La fotografía como afición y otras artes visuales

CARLOSCARRETER.ES

Home / Essays / gs645s

Fomapan 400 Ultra expuesto a un índice de exposición 200

En su momento ya comenté que hace unos meses compré un lote de rollos de película Fomapan por el simple hecho de que, para celebrar un aniversario de la marca Foma, se vendían con unos divertidos envases de vistosos colores. Muy modernistas, aunque claramente retro. Ya en su momento comenté mi experiencia con la Fomapan 200 Creative, que no había usado nunca y me agradó mucho, y con la Fomapan 100 Classic, durante una excursión al yacimiento arqueológico de Los Bañales. Pero me quedaban los dos rollos de Fomapan 400 Ultra, para los que no encontraba ocasión por haber dedicado a mis proyectos otras películas que me inspiran más confianza.

He de decir que ya había probado la película hace unos años, cuando la vendían con un envase más anodino. Que no me habían disgustado, pero que tampoco había encontrado motivo para preocuparme por ellas, existiendo como existen otras películas de la misma sensibilidad de más calidad y facilidad de compra. Los resultados de aquella ocasión se pueden ver en este enlace; la usé tanto a su sensibilidad nominal como forzada dos pasos. Lo que más me llamó la atención es la profundidad de sus negros, especialmente en las escenas con buena luz. Que daban buena impresión de nitidez a la imagen, pero que delataban que la sensibilidad nominal podía ser un poco justa. Las películas forzadas, en situación de escenas de bajo contraste, y con una cuidada medición para las sombras, no presentaban tanto este fenómeno.

Hace unas semanas, un conocido mío me dirigió a un artículo en internet en el que se hablaba de las bondades de esta película cuando se expone a un índice de exposición de 200, es decir sobreexponiendo un paso sobre su sensibilidad nominal, pero revelando con el tiempo que aconseja el fabricante para su sensibilidad nominal, ISO 400. Generalmente, cuando se subexpone una película, se recomienda disminuir el tiempo de revelado recomendado para reajustar la posición de sus tonos, especialmente los tonos medios. En esta ocasión, no. De esta forma, se garantizaría la correcta exposición de las sombras, manteniendo un contraste adecuado, y no disminuido como cuando se acorta el tiempo de revelado. Así que decidí probarla de esta forma.

Así que cogí los dos rollos y me dí una amplia caminata por las calles y las zonas periurbanas de Zaragoza en una tarde razonablemente agradable en los primeros días del mes de diciembre. Soleada. Algo fresquita. Con pocas nubes en el cielo. Luz que sin ser tan intensa como en verano, podía producir sombras profundas. La cámara escogida fue la Fujifilm GS645S Wide 60, con un filtro amarillo Heliopan #8, y la medición de la luz se realizó con el propio fotómetro de la cámara, que es razonablemente competente. El fotómetro está integrado en el cuerpo pero no mide la luz a través del objetivo. Por lo que si descuentas el paso de subexposición más la luz que se lleva el filtro amarillo, el fotómetro estaba ajustado a IE 100.

El revelado se realizó con mi revelador habitual, Kodak HC-100 dilución B (1+31), durante 7 minutos a 20 ºC. Como he dicho, este es el tiempo recomendado para una exposición a la sensibilidad nominal de la película, ISO 400. Quizá el resultado más sorprendente de la prueba es que la densidad de los negativos no parece ser significativamente más alta de lo que esperarías de unos negativos sobreexpuestos. Desde luego, aunque no se han aplicado mediciones técnicas a los mismos, da la impresión de que la película tiene una sensibilidad nominal demasiado optimista. Que probablemente está más cerca de los 200 que de los 400. Por otra parte, el contraste no es excesivo. Desde luego, en las escenas tomadas a la sombra, muy contenido. En las escenas más soleada... pues incluso hay que ajustar las sombras tras la digitalización para que no queden demasiado poco profundas.

Pero sinceramente,... me gustaron más los resultados de mi primera experiencia, con la película expuesta a su sensibilidad nominal. Es cierto que los valores más bajos de luminosidad están a riesgo de empastarse y que hay que medir con cuidado. Pero unos negros profundo dan una imagen más vistosa, sin sacrificar una razonable gama tonal. De todos modos, sigo diciendo que es una película perfectamente utilizable, pero hay alternativas más fáciles de encontrar en mi medio, algo menos baratas, pero de calidad contrastada y perfectamente adecuadas.

