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Meyer-Optik Görlitz Trioplan 1:2,9/50 V - Pequeño alemán oriental que vuelve a estar de moda

Hace unos días surgió la noticia de que la firma Meyer-Optik Görlitz había iniciado una campaña en Kickstarter para devolver a la vida el modelo que bajo esta marca se fabricó hace mas de medio siglo con la denominación Trioplan 1:2,9/50 V. Su meta era conseguir 50 000 euros para financiar la fabricación de este pequeño objetivo... pero a estas alturas han conseguido ya más de 540 000 euros.

Hace un tiempo lanzaron una campaña similar para devolver a la vida el Trioplan 1:2,8/100, un teleobjetivo de diseño óptico relativamente simple que en estos momentos se vende por 1400 euros... siempre y cuando lo solicites de encargo. Si no, más adelante serán 1500 euros. Desconozco cuál será el precio final del Trioplan 50 mm, pero durante la campaña de financiación ha oscilado según lo rápido que haya sido el personal en adherirse entre 500 y 800 euros. Hablo de memoria, podría ser una horquilla de precios un poco diferente, pero no mucho.

Yo me he hecho con un Trioplan de época, que de acuerdo a su número de serie parece construido en algún momento entre 1955 y 1960. Pero hagamos un poco de historia.

El Trioplan 1:2,9/50 V tiene un tamaño muy compacto, como se puede comprobar al montarlo sobre la masiva Praktica MTL5, cámara con la que comparte la montura M42.

Lo que hoy es Meyer-Optik-Görlitz no tiene nada que ver con lo que fue la empresa Meyer Optik de la ciudad de Görlitz. Aquella fue una empresa instalada en una ciudad que hoy en día está dividida entre los países de Alemania y Polonia, por estar atravesada por el río Neisse, frontera impuesta por los aliados entre estos países al final de la Segunda Guerra Mundial. Tras la misma, cayó completamente dentro del área de influencia soviética y en lo que fue la República Democrática de Alemania, que la nacionalizó y la integró en el grupo VEB Pentacon a finales de los años 60. Desde 1970 desapareció como marca aunque sus diseños pudieran seguir comercializándose como Pentacon. Durante un tiempo pareció jugar el rol de marca de calidad del grupo. Lo cierto es que su calidad de construcción parece bastante razonable, pero hay que tener en cuenta que sus diseños son bastante simples en muchos casos. Por ejemplo, los trioplanes.

Con prácticamente 300º de giro en la rueda de enfoque, la escala de profundidades de campo es muy generosa y muy utilizable.

La fórmula óptica de un Trioplan es la de un triplete de Cooke, fórmula que fue patentada ya a principios de los años 90 del siglo XIX para la empresa T. Cook & Sons de Nueva York.

Si analizamos el nombre del objetivo veremos que se mantiene la denominación de la empresa original, Meyer-Optik de Görlitz. Trioplan es la denominación para referirse a los diseños basados en el triplete de Cooke, y es muy básica. Se dice que es la fórmula más sencilla para eliminar buena parte de las aberraciones ópticas en los bordes del campo, aunque no se puede esperar una nitidez tan elevada como los Tessar de Carl Zeiss y similares, que al desdoblar uno de los elementos del triplete en un grupo de dos elementos cementados, mejora mucho la cosa. Tampoco permite grandes luminosidades, y ese 1:2,9 que muestra el nombre sería un límite. Tiene 50 mm de focal, un estándar como muchos, y aparece una V roja en su denominación, que quiere decir que esta revestido para protegernos de los reflejos y luces parásitas indeseados.

Uno de los hechos más notables de los objetivos de Meyer-Optik es su elevado número de palas de diafragma, que daban un desenfoque muy característicos.

Las 12 palas de diafragma en su construcción, además de indicar la minuciosidad de su construcción, ofrecen una calidad muy particular en las zonas desenfocadas. Los puntos luminosos desenfocados se convierten en esferas con un aspecto como pompas de jabón, en el que los bordes son más densos. Por este motivo, las ópticas de Meyer-Optik están siendo muy demandadas. Más por que por su calidad intrínseca, por sus "efectos especiales".

Estrené el objetivo el día de San Jorge. Si no lo he dicho, lo digo ahora, tiene una montura de rosca M42, por lo que es fácil de usar con cámaras modernas con el adaptador adecuado. Ya sabéis, se enfoca con el diafragma a plena apertura o usando la escala de profundidades de campo, y se mide y encuadra con el diafragma cerrado a la apertura de trabajo, lo cual permite también comprobar lo que sale enfocado y lo que no. Lo usé con mi veterana Canon EOS 40D en la que, al tener un captor de tipo APS-C, se comporta como un teleobjetivo corto. Equivalente a un 80 mm en formato completo de 24 x 36 mm.

Venta de libros el dái de San Jorge.

A plena apertura comprobamos que en las zonas de más luminosidad se produce un efecto de cierta aura, que recuerda a los objetivos "soft-focus". Y desde luego, la caída de la nitidez en los bordes y en las esquinas del campo es muy notable. En cuanto, se cierra el diafragma, con aperturas de trabajo de f/8, por ejemplo, la mayor parte de estos problemas han desaparecido, y sin tener una nitidez para tirar de cohetes, es bastante usable.

