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Zenit-E - un carrete de Fujifilm Acros 100 antes de fenecer

Comentaba hace unos días mi compra de la cámara soviética, fabricada en la época de los Juegos Olímpicos de Moscú 1980, la Zenit-E. Ya comentaba que después de comprarla detecté problemas con el obturador, por lo que había probado el objetivo, Industar-50-2, con la Canon EOS 5D Mark II, pero no había tenido ocasión de probar la cámara.

Recordemos el aparato con su objetivo...

Por lo que he podido leer, el conjunto del mecanismo que arma el obturador y la cortinilla de tela del mismo son bastante delicados. En principio, yo no hice la maniobra que causa la mayor parte de los problemas. Gracias a mi familiaridad con una mucho más prestigiosa Leica IIIf, sé que el ajuste de la velocidad de obturación para la fotografía hay que hacerlo después de avanzar la película al mismo tiempo que se arma el obturador. Si se ajusta la velocidad de obturación antes en la Zenit-E parece que hay un grave riesgo de que la cortinilla del obturador se desajuste. Yo digo que no hice esa maniobra, porque a pesar de ser un cámara fabricada en torno al año 80, su rueda de velocidades de obturación parece más propia de las cámaras de mitad de siglo XX. Sin embargo, al ajustar la posición "bulb", "B", empezaron los problemas. No obstante, el sábado por la mañana conseguí que volviese a funcionar.

En tal estábamos, que le puse un carrete de Fujifilm Acros 100, le monté el Industar-50-2 y, aprovechando que la mañana estaba con nubes y claros y la luz no era muy dura a pesar de estar cerca del mediodía, me fui a hacer unas fotografías por los alrededores del Tercer Cinturón de ronda de Zaragoza y el camino de Miraflores.

El revelado lo hice según los tiempos recomendados con Tetenal Ultrafin Plus durante 6 minutos y medios, con agitación durante un minuto y posteriores agitaciones suaves durante 5 segundos cada 60 segundos. Nunca he sido partidario de la agitación muy fuerte. Y menos con una película de grano fino con amplia gradación de grises, que no conviene estropear con meneos exagerados.

El fotómetro de la Zenit-E es un fotómetro de selenio, que no necesita pilas, y que se encuentra sobre el objetivo. No tiene medición a través del objetivo. Como suponía, la célula de selenio se encuentra bastante agotada y aunque da una medición, esta produciría una sobreexposición muy importante. Como olvidé coger el fotómetro de mano, optó por estimar la exposición.

Ya sabéis... si el cielo está despejado y soleado, la exposición correcta para una película de ISO 100 como la Acros sería f/16 y 1/100 s o cualquier otra combinación equivalente. Como la Zenit-E no tiene posición 1/100 s, con ajustar 1/125 s, que es la más cercana ya es suficiente.

Como podréis comprobar en las fotografías que acompañan esta entrada, estuvo nublado la mayor parte del tiempo, por lo que siguiendo la regla cerré el diafragma dos pasos, y en la mayor parte de las ocasiones usé f/8 y 1/125 s, o combinaciones similares según la gestión de la profundidad de campo que quisiera hacer. Es decir, f/11 y 1/60 s o f/5,6 y 1/250 s serían combinaciones igualmente válidas.

Como el visor de la Zenit-E no es muy bueno, durante la mayor parte del paseo utilicé el enfoque por zonas o en la hiperfocal gracias a la útil y generosa escala de profundidades de campo que proporcionan los 300 º de giro de la rueda de enfoque del Industar-50-2. Salvo en casos en los que se necesiten profundidades de campo pequeñas o lugares con poca luz, lo mejor es disparar con este objetivo a f/8, apertura a la que da una calidad razonable. Por debajo de f/5,6, las esquinas se degradan mucho aunque el centro del fotograma sigue siendo muy aprovechable. Entonces lo mejor es usar el f/3,5 y el f/4 sólo cuando esas zonas vayan a estar desenfocadas por la escasa profundidad de campo, o si no queda más remedio.

Al final de la jornada, y tras el revelado del carrete tal y como he indicado, me encontré con unos excesivamente densos pero perfectamente explotables, que se han digitalizado en el Epson Pefection V600 Photo sin problema. Probablemente el obturador de la cámara no es nada preciso, ya he comentado que daba problemas, y ofrece velocidades de obturación más lentas de las que promete.

Finalmente, una vez en casa, después de extraer el carrete, volví a colocar si darme cuenta el control del obturador en posición "B",... y la cortinilla del mismo volvió a fallar. Y esta vez parece que de forma definitiva...

Mala suerte. Pero el objetivo me ha sorprendido porque da bastante mejor calidad de imagen de la que pensaba. He enviado un carrete en color a Carmencita Film Lab tomado con este objetivo y la Pentax MX con un adaptador. A ver que tal queda. Pero la combinación es extremadamente compacta, y más cómoda de utilizar que el 40/2,8 "Pancake" de Pentax... que será mejor objetivo, pero tampoco es el mejor conjunto de lentes que ha juntado Pentax, y es más incómodo de usar al enfocar. Ya os contaré.

