La fotografía como afición y otras artes visuales

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Recomendaciones semanales - del 15 al 29 de mayo de 2017

Después de un domingo de descanso en esta sección casi semanal debida a mi viaje por el norte de Italia y por las regiones adyacentes a la frontera germanosuiza, vengo con una nueva edición de mis recomendaciones semanales, muy asociada a este viaje. Aunque habrá alguna cosita más. Lo que pasa es que la noche de este sábado al domingo, trasnochamos mucho para ir a hacer fotografías nocturnas de la bóveda celeste. Y me daban casi las seis de la madrugada cuando me acostaba. Así que he ido todo el día como los zombis. Y además con una novedad fotográfica en la familia de la que os hablaré en unos días. Por ello, he trasladado mis recomendaciones fotográficas al lunes.

Todo ello aderezado con algunas fotografías del viaje.

Lo podemos comprobar día tras día; en los viajes contemporáneos, el acto fotográfico por excelencia es el selfi, el autorretrato realizado con la cámara del teléfono móvil para anunciar al mundo "yo estoy aquí". Duomo de Milán.

En los días que estuve de viaje, los cinco primeros me alojé en Milán. En casa de unos amigos muy queridos, que me apetecía ver. En los últimos años, hemos coincidido en distintos viajes por Italia durante mis vacaciones de Pascua, pero este año no pudo ser. Así que lo he compensado haciéndoles una visita. No voy a entrar ahora en mis actividades en la ciudad "meneghina" y sus alrededores, que ya he comentado previamente. Decir que cursé visita al Museo del Novecento, situado en la Piazza del Duomo, adyacente a la majestuosa catedral milanesa. Tratándose de un museo dedicado al arte moderno y contemporánea, esperaba ver alguna muestra del arte fotográfico... pero mi gozo en un pozo. Hasta cierto punto... En las muestras de la colección permanente no había representantes de la fotografía. Pero con motivo de una exposición temporal denominada "New York, New York" sobre arte contemporáneo norteamericano, en el archivo del museo había una exposición dedicada al viaje y estancia del fotógrafo italiano Ugo Mulas, con un interesante libro de fotografías que publicó en el que nos muestra su relación con "The Factory" de Andy Warhol. Por cierto, que no me importaría hacerme con una copia de ese libro, pero sólo he encontrado de momento una, usada, es de 1967, y cuesta más de 1.100 euros. Va a ser que no.

Las fotografías de Ugo Mulas "salvaron" fotográficamente la visita al Museo del Novecento,... aunque el museo tiene otros muchos centros de interés dentro del arte moderno. Como el futurismo y el "arte povera", corrientes con mucho impacto en la península italiana, cada una en su momento.

Donde sí que pude disfrutar abundantemente de la fotografía fue en la Fotostiftung Schweiz, oficialmente Schweizerische Stiftung für die Photographie (Fundación Suiza para la Fotografía). Esta es una fundación privada, aunque colabora con los poderes públicos suizos para mantener el Fotomuseum Winterthur, museo de la fotografía de la ciudad de Winterthur, uno de los centros más prestigiosos para la conservación, el impulso y el estudio de la fotografía en Suiza y en Europa.

Voy a explicar la peripecia un poco más despacio. Cuando hace unos meses comprobé que mi Plaubel Makina 67 tenía algún problema que hacía que precisase un paso por un servicio técnico busqué y pregunté en Internet. Y hay trabe contacto virtual con una persona, un aficionado a la fotografía que yo estaba convencido era alemán. No doy sus detalles porque el es una persona muy privada y me pidió expresamente que lo mantuviese en el anonimato. De hecho, me enteré de su nombre, lo conocía por pseudónimo, cuando nos encontramos en Constanza para cenar un día. Pero resulta que no es alemán, sino suizo. Vive en Kreuzlingen, que es la ciudad fronteriza adyacente a Constanza. De hecho, cuando quedamos ese martes a cenar, vino a recogerme a la puerta del hotel caminando, porque le suponía un ligero paseo. Yo le hablé de mi interés por el museo de la fotografía de Winterthur. Y se ofreció a acompañarme. Me preguntó qué iba a hacer al día siguiente, y le hable de mi plan de coger un barco por la mañana para hacer la travesía del Rin hasta Schaffhausen y visitar las cataras del Rin (Rheinfall) en Neuhausen).