En la medida de lo posible, con las aperturas más abiertas, es mejor dedicarlo al retrato, donde la nitidez es menos crítica, especialmente fuera de lo que es el objeto de interés, que en paisajes donde se sufre demasiado.

Me acerqué a la plaza de San Felipe donde lo probé con una variedad de motivos que más o menos confirmaban lo dicho anteriormente, incluido su uso en el interior del museo Pablo Gargallo, donde dota a las obras escultóricas de un aspecto que no me disgusta, lejos de la clínica nitidez de los objetivos más modernos.

Al día siguiente, el domingo 24 de abril, celebramos el encuentro analógico del que ya os hablé hace unos días. Por lo tanto, fue la ocasión adecuada para usarlo con película tradicional. Como ya conté, lo puse en una Pentax MX con el adaptador adecuado, y utilicé una exigente Fujifilm Neopan 100 Across.

Lo cierto es que con las condiciones de luz que hubo, muy abundante, durante la mayor parte del tiempo fue usado con el diafragma cerrado a f/8 o f/11, para velocidades de obturación de 1/125 o 1/250 s. El resultado fue en general muy bueno en todas las ocasiones con alguna excepción que veremos, aunque el contraste global de las imágenes no es muy alto. El objetivo Color-Skopar, tipo Tessar, de la Voigtländer Perkeo II ofreció un contraste más elevado durante toda la mañana.

A pesar de no someterlo en ningún momento a la tortura de usarlo en fuertes contraluces, y menos aún con el sol en el campo de visión, en algún fotograma apareció alguna luz parásita en situaciones en las que no me lo hubiera esperado, indicando que el revestimiento de las lentes no funciona lo bien que debería, o que en su interior se producen reflejos indeseados de alguna forma.

En la siguiente fotografía se aprecia muy claramente.

Algo que hubiera venido muy bien durante esa mañana hubiese sido llevar filtros de colores, probablemente amarillos o naranjas, o incluso rojos para efectos intensos, que aumentasen el contraste, especialmente oscureciendo el azul de los cielos. Encargué un conjunto de filtros a muy buen precio fabricados por la soviética KMZ. Tienen un diámetro de filtro de 35,5 mm y están pensados para el Industar-50-2 del que ya os he hablado previamente. Pero no llegaron a tiempo. El juego de filtros está formado por dos filtros amarillos de distinta intensidad, un filtro de algo parecido al color naranja, un filtro gris de densidad neutra y dos lentes de aproximación de distinta potencia.

Todavía estoy desentrañando lo que significan las denominaciones de los filtros. Cuál es la potencia real de las lentes de aproximación y la corrección que hay que introducir si no se mide la luz a través del objetivo. Por ejemplo, el filtro naranja, O-6, que estoy usando ahora con el Industar-50-2, parece tener una pérdida de luz de dos pasos de diafragma. Pero el filtro gris está marcado como 4x, que no sé si quiere decir que la exposición hay que multiplicarla por 4, equivalente a dos pasos de diafragma, o si es de 4 pasos de diafragma. Y dudas parecidas tengo con los amarillos, Y-1,4x y Y-2x. Iré probando y midiendo.

En cualquier caso, sí he jugado con las lentes de aproximación. Hay descubrí que, aunque la rosca del filtro del Trioplan es también de 35,5 mm, el paso de rosca debe ser distinto porque no encajan bien. Se pueden usar, pero con cuidado. Me fui este sábado 30 de abril al Parque Grande de Zaragoza y lo probé.

En estas imágenes previas tomadas con la Panasonic Lumix GM5 y los correspondientes adaptadores, donde el objetivo se comporta como un 100 mm en formato completo de 24x36 mm, vemos el efecto de pompas de jabón a plena apertura.

Sin embargo, cuando usamos las lentes de aproximación...

Con las lentes de aproximación, el círculo de confusión se hace mucho más grande y difuminado y desaparece el efecto de pompas de jabón. Afortunadamente, porque desde mi punto de vista, este efecto puede resultar cansino si se abusa de él en exceso. Como mucho de los efectos especiales que se están poniendo de moda últimamente en fotografía.

Pude comprobar también cómo en determinadas ocasiones, como me pasó con la película el día del encuentro, con la cámara en vertical e incluso con contrastes moderados, aparecía una luz parásita que se corregía colocando la mano como parasol. Tendré que conseguir un parasol para este objetivo.

Es divertido usar este tipo de objetivos. Y si se utilizan con cabeza y conociendo sus debilidades, se pueden obtener resultados muy agradables, como habréis podido comprobar. Pero de ahí al interés por pagar más de 600-800 euros por un Trioplan actual, que efectivamente estará mejor construido, pero que no puede corregir las limitaciones intrínsecas al diseño, no sé si tiene sentido. Han mejorado la distancia mínima de enfoque, que de los 60 cm del antiguo se pasa a unos 30 o 35 cm que lo meten casi casi en el mundo del macro. Y lo publicitan como "objetivo artístico"... ¿¿¿!!! Sinceramente, el arte está en la creatividad del fotógrafo. Pero bueno. Si es una herramienta que os conviene y estáis dispuesto a pagara por ella... Igual podrías hacer como yo. Buscaros a buen precio un ejemplar clásico. Que están más caros de lo que correspondería por su naturaleza... pero que siguen estando mucho más baratos.

