo. En el comentario de retorno me decía que la Fujicolor Pro 400H agradece algo más de luz, pero sinceramente me gustan los tonos obtenidos. Creo que con uno o dos pasos de luz más, hubiera obtenido un aspecto agradable, de tonos para matizados, menos saturados y menos grano, pero lo cierto es que el grano que ofrece esta película a su sensibilidad nominal es perfectamente asumible, y al motivo, los coches de bomberos y otros objetos, le sientan bien unos colores más saturados y contrastados.

El principal problema lo tuve con el enfoque. Teniendo que trabajar con aperturas que van entre el f/5,6 para los motivos mejor iluminados y el f/2,8 para los más sombríos, con la escasa profundidad de campo que obtenemos con un 80 mm en formato medio, la precisión en el enfoque es fundamental. Y mi visión para la visión de cerca ya no es lo que era. No pudiendo introducir corrección dióptrica en el visor, como en mis cámaras digitales, y llevándose mal mis gafas de presbicia con la lupa de enfoque de la Hasselblad, en entornos sombríos cometo algún que otro error en el enfoque. Llevo pensando cómo resolver esto. ¿Comprar una pantalla de enfoque más brillante? ¿Entrenarme mejor,... ir más despacio? ¿Usar trípode siempre que sea posible? ¿Pasar del visor de capuchón y usar el pentaprisma, aunque aumente el volumen de la cámara al transportar?

Bueno, no os doy más la brasa, ved las imágenes y ya está. Y si queréis decir algo, soy libres. Seguiré hablando de la Hasselblad y distintos tipo de película negativa en color en fechas próximas.

Buscando el otoño en la ciudad; Canon EOS 650 con Fujicolor C200

Como viene sucediendo en los últimos años, el otoño en Zaragoza tiene un carácter bastante benigno hasta que no llega noviembre. Y aun así, aunque refresca, puede haber alguna lluvia, o levantarse algo de viento, parecen haber desaparecido las desapacibles nieblas que hace unos años llegaban por estas fechas. Pero volviendo al mes de octubre, se convierte más en una especie de segunda primavera. O el veratoño, que dicen algunos.

Una de las consecuencias es que, cuando sales a caminar por las zonas verdes de la ciudad, cuesta encontrar los colores ocres en las hojas de los árboles caducifolios. Las hojas permanecen verdes, quizá con una tendencia hacia el amarillo, pero rara vez aparecen los colores más cálidos y más intensos. Luego, en cuento llega el tiempo más fresco, y se levanta el viento, las hojas caen directamente sin haber recorrido todo el espectro cromático que nos gusta a los fotógrafos.

Aprovechando las temperaturas benignas, durante los fines de semana de octubre y el puente del primero de noviembre, realicé una serie de paseos por las zonas verdes de la ciudad "armado" con cámaras para película tradicional y distintos tipos de película negativa en color. De esta forma, poder tener al final un recorrido por los distintos matices cromáticos que cada una de estas películas pueden proporcionar a nuestras fotografías.

Las que hoy os muestro, junto con las que aparecieron en la entrada de mi Cuaderno de ruta del pasado domingo, están realizadas con la Canon EOS 650 calzada con el objetivo estándar EF 50/1,4 USM. Un objetivo curiosamente poco apreciado por algunos "sabios", y que a mí me parece un objetivo muy digno para su precio. Probablemente, a su apertura más abierta f/1,4, no pueda ser comparable a los modernos 50/1,4 de diseño telecéntrico, con aubundancia de elementos ópticos, grandísimos y carísimos. Estamos hablando de los 300 y poco euros que me costó este objetivo frente a los más baratos, de Sigma, que doblan este precio. Y no digamos los más de 1000 euros para los objetivos de marca más prestigiosa. Pero a aperturas medias... me cuesta entender que la inmensa mayoría de la gente encuentre alguna diferencia.