Éxito a medias en la feria del coleccionista - Zenit-E "Moskva 1980" + Industar-2 50/3,5

El pasado sábado día 9 de abril de 2016 estuve en compañía de mi sobrino Diego toda la mañana. Es algo que sucede con cierta frecuencia, lo de pasar las mañanas de los sábados juntos. Tiene 7 años, y variamos las actividades que hacemos juntos en función del tiempo atmosférico, de la oferta de actividades en la ciudad y de las ganas que nos entran. Ese sábado hizo buena mañana, así que de 10 a 11 de la mañana estuvimos jugando un rato en la pista de tenis del Centro Deportivo Municipal "La Granja", y después de ver como corrían en la pista de atletismo unos escolares poco mayores que Diego, almorzamos un zumo y un pincho de tortilla antes de ir a Coleccionea, la mercadillo del coleccionismo que estaba instalado en el Centro Cívico "Universidad", en la calle Violante de Hungría de Zaragoza. Y allí compramos algo para todos, para el sobrino, para el tío y para la madre trabajadora del pequeño, en ausencia.

Curiosamente, el día anterior,... o el anterior,... no recuerdo con precisión, había estado repasando los vídeos de mis suscripciones en Youtube, entre las cuales se encuentra Christopher Frost Photography, un tipo que se dedica a probar todo tipo de material fotográfico, pero que me interesa porque de vez en cuando nos muestra chismes, especialmente objetivos, de antaño. Y como los adapta a sus Canon EOS, pues sus indicaciones mi valen. Y repasando entre sus vídeos, me encontré que hace 11 meses había probado un pequeño objetivo soviético, y visualicé el vídeo. Este que os pongo a continuación.

No soy extraño a estos pequeños Industar. Esta es la denominación que daba la fábrica soviética KMZ para los compactos objetivos, generalmente de 50 mm de focal, que manufacturó copiando la formula de los Tessar que se llevaron de la fábrica de Carl Zeiss en Jena tras la Segunda Guerra Mundial. Hace unos años, también en una edición de Coleccionea, compré un Industar-22 50/3,5, con montura M39, compatible con las Leica de montura de rosca. Y con el adaptador oportuno, con cualquier Leica con montura de bayoneta M, fabricadas desde los años 50 hasta la fecha, incluidos los modelos digitales. Ya escribí en estas páginas mis experiencias en su momento.

El caso es que paseando por la feria me encontré con esto.

Se trata de una Zenit-E fabricada también por KMZ, hoy en día Krasnogorsky Zavod, todavía en activo, fabricando chismes para el ecosistema Lomography. Además de cámaras que replican las de la época soviética, fabrica por ejemplo los "modernos" objetivos de tipo Petzval que comercializan los espabilados emprendedores austriacos que adquirieron la marca Lomo, pero que venden tajo bajo a precio de solomillo. Pero aquí estamos hablando de una auténtica Zenit-E de la época soviética, con el emblema "Moskva 1980" correspondiente a los Juegos Olímpicos de Moscú 1980. Lo cual nos da una idea de la época de fabricación de esta cámara en concreto, ya que el modelo se estuvo fabricando entre 1965 y 1986. Y su chasis sirvió de base para la fabricación de otros modelos de cámaras vendidas bajo la marca Zenit u otras propias del bloque soviético.

La cámara es realmente arcaica. Tiene un fotómetro de selenio, no TTL, que a estas alturas no podemos considerar fiable. Dispone de un selector de sensibilidad ISO para ajustar el fotómetro, y una rueda de velocidades de obturación que va de 1/30 s hasta 1/500 s. más la posición "B". Esto quiere decir que, a pleno sol, la película con mayor sensibilidad usable sin recurrir a la sobre exposición es de 400 ISO, ya que la mayor parte de los objetivos acompañantes tienen un diafragma mínimo de f/16. La velocidad de sincronización del flash es a 1/30 solamente. La zapata de accesorio es fría, por lo que el flash hay que conectarlo a un contacto PC-sync que encontramos en el frontal de la cámara. Venía con un dispositivo de disparo retardado, que se encuentra ausente en el modelo que os presento.

En su parte posterior, cuando la abrimos, comprobamos que la cámara no está mal cuidada y tiene muy buen aspecto.

La cámara dispone de una montura para objetivos con rosca M42, similar a la que os presenté hace unas semanas cuando os hablé del modelo de cámara Praktica MTL5, fabricada en la antigua República Democrática Alemana. La Zenit-E se vendía habitualmente con un objetivo Helios-44 58/2, muy interesante para uso general aun con esa focal un poco demasiado larga para un objetivo estándar. Pero parece que es en ese entorno de focales donde es más fácil obtener una óptica con buen rendimiento y bajo coste. No obstante, el modelo que os presento viene con el Industar-2 50/3,5, el objetivo que nos presentan en el vídeo anterior usado sobre cámaras digitales Canon EOS, que es más antiguo en su concepción, con una fórmula Tessar de 4 elementos en 3 grupos. Absolutamente similar al que venía con la Praktica del que ya os hablé. Pero mucho más compacto en tamaño debido que en lugar de una apertura máxima f/2,8 se queda en un f/3,5, dos tercios de paso menos luminosa. Comparemos el tamaño de ambos objetivos. A la izquierda el Industar-2.

Para probar el objetivo, lo monté sobre la Canon EOS 5D Mark II con el adaptador correspondiente. Frost, en su vídeo, nos dice que el objetivo da mejores resultados en esta cámara que en las modernas cámaras EOS de sensor APS-C, probablemente por la diferencia de tamaño de los fotositios. Los más pequeñitos de las APS-C estresan más los fotones que atraviesan el Industar-22. Supongo. Mi EOS de sensor APS-C es más antigua y solo tiene 10 megapixeles. Lo tengo que probar... igual va mejor que con las más modernas. Bueno, de momento, la 5D Mk. II. Donde el aspecto del pequeño objetivo queda muy extraño.

