La fotografía como afición y otras artes visuales

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Kodak Portra 160 en Leica M2... con un error

De la gama de películas Kodak Portra, la de menos sensibilidad, la Kodak Portra 160 es con la que menos familiarizado estoy. La he utilizado ocasionalmente, siempre con algunas cámara réflex con un sistema de medición fiable, puesto que siempre he leído que es más exigente que su hermana de ISO 400 en lo que se refiere a la precisión en la medición. Pero tenía algún rollo por casa, y hacía tiempo que no usaba la Leica M2. Lo cual coincidía con el hecho de que tenía sobre la mesa la oferta de usar una Leica M6 de la que os hablé hace poco.

Pero cometí un error notable. Cargué la película hacia principios del mes de febrero, hice alguna foto con ella, pero luego la aparqué a un lado con otras cosas. Y cuando la volví a retomar... había olvidado qué película iba en su interior. Y por algún motivo estaba convencido de que era una Kodak Portra 400 que había ajustado a un índice de exposición de 200.

Y en ello estuve. Haciendo unas cuantas fotos con la Leica M2, con el fotómetro de mano, el Gossen Digisix ajustado a IE 200, con el Zeiss Planar 50/2 ZM como óptica principal, aunque también usé el Leica Elmar-C 90/4 en algunas de las últimas fotografías, convencido en que todo iba a quedar bien. Cuando estaba haciendo como promedio una subexposición de un tercio de paso. Poca cosa diréis.

Ayer me llegó revelado el rollo... y no estoy muy satisfecho. Es cierto que por distintos motivos no he podido valorarlo con el detalle que esperaba. Pero del laboratorio ya me advierten en el correo de remisión que algunos fotogramas están subexpuestos, y que por lo tanto, en esos, no puedo esperar la misma calidad en los colores y aparece mayor nivel de grano en las sombras. Igual modifico más adelante mis impresiones... pero no he acabado excesivamente satisfecho.

Ilford HP5 Plus 400 en su punto justo - con Fujifilm GS645S Wide 60

A principio de febrero fue el cumpleaños de mi sobrino; 12 años. Como tenía una parte del equipo Pentax en buen estado pero sin usar, le regalé la Pentax K-X, con el objetivo zoom de kit, un 18-50 mm creo que es, o algo parecido, nunca lo he usado, con sus baterías, alguna tarjeta de memoria y una mochila fotográfica en buen estado que no uso. Un par de semanas más tardes se sugirió un paseo familiar para que el chico fuera fogueándose, al mismo tiempo que le podía orientar en la técnica básica de la toma fotográfica. Yo mismo cogí alguna cámara para el paseo. Una digital, la Panasonic Lumix G100 para demostrar los conceptos de forma práctica, y la Fujifilm GS645S Wide 60 con un rollo de Ilford HP5 Plus 400 por si se prestaba la tarde a alguna foto en blanco y negro.

Lo cierto es que cuando salimos a las cinco de la tarde de casa, la luz era muy agradable. No era nada dura, porque se mezclaba la progresiva caída del sol hacia el horizonte en su recorrido de la bóveda celeste, con algo de nubosidad que matizaba la luz. La Ilford HP5 Plus 400 es una película que, según mi experiencia, se defiende bien con una luz no muy intensa, pero que cumple mejor si las escenas tienen un contraste razonable que si son muy planas. Y desde ese punto de vista, la situación parecía idónea.

No obstante, conforme avanzó la tarde, las nubes fueron más abundantes, y bastante antes de llegar a la puesta de sol, prevista esos días entre las seis y media y las siete menos cuarto de la tarde, bloqueaban mucha de la agradable luz que teníamos al principio del paseo, haciéndola mucho más plana y mucho menos interesante. Así que no terminé las quince exposiciones del rollo, lo cual hice unos días más tarde en un paseo por el casco histórico de Zaragoza, en el que también algunas nubes en el cielo matizaban la luz y eliminaban los fuertes contrastes que ya tenemos en las horas centrales del día. Se acabaron los días invernales de luz agradable, casi por defecto.