Como material sensible, la muy modesta Fujifilm Fujicolor C200, una de las películas negativas en color más baratas del mercado, que sin embargo da buenos resultados con tal de que seas un poco fino al exponer sus fotogramas, poniendo especial interés en no subexponer. Sus tonos me parecen adecuados para un uso polivalente, pero en especial para paisajes sutiles, sin estridencias en los colores.

Tras la versión de ISO 400, Lomography Potsdam Kino 100 con Fujifilm GS645S Wide60

Ya comenté hace unos días que como consecuencia de las actividades durante mi escapada a Berlín y  Braunschweig, recibí un paquete de regalo con película fotográfica procedente de la Lomography Shop. Hace unos días comentaba mi parecer sobre la película Lomography Berlin Kino 400 en carretes de 35 mm, y hoy voy con uno de los cinco rollos de formato 120 de Lomography Potsdam Kino 100.

Este domingo pasado, aunque habían anunciado un empeoramiento del tiempo atmosférico, que no llegó hasta dos días más tarde, como hacía una mañana excelente de nubes y claros que daban una luz matizada y agradable, cargué con un rollo de Potsdam Kino 100 la Fujifilm GS645S, que acompañé de un par de filtros, el amarillo Heliopan #8 y el rojo Heliopan #25, y decidí pasear haciendo fotografías en distintas situaciones de luz y con distintos motivos.

El revelado lo he hecho según las recomendaciones incluidas en Kodak HC-110, dilución E (1 + 47), durante 6' a 20 ºC, con la tradicional agitación continua durante los primeros 30 segundos, y luego 4 inversiones tranquilas cada minuto. La digitalización de los negativos, en esta ocasión, la he realizado con el Epson Perfection V600 Photo, lo cual me sirvió para probar el nuevo software que ha proporcionado Epson con motivo del paso a los 64 bits en la nueva versión del sistema operativo OS X, a la que todavía no he actualizado dado que hay una serie de programas que no funcionan bien, y quiero asegurar un mínimo de quebraderos de cabeza antes de actualizar. El máximo razonable que puedo obtener de resolución espacial con este escáner a partir de un negativo de 6 x 4,5 (56 x 42 mm en realidad) es de unos 20 megapíxeles. Pero la verdad es que el software a mejorado mucho en rapidez y precisión, y puedo obtener archivos usables desde el primer momento, sin necesidad de procesado posterior en otro software.

Al igual que sucedió con su "hermana" de ISO 400, mis impresiones sobre la película son buenas. Puedo repetir tal cual lo que escribí para la Berlin Kino 400. La película presenta un bajo contraste, dicen que proporciona el aspecto de las película del Neuer Deutscher Film (Nuevo cine alemán) de los años 70, con una suave gradación de grises. El grano pasa en la práctica desapercibido con los negativos de formato medio, obviamente es considerablemente más discreto que la versión de ISO 400. La película es nítida. Y en este caso tengo la sensación que la sensibilidad ISO 100 declarada oficialmente es un realista. 

En cualquier caso, con el suave contraste y amplia gama de grises que proporciona la película, en ningún momento he tenido sombras empastadas ni luces bloqueadas. Dicen que la película procede de excedentes de Orwo, que fue el principal fabricante alemán de película fotográfica durante la época de la República Democrática Alemana, antes de la reunificación alemana. Dicen. También se ha anunciado recientemente que no va a ser un lote único, sino que se va a fabricar nueva película bajo esta denominación, con mejoras en la captación del detalle en sombras y luces.

La pregunta, al igual que la que me hacía hace unos días, sería... ¿estaría yo dispuesto a seguir usando esta película en un futuro? Pues sí... si tuviera un precio razonable. He mirado en la tienda Lomography, la película se vende de cinco en cinco carretes, y el precio es tal que el coste individual de cada carrete está en casi nueve euros. Más los gastos de transporte. Claramente excesivo, dado que no aporta realmente nada especial sobre otras soluciones más modernas, más capaces, con características similares y más baratas. Y que puedo encontrar con cierta facilidad en mi ciudad, sin tener que pagar gastos de transporte, como la Ilford FP4 Plus 125, que es más contrastada, pero que admite sin ningún problemas forzados de uno o dos pasos sin gran sufrimiento de los tonos oscuros. Y que sobreexponiendo un poco y revelando un poco más corto, nos permite controlar fácilmente el contraste excesivo. Y es que es lo que tiene Lomography. Que suelen vender tajo bajo a precio de "lomo" ibérico... Y aunque hacen mucho por mantener la afición a la película tradicional, la verdad es que le echan un poco de morro a la vida.

