Esta entrada iba a aparecer en estas páginas más adelantes. Pero como he decidido cambiar el orden de presentación de mis experiencias con película fotográfica la adelanto. Y probablemente será más breve de lo previsto.
En primer lugar, ¿qué es eso de película superpancromática? Es una denominación que he decidido aceptar procedente de algunos medios, aunque no parece gustar en todos los dedicados a hablar o comentar la fotografía con película fotográfica tradicional. Vamos a dividir las películas para negativos en blanco y negro en cuatro categorías, según su sensibilidad espectral. Es decir, según su sensibilidad, mayor o menor, a los distintos colores (longitudes de onda) del espectro visible (electromagnético), o no visible.
- Ortocromáticas: No son sensibles al naranja y al rojo, que aparecen muy oscuros o negros en el positivo. Su sensibilidad espectral suele llegar hasta los 600 nm. Un ejemplo es la Ilford Ortho Plus (PDF), con una sensibilidad espectral que no sobrepasa los 560 o 570 nm.
- Ortopancromáticas: Son sensibles al naranja y a los rojos más ligeros, pero no a los rojos profundos. Son muy abundantes, aunque sus fabricantes muchas veces las anuncian como pancromáticas. Su sensibilidad espectral suele llegar a los 650 nm o poco más. Algunas típicas y muy conocidas son la Ilford FP4 Plus (PDF) o la Ilford Delta 100 (PDF).
- Pancromáticas: Las auténticas pancromáticas son sensibles a todo el espectro visible, incluido el rojo, por lo menos en lo que se refiere a las longitudes de onda visibles para casi todos los seres humanos. Hay rojos profundos que no son vistos por todas las personas. Así que estas películas suelen llegar a los 700 nm. La Ilford Delta 400 (PDF) está en esta categoría. Insisto… no todo lo que se vende como pancromático es realmente pancromático; más bien ortopancromático. Hay que acostumbrarse a leer las hojas de información técnica donde suele aparecer la curva de sensibilidad espectral. Los fabricantes más serios suelen ponerlas a disposición del público en formato PDF en sus páginas web.
- Superpancromáticas: Su sensibilidad al rojo abarca todo el espectro visible, incluidos los rojos profundos que no son visibles por todos los seres humanos. E incluso son sensibles a una pequeña fracción del espectro infrarrojo cercano. Por ello, a veces se las conoce como películas con sensibilidad extendida al infrarrojo. Utilizando filtros que corten el espectro visible, permiten estéticas muy distintas, al aprovechar sólo esta parte del espectro para el que la mayor parte de los seres humanos no somos sensibles. La que más uso es la Ilford SFX 200 (PDF). Y en su mayor parte su sensibilidad llega como máximo a algún punto entre los 750 y los 800 nm, sin llegar a este límite superior. En algún caso, como la Rollei Infrared 400 (PDF), se acercan mucho o sobrepasan los 800 nm, aunque sea por poco, y los fabricantes, siempre dispuestos a exagerar, ya las denominan como películas infrarrojas. Si en el enlace que acabo de poner se observa la curva de sensibilidad espectral de esta última película, vemos que apenas llega a los 800 nm. Y que por el otro extremo su sensibilidad llega a los 350 nm… así que igual se podría denominar también Rollei Ultraviolet 400. Es mucho más sensible a esa longitud de onda en el ultravioleta cercano que a las del infrarrojo más próximo.
- Especiales: Son las películas para usos especializados, con auténtica sensibilización a determinadas longitudes de onda fuera del espectro visible, y que son, o eran, utilizadas en el ámbito de la investigación científica, policial o pericial, y no suelen estar disponibles para el consumidor habitual. Un ejemplo fue la Kodak High Speed Infrared (PDF), cuya sensibilidad espectral llegaba a los 900 nm. Había que manejarla con mucho cuidado. Si estaba cerca de una fuente de calor, se velaba, por la radiación infrarroja que esta desprendía. Si la llevabas en la cámara dentro del coche en verano y le daba el sol, corría el riesgo de aumentar el velo de base y perder contraste. Yo la usé una vez.