Salí ayer por la tarde a probarlo, aprovechando la buenísima tarde que hacía en Zaragoza, y me encontré con un conocido de mi entorno laboral. Su esposa también está metida en el mundo de la fotografía, así que aunque él no, le extrañó mucho el aspecto de la cámara en cuanto lo vio, acostumbrado al equipamiento de su pareja. Pero veamos algunos resultados.

El objetivo tiene practicamente 300 grados de giro en su rueda de enfoque, así que su escala de profundidad de campo es amplísima y muy utilizable. Si la luz es buena y no estamos intentando aislar el sujeto con profundidades de campo estrechas, mi recomendación es situar el diafragma en f/8 y tirar de hiperfocal o de enfoque por zonas. Es muy fácil. Los mejores resultados, como nos dice Frost, se darán casi seguro entre f/5,6 y f/8. O sea que no tiene sentido complicarse más la vida.

Veamos algunos ejemplos.

El aspecto general de las fotografías es bastante aceptable. Aunque yo no las ampliaría en exceso. Cuando tienen abundante detalle fino, este aparece un poco regular. En la siguiente fotografía en la que tenemos abundancia de hierbas y hojas de árboles se pone de manifiesto cuando la he observado a suficiente ampliación.

Así pues, el objetivo puede dar resultados razonables en reportaje, pero quizá se quede demasiado corto en calidad para paisaje, salvo que mantengamos niveles de ampliación moderados. Pero bueno... me gustaría comprobar en algún momento cómo se comporta una copia impresa a un tamaño de entorno a una DIN-A3 o 45 x 30 cm. A ver si aguanta.

No pude ensayar el retrato, el paseo de prueba lo hice solo, pero sí que tomé alguna fotografía a distancias de retrato con el objetivo a plena apertura. La impresión es que la nitidez en el centro puede ser suficiente, y la calidad de la zona desenfocada, el famoso bokeh, no es malo, aunque no pueda competir con objetivos más luminosos y con más palas de diafragma. El Industar-2 dispone de 7, que tampoco está mal, pero son muy rectilíneas, y la figura del heptágono se ve claramente en cuanto cierras a f/4 en los punto luminosos desenfocados. A plena apertura, estos son circulares.

Como se puede apreciar, con la EOS 5D Mk. II, a plena apertura viñetea bastante, aunque es corregible en el procesado posterior.

Sé que aunque estos objetivos eran revestidos para combatir los reflejos internos, no se suelen llevar bien con los contraluces y las fuentes de luz frontales. El Industar-22 para montura M39 lo pasa de pena. Parece que este Industar-2 para montura M42, más moderno, tiene algo más de aguante, pero también sufre lo suyo. Lo he visto en dos fotografías, una a plena apertura y otra a f/8. En esta se nota menos, pero se nota, tanto la pérdida de contraste como las luces parásitas.

Una de las pegas que tiene el pequeño Industar-2 es que su distancia de mínima de enfoque se sitúa entre los 60 y los 65 cm, frente a los 45 cm habituales en las focales de 50 mm, y no digamos ya a la muy favorable del Carl Zeiss Jena que viene con la Praktica MTL5, que baja a los 35 cm. Sabiendo eso, me llevé algún tubo de aproximación, por si se terciaba algunas fotografía de aproximación. Me llevé dos tubos del juego de Kenko para montura Canon EF, el de 12 y el de 20 mm. Sólo usé el de 12 mm.

Suponiendo que la escala de reproducción máxima del objetivo esté en 0,095 para unos 63 cm de distancia mínima de enfoque, el tubo de aproximación de 12 mm nos permite alcanzar una escala de reproducción máxima de 1:3 con una distancia mínima de enfoque de 26 cm. En posición infinito, con el tubo de aproximación de 12 mm enfocaría a unos 32 cm. Razonablemente cómodo para los motivos florales que podemos encontrar en estos momentos de primavera en el Parque Grande de Zaragoza.

Veamos algunos ejemplos.

Como son archivos digitales, algunos datos del procesado utilizado son los siguientes. La temperatura de color utilizada oscila entre la propia de luz de día a pleno sol (4900 ºK) a la de luz de día en sombra con iluminación por el cielo abierto (6500 ºK). Temiendo un contraste escaso en este tipo de objetivos, he aplicado sistemáticamente un preajuste de VSCO simulando la película Kodak Gold 100, que viene en el paquete VSCO Film 00, que VSCO pone a disposición de los usuarios de Adobe Photoshop Lightroom de modo gratuito como paquete de prueba. Incluye también ajustes que simulan la película en blanco y negro Kodak Tri-X. Aunque parece que este paquete de prueba ya no está disponible. Una pena.

De esta forma obtenemos un contraste vivo e imágenes saturadas, pero que se pueden controlar con algunos ajustes posteriores a la aplicación del preajuste. Lo cierto es que da la impresión de que tampoco es excesivamente necesario. Pero bueno, yo os cuento cómo lo he hecho. En cualquier caso los resultados no están mal.

Christopher Frost nos advertía que en los bordes y las esquinas, la calidad del Industar-2 a plena apertura no es buena. Pero da igual, porque en este tipo de fotografías de aproximación suele estar desenfocado en esas zonas. La observación de la fotografía de las hojas a contraluz en el ordenador muestra que en el centro del campo visual, la nitidez es más que suficiente para mostrar el detalle de la nervadura de las hojas.

