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Dos Harman de un solo uso con Ilford HP5 Plus en Tokio

Siempre me lío con el nombre de la empresa que fabrica o posee el fabricante de las películas fotográficas Ilford y que además también fabrica algunas cámaras fotográficas bajo la marca Harman. Nunca sé si es Harman la que posee la marca Ilford (y otras como Kentmere), o si es Ilford la que posee la marca Harman y otras. Da igual. El caso es que las cámaras fotográficas se venden en la actualidad bajo la marca Harman. Y entre ellas un par de modelos de cámaras de un solo uso. En realidad es un único modelo de cámara de un solo uso, que se vende cargado con dos tipos de película en blanco y negro distintas; las cámaras que vienen con un carrete de Ilford XP2 Super 400, para revelar en proceso C-41, similar al de las películas negativas en color, y las que vienen con un carrete de Ilford HP5 Plus 400, para revelar en los procesos tradicionales de revelado de películas en blanco y negro.

He usado en varias ocasiones la variante con película Ilford HP2 Super 400, y en ocasiones de forma muy satisfactoria. Pero recientemente, en un viaje a Japón, he tenido la ocasión de usar la variante con Ilford HP5 Plus 400, que tiene unas características muy distintas.  

Senso-ji, Asakusa
Senso-ji, Asakusa

Comentaré los antecedentes. Mi idea era llevar a Japón, junto con mi equipo fotográfico digital, una cámara para película tradicional, la Minox GT-E, con varios carretes de película, casi con toda seguridad Ilford HP5 Plus 400. Las tenía preparadas, las dejé 24 horas de salir de viaje sobre una estantería, cámara y películas, pero... a última hora se me olvidó incluirlas en la mochila de viaje. Me di cuenta al llegar a Osaka. Y en ese momento me planteé varias alternativas. Por supuesto, olvidarme del tema y dedicarme en exclusiva a la fotografía digital. Otra posibilidad era encontrar un garito de segunda mano donde pillar una cámara compacta de segunda mano con poco gasto y comprar película, que no es difícil en las grandes ciudades japonesas. Pero había que perder tiempo buscando donde comprarla. O desplazándome al lugar donde estaba la tienda de zarrios baratos pero funcionantes. También estaba la posibilidad de comprar cámaras de un solo uso. En Yodobashi Camera o en Bic Camera, comercios que están en todas las grandes ciudades japonesas era seguro que iba a encontrar. Pero llevar seis o siete cámaras desechables es un incordio... así que opté por una solución de compromiso. Comprar un par de cámaras desechables Harman en Tokio para los dos días y medio que estuvimos visitando la capital japonesa. Si en Yodobashi Camera de Osaka hubiera encontrado, la Lomography Simple Use Camera, que básicamente es una cámara sencilla como las de un solo uso, pero que permite recargar con nuevos carretes, esa hubiese sido también una opción. Pero no tenían. En Tokio, después de comprar las dos cámaras de uno sólo uso la encontré,... pero en ese momento ya no me interesaba. Y además, antes de recargarla, tienes que terminar el carrete de negativos en color que lleva y que no me interesaba.

Asakusa
Jardines imperiales

Así pues, cuando llegamos a Tokio, donde pasamos las tres últimas noches del viaje, compré un par de Harman Single Use Ilford HP5 Plus 400. Y me dispuse a disfrutarlas.

Pronto me di cuenta que no lo iba a tener fácil. Estas cámaras ofrecen mejores resultados si hay buena luz. Con una apertura fija de aproximadamente f/10 y una velocidad de obturación que estará en 1/100-1/125 segundo, pueden ir tirando con buen tiempo o con tiempo nublado. Pero si el nublado es muy profundo o te mueves entre calles donde llega la luz con menor intensidad, la cosa se complica. Además, con tiempo nublado, el contraste en la calle puede ser muy bajo. Por ello decidí que la usaría con la idea de darle un revelado extendido, como si la estuviese forzando a un índice de exposición de 1250-1600. Más por aumentar el contraste que por otra cosa. Al fin y al cabo, por mucho que fuerces el revelado, donde no llegan fotones... no hay nada que hacer.