"Nueva" Ilford Ortho Plus; comparándola con la Rollei Retro 80S

A finales de octubre, tras una campaña para incrementar las expectativas de los aficionados a la fotografía con película tradicional, Ilford, el principal fabricante de películas en blanco y negro de la actualidad, y probablemente de las que tienen mejor calidad, es una opinión, anunciaba la "novedad" de la Ilford Ortho Plus. Una novedad que lo es de forma relativa. La emulsión no es nueva. Ya lleva un tiempo comercializada en hojas de película de gran formato. Lo que es novedad es que a partir de ahora también dispondremos de ella en película de 35 mm y en rollos de 120 para cámaras de formato medio.

Un paisaje con la Ilford Ortho Plus realizado con la Fujifilm GS645S Wide 60.

La Ortho Plus es una película ortocromática con una sensibilidad nominal ISO 80 para luz natural diurna. Para una escena iluminada por luz artificial se recomienda un índice de exposición de 40. Porque es ortocromática. ¿Qué significa esto? Pues que al estilo de las película más antiguas, la película es sensible a los azules y a los verdes, quizá también al ultravioleta próximo, pero su sensibilidad espectral decrece a partir del amarillo, no siendo sensible al naranja o al rojo. O muy poquito. Frente a esto, las películas habituales, denominadas pancromáticas, tienen sensibilidad extendida al amarillo, al naranja, y a parte de los rojos. Suelen ser "cegatas" a los rojos profundos. Y luego están las superpancromáticas, que extienden su sensibilidad hasta los rojos profundos e incluso hasta el infrarrojo cercano. Uno de estas últimas es la Rollei Retro 80S, que hasta el momento he utilizado exclusivamente para hacer fotografía infrarroja, colocándole a la cámara siempre un filtro IR 720, que impide el paso de la luz visible.

Decadente cabina telefónica fotografiada con la Rollei Retro 80S con una Leica M2 y objetivo Zeiss ZM Biogon C 35/2,8.

Encargué en cuanto fue posible, para probar las nuevas presentaciones de la Ortho Plus, cuatro rollos en formato 120. En principio, mi intención era simplemente ir haciendo fotos y ver cuán cómodo me encontraba con ella. Aunque no es barata. Con nueve euros por rollo, no es fácil sentirse "cómodo". Pero entonces recordé que tenía algún carrete de Retro 80S en el frigo y me dije, ¿por qué no compararlas?. No se trataba de hacer una comparación exhaustiva. No estoy cualificado para ello. Simplemente fotografiar las mismas escenas con ambas películas y comprobar luego la diferencia en los tonos debida a la diferente sensibilidad espectral. Y de paso, decidir cual de ellas me gusta más. Partiendo del hecho de que ambas tienen la misma sensibilidad nominal a la luz diurna, ISO 80.

Bar Las Nieves. Encuentren las diferencias entre las dos películas. Una pista... el letrero de la Coca-cola

Pero las cosas no son tan fáciles. Y salvo en situaciones muy bien definidas, hay que tener mucho cuidado a la hora de analizar las diferencias. Me explicaré contando cómo procedí.

La Ortho Plus, en formato medio, la expuse con la telemétrica Fujifilm GS645S Wide 60. Aunque esta cámara lleva un fotómetro incorporado bastante fiable, la medición de la luz la hice con el fotómetro de mano, mi fiel Sekonic L-408 Multimaster, con mis técnicas de medición habituales. Cuando la escena está uniformemente iluminada, una medición de luz incidente funciona estupendamente. Cuando hay zonas iluminadas y zonas de sombra, o el contraste es grande, una medición parcial de la luz reflejada permite valorar el contraste y exponer salvando la información en las sombras. La Retro 80S la expuse con la telemétrica Leica M2 con el objetivo Zeiss ZM Biogon C 35/2,8. La medición, en las tomas en las que fotografiaba la misma escena, era la misma exactamente que la usada con la Ortho Plus. Por experiencias previas, me constaba que ambos sistemas ofrecían exposiciones análogas dada una combinación de apertura y velocidad de obturación. Pero...

Pistas deportivas.