Manifestó que, si no me importaba, le gustaría acompañarme. Y así hablaríamos largo y tendido sobre fotografía. Me pareció estupendo. Esta persona es muy privada, pero he deducido que es en gran medida por timidez. Porque es absolutamente encantadora y amable. Así que tras visitar las cataratas, cogimos un tren a Winterthur. Y un poco después de las cinco de la tarde llegábamos al museo en Winterthur. Fuimos afortunados. Era miércoles. Y los miércoles el museo cierra a las 20:00 horas en lugar de las 18:00 horas, lo que nos permitía visitarlo con calma. Y encima, ese día, es gratuito. Que no es barato, habitualmente.

Tiene dos edificios, uno sería el de la fundación y el otro el del museo, aunque hay salas de exposición en ambos. Y un "bistro" muy mono, tienda-librería, etcétera, etcétera, etcétera. Bueno, y la para de trolebús más cercana se denomina "Fotozentrum". Así que no es difícil saber como ir.

Pero vamos a lo importante. Las exposiciones.

La primer que vimos fue una dedicada al fotorreportero suizo Dominic Nahr, bajo el título "Blind Spots", dedicada a lo conflictos en África que han perdido su "interés de actualidad" y permanecen como conflictos ignorados por la mayor parte de la gente y la prensa, aunque con graves consecuencias humanitarias para las poblaciones locales. Mali, Somalia, Sudán del Sur, República Centroafricana,... son algunos ejemplos.

Me gustó mucho, tanto por el compromiso del fotógrafo como por la calidad técnica y estética de la obra, con un dominio del color, de la composición y de la oportunidad excelentes.

Por supuesto, la propiedad intelectual de las obras reproducidas es de sus autores, en este caso, Dominic Nahr.

En la segunda exposición, "Situations", nos encontramos con presencia española. Entre otros autores, ya que se trata de una colectiva, encontramos a Cristina de Middel, con un trabajo que me recordó mucho a su proyecto Party. Si en aquel partía de los textos de Libro Rojo de Mao Ze Dong para reconstruir la realidad de la población china actual, eliminando párrafos enteros y dejando algunas palabras que formaban frases totalmente fuera del contexto original, en esta ocasión este trabajo lo hace con las primeras planas de grandes periódicos. En los que además, sustituye las fotografías originales por otras cuyo contenido son gatitos, flores o brécol. El tema de la exposición es la falsedad en los mensajes de los medios de comunicación y de los políticos en el mundo actual. Eso que han llamado algunos la época de la "posverdad", no sé muy bien porque no le llaman directamente "época de las mentiras". Los mensajes se maquillan, las noticias que interesan se ocultan y se nos hace creer que vivimos en un mundo diferente. Puro Orwell. El problema es que tienen razón.

Obra de Cristina de Middel, sobre una portada de un antaño prestigioso diario españo. Ya no. Lo del prestigio, digo.

Había otros fotógrafos  y autores presentando su obra sobre el mismo tema pero con distintos enfoques. Me interesó especialmente el trabajo audiovisual "Cloud Bomb Atlas" de Forensic Architecture, en el que este colectivo evalúa a partir de los vídeos tomados con los omnipresentes móviles, los puntos de impacto de los bombardeos en distintas partes del mundo, y que muchas veces llevan a lo que se llaman "daños colaterales". Es decir, muerte de civiles, a veces equipos humanitarios en hospitales y escuelas, con muerte de niños, por bombas que no necesariamente son lanzadas por los "malos". Con frecuencia son bombardeos de aquellos países que dicen defender la democracia.