Línea Yamanote
Tren a Odaiba

Así lo hice. La mayor parte del tiempo tuvimos un tiempo nublado con escenas con poco contraste, aunque hubo algún momento de tiempo soleado, aunque nunca con un sol muy fuerte y de tonos muy contrastados. Revelé los dos carretes en Kodak HC-110, dilución A (1 + 15), durante 5 minutos a 20 ºC, lo que viene ser equivalente a un revelado n + 1 2/3. Es decir, sobre el revelado recomendado para un índice de exposición para su sensibilidad nominal de ISO 400, resituar los tonos medios en un paso y dos tercios más de exposición, las altas luces aún se van más allá... y las sombras,... que se queden donde hayan podido llegar durante la exposición. Por supuesto, un resultado colateral del aumento del tiempo de revelado recomendado es tener un grano más aparente de lo que hubiésemos tenido a su sensibilidad base.

Shibuya
Shibuya

El resultado final es aceptable. Pero tengo la sensación de que el menisco de plástico que usan como objetivo estas cámaras ha empeorado en su calidad desde que usé cámaras similares para XP2 Super hace algo más de un año. En aquella ocasión, la imagen era razonablemente nítida en el centro con una nitidez degradada de forma notable pero aceptable en los bordes y las esquinas. En esta ocasión, tengo la sensación de que la nitidez en bordes y esquinas empieza a degradarse antes, más cerca del centro del fotograma, y es más acusada. Como el revelado y el digitalizado no son comparables, quiero ser prudente con esta valoración. Aquellas cámaras de hace año y medio las revelaron en Carmencita Film Lab en proceso C-41 y las escanearon con un escáner profesional. En esta ocasión, aunque con mucho cuidado y esmero, el revelado es casero y los negativos los he digitalizado con mi Panasonic Lumix G9 y el objetivo macro de 45 mm, todo perfectamente controlado con niveles, para conseguir un paralelismo adecuado entre el sensor de la cámara y el negativo. En ambos casos, partimos de negativos con una resolución de 40 megapíxeles.

Meiji Jingu
Meiji Jingu

¿Seguiré usando este tipo de cámaras en el futuro? Mmmmmmm... No de forma sistemática. Son divertidas. Pero generan muchos residuos, muchos de ellos de plástico. Y el planeta no está para estas alegrías. Ilford-Harman están a punto de sacar al mercado una cámara con las mismas características, pero reutilizable. Pero... puestos a utilizar algo reutilizable, prefiero usar algo con una lente más digna y con mayores capacidades de intervención en la exposición. Es decir, en la próxima ocasión intentaré no olvidarme la cámara que ya tengo.

Ginza

En Berlín, Weimar y Brunswick - Pentax MX + Ilford XP2 Super 400

De alguna forma, lo que tengo que contar hoy aquí no es una novedad. En los últimos años ya me he llevado cámaras para película tradicional en viajes, generalmente con película en blanco y negro. Y este es el segundo viaje que hago en el plazo de un año en el que la cámara principal es la cámara para película tradicional y no la cámara digital, que en esta ocasión, la Fujifilm XF10, ha sido la cámara de apoyo.