Fomapan 100 Classic en la ciudad romana de Los Bañales

Llevo tres semanas sin actualizar estas páginas por un buen motivo; he estado de vacaciones, viajando por Japón. Pero pocos días antes de salir de viaje, tuve ocasión de tirar un par de rollos en formato 120 de la película Fomapan 100 Classic en la ciudad romana de Los Bañales. Estos dos rollos pertenecen a los seis que compré, de distintas sensibilidades, hace unos meses por la actualización modernista de las cajas de envase de las películas de Foma como consecuencia de algún aniversario de la marca o de la empresa. Pero esta película no es desconocida para mí, ya que ya la había utilizado previamente bajo su propia marco como bajo la marca Lomography Earl Grey B&W 100 (y aquí, y aquí). Es la misma película.

No es una película que me disguste... pero hasta el capricho de lo de la caja modernista, no me había planteado volver a usarla. No tiene ninguna ventaja sobre películas más fáciles de conseguir en ese intervalo de sensibilidades, los 80 a 125 ISO. Es, ciertamente, más económica que la Ilford FP4 Plus, por poner un ejemplo. Pero esta última la puedo comprar en mi ciudad con cierta facilidad, mientras que la Fomapan 100 Classic la he de pedir a través de internet, con el aumento del precio por los costes de envío. Antes era fácil encontrar la variante de Lomography, pero era más cara... y ya no tiene gracia. Puesto que al fin y al cabo, la gran ventaja de esta película de grano tradicional más o menos cúbico es que es barata con unos resultados que no están mal. Si se pierde por algún motivo la ventaja del factor precio... ya no tengo claro el motivo por el que haya que preferirla.

De otras sensibilidades de la marca, ya hablé de lo mucho que me sorprendió la variante de 200 ISO. Esa es otro cantar. Además es una rareza en la gama porque es una película de grano tabular. De hecho, la apariencia del grano no me parece significativamente más aparente en la de mayor sensibilidad, con lo que tienen más ventajas que la que traigo hoy a la palestra.

Pero bueno, ya que las compré por el capricho mencionada, había que sacarles rendimiento. Así que en una excursión planificada por la Asociación de Fotógrafos de Zaragoza AFZ para unas visitas guiadas al yacimiento de los Bañales y a Ejea, me llevé la Fujifilm GS645S Wide60 Professional, con los dos rollos de Fomapan 100 Classic y un par de filtros, uno amarillo #8 y otro rojo #25, de Heliopan, para mejorar el contraste en las fotografías, especialmente para destacar las nubes en el cielo azul. De la Fomapan 100, como su nombre indica nos dicen que es una película pancromática, aunque como suele ser habitual la sensibilidad a los rojos no llega a los tonos más profundos, mientras que con los azules se puede meter incluso ligeramente en los ultravioletas más cercanos. Así que viene bien usar los filtros en fotografía de paisaje al aire libre. Acabé usando preferentemente el filtro rojo, con el que pierdes unos tres pasos de sensibilidad, pero como el día fue de sol radiante,.. pues está bien.

En Los Bañales ya había estado en un par de ocasiones, con cámaras digitales y con película en color y blanco y negro. Y es la primera vez que hacía una extensa visita guiada que llegó casi a las cuatro horas, que no se hicieron en absoluto pesadas porque fue muy ameno. Se desconoce el nombre original de esta ciudad romana que pudo llegar a tener entre 2000 y 3000 habitantes, pero que se desvaneció progresivamente cuando cayó el imperio y entramos en la alta edad media. Probablemente, según se nos contó, por agotamiento de los recursos próximos.