Estudio de "Forensic Architecture" de un bombardeo con 25 muertos a un hospital de Médicos sin Fronteras en Siria, llevado a cabo probablemente por Rusia por las fuerzas gubernamentales sirias, aunque ambos lo han negado. No fue obra de los radicales islamistas.

Pero sin duda, la exposición estrella del momento es la dedicada al fotógrafo nortemericano Danny Lyon. Con 75 años que cuenta actualmente, todavía está en activo, desde la década de los años 60, en la que es conocido por su profunda implicación y compromiso con el movimiento de los derechos civiles, siendo un defensor destacado de la causa de las comunidades afroamericanas a través de sus fotografías, que tuvieron un impacto real en varias ocasiones. Véase el caso de las adolescentes retenidas ilegalmente conocido como Leesburg Stockade. Un caso como muchos otros que debería avergonzar profundamente a un país como Estados Unidos que en la posguerra mundial se autoproclamaba defensor de la democracia. Y no. Lyon estudió también algunos grupos de la cultura "underground", fue crítico con la guerra, allá donde se produjese, analizó y criticó los destrozos urbanísticos en Nueva York, se involucró con los grupos estudiantiles críticos con el sistema o se introdujo en las cárceles más duras del sur de los Estados Unidos. Desde mi punto de vista, un auténtico defensor de la democracia y la libertad, y un excelente fotógrafo documental. También ha realizado a lo largo de su vida varios cortometrajes.

Autorretrato de Danny Lyon.
Uso de una de sus fotografías para material de protesta contra la actitud de las fuerzas policiales en la represión de movimientos civiles.

Con respecto al viaje, no tengo más que decir. Un par de comentarios, aunque sean breves, sobre cuestiones que han surgido en estas dos semanas.

En el blog de Vantage nos hablan de cinco colectivos de fotógrafos, procedentes de centros educativos del Reino Unido, que nos comentan será interesante seguir en los próximos tiempos. Se trata de los siguientes:

XXI

Napier

Ocular

Fovea

UOS Degree Show

Es interesante conocer lo que hace la gente más joven en el mundo de la fotografía.

Finalmente, en Believe In Film, nos hablan del saber aparentemente desaparecido con el colapso de algunas empresas que en su momento fueron importante o lo fueron todo en su campo, y en este caso en el de la fotografía. Es el caso de Eastman Kodak, empresa casi sinónimo de fotografía en otros tiempos y que hoy está convertida en una sombra de lo que fue. Sin embargo, acumuló mucha experiencia y mucho saber, que están en riesgo de desaparecer. Afortunadamente, en internet se pueden encontrar mucchos documentos. En particular nos recomiendan buscar en archive.org los documentos de Eastman Kodak, y nos ofrecen los enlaces a siete de ellos, como ejemplos de documentos de interés. Dada la naturaleza de la página que lo hace, relacionados con el mundo de la fotografía argéntica y fotoquímica. Desde luego, hay para pasarse muchas hora revisando documentos de todo tipo.

Me despido con un ejemplo de la imaginación creativa de los habitantes de Winterthur, encontrada mientras caminábamos por la ciudad de vuelta a la estación de tren, camino de Kreuzlingen y Constanza.

Alternativa económica en película en blanco y negro de 400 ISO - Fomapan 400

Desde que empezó el año he ido probando una serie de películas en blanco y negro, y también alguna en color, con el fin de tomar una serie de decisiones definitivas sobre cuáles son las que me convienen habitualmente. Para la sensibilidad de 100 ISO, hace tiempo que llegué a una conclusión. La Fujifilm Neopan 100 Acros es la que más me gusta. Pero también es cierto que es bastante cara. Y absolutamente imprescindible pedirla por internet. Bien es cierto que de las pruebas realizadas en los últimos tiempos, para aquellas aplicaciones en las que me venga bien una película de sensibilidad media-baja pero que no tiene porqué ser tan nítida y precisa, me vale perfectamente la Fomapan 100 Classic. Si voy a usar cámaras muy antiguas, con objetivos poco nítidos, o voy a hacer fotografía estenopeica con carrete, no necesito la nitidez que ofrece la Acros. Tener en casa un stock de Fomapan 100 me puede convenir perfectamente. Por ese lado, prácticamente lo tengo decidido.