Después de la satisfactoria experiencia de hace un año en el lago Constanza y el Rin, parecería que repetir el equipo era lo más lógico. La Leica M2 con el Summicron 35/2 ASPH es capaz de ofrecer unas fotografías excelentes, sólo limitadas por la capacidad del fotógrafo. Un equipo discreto, con una óptica de muy alta calidad, con la rapidez que ofrece el enfoque por telémetro de coincidencia, o con la posibilidad de enfocar por zonas, gracias al campo de visión moderadamente angular de un 35 mm. Pero la Leica M2 tiene un pequeño contratiempo. No lleva un fotómetro incorporado. En el tipo de viaje que hice el año pasado, la cuestión no es especialmente importante. Con la mayor parte de las fotos en exteriores, y con una luz natural muy estable. Es muy fácil tirar de la regla "soleado f/16", que nos dice que si una película tiene una sensibilidad ISO ###, en exteriores con sol abundante en la espalda del fotógrafo la exposición correcta será un diafragma f/16 y una velocidad de obturación de 1/### segundos. A partir de ahí es fácil estimar otras situaciones de iluminación al aire libre. El sol lateral o  velado o cuando empieza a caer sobre el horizonte al atardecer, aumentamos un paso la exposición según la regla base. Si se nos nubla, aumentamos dos pasos. En la sombra con sol despejado o si llueve, aumentamos tres pasos. En calles en sombra muy estrechas, aumentamos cuatro pasos... Y otras situaciones que vas aprendiendo con el tiempo.

Pero en Berlín, en un entorno urbano diverso, con luces más cambiantes, con interiores o semiinteriores bien iluminados pero en los que es más difícil establecer la equivalencia, que la cámara lleve un fotómetro incorporado y fiable es importante. También es importante que tenga un tamaño contenido, como la M2. La Pentax MX reúne estas condiciones. Es un poquito más grande, por culpa del relieve del pentaprisma sobre la parte superior de la cámara. Hablando de objetivos, el SMC-M 28/3,5 y el SMC-A 50/2 que me llevé, son más grandes que los objetivos de Leica. Pero son bastante contenidos de dimensiones. Y desde luego no tienen el prestigio de la calidad óptica del Summicron mencionado, ni de lejos, pero eso no quiere decir que sean malos objetivos. En absoluto. A diafragmas entre f/4 y f/11 dan una calidad asumible por cualquiera, y son usables a plena apertura. El equipo me quedaba los suficientemente contenido en volumen y peso, que hasta me animé a echar en la mochila el SMC-A 100/4 Macro. Aunque lo he usado poco.

Como material sensible, lo que me suelo llevar a los viajes últimamente es la Ilford XP2 Super 400, que con su revelado cromogénico, me ofrece bastante nitidez y un grano contenido. Especialmente porque la expongo a un índice de exposición de 200 cuando hay luz suficiente. Y sólo subo a IE 400, la sensibilidad nominal de la película, o a IE 800, el límite recomendado de subexposición, cuando no queda más remedio por las circunstancias de la luz. En esas condiciones, el grano aumenta, pero siguen siendo fotografías aprovechables. Hasta tal punto me merece confianza el equipo, que solicité de Carmencita Film Lab el revelado con escaneado XXL, que me proporciona ficheros digitales con una resolución espacial próxima a los 40 megapíxeles, por si alguna de las fotos me apetece ampliarlas a buen tamaño. Si ningún problema para una ampliación a 70 x 50 cm, no con las fotos tomadas en situaciones más precarias, pero sí en las realizadas con buena luz y buena nitidez. Incluso, teniendo en cuenta que las grandes ampliaciones se contemplan a distancias mayores, he comprobado que se podría llegar al 90 x 60 cm sin ningún problemas. Es un mito lo de que necesariamente hay que imprimir a 300 o 360 píxeles por pulgada, y 200 píxeles por pulgada o 80 píxeles por centímetro pueden ser aceptables cuando se gestiona bien el archivo y la impresión.

También me llevé un par de filtros Heliopan, un Yellow 8 y un Red 25, para mejorar el contraste. El filtro amarillo lo usé casi con carácter general, desapareciendo del frontal del objetivo sólo cuando la luz se hacía escasa y todos los fotones eran bienvenidos. El filtro rojo lo reservé para tomas en exterior en los que encontré especialmente importante destacar las nubes del cielo azul, o donde quise mejorar la separación de los tonos de color, que hubieran tendido al gris uniforme sin el filtro. No me llevé filtros el año pasado, y lo lamenté en varias ocasiones.