Por cierto, la actual Meyer-Optik-Görlitz es una marca de una empresa cuyo negocio fundamental es la gestión de marcas, fundamentalmente de software para tratamiento de imágenes... Ni idea de quién les fabrica los objetivos... aunque aseguran que son "made in Germany".

Pruebas con película tradicional - Praktica MTL5, SMC Takumar 1:2/35, Zeiss Jena Tessar 2,8/50, Industar-50-2 3,5/50

En los dos últimos meses habéis podido comprobar que he estado probando y usando cámaras y objetivos de antaño, con algunos elementos en común. O bien están fabricados durante la Guerra Fría en los país del bloque europeo oriental, o en el caso de los objetivos, tienen montura de rosca M42.

Veamos los presuntos implicados en este comentario de hoy.

Como vemos tenemos la cámara fabricada en la antigua República Democrática Alemana Praktica MTL5, con su objetivo acompañante, un Zeiss Jena Tessar 2,8/50. También tenemos un SMC Takumar 1:2/35 fabricado por Asahi Pentax, que he utilizado en las fotografías que presento hoy bien unido a la Praktica, bien a una Pentax MX, con el adaptador correspondiente. Este objetivo es japonés; es el único no originado tras el Telón de Acero. Y tenemos el minúsculo Industar-50-2 3,5/50, de fabricación soviética, en origen acompañado de la Zenit E que ya os comenté que había dejado de funcionar, y que en las fotos de hoy he usado sobre la Pentax MX con el adaptador correspondiente.

Los enlaces anteriores dirigen a los artículos en los que mostraba los resultados de los objetivos montados mediante los adaptadores correspondientes sobre cámaras digitales.

Praktica MTL5 + Takumar 35/2; todas las fotos del artículo realizadas con película Kodak Portra 400 expuesta a IE 200 o 400, según las condiciones de luz.
Praktica MTL5 + Takumar 35/2

Mientras preparaba el artículo tras la llegada de los archivos digitalizados tras el revelado, como tengo por costumbre, por Carmencita Film Lab, tuve la ocasión de leer un artículo en Petapixel que, además de hacerme gracia, me hizo pensar en los criterios actuales para comprar material fotográfico, y dentro de él los objetivos, y los criterios de antaño para ello. En esas 11 tonterías que los fotógrafos dicen sobre su material, hay varias que afectan a las ópticas que me parecen interesantes como reflexión:

La gente se fija más en el "bokeh" que en el sujeto de interés, el que está enfocado... Una tontería como un piano de grande. Por "ideal" que sea el carácter de las áreas desenfocadas de la fotografía, si el sujeto principal es banal o malo, la fotografía será banal o mala. No digamos ya cuando la gente se "enchocha" con un objetivo por su capacidad para producir un "bokeh" con "efectos especiales"... que tan cansinos pueden llegar a ser si se abusa de ellos. Sean por grandes aperturas, como las "pompas de jabón" o "los remolinos de la zona desenfocada", o por estrechas aperturas, como las "estrellitas" debidas a la difracción.

El mito de determinadas focales en la actualidad. Véase el 85 mm, siempre con una apertura de f/1,4 o mayor. La mayor parte de las fotos importantes de la historia de la fotografía se han hecho con focales distintas de estas y con diafragmas mucho más cerrados. Retratos incluidos. De verdad.

Praktica MTL5 + Tessar 50/2,8
Praktica MTL5 + Tessar 50/2,8

El famoso "punto dulce" de los objetivos, que empieza a ser tan mítico como el "punto G" de la anatomía femenina. Mira. Si los objetivos estuvieran pensados para ser usados en su "punto dulce", no tendrían una apertura variable. La apertura variable sirve para dos cosas; para gestionar la profundidad de campo y la estética de nuestra foto, o para aumentar o disminuir la cantidad de luz que le llega a la superficie sensible, si es necesario. Si necesitamos aislar el sujeto principal del fondo, abriremos todo lo que necesitemos el diafragma, sea como sea la nitidez a esas aperturas. Si necesitamos toda la profundidad de campo posible al realizar un paisaje, cerraremos el diafragma lo que necesitemos y que la difracción se las apañe sola.

El objetivo está "desfasado" u "obsoleto"... Pues no. Los objetivos son como son. Y salvo que se deterioren o se estropeen, lo más probable es que cumplan la misión para la que fueron fabricados de por vida. Mucho más duraderos que las cámaras. Y si estaban bien cuando se compraron, y cumplieron bien con su tarea, seguirán haciéndolo. No importa que hayan salido al mercado otros más avanzados con mejor solución a las aberraciones ópticas y mayor nitidez. Como decía Cartier-Bresson, la nitidez es un concepto burgués, y no define la calidad global de una fotografía.