Voy a explicar también cómo he digitalizado las imágenes en esta ocasión. He usado el escáner de sobremesa Epson Perfection V600 Photo con al última versión del programa piloto del mismo proporcionado por Epson. Esta última versión, que salió hace unas semanas para adaptarse a Mac OS X Catalina, tiene en la práctica las mismas capacidades que la antigua, pero con una interfaz más agradable. Y algo más ágil. Cuando escaneo negativos en blanco y negro procedo de la siguiente forma. Abro el histograma y paso de la exposición automática que me ofrece. En los ajustes de entrada, llevo el punto blanco y el punto negro hasta los extremos del histograma, para evitar empastamientos de sombras o luces por minúsculos que sean. Si estos aparecen a pesar de todo, es porque la exposición del negativo es incorrecta. En los ajustes de salida, también llevo los ajustes hasta el 0 en las sombras y el 255 en las luces. De este modo suelo tener un archivo TIFF 16 bits con los extremos de la gama de grises ya ajustados, y con la más amplia gama de grises que se puede conseguir del negativo. Luego ya sólo queda hacer pequeños ajustes en los tonos medios con las curvas del programa de tratamiento de imágenes preferido. Con las fotos que presento aquí, no he hecho nada más.

Puente del tren.

Comentaré también el revelado. En ambas películas he utilizado Kodak HC-110 dilución B (1+31) a 20 ºC. Durante 6 minutos para la Ilford Ortho Plus y durante 8 minutos para la Rollei Retro 80S.

En los datos de revelado de la Ortho Plus no aparece en estos momentos datos para el Kodak HC-110. Ni los he encontrado en ningún sitio. Pero sí aparecen para el revelador Ilford Ilfotec HC, que siempre se ha dicho que es lo mismo. De hecho, muchas películas ofrecen los mismos tiempos para ambos reveladores, aunque la propia Ilford no. Tras investigar, llegué a la conclusión de que era seguro usar los mismos tiempos de revelado. El resultado fue bueno. Los negativos aparecían algo más densos de lo que esperaba, pero tengo la sensación de que eran pequeñas desviaciones debidas a los tiempos de exposición que ocasionaban ligeras sobrexposiciones. Se digitalizan bien, con abundancia de tonos y detalles. Más tratándose de formato medio.

Para la Rollei Retro 80S he utilizado el tiempo que aparece en la caja de la película,... que no es el mismo para nada del que se suele encontrar en muchos sitios. En este caso, sin embargo, los negativos aparecen, en su mayoría, no todos, algo menos denso de lo esperado. No hay empastamientos en las sombras salvo quizá en un par de negativos... pero eso sí que produce una cosa. Al ajustar el escaneo de los negativos como he comentado, estos aparecen sistemáticamente más contrastados que en la Ilford Ortho Plus. Y eso lo podréis observar en varios de los ejemplos que os he ido presentando. Un poquito, el efecto del forzado químico, pero vía el proceso de digitalización.

Hojas rojas.

¿Qué conclusiones saco? En los negativos que presentan una exposición similar, las diferencias entre ambas películas se pueden observar en la gama tonal cuando en la escena hay tonos de color diversos. En las fotografías "Bar Las Nieves" y "Hojas rojas" se aprecia perfectamente que los tonos rojos de los letreros o el tono de las hojas del árbol son más oscuros en la Ortho Plus, mientras que los cielos aparecen más contrastados y con más detalle en la Retro 80S. Lo esperado. El resto de las fotografías son difíciles de comparar por la diferencia de contraste debida a las diferencias de exposición en los negativos. Recuerdo que están tomadas con la misma apertura y la misma velocidad de obturación en dos cámaras que nunca habían mostrado diferencias de comportamiento.

Soto de Cantalobos

Por supuesto, hay más detalle y sensación de volumen en las fotografías de Ilford, que no se aprecia en las fotos que he puesto aquí. Pero es que los negativos son considerablemente más grandes. 2,7 veces más grandes. Pero aun así la Rollei Retro 80S aguanta bastante bien el embate. Su grano es muy fino, casi imperceptible a pesar del negativo más pequeño. No tengo medios para asegurarlo con precisión, pero cuando observo los archivos digitalizados a la misma ampliación, diría que casi tiene un grano más fino que la Ilford. Apreciación subjetiva. Tomároslo con precaución.