Ningún misterio en el procesado de la película. Revelado típico y tópico en Kodak HC-110 dilución B (1+31) durante 5' a 20 ºC. Como hago habitualmente, agito con moderación, cinco inversiones completas y tranquilas al principio de cada minuto de los que dura el revelado. Tras el paro y el fijado convencional, lavado abundante y aclarado final con agua destilada y humectante para secar tranquilamente en un entorno libre de polvo. Los negativos fueron digitalizados con la Panasonic Lumix G9 en su modo de alta resolución, que nos ofrece sus buenos 80 megapíxeles, que en negativos de formato medio pueden merecer la pena, con el Leica Macro-Elmarit 45/2,8 OIS ASPH cerrado a f/5,6. Los archivos obtenido tienen un tratamiento mínimo de ajuste del punto negro y el punto blanco en Pixelmator Pro, así como enderezar los negativos algo inclinados, o recortar algún elemento sobrante en alguno de ellos.

Las fotografías no son nada especial. Pues eso, el resultado de darse unos paseos con la cámara y mantener entrenado el ojo. En cualquier caso, como ya he comentado, usada la película en sus mejores condiciones. Sin muchísima luz en el ambiente, pero con suficiente contraste para no tener que hacer procesados intempestivos para corregirlo que acaban incrementando en exceso el grano aparente de la película. Lamentablemente no dispongo de tiempo ni equipamiento a mano para un procesado en cuarto oscuro tradicional, en el cual seguro que se obtendrían copias decentes. Quizá más adelante. Dentro de unos cuantos años, cuando me jubile. Aun falta... pero seguro que luego me quejo de que el tiempo pasa muy deprisa. Como hace todo hijo de vecino.

Leica Minilux como cámara de apuntes (2): Fujifilm Neopan 100 Acros II

En los últimos meses he reconectado con la Leica Minilux. No tan compacta como otras cámaras que tengo como la Minox 35 GT-E o la Olympus mju-II, presenta algunas ventajas sobre estas, y últimamente es mi cámara preferida para llevar encima en todo momento para tomar apuntes fotográficos.

Con respecto a la Minox, se puede usar también en modo de exposición con prioridad a la apertura. Tiene un sistema de compensación de la exposición entre -2 y +2 pasos por medios pasos, frente al sencillo x2 de la Minox, es decir un modo de sobrexposición de un paso para los contraluces. La focal de 40 mm no es muy diferente de la de 35 mm, pero yo la prefiero. Es marginalmente más luminoso, f/2,4 frente a f/2,8. Y aunque se puede usar enfocando por estimación y utilizando las hiperfocales, un poco al estilo de la Minox pero no igual por no tener escala de profundidad de campo, tiene la ventaja de que en distancias cortas puedes usar el enfoque automático y ser más preciso. Especialmente si necesitas aperturas amplias, donde el error al enfocar es más crítico. Tiene flash incorporado. Y como ya he dicho, es menos compacta, más talabarte. Los objetivos de las dos cámaras tienen buena prensa, pero el Summarit de la Minilux suele estar mejor considerado. La fórmula óptica, tipo "planar", 6 elementos en 4 grupos, es más compleja que la "tessar", 4 elementos en 3 grupos, del Minotar de la Minox. La Minox es una cámara más rápida. No necesita accionar ningún motor de enfoque y no hay retraso entre el accionamiento del disparador y el accionamiento del obturador. Con la Minilux, sí. Por eso, la Minox es más "reportajera", mientras que la Minilux es más un bloc de notas fotográfico.

La Olympus mju-II es comparable a la Minox en tamaño. Y tiene prestaciones similares a la Minilux, menos las más interesantes. No tiene enfoque manual, ni modo prioridad a la apertura. Ni compensador de la exposición. Todo automático. Los principales inconvenientes de la Minilux se encuentran también en la mju-II. La única ventaja notable, que fue además la que desencadenó su compra cuando salió al mercado en los años 90 del siglo XX es que está protegida contra salpicaduras de agua y contra el polvo. Y era la cámara que subía conmigo cada fin de semana a las pistas de esquí.