Poco queda más que decir. Sobre la cámara, la Zenit-E. No la he probado todavía. Como digo en el título, la compra la considero un éxito a medias. El objetivo, que es lo que más me llamó la atención y me apetecía tener, me parece que da unos resultados por encima de mis expectativas. Aunque su uso sea muy circunstancial y más de capricho que otra cosa.

Pero la cámara presenta deficiencias. El vendedor me pedía 60 euros cuando empezamos a hablar. Le pedí una inspección a fondo que me permitió sin ningún problema y con cordialidad. Observé que alguno de los espejos del pentaprisma puede tener algún tipo de fractura que se observa en el visor. Con lo cual el precio bajo a 45 euros. Después observé que faltaba el disparador con retardo. Otros 15 euros de bajada. Se quedó en 30 euros. Comprobé las distintas velocidades de obturación con la tapa trasera abierta y mirando hacia la luz a través del objetivo. Parecía todas bastante correctas. Pero no probé la posición "B". Se me olvidó. Decidí comprar.

Este tipo de compras son siempre una lotería. Cuando en casa volví a realizar el mismo proceso todo fue bien hasta que probé la posición "B". La cortinilla de tela del obturador, de movimiento horizontal, se quedó atascada. Zas. El alma de la cámara había fenecido. Es cierto que el problema es relativo. El objetivo es válido y lo puedo usar con la Praktica MTL5 de forma nativa, y con adaptadores en las Pentax de montura K y en las Canon EOS. Pero vaya... Probablemente es una cámara que no se ha usado en años... y eso también produce problemas cuando las vuelves a accionar.

En este momento, después de varios accionamiento, la cámara vuelve a funcionar en el resto de las velocidades de obturación. Pero sé que el problema está ahí. En algún momento, la usaré con algún carrete. Quizá este fin de semana. Ya os contaré. Como digo, de todas formas el Industar-2 se puede quedar montado en la Praktca MTL5 que tengo en préstamo indefinido.

Holga 120N - 'calidad' "made in China"

Cuando hace aproximadamente mes y medio os hablé de la estenopeica Holga 120WPC, hice una introducción al porqué de repente decidir que tenía que incorporar un par de estas cámaras chinas, realmente malas, pero potencialmente divertidas. Y que son utilizadas por algunos fotógrafos profesionales y serios para complementar sus trabajos.

Ya contaba también que el fabricante chino había anunciado el cese de la producción. Hay motivos para pensar que cuando en estos momentos un fabricante del sector fotográfico anuncia un cese de producción es más que probable que este se haya producido hace ya un tiempo, y que ya estén tirando de stocks. Por lo tanto, estas baratas cámaras se van a convertir probablemente en un producto codiciado y subirán de precio. Hice un primer intento de comprar la versión más básica, la 120N, sin flash, con lente de plástico, negra, y no me llegó. El vendedor me devolvió el dinero y dijo que se le habían agotado. Como veis... basta que algo ya no sea fácil de encontrar para que sea deseado. Y los stocks pueden ser más escasos de lo que la gente piensa. Aun así, encontré por un precio adecuadamente baratillo otro ejemplar, que tiene el defecto de que no es completamente negra sino negra y gris... o "plateada" que dirían algunos... Gris.

Aunque se le puede poner una máscara para conseguir 16 negativos de 6 x 4,5 (54 x 40,5 mm realmente), yo la voy a utilizar en su formato cuadrado, que da 12 negativos de 6 x 6 (54 x 54 mm).

El objetivo consta de una única lente, un menisco de plástico, con una focal de 60 mm. Así que hay que suponerle en posesión de todo tipo de aberraciones ópticas que se os ocurran. Ese 60 mm para 6 x 6 equivaldría teóricamente a algo parecido a un 35 mm en el formato de 36 x 24 mm. Pero al ser un formato totalmente cuadrado, en horizontal se aproximaría más a la visión de una focal de 40 mm, mientras que verticalmente se expandiría a lo que vería un objetivo entre 24 y 28 mm de focal. Nos anuncia una apertura máxima de f/8. Teóricamente, esta sería el valor para la posición nublado, mientras que en la posición soleado abriría a f/11. Hay quien dice que no encuentra diferencia entre ambas posiciones... ¡¡¡???

Sólo hay dos posibles velocidades: la instantánea, que se supone de aproximadamente 1/100 segundo, y la posición B, para exposiciones largas. No hay rosca alguna para usar un cable disparador en este último caso, con lo que el riesgo de mover la cámara durante la exposición es elevado.

Tiene una zapata estándar para flash, que se puede usar, necesario en interiores, y el objetivo gira para enfocar. No hay distancias de enfoques marcadas, sino una serie de pictogramas que nos dan un idea de por donde vas los tiros.

Un señor solo, para retratos en primer plano, asumiremos que una distancia de enfoque de 1 metro. 

Un grupito pequeño de gente, en el que asumiremos una distancia de enfoque de 2 o 3 metros.

Un grupito grande, en el que asumiremos una distancia de enfoque de 5 o 6 metros.

Una montañita, en la que asumiremos la hiperfocal para vistas generales y paisajes.

En mi carrete de prueba he obtenido muy buenos resultados en las distancias cortas.