En general estoy satisfecho. Aunque en general acabas obteniendo unas fotografías bastante contrastadas. Gracias a la sobreexposición de un paso en la mayor parte de las fotos, por el IE 200, muy luminosas. Pero me estoy planteando introducir modificaciones en un futuro cercano. En menos de cuatro semanas estaré de viaje a Japón, donde me llevaré un cámara para película tradicional como cámara secundaria. Probablemente la Minox 35 GT-E, que es muy compacta y capaz. Aunque es posible que me lleve un stock de película Ilford HP5 Plus en lugar de la XP2 Super 400, para conseguir un contraste menor y mayor riqueza tonal. Probablemente, si intuyo que las fotos van a merecer la pena, también confiaré el revelado y, sobretodo, el escaneado a un servicio comercial. A mí no me quedan mal. Pero las fotos son demasiado preciosas como para arriesgarme a un desliz en mis métodos caseros. Pero de todo eso ya os contaré dentro de un tiempo.

Decididamente, la Fujifilm XF10 es una cámara fallida, hasta cierto punto

Comentaba hace casi tres meses la cualidades, positivas o negativas, de la Fujifilm XF10, cámara digital compacta, de focal fija y de objetivo no intercambiable, que se ha convertido en este tiempo en mi cámara acompañante. Bloc de notas, cámara secundaria... siempre a mano. Siempre me ha gustado tener una de estas cámaras.

Cuando la inauguré ya adelanté su pros y sus contras.

Entre sus pros, el precio asequible, la excelente calidad de imagen, un buen objetivo y un tamaño bolsillero.

Entre sus contras, la carencia de estabilizador de imagen, la ausencia de visor óptico, hay que depender de la pantalla trasera, una duración de la batería muy mejorable, lenta de reacciones y con una ergonomía que me parecía aceptable pero mejorable.

En China no la usé mucho, y aun así me proporcionó algunas de las imágenes más notables del viaje. Pero se notaba mucho la diferencia en la comodidad de uso entre la Panasonic Lumix G9, donde todo está donde debe estar, y la Fujfilm XF10... donde a veces sucedía cosas raras, como encontrarte con una configuración distinta de la que te habías encontrado.

Estoy pronto a salir de viaje, una pequeña escapada de pocos días a Berlín. Mi intención era hacer como el año pasado en el lago Constanza, pero de forma más extrema. Llevar como cámara principal una cámara para película tradicional con unos cuantos carretes de Ilford XP2 Super 400, y una digital para momentos concretos en los que el color o la manipulación de la imagen se impusiesen. Por ello, en las últimas semanas he estado tratando de familiarizarme más con la Fujifilm.

Pero el resultado es que, a unas horas de salir, todavía no he decidido el equipo. Los problemas de ergonomía de la XF10 son mayores de lo que pensaba, y no me estoy acostumbrando a ellos. La lentitud, la indecisión, muy grande, en el enfoque, que en ocasiones se palía con el modo de enfoque fijo en la hiperfocal, y los defectos de en la ergonomía, por ejemplo, me cuesta horrores leer la información disponible en la pantalla trasera, tanto por lo diminuto de letras y gráficos, como por las pérdidas de contraste en situaciones de luz ambiental intensa,... todos estos problemas hace que no me haya decidido.

Acabaré llevándome la Lumix GF9 con la Minox 35 GT-E como complemento para película tradicional. O la Pentax MX con la XF10 como complemento digital. En cualquier caso, una cámara "grande" de objetivos intercambiables y una compacta. Dos "grandes", nunca. Quiero viajas muy ligero. En fin. Que la XF10 me resulta una cámara más fallida de lo que había supuesto. La aprovecharé unos años. Que no estamos para tirar el dinero. Pero... difícilmente recomendable. Fujifilm no deja de decepcionarme de vez en cuando.