Las condicionex de luz y de toma fueron muy estables a lo largo de la mañana, por lo que prácticamente use los mismos ajustes de tiempo de exposición y apertura del diafragma durante toda la sesión. El filtro rojo me vino bien para mejorar el contraste de las fotografías. Y la cámara de Fujifilm es un valor seguro. El revelado fue en Kodak HC-110 dilución B (1 + 31), durante 6 minutos a 20 ºC, con la agitación clásica; treinta segundos de agitación constante al iniciar, y cuatro inversiones tranquilas cada minuto hasta llegar al tiempo previsto. De lo más clásico, para un película clásica. Espero que os gusten las fotos.

Paisaje con película Fujicolor Pro 400H - El dolmen de Ibirque

Cuando uno mira e investiga sobre las mejores películas negativas en color disponibles en la actualidad, es frecuente encontrar comparativas o comentarios que comparan dos películas que tienen usos muy similares; Kodak Portra 400 y Fujicolor Pro 400H. He usado con cierta frecuencia la Portra 400. Realmente es una película fenomenal, que ofrece unos colores estupendos, con una gran latitud de exposición... y cara. No había utilizado hasta ahora nunca la Pro 400H... porque no es tan fácil encontrarla en mi entorno. De Fujifilm, es fácil encontrar las Fujicolor C200 y la variedad de Superias, pero no esta película profesional. El caso es que en un momento dado me hice con dos rollos y hace unas semanas me llevé uno en la mochila, junto con la cámara Fujifilm GS645S Wide. No sabía si lo iba a usar. Pero las incluí, junto con una cámara digital.

Subimos a casa de los padres de unos amigos un sábado por la tarde, no lejos de Sabiñánigo en la provincia de Huesca, para ayudarles con unos cambios en su casa. Terminamos pronto y sugerí a mis acompañantes ir a ver algo. No conocía el paraje en el que se encuentra el dolmen de Ibirque, un lugar con un bello paisaje en el que he estado en un par de ocasiones. Podéis encontrar algunas fotos realizadas por mí en ese paraje aquíaquí y aquí.

Aunque todo lo que había leído sobre la Pro 400H hacía referencia sobretodo a su uso en retrato y reportaje social (bodas, comuniones, etcétera), la usé para reflejar el paisaje de esa parte de las sierras adyacentes al Pirineo. He de decir que pude haberla usado mejor. Me explico. Cuando llegamos al lugar, eran las siete y media de la tarde y faltaba casi dos horas para el ocaso. Pregunté si nos íbamos a quedar todo ese tiempo para aprovechar la mejor luz, o si nos retirábamos pronto. No hubo una respuesta clara por parte de mis acompañantes así que empecé a hacer fotos. Al cabo de un rato, me dijeron que sí, que les apetecía ver la puesta del sol. En ese momento lamenté haber disparado la cámara tan liberalmente y no haber echado a la mochila el otro carrete de película que se había quedado en el frigorífico en casa.

En cualquier caso, aunque no aproveché de la mejor forma posible el intervalo de tiempo de la tarde con mejor luz, la verdad es que quedé contento con el rendimiento de la película en el paisaje. Los colores son bastante naturales. Y aunque la saturación no se acerca al nivel de otras películas como determinadas diapositivas o la Kodak Ektar 100, la imagen queda con suficiente vivacidad. O al menos con unos tonos que me parecen ajustados al recuerdo del momento vivido. El revelado lo mandé a Malvarrosa Film Lab, en Valencia, que trabajan de forma muy similar a sus vecinos más veteranos de Carmencita Film Lab. Aunque son algo más baratos. Últimamente tiro de Carmencita cuando quiero el nivel de resolución más alto en la digitalización de los negativos, como con las fotografías de Berlín. La calidad que ofrecen ambos laboratorios es muy similar, siendo esta opinión basada exclusivamente en mi experiencia personal.

Finalmente, ¿mejor o peor que la Portra 400? No he llegado a una conclusión todavía. Pero por la calle van diciendo que poco se llevan todos.