Con todo esto por delante, después de utilizarla en los últimos tiempos principalmente con rollos de película negativa en color, tomé la decisión de hacer un rollo de blanco y negro. Y para aprovechar las buenas cualidades de su óptica, le puse una película en condiciones. La Fujifilm Neopan 100 Acros II, la nueva versión de esta película de grano fino y elevada definición, que ahora fabrica Ilford en Reino Unido aunque bajo especificaciones de Fujifilm, puede hacer que las fotos obtenidas puedan tener un empaque superior a la de un mero bloc de notas. Si la distribución tonal es adecuada y si la nitidez es buena, puede ser ampliadas a buen tamaño.

Durante una semana fui recogiendo escenas ciudadanas, de rincones de la ciudad que me interesan por diversos motivos. Normalmente suelo ajustar el fotómetro a IE 80 y no al IE 100 de su sensibilidad nominal. Pero la mayor parte de estas compactas electrónicas no permiten este ajuste, ya que leen la sensibilidad por los contactos DX, así que su sensibilidad nominal tuvo que ser. Hice las fotos y revelé en Kodak HC-110 en dilución B (1+31) durante 5 minutos. Es distinto revelado que el que realicé recientemente en unos rollos realizados con la Hasselblad 500CM. Lo cierto es que aquellos no me gustaron cómo quedaron, supuse que algo estaba mal en la información de la que disponía y busqué otra información sobre el revelado de la Acros II con HC-110. Y esta parece ser correcta.

A la simple inspección visual, ya se apreciaba que la densidad y gama tonal de los negativos era bastante buena. Digitalicé los negativos con la Panasonic Lumix G9 y el Macro-Elmarit 45/2,8 a la resolución normal de 20 megapíxeles, que era más que suficiente para los fines pretendidos. Prácticamente no se aprecia grano alguno en las imágenes, confirmando las cualidades de la película. Hay amplia información de las luces a las sombras y el aspecto general de las imágenes, al menos técnicamente es muy bueno. El que interesen a la persona que las vea o no es otro cantar, pero para lo que yo quería, ya me han venido bien y han cumplido sobradamente las expectativas. Con las limitaciones que impone la sensibilidad ISO 100 en cuanto a necesidad de luz, la combinación de cámara y película es bastante buena. Se obtienen imágenes nítidas y limpias. La focal de 40 mm es muy polivalente y la cámara, aunque no tan compacta como las que han servido de comparación al principio, se transporta cómodamente una bolsa o mochila urbanita. El único pero es que la Acros II es una película cara. ¿Merece la pena sobre otras películas de sensibilidad similar como la Ilford FP4 Plus bastante más barata? Pues en muchos casos probablemente no... pero en alguno, en trabajos seleccionados puede que sí. Cada cual ha de valorar la situación.

El "puente" de final de enero - Canon EOS 650 + Lomography Color Negative 400

A mediados de enero, una compañera de trabajo me hizo una consulta. La novia de su hijo le había pasado una Canon Sure Shot Zoom, no puedo recordar el modelo exacto, para ver si se podía usar. Esta fue una gama de cámaras "compactas" para película tradicional que fue muy popular en los años 90, con numerosas declinaciones. Sus características principales era una fabricación sencilla, en plástico, policarbonatos, pero de razonable calidad, armadas por un objetivo zoom de amplitud variable, generalmente muy poco luminoso especialmente en el extremo de focal más larga. Flash incorporado, lectura de la sensibilidad por contactos DX y pocas posibilidades de intervención por parte del fotógrafo; todo muy automático. Era una de las variantes de las popularmente conocidas como "cámaras para tontos". Yo siempre he dicho que no hay cámaras para tontos, pero sí "tontos" con cámaras. Lo suyo era utilizar estas cámaras con una película con un mínimo de ISO 400 de sensibilidad; por la escasa luminosidad del objetivo, en toda su gama de focales, pero especialmente en el extremos largo. El problema es que habían intentado ponerla en marcha... y no iba. Me la trajo.