Pentax MX + Takumar 35/2
Pentax MX + Takumar 35/2

Se podrían hacer más comentarios, pero estos que he señalado me parecen los más interesantes. Todo el material utilizado en las fotografías de este artículo está mejorado por productos posteriores, e incluso por productos comentarios fabricados con más rigor. Esto último aplicable al material de la antigua Europa Oriental de forma casi universal. Pero con todo este material, ha habido personas, fotógrafos o aficionados a la fotografía, que han sido capaces de realizar fotografías artísticas, interesantes documentalmente, emortivas o entrañables. Muchas de las fotografías tomadas por gente que arriesgaba su integridad física durante la invasión de Budapest por los soviéticos en 1956 o cuando se machacó la primavera de Praga en 1968, usaron este tipo de material. Y hoy nos parecen documentos fotográficos imprescindibles. A mí me gusta mantener una memoria histórica. En el concepto noble e interesante del término, no en el manido y desprestigiado por los políticos.

En cada una de las fotografías que muestro en este artículo se indica la combinación de cámara y objetivo que se ha utilizado. De entrada decir una cosa. Las fotografías más interesantes que he obtenido usando esta cámara y estos objetivos son aquellas en las que la luz era más idónea o el motivo encontrado era más interesante y mejor encuadrado. Y no tiene nada que ver con el material que estaba usando en ese momento. Por ejemplo, es mucho más cómodo, sencillo y ágil de usar cualquiera de estos objetivos con la Pentax MX que con el talabarte de de la Praktica MTL5. Pero las fotografías tomadas con la Praktica y el Takumar 35 mm a la caída de la tarde probablemente son más interesantes que las tomadas con la Pentax MX y el Takumar 35 mm en las horas centrales del día.

Pentax MX + Takumar 35/2
Pentax MX + Takumar 35/2

Otro ejemplo, el Industar-50-2 y el Tessar 50/2,8 de Zeiss Jena son ambos similares en su diseño óptico; cuatro elementos en tres grupos, copiando la fórmula de los Tessar de Carl Zeiss. El fabricado en Jena es dos tercios de paso más luminoso y su distancia mínima de enfoque es la mitad que el Industar. Pero si haces las fotos en la rosaleda del Parque Grande a la caída de la tarde, con unas bonitas rosas, probablemente habrá más partidarios de esas fotografías realizadas con el objetivo soviético, que de las modestas flores obtenidas con la óptica alemana al mediodía. ¿Me estoy explicando?

Dicho todo lo cual, una inspección crítica de las fotografías realizadas nos hace ver un hecho que ya podíamos suponer. El Takumar 35 mm es mucho mejor objetivo que cualquiera de los otros dos. Es mucho más sólido, con una fórmula óptica más compleja y mejor corregida y muy utilizable, incluso con cámaras modernas, aunque a grades aperturas, con las réflex digitales, las esquinas sufren en exceso por el viñeteado y otras cuestiones.

No es este el único articulo sobre estas cuestiones que tengo pendiente... Y en los próximas días, seguramente durante este fin de semana largo que disfrutamos en Zaragoza, veremos más ejemplos de fotografías realizadas con material antiguo sobre película tradicional.

Pentax MX + Industar 50/3,5
Pentax MX + Industar 50/3,5

Éxito a medias en la feria del coleccionista - Zenit-E "Moskva 1980" + Industar-2 50/3,5

El pasado sábado día 9 de abril de 2016 estuve en compañía de mi sobrino Diego toda la mañana. Es algo que sucede con cierta frecuencia, lo de pasar las mañanas de los sábados juntos. Tiene 7 años, y variamos las actividades que hacemos juntos en función del tiempo atmosférico, de la oferta de actividades en la ciudad y de las ganas que nos entran. Ese sábado hizo buena mañana, así que de 10 a 11 de la mañana estuvimos jugando un rato en la pista de tenis del Centro Deportivo Municipal "La Granja", y después de ver como corrían en la pista de atletismo unos escolares poco mayores que Diego, almorzamos un zumo y un pincho de tortilla antes de ir a Coleccionea, la mercadillo del coleccionismo que estaba instalado en el Centro Cívico "Universidad", en la calle Violante de Hungría de Zaragoza. Y allí compramos algo para todos, para el sobrino, para el tío y para la madre trabajadora del pequeño, en ausencia.

Curiosamente, el día anterior,... o el anterior,... no recuerdo con precisión, había estado repasando los vídeos de mis suscripciones en Youtube, entre las cuales se encuentra Christopher Frost Photography, un tipo que se dedica a probar todo tipo de material fotográfico, pero que me interesa porque de vez en cuando nos muestra chismes, especialmente objetivos, de antaño. Y como los adapta a sus Canon EOS, pues sus indicaciones mi valen. Y repasando entre sus vídeos, me encontré que hace 11 meses había probado un pequeño objetivo soviético, y visualicé el vídeo. Este que os pongo a continuación.

No soy extraño a estos pequeños Industar. Esta es la denominación que daba la fábrica soviética KMZ para los compactos objetivos, generalmente de 50 mm de focal, que manufacturó copiando la formula de los Tessar que se llevaron de la fábrica de Carl Zeiss en Jena tras la Segunda Guerra Mundial. Hace unos años, también en una edición de Coleccionea, compré un Industar-22 50/3,5, con montura M39, compatible con las Leica de montura de rosca. Y con el adaptador oportuno, con cualquier Leica con montura de bayoneta M, fabricadas desde los años 50 hasta la fecha, incluidos los modelos digitales. Ya escribí en estas páginas mis experiencias en su momento.

El caso es que paseando por la feria me encontré con esto.

