Leía el otro día cómo cambian las tendencias entre los negacionistas de la crisis climática. Durante lustros han negado que la crisis climática existiese. Pero ahora estamos en una situación en que esto no es posible. Hasta el ciudadano más cerril es capaz de percibir que las cosas no son como era, y que no es una cuestión puntual. Ya llevamos varios años en Zaragoza con meses de noviembre y diciembre muy benignos. Si en Navidad hace frío es porque la situación anticiclónica y una inversión térmica nos traiga nieblas persistentes. Si no, como este año, en Navidad, hace buen tiempo… Y yo suelo coger fiesta en la última semana del año, en los días que van entre las vísperas de Nochebuena y el día de Año Nuevo.
Así que, más allá de las compras que solemos hacer, con buen tiempo es ideal para salir a pasear. A caminar y disfrutar de aquellos entornos más agradables de la ciudad. Y si además recibimos la visita de aquellos amigos que viven “exiliados” desde hace décadas en otras ciudades, pero que todavía regresan a la ciudad para estar con sus familiares… pues mejor. Pronto dejará de suceder. La generación anterior, la de nuestros padres, pronto habrá desaparecido, y estas visitas dejarán de tener sentido. Como ya conté, aproveché mucho estas fiestas para familiarizarme con mi nuevo teleobjetivo Canon de focal variable y con mi nueva cámara micro cuatro tercios. Pero siempre llevo también una cámara bolsillera con película fotográfica tradicional en estas actividades al aire libre.
En esta ocasión, en los días entre el 22 y el 25 de diciembre llevé conmigo en el bolsillo la pequeña Olympus mju-II. Y como material sensible, ya que el tiempo estaba soleado, la “nueva” película Fujifilm 200. Ya comenté hace unos días, cuando hablé de cómo la usé para hacer paisajes al atardecer, que esta Fujifilm 200 no tiene nada que ver con las tradicionales Fujicolor C200 y Fujicolor Superia 200, que podíamos encontrar con facilidad, incluso a buenos precios la primera, hasta hace no muchos años en los comercios locales. Hoy mismo, en mi Instagram De viaje con Carlos, he publicado tres fotografías realizadas en la Sierra de Armantes, cerca de Calatayud, con la Leica M2 y Fujicolor C200. Esta Fujicolor 200 es Made in USA, y hay muchos que creen que se trata de una Kodak Gold 200. Tenía curiosidad por comparar los resultados con unos relativamente recientes, del verano, con la misma cámara y un rollo de Gold 200.
Lo cierto es que no es fácil la comparación. Los momentos y la luz disponible para cada uno de los rollos fueron muy distintos. Aunque la Gold 200 la hice en verano, fue en las primeras o en las últimas horas del día con luz muy matizada, con pocos contrastes. Sin embargo, en estos días de Navidad, hice la mayor parte de las fotografías en horas centrales del día. Aunque en diciembre el sol recorre el firmamento mucho más bajo sobre el horizonte que en julio, con días muy despejados, el contraste de las escenas no deja de ser más elevado. La excepción, hasta cierto punto, fue la mañana del día de Navidad, en la que todavía había algo de niebla matinal en el entorno del cauce del río Ebro. Y con niebla, luz más matizada. Todas las fotos que he incluido en la entrada son de esa mañana.
No obstante lo mencionado en el párrafo anterior, sí que da la sensación de que son emulsiones que, si no son iguales, son similares o emparentadas. Desconozco cómo se lo monta Kodak para fabricar sus emulsiones. Me han llegado en algún momento noticias de que algunas de ellas las subcontrata a fabricantes de país donde se manufactura con menos coste, en todo o en parte. No lo sé. Pero sí fuese así, aunque la fórmula de la emulsión fuese similar podría haber diferencias en el resultado final. Existe mucho secretismo en estas cosas. Y Fujifilm no suele ser de las empresas más transparentes. Es evidente que la Neopan 100 Acros II la fabrica Harman en Inglaterra, porque es Made in UK y es el único fabricante británico con capacidad para ello. Es un hecho comúnmente aceptado. Pero, ¿sobre lo que fabrica Kodak para la marca japonesa? Lo que sí es cierto es que Fujifilm cada vez está menos comprometido con el nombre de su marca.
Otra cuestión relacionada con la Olympus mju-II. Me gusta usar la cámara, a pesar de ser completamente automática. La única intervención posible sobre la exposición es la de apuntar hacia un lugar donde se crea que el fotómetro estimará la exposición adecuado, mantener el pulsador de disparo hasta la mitad, y luego reencuadrar la escena hacia lo que interese. Especialmente si usar el modo de medición puntual/parcial de la que dispone. No se puede modificar ni la sensibilidad ni tiene un compensador de exposición. Pero tiene otras ventajas; portabilidad, resistencia a la intemperie, buena óptica y luminosa, es bonita,… El caso es que mi ejemplar tiene el problema de que al llegar al final del rollo no rebobina. Ni automáticamente, ni forzando con el botón para ello. Hay que esperar a llegar a casa, ponerse a oscuras, extraer el carrete y rebobinarlo manualmente. Pero el día de Navidad… sí que se rebobinó sola. Confiaba en que fuera una constante, y en enero la he vuelto a utilizar. Pero… SPOILER ALERT… sigue tonta. Pero de esas fotos hablaré otro día… cuando las tenga reveladas.