No pude hacer nada. La cámara, como casi todas las Canon desde finales de los 80 del siglo XX, tiene un sistema de carga automática, motorizada, como el avance de la película entre fotogramas, que se encarga de dejar la película en condiciones de ser expuesta, tras depositar el extremo de la lengüeta del rollo en una marca apropiada para el correcto funcionamiento de la cámara. Pero este ejemplar era incapaz por completo de enhebrar la película. Intentamos varios truquillos, pero fue en vano. Le dije a mi compañera que por el precio actual de estas cámaras, que la desechase apropiadamente, que se buscaran una de segunda mano si les hacía ilusión. Me agradeció el intento,... y me regaló el rollo de película que habíamos fracasado en cargar en la cámara.

El rollo en cuestión era un Lomography Color Negative 400. Con lo cual... cualquier cosa podía salir de ahí. Para empezar, porque nadie sabe exactamente qué tipo de película vende Lomography bajo sus marcas. En sus iteraciones más recientes, se dice que esta película negativa en color alguna vieja emulsión de Kodak de ISO 200 o 400, mínimamente actualizada. Se sabe que la versión en rollos de tipo 120 viene de China, pero no se sabe si la emulsión se fabrica allí, si simplemente se envasa allí, y si las emulsiones en rollos de 35 mm y tipo 120 son las mismas o diferentes. Pues eso. Lomography. Quien quiera consistencia en los resultados que busque en otra parte. Para los que gusten de sorpresas... quizá les convenga.

Cargué la película en la Canon EOS 650,... en esta ocasión sin problema alguno, a pesar de que con tanta manipulación la lengüeta del rollo estaba un tanto deformada, y en el último fin de semana de enero, me dediqué a hacer fotos con ella. Fue un fin de semana largo. Un "puente". El 29 de enero, que fue viernes en 2021, es festivo en Zaragoza. Y yo me cogí un día de fiesta el lunes 1 de febrero por motivos que hoy no vienen al caso.

El grueso de las fotos están hechas con el Tamron SP 35mm f1.8 Di VC USD, un objetivo con una ópitca muy buena, estabilizado, pero que con una cámara de hace más de 30 años, teóricamente compatibles, se lleva regular, y no funciona el enfoque automático. O por lo menos no funciona la mayor parte de las ocasiones. Tampoco me supuso mayor problema. La mayor parte de las fotos se hicieron en un paseo por los pinares de Venecia de Zaragoza, y en la caminata hasta la Cartuja Baja, en la que terminé el rollo antes de empezar a usar la Hasselblad 500CM.

En cuanto a los resultados... El rollo fue mandado a revelar en el mismo lote que el Kodak Ultramax 400 del que os hablaba hace unos días. Por lo tanto, se podría, hasta cierto punto, comparar las dos emulsiones de la misma sensibilidad nominal, negativos en color, y que se supone están elaboradas por el mismo fabricante. Es difícil comparar dos películas que se han usado en distintas condiciones. Parece que la granularidad de la Ultramax 400 es más discreta que la de la Lomography 400. Las diferencias en los colores pueden justificarse por la variabilidad del operador del laboratorio a la hora de escanear los negativos. Y este operador, de Carmencita Film Lab, me informó al remitirme los archivos escaneados, que había algunos fotogramas subexpuestos... pero no me especificó en qué rollo estaban. Así que tengo que esperar a que el transportista se digne en entregarme los negativos revelados para ver cuáles son y en qué circunstancias.

En general, los resultados no están mal. Como digo, los principales problemas que he observado con los productos "lomográficos" es de consistencia. Como nunca sabes exactamente con qué estas fotografiando, no puedes prever lo que va a salir. Otra cuestión es el precio. Por lo que veo en la web de la marca, estos rollos los venden en paquetes de tres unidades a un precio que supone algo más de nueve euros por rollo. Lo cual evidentemente es un sinsentido, pagar semejante cantidad por un producto de origen semidesconocido que no garantiza la consistencia de resultados como otras marcas más económicas y con unos controles de calidad mejor establecidos. Así que la cosa quedará como una anécdota del mes de enero de 2021.