A veces salen cosas decentes cuando metes la pata... o no - Holga 120N + Ilford Delta 3200

Ya lo he comentado otras veces. Los primeros domingos de mes, los museos municipales de Zaragoza son gratuitos. Y entre ellos, es el que es nuestro favorito para dar un paseo antes de la hora del aperitivo un domingo por la mañana, el Museo Pablo Gargallo. Adonde siempre me gusta llevar una cámara fotográfica. Escultura y fotografía son dos artes que maridan muy bien.

El domingo pasado decidí hacer un experimento. El problema es que no me preparé bien. O di por supuestas o por sabidas cosas que no estaban correctamente supuestas ni sabidas. Por mis recuerdo de otras ocasiones, tenía el convencimiento que con una Holga 120N y un carrete de Ilford Delta 3200 expuesto a un índice de exposicion de 3200, tendría luz suficiente para hacer fotos dentro del museo. Siempre dentro del aspecto de baja fidelidad que dan las cámaras de juguete como la Holga. Y eso que la versión 120N tiene lentes de vidrio y no de plástico.

Veamos... el problema de la exposición suficiente. La Holga 120N tiene dos posiciones de diafragma, "sol" y "sol con nubes". Y en el frontal del objetivo nos informa que la longitud focal del mismo es de 60 mm con una apertura máxima de f/8. La velocidad de obturación es fija, se supone que en torno a 1/100 de segundo. Hay quien duda de que haya cambios entre la posición "sol" y la "sol con nubes"... y en algún lugar en internet he leído u oído que ese cambio, si existe, es en la velocidad de obturación. No. Por lo menos no en mi copia de esta cámara. La velocidad de obturación es siempre la misma, pero si observas lo que pasa con ambas posiciones con la tapa posterior abierta, compruebas que la apertura varía de diámetro. Por lo que supondremos que "sol con nubes" es f/8 y "sol" es f/11.

La película Ilford Delta 3200... Si leemos en la página de Ilford vemos que le asigna una sensibilidad nominal de EI 3200/36 º. "EI" es exposure index, índice de exposición, y no hablan de ISO, que es el estándar habitual para hablar de la sensibilidad nominal de las películas fotográficas. En realidad, por lo mucho que ya se han analizado estas películas, en realidad es tiene una sensibilidad próxima a ISO 1000/31 º. Lo que sucede es que admite muy bien el revelado forzada, que para un IE 3200 estamos hablando de casi dos pasos de subexposición. Y aquí viene el primer aviso, la primera precaución que se me suele olvidar... ¡cuidado con las sombras y los objetos negros o muy oscuros! Que si no damos suficiente exposición quedan si dentalle. Un revelado forzado recoloca adecuadamente los tonos medios y las luces, pero no las sombras.

Veamos la siguiente suposición que di por buena, pero no comprobé. Tenía el recuerdo de haber realizado fotografías en el museo a IE 400, f/4 y velocidad de obturación 1/60 s. Si el IE lo subo 3 pasos, IE 3200, el diafragma dos pasos, f/8, la velocidad de obturación puedo acelerarla un paso más, 1/125. O 1/100,... como la Holga. Pues da. Se supone que con la Holga tienen que salir las fotografías en el museo. Pues a ello. Pero ya digo... no se me ocurrió ir a consultar los apuntes de otros carretes o los EXIF de fotografías digitales para comprobarlo... lo di por hecho. Ahora que a posteriori lo he comprobado... Pues he visto que en muchas de las fotografías he errado por dos pasos... de subexposición. Y en el caso de las sombras, el error puede ser de 4 pasos.

En resumen, salvo el claustro, más iluminado y las obras cercanas a las arcadas del mismo, que reciben más luz, el resto de las fotografías me han quedado excesivamente subexpuestas. Mi recuerdo se limitaba al de un alguna obra, situada cerca del patio central, que sí que recibe luz para esa exposición de f/4 y 1/60 s a IE 400. Pero el resto necesita cuatro veces más luz.