Se trata de una Zenit-E fabricada también por KMZ, hoy en día Krasnogorsky Zavod, todavía en activo, fabricando chismes para el ecosistema Lomography. Además de cámaras que replican las de la época soviética, fabrica por ejemplo los "modernos" objetivos de tipo Petzval que comercializan los espabilados emprendedores austriacos que adquirieron la marca Lomo, pero que venden tajo bajo a precio de solomillo. Pero aquí estamos hablando de una auténtica Zenit-E de la época soviética, con el emblema "Moskva 1980" correspondiente a los Juegos Olímpicos de Moscú 1980. Lo cual nos da una idea de la época de fabricación de esta cámara en concreto, ya que el modelo se estuvo fabricando entre 1965 y 1986. Y su chasis sirvió de base para la fabricación de otros modelos de cámaras vendidas bajo la marca Zenit u otras propias del bloque soviético.

La cámara es realmente arcaica. Tiene un fotómetro de selenio, no TTL, que a estas alturas no podemos considerar fiable. Dispone de un selector de sensibilidad ISO para ajustar el fotómetro, y una rueda de velocidades de obturación que va de 1/30 s hasta 1/500 s. más la posición "B". Esto quiere decir que, a pleno sol, la película con mayor sensibilidad usable sin recurrir a la sobre exposición es de 400 ISO, ya que la mayor parte de los objetivos acompañantes tienen un diafragma mínimo de f/16. La velocidad de sincronización del flash es a 1/30 solamente. La zapata de accesorio es fría, por lo que el flash hay que conectarlo a un contacto PC-sync que encontramos en el frontal de la cámara. Venía con un dispositivo de disparo retardado, que se encuentra ausente en el modelo que os presento.

En su parte posterior, cuando la abrimos, comprobamos que la cámara no está mal cuidada y tiene muy buen aspecto.

La cámara dispone de una montura para objetivos con rosca M42, similar a la que os presenté hace unas semanas cuando os hablé del modelo de cámara Praktica MTL5, fabricada en la antigua República Democrática Alemana. La Zenit-E se vendía habitualmente con un objetivo Helios-44 58/2, muy interesante para uso general aun con esa focal un poco demasiado larga para un objetivo estándar. Pero parece que es en ese entorno de focales donde es más fácil obtener una óptica con buen rendimiento y bajo coste. No obstante, el modelo que os presento viene con el Industar-2 50/3,5, el objetivo que nos presentan en el vídeo anterior usado sobre cámaras digitales Canon EOS, que es más antiguo en su concepción, con una fórmula Tessar de 4 elementos en 3 grupos. Absolutamente similar al que venía con la Praktica del que ya os hablé. Pero mucho más compacto en tamaño debido que en lugar de una apertura máxima f/2,8 se queda en un f/3,5, dos tercios de paso menos luminosa. Comparemos el tamaño de ambos objetivos. A la izquierda el Industar-2.

Para probar el objetivo, lo monté sobre la Canon EOS 5D Mark II con el adaptador correspondiente. Frost, en su vídeo, nos dice que el objetivo da mejores resultados en esta cámara que en las modernas cámaras EOS de sensor APS-C, probablemente por la diferencia de tamaño de los fotositios. Los más pequeñitos de las APS-C estresan más los fotones que atraviesan el Industar-22. Supongo. Mi EOS de sensor APS-C es más antigua y solo tiene 10 megapixeles. Lo tengo que probar... igual va mejor que con las más modernas. Bueno, de momento, la 5D Mk. II. Donde el aspecto del pequeño objetivo queda muy extraño.

Salí ayer por la tarde a probarlo, aprovechando la buenísima tarde que hacía en Zaragoza, y me encontré con un conocido de mi entorno laboral. Su esposa también está metida en el mundo de la fotografía, así que aunque él no, le extrañó mucho el aspecto de la cámara en cuanto lo vio, acostumbrado al equipamiento de su pareja. Pero veamos algunos resultados.

El objetivo tiene practicamente 300 grados de giro en su rueda de enfoque, así que su escala de profundidad de campo es amplísima y muy utilizable. Si la luz es buena y no estamos intentando aislar el sujeto con profundidades de campo estrechas, mi recomendación es situar el diafragma en f/8 y tirar de hiperfocal o de enfoque por zonas. Es muy fácil. Los mejores resultados, como nos dice Frost, se darán casi seguro entre f/5,6 y f/8. O sea que no tiene sentido complicarse más la vida.

Veamos algunos ejemplos.

El aspecto general de las fotografías es bastante aceptable. Aunque yo no las ampliaría en exceso. Cuando tienen abundante detalle fino, este aparece un poco regular. En la siguiente fotografía en la que tenemos abundancia de hierbas y hojas de árboles se pone de manifiesto cuando la he observado a suficiente ampliación.

Así pues, el objetivo puede dar resultados razonables en reportaje, pero quizá se quede demasiado corto en calidad para paisaje, salvo que mantengamos niveles de ampliación moderados. Pero bueno... me gustaría comprobar en algún momento cómo se comporta una copia impresa a un tamaño de entorno a una DIN-A3 o 45 x 30 cm. A ver si aguanta.