Como se puede ver, el viñeteo es descomunal, con esquinas que demuestran que el objetivo no cubre realmente el fotograma completo. El centro es razonablemente nítido, pero la imagen se degrada rápidamente por el campo hasta alcanzar unas pérdidas de nitidez rocambolescas en los bordes y ¿las esquinas?... Bueno,... las esquinas están prácticamente negras así que no se aprecia tanto.

En las distancias medias,...

... pues cuanto más corta sea la distancia de enfoque más viñeteo, pero conforme vamos enfocando más lejos este disminuye, así como mejora el rendimiento en los bordes y esquinas sin que sea bueno nunca. El centro queda en una tierra de nadie.

En cuanto a las distancias largas de enfoquer...

... pues hay que ser muy fino eligiendo la composición y los motivos encuadrados, porque la nitidez va a dejar que desear, y hace que los paisajes queden sosos. Pero bueno,... todo es cuestión de echarle imaginación.

Dado que sólo se dispone de una velocidad de obturación en la práctica, y también de una apertura de diafragma, dos si eres optimista con la calidad de fabricación, la exposición la controlas con la sensibilidad de la cámara. El día que la probé, como había solecico, usé película Ilford FP4+ con una velocidad ISO 125/22º. Si hubiera estado nublado, habría que haber usado una película de ISO 400/27º. En interiores, o usas flash o no uses nada inferior a ISO 1600, probablemente forzado uno o dos pasos según las circunstancias. Quizá en caso de situaciones diversas, lo mejor sea usar una película en blanco y negro de ISO 400 como la Kodak Tri-X o la Ilford HP5+, y un revelado desatendido con un revelador compensador muy diluido (Rodinal o HC-110). O bien un negativo en color o blanco y negro cromogénico de ISO 400 que en caso de abundante luz soporten bien la sobreexposición y en caso de escasa luz soporten bien al menos un paso de subexposición. Una Kodak Portra 400 para color o una Ilford XP2 Super para blanco y negro, pueden ser las opciones más adecuadas, ambas con revelado estándar C41.

Y eso sí... echadle mucha imaginación.

Praktica MTL 5 con Carl Zeiss Jena DDR Tessar 1:2,8 50 mm - un préstamo

A veces se producen cadenas de acontecimientos... es como cuando tiras la primera pieza del dominó y luego van cayendo. Un día comentas con una compañera aficionada a la fotografía sobre un objetivo con montura M42, una cosa lleva a la otra y, casi un año más tarde, te pasa un adaptador de dicha montura a bayoneta Pentax K, lo cual te lleva a hacerte con un Super-Multi-Coated Takumar 1:2 35 mm al que le tenías echado el ojo, que es una pena no usar también con tu Canon EOS de formato completo, por lo que te haces con un adaptador para esa montura... publicas los resultados en tu blog y al día siguiente te viene a ver un antiguo vecino con la cámara de su padre. Esta cámara con este objetivo.

Se trata de una Praktica MTL 5, una cámara fabricada en Dresde, en la antigua República Democrática de Alemania, totalmente mecánica, con objetivos para montura M42. El objetivo, un 50 mm estándar, nos llama la atención. Se trata de un Carl Zeiss Jena DDR Tessar 1:2,8 50 mm. Veámoslo de cerca.

Tras la guerra mundial, la empresa Carl Zeiss, que tenía su sede en Jena, ciudad que queda en el sector soviético, se divide en dos. Una queda en la ciudad alemana oriental, bajo el control estatalizado del gobierno comunista, y la otra se instala en Oberkochen, en zona occidental. Tras ciertas disputas legales, las marcas tradicionales de Carl Zeiss quedan en poder de la empresa occidental. Pero son utilizadas también en la zona de influencia soviética, donde el derecho sobre marcas y patentes no tiene efecto. Eso sí, si la empresa Pentacon que fabrica las Prakticas quiere vender en occidente, no puede venderlas con un objetivo Carl Zeiss Tessar. Por lo tanto, el objetivo que tenemos aquí tuvo que ser comprado en algún lugar detrás del telón de acero.

Tras una rato de reflexión, la persona que me ha traído la cámara deduce que su padre la debió de comprar en su viaje de novios que hicieron en un viaje organizado por algunos países del antiguo bloque comunista en 1984. De ahí la inscripción Carl Zeiss Jena DDR Tessar, que si hubiese sido vendido en un país occidental se hubiese llamado algo así como Aus Jena T 2,8/50, por lo que hemos podido deducir.

Como podemos ver en las dos fotos que hemos presentado hasta ahora, la disposición de los mandos de la cámara es la tradicional de las réflex mecánicas para película tradicional. De hecho, la cámara tiene una concepción que podemos considerar anticuada para la época en la que se fabricó, en la primera mitad de los años 80. El disparador está en una posición, en la cara frontal de la cámara, que a mí me parece un poco incómoda. Pero eso sí, dispone de un previsualizador de la profundidad de campo que siempre viene bien. La cámara transmite una sensación de solidez mezclada con cierta tosquedad y falta de cuidado en los detalles.

Lleva un compartimento para pilas, desgraciadamente de las antiguas de mercurio que ya no se fabrican por su toxicidad. Existen alternativas, pero es un poco rollo conseguirlas. No obstante, la pila sólo sirve para alimentar el fotómetro, que consiste en una aguja indicadora de sobre o subexposición en el visor. Sin pila, la cámara funciona sin problemas, pudiendo medir la luz con un fotómetro externo, o estimando la luz al viejo estilo Kodak.