Datos del revelado,... Pues iba a ser con Kodak HC-110, dilución A (1+15), 8 minutos a 20 ºC. Pero ese día se había acumulado tanto calor en casa, que desde que enfríe el agua a 20 ºC (del grifo salía a 27 ºC) hasta que terminé de preparar el revelador listo para volcar en el tanque de revelado, la temperatura del líquido había subifdo a 21,5 ºC. Así que el tiempo de revelado final fue de 7 minutos.

En fin... a lo largo del artículo os he ido mostrando alguna cosa de lo que he podido salvar. Intentar aumentar en tratamiento posterior digital la luminosidad y el constraste más de lo que he hecho hubiera supuesto que el grano ya notable de una película de esta sensibilidad forzada hubiese parecido como un conjunto de balones de playa de Nivea. En fin... para la próxima, ya lo sé. En realidad ya lo debía haber sabido. Pero cuando a uno lo amodorran los calores del verano, el cerebro se derrite, y el pensamiento divaga.

Una nueva compacta para llevar encima - Fujifilm XF10

De la misma forma que después del viaje a Corea del Sur, o durante ese viaje, entré en crisis con mi cámara principal para viajes, que desembocó en la compra varios meses más tarde de la Panasonic Lumix G9, desde hace un tiempo he entrado en crisis con mi cámara digital compacta de llevar encima. Todo empezó, más o menos entre el viaje por vacaciones a Taiwán y el viaje por trabajo a Granada.

Japón, 2014, fue el último destino al que viajaron las Panasonix Lumix LX/Leica D-Lux con captor de imagen pequeñito. Si había buena luz, no iban mal. Pero con poca luz, quedaban muy limitadas.

Siempre he tenido una cámara ligera, muy ligera a ser posible, pero que proporcione buena calidad de imagen, como soporte, sustituta o alternativa en determinadas situaciones a mi cámara principal. Durante mucho tiempo también reunía una condición; era, en comparación con mi cámara principal, barata. Si me la robaban, se rompía, se extraviaba o lo que fuese,... no había mucho problema. Durante un tiempo fueron las Panasonic Lumix de la serie LX o sus variantes Leica de la serie D-Lux. Pero en sus primeras declinaciones eran cámaras de sensor pequeño, con limites en su calidad, y en sus últimas declinaciones son cámaras caras. Y se pueden llevar en el bolsillo de un chaquetón, pero no en el bolsillo del pantalón.

París, 2014, fue el primer destino para la Leica D-Lux (Typ 109), con captor tipo micro cuatro tercios, que me ha dado muy buenas satisfacciones. Pero cada vez me cuesta más controlar bien la cámara. A pesar de que la calidad de imagen sigue siendo estupenda, y de su buen sistema de estabilización de imagen.

Es cierto que la Leica D-Lux (Typ 109) me ha prestado buenos servicios. Y cuando he realizado viajes cortos ha ejercido de cámara principal o única con competencia. Pero con sus cinco años, ya acusa la edad. Algunas de sus ruedas y botones empiezan a ir mal. Es un problema perenne de las Panasonic pequeñitas. Las ruedas moleteadas y algunos botones se estropean o funcionan mal al cabo del tiempo con facilidad. También me ha pasado con la Panasonic Lumix GM5, que me regalaron hace cuatro años. La rojilla me da demasiados quebraderos de cabeza.

Corea del Sur, 2017, hizo que mi pequeña Lumix GM5 tomara protagonismo, por los periódicos fallos de obturador de la Olympus OM-D EM-5. Pero también mostró que estas pequeñas cámaras de Panasonic no están preparadas para un uso intenso, y alguna de sus ruedas moleteadas empezó a fallar, sin que los intentos de reparación sirviesen para nada a medio plazo.

