Alguna vez en comentado que en los últimos tiempos es relativamente complejo encontrar en el mercado película de sensibilidad ISO 100. Las películas con esta sensibilidad nominal, tradicionalmente, se consideraba películas de sensibilidad media. Pero la infiltración de la cultura que rodea a la película digital ha creado la sensación de que es una sensibilidad baja. En mi infancia y adolescencia era la sensibilidad habitual que usaba la gente en sus cámaras familiares para generar sus recuerdos de acontecimientos sociales o vacaciones. Hasta la década de los 90 del siglo XX no empezó a considerarse el ISO 400 como la película todoterreno. Tradicionalmente, el ISO 400 era una sensibilidad alta. La de los fotorreporteros que usaban la Kodak Tri-X 400 para todo tipo de situaciones, incluso las más difíciles.
Con buen tiempo, son unas películas perfectamente utilizables al aire libre. Y tienen la ventaja sobre sensibilidades más altas de presentar un grano mucho más contenido y ser más nítidas, en general. Por eso a mí me gusta tener y usar este tipo de películas. Hace unos meses, después de las vacaciones de principios de otoño, viendo que tenía el frigorífico un poco triste de reservas de material sensible, pasé un sábado por la mañana por uno de los comercios de Zaragoza donde tienen una cierta variedad de material fotográfico sensible. Pero en ISO 100 sólo tenían algunos rollos de Lomography Color Negative 100. Caí en la cuenta que he usado muy poco esta emulsión. Aunque en verano usé un rollo de la misma. Así que compré un par de rollos. Y cargué uno de ellos en la Olympus mju-II.
El otoño ha sido muy benévolo en Zaragoza… como viene siendo habitual en los últimos años. Por lo que no faltaban los días soleados y con buen tiempo. Aunque mira tu por donde, uno de los primeros días que llevé la cámara carcada con la CN 100, salió lloviendo. Así que en general fue una buena elección para esos días de principios de noviembre de 2023. La usé en una diversidad de situaciones, aunque dos tercios del rollo lo usé un sábado por la tarde, en la hora y media previa a la puesta de sol. Ahí sí que, en las últimas fotos, anduve escaso de sensibilidad, y tuve que parar porque la película no daba de sí. Como podréis comprobar en una de las fotos anteriores, con la ayuda del flash incorporado de la cámara, tampoco se le da mal la fotografía de retrato en interiores.
El objetivo 35 mm f2.8 de la mju-II es bastante luminoso, y bastante nítido, pero eso no quita para que baje la nitidez cuando el programa de exposición de la cámara obliga a usar la máxima apertura. Y además, en esa situación, aumentan los problemas de nitidez por la menor profundidad de campo en la foto.
Lomography no fabrica película. Vende bajo su marca películas de los pocos fabricantes que quedan en el mundo de película negativa en color. Y tampoco nos informa de quien le fabrica la película o a que emulsión se corresponde. Y lo que es peor; puede cambiar de proveedor cuando le venga bien, por lo que las características de la película pueden cambiar sin previo aviso. No obstante, dada la situación casi monopolística de Kodak,… pues es de suponer de donde viene esta película.
The Big Film Database nos informa con certeza que la CN 100 es una Colorplus fabricada en Estados Unidos y empaquetada en Méjico. Como curiosidad recordemos que la Kodak ColorPlus 200 se vende como una película de sensibilidad nominal ISO 200… A su vez, la misma base de datos nos informa que la ColorPlus 200 derivaría bien de la Kodak ProFoto 100, que se vendía con una sensibilidad ISO 100, o de una de las declinaciones de la Kodakcolor VR 200, con sensibilidad ISO 200. Otras declinaciones de esta última, la VR-G 200 sería la actual Gold 200. En cualquier caso son todas ella emulsiones emparentadas en sus características y en sus procesos de fabricación, o las mismas películas pero con distintos empaquetados y marcas para distintos mercados o situaciones de venta. En fin… que no hay tanta variedad en el mercado como nos quieren hacer creer.