Hablemos un poco del objetivo. Es un Tessar. Es decir, un sencillo diseño, un triplete acromático, en el que una de las lentes se ha desdoblado en un grupo de dos lentes cementadas, 4 lentes en total en 3 grupos. Es un diseño de Carl Zeiss de 1902, que tuvo mucho éxito, al permitir objetivos de tamaño compacto, pero de buena nitidez, especialmente en el centro de la imagen.

El principal problema de los Tessar, que fueron muy populares y cuyo diseño fue copiado por muchos fabricantes de objetivos, es que no admite aperturas muy grandes, siendo f/2,8 en el formato de 24 x 36 mm lo máximo que se suele alcanzar. A cambio, es barato de fabricar, y por su reducido número de superficies aire-vidrio, menos propenso a la perdida de nitidez y de transmisión de la luz por los reflejos internos que otras fórmulas más complejas. Por lo menos, hasta que se popularizaron los revestimientos antirreflejos en las lentes de los objetivos. Sus características generales son una nitidez en el centro de la imagen bastante aceptable o buena desde las aperturas más abiertas, mientras que la nitidez en las esquinas está condicionada a cerrar 2 o 3 pasos el diafragma. El f/2,8 puede ser utilizado para retrato desde su apertura más abierta, pero para arquitectura o paisaje conviene usar como mínimo un f/5,6, ya que su nitidez en las esquinas dejará que desear.

Este objetivo fabricado en la Alemania Oriental tuvo muchas variantes y se fabricó en una diversidad de monturas, siendo está variante totalmente negra y con montura M42 de las últimas versiones, si no la última. No aprovecharon la posibilidad de hacer un objetivo compacto, y de hecho, en la fotografía anterior lo vemos junto a un SMC-A Pentax 1:2 50 mm. Este es un objetivo basado en el esquema de los Planar, pero simplificado, en cualquier caso más complejo que el Tessar, y con una mayor apertura. Tendría que ser más grande que el Tessar, pero de hecho es más pequeño. La ventaja del Tessar es que su lente frontal está tan hundida en el barrilete, que no necesita un parasol para protegerlo de las fuentes de luz laterales que le pudieran hacer perder nitidez.

A la cámara se le puede poner, como se ve en la fotografía, cualquier otro objetivo con montura M42. Por ejemplo el Super-Multi-Coated Takumar 1:2 35 mm que mencionaba antes. En ambos casos, tanto el Takumar como el Tessar, son versiones avanzadas de la montura M42, que permiten un cierto automatismo del diafragma. Se enfoca y se mide la luz a plena apertura, y al accionar el disparador, se cierra el diafragma. Utilizados con los adaptadores correspondientes, hay que usarlos sin este automatismo. Se enfoca a plena apertura, se diafragma a la apertura de trabajo y entonces se mide la luz antes de hacer la fotografía.

No he tenido ocasión todavía de revelar ningún carrete hecho con la Praktica, que me ha quedado donada en depósito. Para que alguien la utilice. Su valor económico residual es muy bajo. Pero he probado el Tessar con algún cuerpo digital. Con la Pentax K-S1, los 50 mm funcionan como un teleobjetivo corto, y tienen un interés relativo... más bien escaso. Desde luego, van mucho mejor cualquiera de los dos 50 mm Pentax que tengo, el SMC-A 1:2 50 mm y el más complejo aunque antiguo SMC-M 1:1,7 50 mm. Pero con tal de que no abuses de su uso a grandes aperturas, ofrece unos resultados dignos.

Hay que ayudar a los archivos RAW de la cámara en Lightroom para darles un poquito más de saturación y contraste, porque si no quedan un poco sosos en caso de que se tomen en situaciones de luz con bajo contraste.

El Tessar tiene una mayor resistencia a la pérdida de contraste por la presencia de luces intensas frontales en el fotograma de lo que yo pensaba.

Las zonas desenfocadas, el "bokeh" de marras, no tiene una calidad excesivamente notable, pero tampoco es una catástrofe. En algunas imágenes se quiere apreciar un efecto de "remolino", parecido al de los Petzval antiguos, que se están poniendo de moda últimamente. Pero es algo que me he encontrado... no lo he investigado en profundidad.

Una de las sorpresas más agradables del Tessar es su distancia de enfoque mínima de solo 35 cm, frente a los 45 cm más habituales de otros 50 mm. Esto hace que la escala de reproducción pase de 1:7 a estar próxima al 1:4. No es que estemos en el terreno del macro todavía, pero sí que es una situación cómoda para la fotografía de aproximación.

Esto me hizo pensar que podía probar el objetivo en casa con el adaptador para montura Canon EF en un bodegón. Veamos el Tessar montado sobre la Canon EOS 5D Mark II.

Monté la mesa para realizar bodegones junto al ventanal del salón de mi casa, que ofrece una suave luz de las ventanas orientadas al norte, y coloqué un panel blanco reflecto para rellenar las sombras en el lado opuesto. Y me fui a la nevera a buscar unas cuantas alcachofas. También consideré que era el momento de probar un preajuste para Lightroom que prometía una gradación de grises suave y progresiva, similar a la desaparecida diapositiva en blanco y negro Agfa Scala 200.

A plena apertura, resulta difícil conseguir profundidades de campo adecuadas, aunque el enfoque, utilizando la ampliación en visión directa sobre la pantalla trasera, es relativamente cómodo. Por lo tanto, en el resto de la prueba utilicé diafragmas de f/8 cuando utilizaba el objetivo sin más, y de f/22 cuando añadía algún tubo de aproximación. Os dejo algunos ejemplos con los resultados. La nitidez, a esas aperturas, me pareció bastante digna.