En los últimos años, he usado con frecuencia, especialmente en verano, las películas superpancromáticas, como películas con sensibilidad extendida al infrarroja, y usando un filtro IR 720, como el que explicaba hace unos días. Actualmente suelo usar la Ilford SFX 200, especialmente en formato 120. Más económicas son las películas Rollei Retro 80S, Rollei Superpan 200, Rollei 400S y Rollei Infrared 400, todas ellas películas por Agfa Gevaert, comercializadas para usos técnicos, fotografía aérea, bajo la marca Aviphot. Macodirect las comercializa bajo la marca Rollei para los aficionados a la fotografía, para usos creativos. El problema es que he tenido problemas de calidad con algunos rollos, especialmente en formato medio, formato 120, y no me fío de ellos. No obstante, la Retro 80S, y si cae en mis manos casualmente algún rollo de Superpan 200, no me importa usarlas en formato de 35 mm.
Navegando entre mis publicaciones en carloscarreter.es hasta el 30 de marzo de 2022 podréis encontrar ejemplos de uso de estas películas, pero siempre usando el filtro Hoya IR72 (o R72 que parece ser su denominación actual). Sin embargo, este es un filtro especializado que tiene un uso muy determinado, y no todo el mundo gasta en ellos, especialmente si necesitan diámetros grandes, más caros. Últimamente he visto filtros IR 720 más baratos fabricados en China… pero no me fío mucho de ellos. Siempre me ha parecido una memez invertir dinero en buenos objetivos para luego ponerles delante filtros baratos, que degradan la imagen y desaprovechan la calidad óptica de los objetivos. Así que muchos aficionados, a estas película se contenten con un filtro rojo, como mi Heliopan 25. Pero yo nunca lo había hecho.
Recientemente decidí usar este filtro sobre el 60 mm f4 de la Fujifilm GS645S Wide 60 y un rollo de Ilford SFX 200. Por tener una referencia sobre la estética que se puede obtener, más allá de lo que algunos muestran en internet. Imágenes sobre las que a veces me entran dudas, y la sospecha de que están mucho más cocinadas digitalmente en su procesado de lo que sus autores confiesan. La SFX 200 la revelé con un método consistente y probado, en Kodak HC-110 en dilución A (1+15), durante 5 minutos a 20 ºC.
Los negativos los digitalicé con la Olympus OM-D E-M5 Mark III y el Leica DG Macro-Elmarit 45 mm f2,8 ASPH OIS, como de costumbre. En modo de alta resolución, con archivos de hasta 50 megapíxeles.
Sin entrar a valorar cuestiones estéticas o artísticas, yendo a lo que es el rendimiento tonal de la SFX 200 con el filtro rojo, en general no es lo que yo buscaría habitualmente. Como sucede con cualquier película en blanco y negro, aumentas el contraste al oscurecer los colores fríos y aclarar los tonos cálidos. Y la principal diferencia con respecto a las películas pancromáticas y las ortocromáticas es que los tonos verdes de la vegetación con clorofila, en lugar de oscurecerse, se aclaran, al reflejar y devolver hacia la cámara la radiación infrarroja a la que es sensible modestamente la SFX 200 y a la que el filtro rojo es transparente. Si esto conviene o no… es cuestión de gustos. Generalmente, cuando a una película en blanco y negro le pongo el filtro anaranjado o rojo es para aumentar los contrastes, y no me importa que se oscurezcan los verdes, cosa que aquí no sucede. Quizá en el interior de un bosque o una arboleda, vendría bien el filtro rojo con una superpancromática para aumentar la gama tonal en los tonos verdes. Dentro de unos días volveré a esta cámara y esta película, pero con filtro IR 720. Antes de eso, quería comentar el filtro rojo.