Y con todos los defectos que tiene esta comparación... ¿qué película me gusta más, diréis? Pues estoy sesgado por un hecho. Como tras realizar las fotos para la comparativa me quedaba más de medio carrete de la Retro 80S, un par de días más tarde, al salir de trabajar, como hacía un día y una luz muy agradable, me fui con la Leica M2 a dar un paseo. No llevaba el fotómetro, así que expuse a "ojímetro". Ya sabéis aquello de "soleado f/16" y a partir de ahí ajustar...

Lo cierto es que al aire libre, con luz diurna, mis estimaciones a "ojímetro" no se desvían mucho de lo que me informa el fotómetro. Y los negativos me quedaron en la misma tesitura que los que había expuesto bajo la rigurosa medición con el L-408. Ligeramente subexpuestos, pero sin que se empastasen las sombras. Igual va a ser que la Rollei Retro 80S tiene una sensibilidad real más cercana a los ISO 50 que los declarados ISO 80. En cualquier caso, el resultado final de estos negativos me gusta. Como tras digitalizarlos quedan algo más contrastados... llaman más la atención. En fin... os he dejado algunos para que los veáis. Y bueno... no tengo claro que me vaya a gastar habitualmente los nueve euros más los portes en la Ortho Plus. Supongo que para quienes necesiten una película para aplicaciones o rendimientos determinados... Pero para los demás, poned un filtro cian/azul claro al objetivo, y ya tenéis vuestro bloqueo de los naranjas y rojos.

Tras la versión de ISO 400, Lomography Potsdam Kino 100 con Fujifilm GS645S Wide60

Ya comenté hace unos días que como consecuencia de las actividades durante mi escapada a Berlín y  Braunschweig, recibí un paquete de regalo con película fotográfica procedente de la Lomography Shop. Hace unos días comentaba mi parecer sobre la película Lomography Berlin Kino 400 en carretes de 35 mm, y hoy voy con uno de los cinco rollos de formato 120 de Lomography Potsdam Kino 100.

Este domingo pasado, aunque habían anunciado un empeoramiento del tiempo atmosférico, que no llegó hasta dos días más tarde, como hacía una mañana excelente de nubes y claros que daban una luz matizada y agradable, cargué con un rollo de Potsdam Kino 100 la Fujifilm GS645S, que acompañé de un par de filtros, el amarillo Heliopan #8 y el rojo Heliopan #25, y decidí pasear haciendo fotografías en distintas situaciones de luz y con distintos motivos.

El revelado lo he hecho según las recomendaciones incluidas en Kodak HC-110, dilución E (1 + 47), durante 6' a 20 ºC, con la tradicional agitación continua durante los primeros 30 segundos, y luego 4 inversiones tranquilas cada minuto. La digitalización de los negativos, en esta ocasión, la he realizado con el Epson Perfection V600 Photo, lo cual me sirvió para probar el nuevo software que ha proporcionado Epson con motivo del paso a los 64 bits en la nueva versión del sistema operativo OS X, a la que todavía no he actualizado dado que hay una serie de programas que no funcionan bien, y quiero asegurar un mínimo de quebraderos de cabeza antes de actualizar. El máximo razonable que puedo obtener de resolución espacial con este escáner a partir de un negativo de 6 x 4,5 (56 x 42 mm en realidad) es de unos 20 megapíxeles. Pero la verdad es que el software a mejorado mucho en rapidez y precisión, y puedo obtener archivos usables desde el primer momento, sin necesidad de procesado posterior en otro software.

Al igual que sucedió con su "hermana" de ISO 400, mis impresiones sobre la película son buenas. Puedo repetir tal cual lo que escribí para la Berlin Kino 400. La película presenta un bajo contraste, dicen que proporciona el aspecto de las película del Neuer Deutscher Film (Nuevo cine alemán) de los años 70, con una suave gradación de grises. El grano pasa en la práctica desapercibido con los negativos de formato medio, obviamente es considerablemente más discreto que la versión de ISO 400. La película es nítida. Y en este caso tengo la sensación que la sensibilidad ISO 100 declarada oficialmente es un realista. 

En cualquier caso, con el suave contraste y amplia gama de grises que proporciona la película, en ningún momento he tenido sombras empastadas ni luces bloqueadas. Dicen que la película procede de excedentes de Orwo, que fue el principal fabricante alemán de película fotográfica durante la época de la República Democrática Alemana, antes de la reunificación alemana. Dicen. También se ha anunciado recientemente que no va a ser un lote único, sino que se va a fabricar nueva película bajo esta denominación, con mejoras en la captación del detalle en sombras y luces.