Otro problema es que, cualquier sustituto de estas en la actualidad supone un desembolso por encima de los 900 euros. Y dado que no son cámara destinadas a durar para siempre... me hacía duelo el gasto. Empecé a pensar en buscar en si podía haber una solución razonable por menos de 500 euros. Sólo parecía haber una. La calidad de imagen estaba prácticamente garantizada. La cámara es bolsillera. El objetivo no se puede intercambiar y es de focal fija. Y otras limitaciones que a continuación mencionaré. Pero es que, si estabas atento a la oferta se podía conseguir por menos de 450 euros, aunque su precio formal fuese algo superior, pero inferior a ese límite de los 500 euros. Así que os presento a la...

Fujifilm XF10

Empecemos por lo positivo. La Fujifilm XF10 es una cámara con un sensor de lo llamados de formato APS-C, de 23,6 x 15,8 mm, apreciablemente más grande que los micro cuatro tercios, con 24 megapíxeles de resolución espacial en sus ficheros de 6000 x 4000 píxeles. Las dimensiones del fotograma tienen una relación 3:2, yo prefiero últimamente la relación 4:3, pero con esa resolución espacial, si recorto un poco, aún me quedan unos 21,3 megapíxeles, que la sitúa al nivel de la Lumix G9 que uso como cámara principal. La óptica, un 18,5 mm f/2,8, tiene una muy buena reputación. Es equivalente, aproximadamente, a un 27 o 28 mm en el formato completo. Algunos la consideran demasiado angular. De hecho, su hermana mayor, la Fujifilm X100F lleva el equivalente a un 35 mm. Y es un f/2. Pero cuesta tres veces más dinero. Por otra parte, muchas veces llevo como objetivo montado en las Lumix el G 14/2,5 ASPH o el DG Summilux 15/1,7 ASPH, que son focales muy cercanas, y no me suponen ningún problema.

Por supuesto, ya la he empezado a usar. Y aunque todavía me queda un poquito para familiarizarme con ella, la calidad de imagen está fuera de toda duda.

Entre los defectos de la cámara... no son defectos, son limitaciones acordes a su nivel de precio,... encontramos los siguientes. No está estabilizada. Tampoco la X100F que cuesta tres veces más. No está protegida contra la intemperie. ¿Alguna con este nivel de precio lo está? La luminosidad máxima es f/2,8... bueno, un paso más en la X100F... cuesta tres veces más. Y no tiene visor. Hay que tirar de la pantalla trasera. Es quizá el dato que más me ha costado aceptar, y el principal motivo que hace que me pueda arrepentir de la compra. Sinceramente, es lo que más me ha hecho pensármelo. Ya veremos... También me dicen que tiene "el problema" de que el sensor de esta Fuji no es X-Trans... Nunca he usado uno de estos, siempre he usado sensores con matriz Bayer vulgar y corriente y nunca he sentido que fuera un problema.

La sensación inicial es que está construida con bastante más solidez que los modelos pequeños de Panasonic. Salvo por el hecho de que no está protegida contra las inclemencias del tiempo, su construcción parece cercana a la Olympus OM-D E-M5 y sólo algo por debajo de la Lumix G9. Aunque la diferencia de precio indica que debería ser más endeble. Evidentemente, con esos 425 euros que ha costado supone una serie de compromisos. Pero para la calidad de imagen que puede procurar, es lo más barato con mucha ventaja que se puede conseguir.

El hecho de que sea una focal fija, gran angular, no me supone ningún problema. Es simplemente una cuestión de adaptarse a las fotografías que puedes hacer, y hacerlas bien. Como con cualquier cámara fotográfica. Lo bueno no es tener una cámara que pueda hacer cualquier tipo de fotos, sino sacarle el máximo partido a las limitaciones de la cámara que tienes. Eso marca la diferencia entre un buen fotógrafo y otros no tan buenos. Así que si las fotos no son buenas... no le echéis la culpa a la cámara. Soy consciente que hace tiempo que no llevaba como cámara secundaria una cámara con este concepto. Pero ya me adaptaré. De momento, se estrenará en China en los próximos días. Ya os contaré.