Ahora la cuestión es ver qué conviene hacer con el blanco y negro. Tradicionalmente he usado la Kodak Tri-X 400. El aspecto de las imágenes que ofrece me gusta mucho. Pero hay algunas cuestiones de la manipulación de la película que la hacen incómoda. Su estabilidad dimensional es mucho menor que otras marcas, y a la hora de ponerla en un escáner, por ejemplo, da mucho que hacer. Recientemente, he podido ir probando la Ilford HP5 Plus y la nueva Bergger Panchro 400. Ambas ofrecen unas fotografías cuyo aspecto me gusta, y estoy encantado con la capacidad para forzar la película de Ilford. Con lo cual esa película, en estos momentos, sería la de mi elección en esta sensibilidad. No es tan cara como la Acros; no obstante, he decidido darle una oportunidad a la Fomapan 400 Ultra por los mismos motivos que se la di a su hermana de 100 ISO.

He expuesto un total de cuatro rollos de formato 120 con dos cámaras, Fujifilm GS645S Wide 60 y Plaubel Makina 67. En condiciones de buena luz, la primera se comporta perfectamente. Pero en condiciones de luz difícil, el fotómetro parcial de la segunda es de mucho valor a la hora de obtener exposiciones perfectas.

Por lo tanto, el primer rollo, con luz de día del atardecer pero abundante, con una buena gama de tonos, la expuse con la Fujifilm a la sensibilidad nominal de la película, 400 ISO en un paseo por el Canal Imperial de Aragón a su paso por Zaragoza hasta los depósitos de Casablanca. Es posible que pusiese el fotómetro a un índice de exposición de 320, pero no lo recuerdo, no lo anoté. Pero es algo que hago con frecuencia con cámaras con fotómetros de medición integral o ponderada al centro, para evitar algún susto de subexposición.

La película la revelé con HC-110 durante 7 minutos a 20 ºC en una dilución B (1:32). Es la recomendación general para esta película a su sensibilidad nominal.

El resultado como podéis comprobar fue muy bueno. Cuando la luz es prácticamente ideal, es difícil que nada rinda mal. Fotos bien contrastadas, pero con buena gama intermedia de grises.

Al día siguiente salió nublado. Y tenía un compromiso con colegas de la fotografía de parte tarde. Así que cogí la Playbel Makina 67 y los otros tres rollos de Fomapan 400 Classic.

El primero lo expuse durante un paseo por la ribera del Ebro al atardecer. Ya digo que el cielo estaba nublado, la luz estaba justa, pero suficiente cuando empecé el paseo para exponer a 400 ISO. Aquí usé el fotómetro parcial de la Makina 67 con el fin de exponer siempre para las sombras, evitando las subexposiciones.

El revelado de este primer carrete fue al mismo tiempo que el anterior y en las mismas condiciones.

Como habéis podido ver, el resultado global fue también bueno, pero el contraste fue mucho más moderado. Porque así eran las condiciones de luz, con lo que las fotografías quedaron un poco más apagadas. Son negativos que se beneficiarían en el cuarto oscuro de un positivado en un papel de mayor gradación, o de algún ajuste en el procesado digital mejorando el contraste. Pero muy utilizables, con mucha información. Trabajando con negativos de 6 x 4,5 o 6 x 7 os aseguro que el grano no es un problema. Casi aparece decepcionantemente ausente. Con negativos sobre película de 35 mm la cosa será diferente.