Usando la Leica Minilux como cámara de apuntes; a principios de enero con Kodak Ultramax 400

Después de dedicar la mayor parte de los meses de noviembre y diciembre a llevar película negativa en color de sensibilidad media-baja, ISO 100, en las cámaras que uso para tomar apuntes fotográficos mientras me desplazo de un lado a otro de la ciudad, en el mes de enero decidí llevar algo más versatil, una sensibilidad menos apurada cuando empieza a fallar la luz. A principio del mes, me pasé por un comercio de Zaragoza donde todavía se puede comprar cierta variedad de emulsiones fotográficas, no exactamente las que más me gustarían, pero es lo que hay, y vi que tenían algunos paquetes de tres rollos de Kodak Ultramax 400. Así que me llevé uno.

Siempre me ha resultado un poco confuso el catálogo de películas de Kodak, por dos motivos. Uno, porque a lo largo de los años he conocido un montón de denominaciones distintas para sus emulsiones, y llega un momento en el que no sabes qué esta en catálogo y qué no. Otro, porque las emulsiones que se encuentran en catálogo tienen denominaciones muy diversas. Antaño, sabías que la gama de películas negativas en color no profesionales eran las Kodacolor Gold, y te limitabas a elegir la emulsión con la sensibilidad que preferías y ya está. Pero ahora... Un artículo en Casual Photophile me aclaró un poco el panorama. En ISO 100, la Kodak Pro Image 100 que he usado este invierno. Aunque se la denominada "professional", casi nadie la considera como tal. En ISO 200, dos emulsiones, la Kodak Gold 200 y la Kodak Color Plus 200. Las dos consideradas para principiantes y aficionados básicos. La segunda más barata y quizá menos nítida, más granulosa y más cálida que la primera, pero más fácil de encontrar en el comercio. Y en ISO 400, la Kodak Ultramax 400. Parece que han desaparecido las Gold 100 y 400.

Así que me pareció bien coger este trío de Ultramax 400. En los últimos años, cuando no quiero gastar en Portra 400, muy cara y no siempre disponible, he venido usando en esta sensibilidad considerada la más polivalente y todo terreno, la Fujifilm Superia Xtra 400. No está de más conocer las diversas posibilidades. Así que a principio de mes cargué el primero de los rollos de Kodak Ultramax 400 en la Leica Minilux. Y fui tirando de ella. La Minilux es una cámara que me gustaría que fuera un poco más pequeña, que tiene varias de las pejigueras que presentaban casi todas las cámaras compactas de su época, pero que tiene varias características que hacen de ella una cámara agradable de usar. Su objetivo de Summarit 40 mm f/2,4, la posibilidad de usar la cámara en prioridad a la apertura y con enfoque "manual", especialmente para enfocar por zonas o a la hiperfocal, y el compensador de exposición entre -2 y +2 por medios pasos, son los atributos que me gustan. No me gusta que el flash no pueda quedar permanentemente desactivado y que cada vez que apagas la cámara vuelve a ponerse en modo automático, disparándose cuando no quiero.

Las fotos las realicé entre el 8 y el 24 de enero, en modo bloc de apuntes fotográfico. Es decir, cámara en la mochila urbana... y cuando veía alguna escena que quería registrar como recordatorio, como nota, como apunte fotográfico,... foto. Sin más. Y desde este punto de vista, realmente la sensibilidad ISO 400 es más ventajosa que la ISO 100. Incluso tomé alguna foto en interiores. Como pega principal, en situaciones de luz abundante, prácticamente está siempre en f/16 y 1/400 segundo, que es su velocidad de obturación máxima. El revelado en Carmencita Film Lab presentaba un exceso de dominante amarilla, a pesar de solicitar un rendimiento neutro del color. Y aunque es fácil de corregir... es molesto. Quizá por el hecho de que las películas de Kodak tienen famas de presentar tonos cálidos, no las corrigen adecuadamente. Pero lo que en fotos realizadas en la sombra está bien, cuando hay cielos abiertos y estos no se ven azules si no algo entre el azul y el no sé muy bien que denominar... no está bien. Tendré que ponerles una nota la próxima vez, porque no es la primera vez que me pasa.