La pregunta, al igual que la que me hacía hace unos días, sería... ¿estaría yo dispuesto a seguir usando esta película en un futuro? Pues sí... si tuviera un precio razonable. He mirado en la tienda Lomography, la película se vende de cinco en cinco carretes, y el precio es tal que el coste individual de cada carrete está en casi nueve euros. Más los gastos de transporte. Claramente excesivo, dado que no aporta realmente nada especial sobre otras soluciones más modernas, más capaces, con características similares y más baratas. Y que puedo encontrar con cierta facilidad en mi ciudad, sin tener que pagar gastos de transporte, como la Ilford FP4 Plus 125, que es más contrastada, pero que admite sin ningún problemas forzados de uno o dos pasos sin gran sufrimiento de los tonos oscuros. Y que sobreexponiendo un poco y revelando un poco más corto, nos permite controlar fácilmente el contraste excesivo. Y es que es lo que tiene Lomography. Que suelen vender tajo bajo a precio de "lomo" ibérico... Y aunque hacen mucho por mantener la afición a la película tradicional, la verdad es que le echan un poco de morro a la vida.

Paisaje con película Fujicolor Pro 400H - El dolmen de Ibirque

Cuando uno mira e investiga sobre las mejores películas negativas en color disponibles en la actualidad, es frecuente encontrar comparativas o comentarios que comparan dos películas que tienen usos muy similares; Kodak Portra 400 y Fujicolor Pro 400H. He usado con cierta frecuencia la Portra 400. Realmente es una película fenomenal, que ofrece unos colores estupendos, con una gran latitud de exposición... y cara. No había utilizado hasta ahora nunca la Pro 400H... porque no es tan fácil encontrarla en mi entorno. De Fujifilm, es fácil encontrar las Fujicolor C200 y la variedad de Superias, pero no esta película profesional. El caso es que en un momento dado me hice con dos rollos y hace unas semanas me llevé uno en la mochila, junto con la cámara Fujifilm GS645S Wide. No sabía si lo iba a usar. Pero las incluí, junto con una cámara digital.

Subimos a casa de los padres de unos amigos un sábado por la tarde, no lejos de Sabiñánigo en la provincia de Huesca, para ayudarles con unos cambios en su casa. Terminamos pronto y sugerí a mis acompañantes ir a ver algo. No conocía el paraje en el que se encuentra el dolmen de Ibirque, un lugar con un bello paisaje en el que he estado en un par de ocasiones. Podéis encontrar algunas fotos realizadas por mí en ese paraje aquíaquí y aquí.

Aunque todo lo que había leído sobre la Pro 400H hacía referencia sobretodo a su uso en retrato y reportaje social (bodas, comuniones, etcétera), la usé para reflejar el paisaje de esa parte de las sierras adyacentes al Pirineo. He de decir que pude haberla usado mejor. Me explico. Cuando llegamos al lugar, eran las siete y media de la tarde y faltaba casi dos horas para el ocaso. Pregunté si nos íbamos a quedar todo ese tiempo para aprovechar la mejor luz, o si nos retirábamos pronto. No hubo una respuesta clara por parte de mis acompañantes así que empecé a hacer fotos. Al cabo de un rato, me dijeron que sí, que les apetecía ver la puesta del sol. En ese momento lamenté haber disparado la cámara tan liberalmente y no haber echado a la mochila el otro carrete de película que se había quedado en el frigorífico en casa.

En cualquier caso, aunque no aproveché de la mejor forma posible el intervalo de tiempo de la tarde con mejor luz, la verdad es que quedé contento con el rendimiento de la película en el paisaje. Los colores son bastante naturales. Y aunque la saturación no se acerca al nivel de otras películas como determinadas diapositivas o la Kodak Ektar 100, la imagen queda con suficiente vivacidad. O al menos con unos tonos que me parecen ajustados al recuerdo del momento vivido. El revelado lo mandé a Malvarrosa Film Lab, en Valencia, que trabajan de forma muy similar a sus vecinos más veteranos de Carmencita Film Lab. Aunque son algo más baratos. Últimamente tiro de Carmencita cuando quiero el nivel de resolución más alto en la digitalización de los negativos, como con las fotografías de Berlín. La calidad que ofrecen ambos laboratorios es muy similar, siendo esta opinión basada exclusivamente en mi experiencia personal.