No pude ensayar el retrato, el paseo de prueba lo hice solo, pero sí que tomé alguna fotografía a distancias de retrato con el objetivo a plena apertura. La impresión es que la nitidez en el centro puede ser suficiente, y la calidad de la zona desenfocada, el famoso bokeh, no es malo, aunque no pueda competir con objetivos más luminosos y con más palas de diafragma. El Industar-2 dispone de 7, que tampoco está mal, pero son muy rectilíneas, y la figura del heptágono se ve claramente en cuanto cierras a f/4 en los punto luminosos desenfocados. A plena apertura, estos son circulares.

Como se puede apreciar, con la EOS 5D Mk. II, a plena apertura viñetea bastante, aunque es corregible en el procesado posterior.

Sé que aunque estos objetivos eran revestidos para combatir los reflejos internos, no se suelen llevar bien con los contraluces y las fuentes de luz frontales. El Industar-22 para montura M39 lo pasa de pena. Parece que este Industar-2 para montura M42, más moderno, tiene algo más de aguante, pero también sufre lo suyo. Lo he visto en dos fotografías, una a plena apertura y otra a f/8. En esta se nota menos, pero se nota, tanto la pérdida de contraste como las luces parásitas.

Una de las pegas que tiene el pequeño Industar-2 es que su distancia de mínima de enfoque se sitúa entre los 60 y los 65 cm, frente a los 45 cm habituales en las focales de 50 mm, y no digamos ya a la muy favorable del Carl Zeiss Jena que viene con la Praktica MTL5, que baja a los 35 cm. Sabiendo eso, me llevé algún tubo de aproximación, por si se terciaba algunas fotografía de aproximación. Me llevé dos tubos del juego de Kenko para montura Canon EF, el de 12 y el de 20 mm. Sólo usé el de 12 mm.

Suponiendo que la escala de reproducción máxima del objetivo esté en 0,095 para unos 63 cm de distancia mínima de enfoque, el tubo de aproximación de 12 mm nos permite alcanzar una escala de reproducción máxima de 1:3 con una distancia mínima de enfoque de 26 cm. En posición infinito, con el tubo de aproximación de 12 mm enfocaría a unos 32 cm. Razonablemente cómodo para los motivos florales que podemos encontrar en estos momentos de primavera en el Parque Grande de Zaragoza.

Veamos algunos ejemplos.

Como son archivos digitales, algunos datos del procesado utilizado son los siguientes. La temperatura de color utilizada oscila entre la propia de luz de día a pleno sol (4900 ºK) a la de luz de día en sombra con iluminación por el cielo abierto (6500 ºK). Temiendo un contraste escaso en este tipo de objetivos, he aplicado sistemáticamente un preajuste de VSCO simulando la película Kodak Gold 100, que viene en el paquete VSCO Film 00, que VSCO pone a disposición de los usuarios de Adobe Photoshop Lightroom de modo gratuito como paquete de prueba. Incluye también ajustes que simulan la película en blanco y negro Kodak Tri-X. Aunque parece que este paquete de prueba ya no está disponible. Una pena.

De esta forma obtenemos un contraste vivo e imágenes saturadas, pero que se pueden controlar con algunos ajustes posteriores a la aplicación del preajuste. Lo cierto es que da la impresión de que tampoco es excesivamente necesario. Pero bueno, yo os cuento cómo lo he hecho. En cualquier caso los resultados no están mal.

Christopher Frost nos advertía que en los bordes y las esquinas, la calidad del Industar-2 a plena apertura no es buena. Pero da igual, porque en este tipo de fotografías de aproximación suele estar desenfocado en esas zonas. La observación de la fotografía de las hojas a contraluz en el ordenador muestra que en el centro del campo visual, la nitidez es más que suficiente para mostrar el detalle de la nervadura de las hojas.

Poco queda más que decir. Sobre la cámara, la Zenit-E. No la he probado todavía. Como digo en el título, la compra la considero un éxito a medias. El objetivo, que es lo que más me llamó la atención y me apetecía tener, me parece que da unos resultados por encima de mis expectativas. Aunque su uso sea muy circunstancial y más de capricho que otra cosa.

Pero la cámara presenta deficiencias. El vendedor me pedía 60 euros cuando empezamos a hablar. Le pedí una inspección a fondo que me permitió sin ningún problema y con cordialidad. Observé que alguno de los espejos del pentaprisma puede tener algún tipo de fractura que se observa en el visor. Con lo cual el precio bajo a 45 euros. Después observé que faltaba el disparador con retardo. Otros 15 euros de bajada. Se quedó en 30 euros. Comprobé las distintas velocidades de obturación con la tapa trasera abierta y mirando hacia la luz a través del objetivo. Parecía todas bastante correctas. Pero no probé la posición "B". Se me olvidó. Decidí comprar.

Este tipo de compras son siempre una lotería. Cuando en casa volví a realizar el mismo proceso todo fue bien hasta que probé la posición "B". La cortinilla de tela del obturador, de movimiento horizontal, se quedó atascada. Zas. El alma de la cámara había fenecido. Es cierto que el problema es relativo. El objetivo es válido y lo puedo usar con la Praktica MTL5 de forma nativa, y con adaptadores en las Pentax de montura K y en las Canon EOS. Pero vaya... Probablemente es una cámara que no se ha usado en años... y eso también produce problemas cuando las vuelves a accionar.