Otra posibilidad sería dar un tiempo de revelado más largo, para conseguir un contraste mayor en ese punto.

Por ello, siguiente paso fue terminar el paseo por la ribera del Ebro con otro rollo de Fomapan 400 en la Makina 67, pero con un índice de exposición de 1600. Que luego sería compensado con un revelado en HC-110 dilución B (1:32) durante 12 minutos a 21 ºC. Las indicaciones oficiales hablaban de 13 minutos a 20 ºC, pero como la temperatura que obtuve a la primera fue un poquito más alta, ajusté el tiempo siguiendo las recomendaciones del revelador.

La luz había disminuido apreciablemente en intensidad a esas horas, y la verdad es que vino bien el ajuste en el índice de exposición. No obstante, mantuve una buena disciplina a la hora de exponer para las sombras, consiguiendo que estas no quedaran empastadas en los negativos finales. Y con un aumento general del contraste de los mismos que hace que tengan más pegada que los expuestos unos minutos antes a 400 ISO. Lo dicho. En situaciones de luz muy plana, el tiempo extra de revelado no le sienta mal a esta película desde mi parecer.

Nuevamente, el generoso tamaño de los negativos que ofrece la Plaubel Makina 67 hace que el grano no moleste casi nada.

El último rollo lo reservé para fotografiar en interiores o ya con el anochecer avanzado, casi la noche cerrada. También el índice de exposición en 1600 y revelado en idénticas circunstancias al anterior. En la misma cubeta, vamos.

De entrada un retrato.

Don Miguelón Sanz posaba feliz en la inauguración de la exposición del grupo El Click! en el Mantis Bar de la Calle Mayor de Zaragoza. Y cámara y película se comportaban perfectamente a la hora de retratar esa felicidad. He de decir que en alguna otra toma en esos interiores, pero en zonas peor iluminadas, donde mantuve la apertura y la velocidad de obturación para evitar trepidaciones, los negativos quedaron demasiado subexpuestos. La película se puede forzar, pero hay que darle suficiente luz. Recordad, exponed para las sombras. Colocar la medición en un punto de luz... pone en compromiso los resultados con esta película.

Ya en la calle, la tónica se mantuvo. Ha de llegarle un mínimo de luz a esta película para exponerla a un índice de exposición de 1600, si no sufre bastante. Y ahí sí que empieza a notarse mucho el grano en las sombras. De hecho, creo que no me atrevería a forzarla a 3200, cosa que sí hice hace poco con la HP5 Plus con buen resultado.

No está tan claro que me merezca la pena mantener un stock de la Fomapan 400 Ultra. Es más barata que la Ilford HP5 Plus, pero la diferencia es mucho menor que en el caso de las películas de 100 ISO. Y la HP5 Plus es muy fácil de encontrar por Zaragoza,... todavía. Por lo que ni siquiera hay que tener grandes cantidades en reserva. Pero bueno es saber que se puede contar con ella.

III Encuentro Analógico AFZ - Excursión a Muel (III); en blanco y negro a pleno sol

Poco queda que contar ya de la excursión a Muel en el marco del III Encuentro Analógico organizado desde la Asociación de Fotógrafos de Zaragoza (AFZ) (Facebook). Mañana empezaremos las tandas de trabajo en el laboratorio para aquellos que no pueden revelar sus fotografías en su casa, o para quienes deseen hacer copias en la ampliadora tradicional del cuarto oscuro.

Pero tras la visita a la ermita de Nuestra Señora de la Fuente, donde utilicé Ilford HP5 Plus con un índice de exposición de 3200, forzando en el revelado tres pasos, y junto con la pequeña y simpática cámara de un solo uso en color, seguí utilizando la Plaubel Makina 67. En esta ocasión con película Lomography Earl Grey 100, que no es más que la Fomapan 100 Classic de la que ya os hablé, pero envasada para los "lomográficos". Y más cara. Pero se puede encontrar en Zaragoza, cosa que la otra,... la tienes que encargar por internet.

