Tres temas en la entrada de hoy; el uso del teleobjetivo en paisaje, los orígenes de la “nueva” Fujifilm 200 y la importancia de conocer bien el funcionamiento de tu cámara. Estas fotos fueron tomadas en una tarde de sábado en Zaragoza, en el entorno paisajístico del río Ebro a su paso por Zaragoza, donde el azud y el parque lineal fluvial a la altura de Vadorrey. Un lugar muy agradable para pasear y que mezcla lo urbano y la naturaleza de forma que es interesante de explorar. Últimamente lo he hecho con frecuencia, tanto haciendo paisaje con equipo tanto digital como para película tradicional, como fotografiando aves en los sotos de los parques, en la ribera del río.
Vayamos por partes. Primero, el material sensible. Unos días antes bajé a los comercios habituales de la ciudad donde se puede comprar película fotográfica con intención de comprar película en blanco y negro. Y me encontré que en uno de ellos tenían a la venta película Fujifilm 200. No tiene la denominación clásica de las películas Fujifilm para negativos en color con sensibilidad nominal ISO 200. Estas eran, siempre dentro del mercado de películas para aficionados, la de más nivel Fujicolor Superia 200, y la más económica Fujicolor C200. Lo cierto es de desde hace un tiempo estaban en paradero desconocido. Desde que retomé la actividad fotográfica con película tradicional, he utilizado bastante la C200 que, al igual que su equivalente de Kodak, la ColorPlus 200, ofrecían un rendimiento razonable por un precio económico… hasta que los precios empezaron a desmadrarse.
Coincidiendo con la desaparición de estas denominaciones de las estanterías de los comercios, físico o virtuales, apareció una Fujifilm 200. Como esta que nos ocupa hoy. Y con una frase curiosa en su envase; Made in USA. ¿Una película Fujifilm, tan supuestamente japonesa ella? No obstante, ya sabíamos que en los últimos tiempos, Fujifilm, a pesar de su nombre, se estaba desentendiendo de la fabricación de material sensible. La película ISO 800 de sus cámaras de un solo uso era conocido que era una Kodak Ultramax 800, que por otra parte no se comercializa con ese nombre, aunque pueda aparecer también en las cámaras de un solo uso de Kodak. Y qué decir del hecho conocido de que la prestigiosa Fujifilm Neopan 100 Acros II esté fabricada por Harman Photo en Inglaterra. Quienes investigaron esta “nueva” Fujifilm 200 encontraron que sus características técnicas eran coincidentes con la Kodak Gold 200, por lo que se sospecha fuertemente ese origen.
En segundo lugar, esa tarde decidí que había que explorar el paisaje con teleobjetivo. El teleobjetivo es mucho más interesante de lo que mucha gente para la fotografía de paisaje. Aunque muchos principiantes caen con frecuencia en el dogma de que el paisaje se fotografía con gran angular. Pues… depende. Después de haber usado el Canon EF 70-210 mm f3.5-4.5 USM en el viaje al País Vasco de principios de octubre, decidí usarlo para esta tarde de paisaje montado en la muy competente Canon EOS 300. Este objetivo, que salió al mercado en 1990, no va mal con cámaras digitales, pero va un poquito justo. Es recomendable evitar la máxima apertura, con gran viñeteo especialmente a 210 mm, y usar por lo menos f8. Y el contraste general de la imagen no es como el de los objetivos modernos, por lo que hay que ajustarlo a posteriori.
Pero este 70-210 mm tenía buena reputación cuando salió al mercado. En un punto intermedio entre los teleobjetivos de focal variable más económicos, y menos luminosos, y los prestigiosos objetivo similares en intervalo de focales de la serie L, era un buen compromiso para el aficionado que buscase un mínimo de calidad sin disponer de un gran presupuesto. Con un motor de enfoque ultrasónico, permitía un enfoque automático silencioso, y la posibilidad de reajuste manual sobre la marcha. Los resultados eran buenos con película tradicional, aunque por la experiencia de su uso en el pasado, el fuerte viñeteo a máxima apertura estuvo allí desde siempre. En cualquier caso, montado sobre un trípode para poder usar esas aperturas f8 y f11 donde da lo mejor de sí mismo, está bien. Ahora que tengo el RF 100-400 mm f5.6-8 STM para la EOS RP, puedo reservar el 70-210 mm para las EOS para película tradicional.
Estoy razonablemente contento con los resultados… pero sólo hasta cierto punto. Porque cometí un error de bulto. De novato. Con aperturas de f8 o f11, al atardecer, con un velo de nubes que generaba una luz agradable, pero más escasa, y sólo ISO 200 de sensibilidad, era obligatorio llevar el trípode, el muy ligero pero estable Ulanzi & Colman Zero Y (tengo que hablar de este trípode… no lo he hecho todavía y ya lo tengo desde el mes de marzo pasado). Y usar velocidades de obturación relativamente bajas, al principio entre 1/30 y 1/60 segundo. Pero según el motivo, o conforme avanzó la tarde, bajando a 1/4 o 1/8 de segundo. Y a esas velocidades, aunque use el temporizador para hacer la foto sin que la cámara este afectada por la vibración de la pulsación del disparador, el espejo del sistema réflex genera una vibración que afecta a la nitidez de la imagen. La EOS 3 tiene una forma de hacer un levantamiento del espejo al mismo tiempo que pulsas el disparador del obturador, de forma que cuando este se acciona 2 o 10 segundos más tarde, yo opté por los 10 segundos para más seguridad, no se registran las vibraciones producidas por el impacto del espejo al accionarse. Pero yo no me acordaba de ella. No es botón de los que hay distribuidos por el cuerpo de la cámara. Es una de las funciones personalizadas, la número 12.
Con velocidades de obturación así de bajas, muchas de las fotos realizadas con las focales más largas, entre 135 mm y 210 mm, han quedado trepidadas e inutilizables. Con focales más cortas, depende más, especialmente de la velocidad de obturación usada. Quizá 1/60 segundo sea lo suficientemente rápida para que el efecto del impacto del espejo no le afecte a 70 o 100 mm. Pero 1/4 o 1/8 segundo. Hice una pequeña “panorámica” (fotografía sobre este párrafo), y aunque los escaneos de los fotogramas quedaron montados en una única foto, se nota que la parte derecha está menos nítida que la izquierda. Por lo tanto, nunca insistiremos lo suficiente. Hay que conocer bien la cámara, hay que saber donde están las funciones esenciales, incluso si son funciones que usamos poco. En las cámaras, hay funciones que usamos constantemente que no son esenciales para una buena foto, mientras que otras, como el bloqueo del espejo, son esenciales en una cámara réflex aunque las utilicemos poco. Avisados quedáis.