Os hablaba hace unas semanas de mi primera prueba de la Canon Autoboy Tele QD, en aquellos momentos con una película fotográfica para negativos en blanco y negro. Una prueba que no salió del todo bien, aunque pudiese aprovechar las fotografías realizadas. Antes de pasar a comentar los resultados de la prueba que hice con un rollo de película en color, recordaré brevemente porqué estaba especialmente interesado en que las cosas fuesen bien con esta cámara.
La cámara me fue ofrecido desde Francia, sin más coste que el de los gastos de envío. Una cámara que llevaba muchos años, probablemente 20 o más, sin ser usada, metida en un cajón. Una cámara comprada en Japón, ya que en Europa y América se comercializó con otros nombres. La cámara pertenece a la categoría de las compactas para el gran público. Es totalmente automática, una orientación lúdica, y su óptica está basada en un objetivo de 40 mm de focal, con una apertura máxima f2.8. Cuatro elementos en tres grupos, probablemente tipo Tessar, que se convierte en en un teleobjetivo corto, 70 mm f4.9, cuando se insertan tres elementos ópticos añadidos.
Una cámara compacta, incluso si es un poco más voluminosa de la cuenta como esta, con una óptica decente de 40 mm f2.8, me parece interesante como cámara de paseo o discreta. Lo de que se pueda convertir en un 70 mm no me entusiasma, pero obviamente… es un extra que se puede aprovechar eventualmente. Por lo tanto, me interesó y me la enviaron. Mi primera prueba fue regular. La cámara sobreexponía considerablemente. Como mínimo dos pasos de exposición. Como si estuviésemos exponiendo a IE 25 la película ISO 100. Y si bien el objetivo y el enfoque automático funcionaron sin problema, bastante bien, a la focal base de 40 mm, en posición 70 mm hubo frecuentes errores de enfoque a distancias cortas, propias de un retrato. Funcionó bien cuando se enfocó en paisajes.
Recibí hace unos días los resultados revelados de un rollo de Kodak Ektar 100 que también hice con esta cámara. Dada la disponibilidad que tenía en aquellos momentos, a principios del mes de julio, y las horas a las que podía salir a probarla. Vistos los resultados obtenidos con la Ilford Delta 100, no quise poner una película de más sensibilidad, especialmente teniendo en cuenta que esperaba tener abundante luz. No he podido evaluar los negativos directamente, todavía no los había solicitado, dentro de unas semanas los tendré, solamente los archivos digitalizados.
El laboratorio no ha informado ningún problema con la exposición de los negativos, y los archivos recibidos aparecen contrastados y saturados, como corresponde a esta película. Es conocido que la Ektar 100 exige cierta precisión en la exposición para obtener resultados correctos. No se comporta tan bien con la sobreexposición como la gama Portra de Kodak. Así que he de suponer, de momento, que la exposición de la película ha sido correcta. Y me ha sorprendido muy gratamente la resistencia del objetivo a la pérdida de contraste y a los artefactos luminosos cuando se fotografía en un contraluz difícil.
Todos los negativos aparecen bien enfocados, las fotografías tienen nitidez y, como ya he mencionado, las características de saturación y contraste propias de la Ektar 100. Sin más consideraciones, habría de considerar la prueba como mucho más optimista que las fotografías que realicé con la Ilford Delta 100. Ya digo, a la espera de ver el aspecto que tienen los negativos. Igual están también sobreexpuestos, pero el laboratorio se ha dado buena maña a la hora de digitalizar las fotografías. Veremos.
La cuestión es que, hace unos días, con la cámara apagada, con el interruptor en posición “OFF”, de repente se conectó el motor de bobinado-rebobinado de la cámara. De forma espontánea. Y no pude desconectarlo hasta que no extraje la batería de litio de la cámara. Cosa que no es sencilla. Exige un destornillador de precisión. Un engorro de esta cámara. El fabricante debió pensar que era poco importante por la larga duración de la batería, en una cámara para un usuario tipo que no la usa constantemente. No la he vuelto a tocar. Cuando le eche un vistazo a los negativos Ektar 100 decidiré si la reviso y la pongo en uso o definitivamente se convierte en un pisapapeles. Es lo que hay. Las cámaras que se pegan décadas sin usar, también sufren el envejecimiento de sus materiales y son propensas a las averías. En un riesgo que hay que correr con estas cámaras.