En esta ocasión, el uso de la película no tuvo nada de especial. Con un día soleado, no precisamente la luz que más nos gusta a los fotógrafos, muy dura y plana, fuimos haciendo fotografías mientras recorríamos el Parque Municipal de Muel. Empezando eso sí por los alrededores de la ermita y la presa romana.

Es cierto que ha habido fotógrafos notables, recuerdo en estos momentos a Ansel Adams, famoso paisajista, teórico y práctico de la fotografía norteamericano, que no han dudado en usar las horas centrales del día a su favor con película en blanco y negro. Lo fundamental es controlar los fuertescontrastes y aprovecharlos para componer la imagen.

Lo cierto es que la Fomapan 100 Classic, se come bien el exceso de contraste y revelada en Kodak HC-110, dilución B (1:32), durante 6 minutos a 20 ºC, ofrece detalle tanto en las luces como en las sombras aun en estos días de luz dura si está bien expuesta. Y hay que recordar que exponemos para las sombras y revelamos para las luces.

Por cierto, era día de fiesta, parrillas y ranchos, celebrando San Jorge, patrón de Aragón.

En lo que se refiere a la exposición, la Plaubel Makina 67 es una cámara que nos permite mucho dominio de la situación, ya que dispone de una medición parcial en el centro del encuadre. Por lo tanto, no es difícil medir para las sombras, asegurando que no se te queda el fotograma escaso de luz. Eso sí, para sacarle partido a estas cámaras con medición parcial, hay que saber leer la luminosidad de la escena, para saber dónde medir. No son cámaras para novatos. Aunque un novato que se vea obligado a aprender con una cámara de este tipo puede alcanzar una alto nivel de comprensión de la luz y de cómo medirla.

Por supuesto, habiendo una cascada, hubo que probar alguna exposición prolongada, lo que fue más sencillo aprovechando que llevaba un filtro rojo que se come tres pasos de luz.

Este filtro rojo debería habernos proporcionado cielos más densos y mayor contraste en la escena, al bloquear las longitudes de onda medias y cortas del espectro luminoso. Sin embargo, su efecto en los paisajes fue muy moderado.

Sí se produjo cierto oscurecimiento del cielo con respecto a las fotografías sin filtro, pero no de forma espectacular. Tendré que revisar la curva espectrográfica de la película para entenderlo mejor. O quizá mi filtro rojo de 58 mm, que tiene muuuuuuuchos años, igual no es de la mejor calidad y deja pasar una variedad de longitudes de onda mayor de lo que aparenta. No sé.

Llegado el momento, es decir al llegar al final del parque y comprobar qué hora se nos hacía, aprovechamos para hacer las últimas fotografías, los rollos de 120 se acaban enseguida con los 10 negativos de 56 x 68 cm que ofrece la Makina 67.

Terminamos haciendo una tertulia final mientras nos refrescamos con unas cervezas, hizo casi calor, y nos emplazamos hasta la próxima ocasión.

III Encuentro Analógico AFZ - Excursión a Muel (II); en blanco y negro forzado

Segunda parte de mi crónica fotográfica sobre el III Encuentro Analógico en la Asociación de Fotógrafos de Zaragoza (AFZ) (Facebook).

Si en la primera parte os mostraba las fotografías en color que realicé en el Parque Municipal de Muel y os contaba mi experiencia al usar una cámara de un solo uso para realizarlas, en esta segunda parte empezaré a hablar de las fotografías en blanco y negro. Como ya había visitado con anterioridad el lugar, planifiqué el uso de carretes en blanco y negro de acuerdo al previsible orden en que íbamos a hacer la visita al lugar; dejar los coches cerca de la ermita de Nuestra Señora de la Fuente, visitar la ermita con sus pinturas de Goya y luego pasear por el parque.