Finalmente, ¿mejor o peor que la Portra 400? No he llegado a una conclusión todavía. Pero por la calle van diciendo que poco se llevan todos.

Volviendo al infrarrojo - Fuji GS645S + Ilford SFX 200 en el Parque del Agua

En los últimos años, con la llegada del verano, he dedicado una cierta cantidad de esfuerzos a la fotografía infrarroja sobre película en blanco y negro. En estos momentos, creo que no se fabrica habitualmente película especialmente sensibilizada para la longitud de onda del infrarrojo, como fue la Kodak High Speed Infrared, que hace 20 años (o más) utilicé en alguna ocasión. Era delicada de usar. Pero a cambio, existen algunas películas pancromáticas, que en comparación con las película en blanco y negro más habituales que reciben este apelativo, tienen su sensibilidad espectral extendida hacia todo el espectro del rojo, cosa que no sucede con la mayor parte de las películas llamadas pancromáticas, que se limitan a ser sensibles al rojo más cercano al naranja, y también extienden su sensibilidad a las longitudes de onda del infrarrojo más próximas al espectro visible. En estos momentos, Rollei tiene varias denominaciones en su catálogo con sensibilidades extendidas al infrarrojo, mientras que Ilford tiene una, la Ilford SFX 200. La emulsión que más me ha gustado de las que he probado en los últimos años es la Rollei Retro 80S. Pero unos rollos de formato 120 defectuosos de esta denominación, en los que las inscripciones del papel protector quedaban impresas en la emulsión, además de un granulado extraño y antiestético, me hizo interrumpir mi confianza en la marca alemana. Probé el año pasado la SFX 200 de Ilford, y me pareció razonable, aunque con un grano notablemente aumentado. Para esta temporada tengo adquiridos algunos rollos de SFX 200 en formato medio, y dos rollos de Rollei Retro 80S en formato 135, donde no sucederá el problema del papel protector.

En cualquier caso, el sábado pasado salimos a hacer unas fotografías al Parque del Agua de Zaragoza, y yo opté por coger la Fujifilm GS645S Wide60 y un rollo de Ilford SFX 200. Por supuesto, en el objetivo de la GS645S, el objetivo Hoya R72, que limita el paso de luz al rojo profundo, por encima de los 720 nm de longitud de onda y al infrarrojo. La tarde era extraordinariamente calurosa, y lo cierto es que no nos encontramos muy a gusto. También me he dado cuenta una vez revelado el rollo, que algunos principios importantes para obtener buenos resultados con este tipo de fotografía se me había "ido" de la cabeza.

La medición de la luz la realicé con el Sekonic L-408 Multimaster a un índice de exposición de 6, es decir, cinco pasos por debajo de la sensibilidad nominal de la película, ISO 200. El revelado lo realicé con Kodak HC-110 dilución B (1+31) durante 8 minutos a 21 ºC. Como de costumbre, agitación moderada pero continua durante los primeros 30 segundos, y luego cuatro inversiones tranquilas cada minuto hasta terminar el tiempo de revelado.

El aspecto final de los negativos tiene poca densidad, pero una vez digitalizados, no existen ni luces empastadas y ni sombras bloqueadas, encontramos información y textura en todo el negativo. ¿Quizá hubiese venido dar algo más de exposición a los negativos? Todavía lo estoy debatiendo en mi cabeza.

La segunda cuestión es que analicé las escenas a fotografiar desde el punto de vista de una toma en blanco y negro corriente, olvidando que el efecto infrarrojo no es el mismo en todas las puntos cardinales, dependiendo de donde se sitúe el sol. El efecto es máximo cuando tenemos el sol a nuestras espaldas, con la escena iluminada frontalmente por el astro rey. Sin embargo, conforme disponemos nuestra escena con el sol a 90 ºC, empieza a perderse el efecto, que prácticamente desaparece en contraluces, con el sol en posición frontal o casi frontal. Y esto lo había olvidado. Por lo demás, para ser una nueva de contacto, en una tarde de calor agobiante, y con las ideas poco claras por este motivo, no me voy a quejar en exceso.