Tras haber pasado una entretenida tarde con las alcachofas, que fueron a para a la cazuela a la hora de la cena, estaban bien buenas, también decidí dar una oportunidad al color, fotografiando un regalo que me hicieron mi hermana y mi sobrina para mi cumpleaños y con el que acabo este artículo. Espero, dentro de unos días o pocas semanas, contaros como fue el funcionamiento de la cámara con algún carrete de película tradicional.

Holga 120WPC (120 Wide Pinhole Camera) - Estenopeica "made in China"

El fenómeno comercial de la "lomografía" ha hecho confusas algunas cosas. Esta gente de Viena que se hicieron con los derechos de ciertas marcas de la antigua Unión Soviética se han "apropiado" de todo aquello en fotografía que "huela" a "baja calidad", para convertirlo en un fenómeno "hipster" y "postmoderno". Y muy rentable para ellos, que venden artículos de escasa calidad a precios claramente excesivos. Pero lo cierto es que antes de que ellos pusieran de moda la fotografía "lo-fi", de "low fidelity"... es decir de baja calidad, hubo un sin fin de productos fotográficos, en general cámaras hechas de plástico y sin mucho cuidado para venderlos por cuatro pesetas, en todas partes. Ya os conté en su momento mis andanzas con la cámara de Indiana Jones.

Recuerdo que cuando viajamos a Estambul, conocimos a un tipo con el que tomamos algún chisme que cuando viajaba no cargaba con equipo fotográfico. Era 1992 y no existía lo digital, ni los teléfonos móviles realmente móviles. En aquel momento, en cualquier destino turístico podías comprar una cámara de plástico por unos pocos dólares y carretes fotográficos en abundancia. Aquel tipo se compraba una de estas cámaras, hacía sus fotos y la tiraba a la basura cuando terminaba el viaje. No acarreaba más material fotográfico en su equipaje que los carretes realizados en el viaje de vuelta. Por aquel entonces salieron al mercado las cámaras de un solo uso, que no eran más que el reconocimiento a esta forma de andar por el mundo.

Estambul en 1992, en el viaje donde viví la anécdota del párrafo anterior.

En todo este maremagnum, conocíamos la existencia de las Holga y otras marcas de cámaras chinas que tenían la peculiaridad de utilizar película de medio formato. Estas tenían sus ventajas y sus inconvenientes. La ventaja es que para un tamaño de copia requerido era necesario ampliar menos el negativo. Y también se ampliaban menos los defectos. Como consecuencia, fotografías que exhibían numerosos defectos, pero que tenían más calidad que los aparatos malos de 35 mm. El inconveniente es que la película de medio formato salía más cara. Menos exposiciones por carrete y más caro el revelado y las copias.

Luego estaba el característico aspecto de las fotografías tomadas con una Holga tradicional de medio formato y negativo de 6 x 6. Fuerte viñeteo, zona central razonablemente nítida pero imagen muy degradada en los bordes, y si tenías suerte (buena o mala dependía del sentido "artístico" de cada cual), alguna invasión de luz en la cámara oscura del aparato con "efectos especiales" impresvisibles. El caso es que algunos fotógrafos serios empezaron a interesarse por aquellos aparatos, a usarlos y a sacarles partido. Ahí tienes a David Burnett realizando una parte de su trabajo periodístico con una Holga 120N. O a Susan Burnstine, más dedicada a la fotografía como una de las bellas artes, que empezó jugando con Dianas y Holgas, y ha acabado construyéndose sus propias cámaras de plástico para película tradicional. Pero nada de esto tiene que ver con el estilo de fotografía que proclaman los "lomógrafos". Burnett puede permitirse el lujo de fotografiar al vicepresidente de los EE.UU. y candidato presidencial con una Holga. Pero desde luego su estilo de fotografiar no es "a la mecagüendiez", como proponen los vivales austriacos.

Las cámaras desechables ya habían salido un par o tres de años antes de mi viaje a Estambul. En 1990, me llevé a unas vacaciones en París una desechable con formato "panorámico". Aquí vemos un ejemplo de lo que se podía hacer durante una excursión al Loira, en el castillo de Chenonceau.

En el mes de noviembre, a pesar de la teórica bonanza de las cámaras de este tipo y del repunte en el uso de película fotográfica, la empresa fabricante de las Holga anunció que cesaba sus operaciones. Cielos... las Holga camino de convertirse en un clásico y yo sin ninguna en mi colección. Porque además una cosa distinguía las Holga de casi todas las cámaras impulsadas por los "lomográficos"... su precio es mucho más ajustado a la realidad de lo que ofrecen. Pero ahora seguro que suben los precios. De hecho, creo que ya están subiendo. Me metí en internet, busqué y encargué dos. Ya ha llegado una. Os hablaré de ella.

Se trata de la Holga 120WPC. Destripemos el nombre. Holga, la marca. 120, el tipo de película sensible que usa. WPC = Wide Pinhole Camera; Cámara super gran angular estenopeica. Sí. Una estenopeica. Yo esperaba que hubiese llegado antes del taller que os contaba hace pocos días. Pero llegó más tarde. Mala suerte. En el taller aprendimos que una de las buenas cosas de la fotografía estenopeica es que te puedes hacer tu propia cámara con materiales desechables. Pero no desechemos la posibilidad de utilizar este aparato. Os lo describo con fotos.