La ermita está muy aseada, muy cuidada, y sus principal atracción son las pinturas que se encargaron a un joven Francisco de Goya para decorar las pechinas la cúpula que cubre el crucero. Vamos que si la ermita tiene hasta un crucero, os hacéis a la idea de que no es un ermita pequeñita de las que hay perdidas por el monte. Como pudisteis ver en las fotografías en color, se encuentra sobre una presa de origen romano.

De todos modos, lo que más curioso me parece siempre es el cartel indicando el nivel donde llegó una avenida del río Huerva en 1765, que pasa por el pueblo, y que implica una cantidad de agua de carácter notable. Difícil de imaginar para quienes conocemos el aspecto tradicional de este río.

Desde el punto de vista fotográfico, la característica más notable es que la luz es más bien escasa. Sin utilizar el flash y en un encuentro de fotografía argéntica, este implica dos posibilidades. O lo prevés con mucho tiempo y buscas y encargas película de muy alta sensibilidad, que no vas a encontrar en estos momentos en Zaragoza con facilidad, o te dedicas a forzar alguna película más fácil de encontrar y popular.

Esta es la opción por la que opté yo. Aunque normalmente en la gama de los 400 ISO mis películas habituales son la Kodak Tri-X o la Ilford XP2 Super, últimamente estoy probando y cambiando costumbres. Y la película que tenía disponible y con ganas de probar forzando un par de pasos era la Ilford HP5 Plus.

Me llevé como cámara para blanco y negro la Plaubel Makina 67, cámara de formato medio que adquirí en Hong Kong, aparentemente en un estado excelente. Pero pronto empecé a observar una vez que la empecé a utilizar, que se producían filtraciones de luz a través del sistema de fuelle del objetivo retráctil, que es bastante luminoso para ser formato medio, un Nikkor 80 mm f/2,8.

Envié la cámara ha reparar hace unas semanas y me llegó lista para usar pocos días antes de la excursión a Muel. Así que era la ocasión para reinaugurla. Y en primer lugar, por lo tanto le puse un carrete de HP5 Plus, con la intención de exponerlo a un índice de exposición (IE) de 1600 en lugar del 400 nominal de la película. Pero cuando empecé a medir la luz con el fotómetro de medición parcial de la cámara, me di cuenta que con un IE de 1600 iba a ir muy justo. Tendría que usar velocidades de entorno a 1/30 segundo. Puede que quedasen bien, pero con un objetivo de este tipo había un cierto riesgo de quedase trepidadas. Así que al final usé un IE de 3200.

Por lo tanto, he tenido que forzar la película en el revelado nada menos que tres pasos. Según el Massive Dev Chart, con el revelador HC-110 de Kodak a una dilución A de 1:16 (o 1+15, como también podéis ver escrita), esto supone 9,5 minutos a 20 ºC. Agitación, la que uso habitualmente; continua durante los 30 segundos iniciales y luego cinco inversiones cada minuto. Curiosamente, al revelar otro carrete que no tiene que ver con este proyecto posteriormente, me he dado cuenta de que la columna de mercurio del termómetro esta ligeramente fragmentada, por lo que la temperatura real del agua debía de estar entre 21 ºC y 22 ºC. No sé cuantos días lleva así, porque los fragmentos del mercurio están discretamente agazapados en un extremo del termómetro. Tengo que agenciarme otro. El de reserva también tiene la columna de mercurio fragmentada, y peor. El caso es que puedo llevar días o semanas revelando a más temperatura de la debida. En cualquier caso, ese extra energético no me venía mal en esta ocasión.

El resultado lo podéis ver aquí. En general, he obtenido una gama tonal bastante agradable. Y como utilizaba la medición parcial de la cámara apuntando a zonas oscuras, tan apenas hay zonas con negros bloqueados, y no molestan. Creo que mi técnica global ha sido bastante buena. Me ha sorprendido lo discreto del grano. Pero eso puede deberse también al efecto de la limitada ampliación al escanear un negativo de 66 x 53 mm. Con un negativo de 36 x 24 mm el grano sería mucho más conspicuo.