En este momento, después de varios accionamiento, la cámara vuelve a funcionar en el resto de las velocidades de obturación. Pero sé que el problema está ahí. En algún momento, la usaré con algún carrete. Quizá este fin de semana. Ya os contaré. Como digo, de todas formas el Industar-2 se puede quedar montado en la Praktca MTL5 que tengo en préstamo indefinido.

Primeros carretes de prueba con la Hasselblad 500C/M

Os contaba ayer las características de mi nuevo equipo de formato medio para película tradicional, basado en una HASSELBLAD 500C/M.

Hoy os muestro algunos ejemplos de las fotografías realizadas con los dos carretes de prueba que el pasado jueves disparé con el nuevo equipo. No son nada de especial. Un paseo por mi circuito tradicional de pruebas de material fotográfico por la ribera del CANAL IMPERIAL DE ARAGÓN y por el PARQUE GRANDE de ZARAGOZA.

Os recuerdo que tengo dos respaldos, el A12 y el A16S, que permiten obtener respectivamente 12 exposiciones de 56 x 56 mm, y 16 exposiciones de 41 x 41 mm. Aquí los vemos secándose, para poder comparar la diferencia de tamaños.

La diferencia es notable, pero aun así, el más pequeño, el de 41 x 41 mm, tiene una superficie total que es aproximadamente el doble que el del formato tradicional de 24 x 36 mm.

Los dos carretes son de película en blanco y negro KODAK TRI-X 400, una película clásica por excelencia, que yo expongo a un índice de exposición de 200 en lugar del ISO 400 nominal, aplicando luego un revelado en Rodinal 1+50 de 9 minutos, más corto que el recomendado para ISO 400, con el fin de controlar mejor el grano y el contraste. A mí, en los días soleados de primavera y verano en ZARAGOZA me funciona muy bien esta fórmula.

Ya adelanto que la cámara y el conjunto del sistema funcionan sin problemas, y creo que el potencial es muy alto. Por lo tanto, los defectos encontrados son achacables al fotógrafo. Y los aciertos, si los hay, también, claro.

De forma cronológica, primero expuse los negativos del respaldo A12, de los que dejo a continuación unos ejemplos.

Después vinieron los negativos del respaldo A16S, que en su conjunto creo que quedaron mejor. Lo cual tiene varias explicaciones. Una, que es más difícil utilizar los formatos más grandes que los más pequeños y que la focal equivalente del DISTAGON 50/4 con el A16S, aproximadamente 38 mm, es más fácil de usar que los 28 mm del A12. Otra, que la tarde estaba más avanzada y la luz era de mejor calidad. Y finalmente, que el entorno en el que hice las fotos era más interesante. En cualquier caso os dejo los ejemplo del segundo carrete y vosotros diréis.

Finalmente, una Hasselblad 500C/M

Hace unos meses os conté mis experiencias con una HASSELBLAD 503CX, cámara de formato medio que me dejaron para ver qué tal me sentía y me desenvolvía con ella. Era un préstamo con opción a compra. El aparato estaba en estupendas condiciones. El precio, aunque dentro de mis posibilidades, era respetable dado su buen estado tanto de funcionamiento como cosmético. Como había confianza y no había compromisos, estuve investigando un poco "el mercado", y llegué a la conclusión de que con un poco de paciencia e investigación podría hacerme con un equipo HASSELBLAD para formato medio que fuera divertido, que funcionara bien, y que tuviese un precio más ajustado. Aunque tuviese que sacrificar el aspecto cosmético aunque nunca el funcionamiento. Al final, desde ayer, dispongo de un equipo funcional completo. Sobre la base de una HASSELBLAD 500C/M, aparato más antiguo que la 503CX, pero esencialmente idéntico en funcionamiento.

El equipo con el que ayer estuve haciendo mis primeras fotografías, que todavía no tengo reveladas queda como sigue.

No voy a explicar todas las características del equipo. Esencialmente son las mismas que describía en el artículo cuyo enlace podéis encontrar al principio de este. Sólo voy a mencionar las diferencias.

En primer lugar decir que compré por un lado el cuerpo con el visor de cintura. El precio era el habitual para estos chismes, pero venía de regalo con un respaldo para película de tipo A16S en lugar del habitual A12. Con este último lo normal es que saliese algo más caro. Luego, conseguí un respaldo A12 por un cantidad muy ajustada. El conjunto me salió más barato de lo que el cuerpo con el respaldo suele costar habitualmente dado el buen estado de este.

El respaldo A12 es el más normal para estas cámaras, y permite obtener un total de 12 exposiciones en formato cuadrado con un tamaño de aproximadamente 56 x 56 mm sobre un carrete de película de tipo 120. El A16S usa el mismo tipo de película, pero puedes obtener hasta 16 exposiciones, en formato cuadrado también, de aproximadamente 41 x 41 mm. Fotogramas más pequeño, pero más exposiciones. La S del modelo A16S viene de "square" (cuadrado), ya que existe un modelo A16, con el mismo número de exposiciones, pero de formato rectangular en tamaño aproximado de 41 x 56 mm. Veamos la diferencia de tamaño de los fotogramas de ambos respaldos, y las diferencias en los mismos para diferenciar los modelos.