Todo plástico, puro plástico, para un cámara que tiene una sobriedad absoluta. Dado que admite tomas con negativos de hasta 6 x 12 cm aproximadamente, es más grandota de lo que parece. Pero muy llevadera.
Como accesorios, tres: una correa, que tiene su utilidad para evitar que se pierdan las piezas que sujetan el respaldo de la cámara; las máscaras de formato del negativo, aquí vemos la de 6 x 9 cm; y la tapa del "objetivo".
En la parte superior, la rueda para avanzar la película, unas líneas y unos resaltes para ayudar a componer la foto, y un nivel de burbuja que, aunque sencillo, viene bastante bien.
En la parte inferior, una rosca para trípode estándar. Necesaria. En el respaldo trasero, dos cosas. Hay una tabla con tiempos de exposición sugeridos para 100 ISO... no sé si me fiaría yo mucho. Y una ventana con plastico rojo para ver el número de fotograma en el respaldo de papel de la película. Tiene dos posiciones. La que marca 12, con toda lógica indica que se pueden hacer 6 fotos de 6 x 12. La que marca 16, 8 fotos de 6 x 9. Al loro, la ventanilla descubierta se corresponde con la cifra que indica la flecha que no es la que está a la altura de la ventanilla. Fácil equivocarse. Yo me equivoqué.
En el interior, el dispositivo tradicional para alojar la película de 120, y la máscara según el tipo de negativo. Puesta, la de 6 x 12 cm.
El disparador que abre el paso de la luz por el estenopo admite un cable disparador de los de toda la vida. Muy útil.
El estenopo a la vista, un orificio de 0,3 mm, que para una distancia hasta el plano de la película de 40 mm, nos da un valor f/135 (en realidad, 133,333).
Y aquí, la cámara cargada, sobre el trípode, lista para hacer fotos.

El día que llegó la cámara no necesité recogerla en la oficina de correos como de costumbre. Estuve enfermo unos días y me pilló el cartero en casa. Le alegró verme. Y me dio el pésame por el fallecimiento de mi padre,... hace más de un año,... Mi padre le cogía mis paquetes cuando yo no estaba en casa. Éramos vecinos, mi padre y yo, y el cartero lo sabía. Le tenía cariño a mi padre. Bueno... son las cosas de ser del barrio de toda la vida. Las buenas cosas.

Después de comer, como no tenía fiebre y me sentía animado, decidí probar la cámara sin salir de casa. Puse la máscara para 6 x 9 cm. Los negativos obtenidos realmente tienen 54 x 92 mm, lo que hace que su aspecto se parezca más al 16:9 de las televisiones que al 3:2 que sugiere lo de 6 x 9. Como me equivoqué al colocar el contador de exposiciones, no pude hacer las 8 exposiciones previstas, me tuve que contentar con seis.

Algunas de ellas, el "paisaje" desde mi balcón o de mi balcón.

Características típicas de la fotografía estenopeica. Profundidad de campo infinita y una nitidez que depende del tamaño relativo del estenopo. Con f/135, no se puede esperar un nitidez súper. Pensemos que alguna de mis cámaras caseras del taller tenían un f/500. Para un diámetro absoluto parecido. ¿Por qué? Porque aquellas tenían una distancia focal de entre 80 y 100 mm. El doble o más que los 40 mm de esta cámara.

También hice algunos bodegones... Uno de ellos, sin querer, por error también, con una doble exposición. Hay que acordarse de avanzar la película, si no superpones unas imágenes unas sobre otras.

Para un negativo de 54 x 92 mm, tenemos un ángulo de visión de unos 97 º, equivalente a una focal de unos 16 mm en el formato tradicional de 24 x 36 mm. Lo que nos produce dos efectos. El primero es un viñeteado muy pronunciado en los bordes, de causas diversas. Por ejemplo, aplicando la ley del coseno elevado a la cuarta potencia que predice la caída de iluminación en los laterales del campo. También porque si el estenopo es un f/135 para esos 40 mm de distancia al centro del negativo, en los extremos más distantes, con una distancia de 67 mm, sería un f/223. En el caso de haber usado la máscara de 6 x 12, con una distancia a los extremos más distantes de 77 mm sería un f/257. Son casi dos pasos de luz menos que al centro. Se nota también en que al contrario de lo que estamos acostumbrados, los bordes están más nítidos que el centro.

En interiores, con poca luz y con diafragmas tan reducidos, usando película negativa en blanco y negro, en este caso Kodak Tri-X 400, se plantea otro problema; el fallo de la ley de reprocidad. Si el fotómetro de mano que utilicé para medir la luz me daba que para f/32 y un IE 400 tenía que dar una exposición de 2 segundos, para f/133, que es aproximadamente 4 pasos más, no corresponde 16 segundos... sino... 2 minutos y me quedé ligeramente corto... Cuestión de paciencia, la fotografía estenopeica.

En cualquier caso, como averiguamos en el taller de fotografía estenopeica, este tipo de fotografía sirve para aprender o afianzar los concepto fotográficos básicos a base de bien. Una hora de uso es como un curso intensivo y avanzado de fotografía básica. No sé... el caso es que cuando terminé de hacer las fotografías... me subió de nuevo la fiebre. Dejé los tarros como estaban... y hasta el día siguiente no revelé el carrete con las fotografías que veis aquí.

Bueno... esto de la fotografía estenopeica, continuará. Y ahora,... a ver si llega la segunda Holga.