Por supuesto, los colores de las pinturas de Goya no han quedado correctamente restituidos. Cosas del blanco y negro. Pero la experiencia está bien. Me he basado para realizarla en la de Matt Day como la cuenta en un vídeo de su canal de Youtube, que os dejo aquí puesto. En inglés, "sorry".

Y con esto me despido hasta la tercera parte de mi crónica fotográfica del encuentro.

Aproximándonos a las flores (2) - Las flores de Gardeniers en el taller de AFZ

A principio de semana comencé esta miniserie de dos artículos dedicada a la fotografía de aproximación de flores con película tradicional en blanco y negro. Algo más difícil de lo que parece. Especialmente, por la capacidad que hay que tener para prever los resultados. Más difícil que en escenas callejeras, retratos o incluso paisajes. Desde mi punto de vista.

También os conté hace unas semanas la experiencia del taller de macrofotografía organizado por la Asociación de Fotógrafos de Zaragoza (AFZ) (Facebook), impartido por Pedro Javier Pascual. Ya entonces comentaba que además de mi habitual equipo macro Pentax digital, me llevé también una cámara de película tradicional. De esto quiero hablar en esta ocasión. Aunque recordaremos primero algunas de las fotografías tomadas con la cámara digital, para contrastar con lo obtenido con la película argéntica en blanco y negro.

La cámara que me llevé con película tradicional fue la Pentax MX, cargada con un carrete de Ilford XP2 Plus, expuesta a índices de exposición de entre 200 y 400, siendo este último su sensibilidad nominal en valores ISO. Os recuerdo que la cámara Pentax MX es una pequeña réflex totalmente mecánica, las pilas sólo alimentan su fotómetro a través del objetivo, que vio la luz a mediados de los años 70 y que es una delicia de usar.

Por supuesto, la utilicé con el Pentax SMC-A 100/4 Macro que también usé con la Pentax digital. Son totalmente compatibles. Aunque esta cámara por su naturaleza no admite modos de exposición automáticos. Tienes que ajustar tu mismo los valores de apertura y velocidad de obturación.

La cuestión es que si estás acostumbrado a trabajar el macro con digital, la experiencia no tiene nada que ver. En digital, te acercas al sujeto, compones y... si tienes un trípode y el sujeto está quieto, puedes hacer una par o tres de fotos para asegurar la cosa y ya está. Si no tienes trípode, harás más, para intentar asegurar que pequeños movimientos hacia adelante y hacia atrás no dejen fuera de foco lo que te interesa. Te mueves con profundidades de campo mínimas.

Pero con la película... o eres muy afortunado, o intentas asegurar la foto en uno o dos fotogramas... porque si no empieza a salir caro. Desde luego, la opción del trípode es la más razonable. Luego está la cuestión de la sensibilidad. Las modernas tecnologías digitales aseguran resultados nítidos con ISOs relativamente altos. Pero si estás obligado a disparar a IE 400, o tirar más alto con más grano perdiendo el precioso detalle de los pequeños objetos de la macrofotografía...

Por lo tanto, el planteamiento estético tiene que ser distinto. Jugar con los desenfoques, resaltar un detalle, jugar con las tonalidades y los contrastes. Si en esta prueba lo he conseguido o no... eso lo  tendréis que decir vosotros. No es fácil. Hay que trabajarlo y tirar muchos carretes antes de que los resultados empiecen a salir como uno quiere. Y los filtros. No me llevé filtro. Pero es evidente que hay que jugar con los filtros de colores para modificar los contrastes de las imágenes.

En fin, no me voy a enrollar mucho más. Ved las fotos y vosotros diréis si os gustan. En cualquier caso, las experiencias siempre son interesantes... y bueno, podemos echar un vistazo también a las buenas gentes que me acompañaron y que con interés se aplicaron a la tarea. También en blanco y negro argéntico.