Como podréis ver en las fotografías, el respaldo A12 muestra más signos de uso que el A16S. Curiosamente, es el A12, que adquirí aparte, el que hace juego con el cuerpo de la cámara. Ambos negros en su conjunto, mientras que el A16S que venía con el cuerpo es negro y cromado. Ya digo; si no te preocupas demasiado por los detalles cosméticos, acabas encontrando soluciones más económicas.

La cuestión más peliaguda venía a continuación. Sin un objetivo al menos, la cámara no sirve de nada. Me ofrecían de regalo un PLANAR 80/2,8 CF T*, objetivo estándar del sistema, similar al que os mostré hace unos meses, pero estropeado. Lo he llevado a un mecánico, y me lo arregla. Si queda bien, que espero que sí, me habrá costado menos de la mitad de lo que suelen costar estas ópticas. Pero también encontré la posibilidad de adquirir un objetivo que me pareció que tenía un coste razonable, y así lo hice.

Se trata de un DISTAGON 50/4 C T*. De color plateado. Un objetivo de transición.

Vamos a analizar las características de esta óptica. En primer lugar, es un DISTAGON; en la jerga de CARL ZEISS esta denominación se suele aplicar a los objetivos grandes angulares con diseño de tipo retrofoco o teleobjetivo invertido. Si fuese de diseño simétrico o casi simétrico sería un BIOGON, pero dado que tiene que salvar la distancia necesaria para el movimiento del gran espejo del sistema réflex de la cámara, este último diseño no es práctico.

Una focal de 50 mm implica que, usando el respaldo A12, el ángulo de visión del objetivo en su diagonal es similar al de un 28 mm en el formato pequeño para negativos de 24 x 36 mm. Pero en realidad, al estar hablando de un formato cuadrado, el ángulo de visión horizontal es equivalente a una focal algo mayor, y el vertical al de una focal al menor. Ya digo que no he revelado todavía el primer carrete con este objetivo y este respaldo, pero mi sensación es que es una focal cómoda de usar y agradable.

Con el respaldo A16S, teniendo en cuenta el recorte que sufre el tamaño del fotograma, el 50 mm sería equivalente a un 38 mm en formato pequeño.

Al ser de la serie C, quiere decir que corresponde a la gama de objetivos que se empezaron a fabricar a partir de 1957. Pero también vemos que está marcado con una T* roja. Por lo tanto, tiene las superficies de las lentes multirrevestidas para mejorar el contraste y la resistencia a las luces parásitas. Estos objetivos se construyeron entre 1974 y 1982, pero poco a poco según he leído fueron pasando de ser plateados a negros. Así que como este es plateado, asumiremos que es de mitad de la década de los años 70.

Como vemos en la fotografía anterior, son objetivos con un obturador central incorporado SYNCRO-COMPUR, y para ajustar la exposición basta con leer el valor de exposición propuesto por el fotómetro externo y ajustarlo. Es la escala de números rojos. Esto nos dará una serie de combinaciones equivalentes de apertura de diafragma y velocidad de obturación, de las cuales seleccionaremos la que más nos convenga.

En la fotografía anterior vemos los valores que nos ofrece para un valor de exposición de 15, típico de un día soleado en las horas centrales del día y para una película de sensibilidad 100-125 ISO.

Como vemos aparecen dos pestañas móviles de color rojo encima de la escala de distancias de enfoque que es muy amplia y muy progresiva. Abarca de algo menos de 0,5 m hasta infinito, con lo que yo creo que son más de 200º de giro. Estas dos pestañas móviles se desplazan con el diafragma seleccionado, informándonos del intervalo de profundidad de campo del que disponemos. Como vemos. para el valor de exposición de 15, con una apertura de diafragma de f/16, enfocando a 3 metros estamos prácticamente en la hiperfocal. En las especificaciones que ofrece CARL ZEISS para este objetivo (PDF), nos informa que el círculo de confusión utilizado para el cálculo es de 0,06 mm. En algún lugar, como en ONLINE DEPTH OF FIELD CALCULATOR, para este formato utilizan un círculo de confusión de 0,045 mm, y la hiperfocal la sitúan en 3,5 metros. Bueno, ser más o menos conservador con estas herramientas depende del tamaño de la ampliación final de la fotografía y de la distancia de observación. En cualquier caso, las diferencias no son enormes. Evidentemente, como buen gran angular, invita a su uso para paisajes.

Veamos lo que pasa si escogemos otra valor equivalente de exposición, pero con el diafragma más abierto.

Sí, bueno, a f/8 hemos reducido notablemente la profundidad de campo. Y las pestañas rojas nos lo indican claramente. Un gozada el uso de estos objetivos mecánicos. Algo que se ha perdido con los objetivos electrónicos de enfoque automático.

En cualquier caso, esto es lo que os tengo que contar de momento. Por el precio que hubiera pagado por la 503 CX, tengo la 500 CM, con dos objetivos en lugar de uno, y dos respaldos para película en lugar de uno. Algo he salido ganando, renunciando a algún sacrificio en el lado de la cosmética y la modernidad. En cuanto tenga reveladas y escaneadas las primeras fotografías, subiré alguna muestra de las fotografías tomadas.