La fotografía como afición y otras artes visuales

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Libros: Jill Greenberg, Robert Capa, ser o no ser fotógrafo y el arte moderno en general

Algunas incorporaciones se han producido en las últimas semanas a mi biblioteca de libros sobre fotografía o arte en general. Así que voy a dejaros aquí algunas breves reseñas de los mismos, por si alguno estáis interesados. Acompañaré el artículo de algunas fotografías procedentes de mis cámaras tradicionales de película, cargadas en los últimos meses con algún que otro carrete de Kodak Portra 160.

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End Times - Jill Greenberg

Sinceramente, hubiera considerado poco probable la compra de este libro. Un libro de retratos... un poco particulares. Jill Greenberg, la fotógrafa canadiense que firma las fotografías de este libro alcanzó cierta fama retratando niños pequeños llorando a moco tendido. Y exactamente de eso va este libro... retratos de niños y niñas de corta edad berreando a lágrima viva. Según nos cuentan, el libro está inspirado por un ensayo de Bill Moyers titulado "The News Is Not Good These Days", y supone una reflexión sobre el tipo de mundo que las generaciones actuales estamos dejando a las generaciones futuras. Una reflexión pesimista claro está. Intercalados entre los retratos podemos ver algunas noticias de prensa de las que inducen a este pesimismo.

El libro está publicado en 2013 por TF Editores, y su calidad de edición es correcta tirando a notable. Su precio original es de 35 euros, pero lo encontré en una tienda de conveniencia en Zaragoza de saldo a menos de 10 euros... y de ahí que me animase a comprarlo. La verdad es que cuanto más lo hojeo, más me convenzo de que ha sido una buena compra. Por ese precio...

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100 Photos for Press Freedom Nº 50 - Robert Capa

Suelo recomendar con frecuencia los libros de esta serie publicada por la organización no gubernamental Reporteros sin Fronteras. Por 10 euros de vez en cuando se puede uno ir montando una biblioteca de libros de fotografía interesante, quizá no con la mejor calidad de edición, pero qué vas a pedir por ese precio, y además ayudar a una buena causa.

En esta ocasión, tenemos una amplia selección, de 100 fotografías claro, del reportero gráfico por excelencia, Robert Capa. Tanto en blanco y negro como en color. Las fotografías en color del fotógrafo húngaro se han puesto de moda recientemente desde que se expusieron en Nueva York hace no mucho, seguidas de un periplo por diversas ciudades del mundo. En cualquier caso, no hace falta decir que las imágenes merecen la pena. Sinceramente, ya tenía libros de este autor, de más calidad en su conjunto. Pero no me he podido resistir a dejar un hueco en la colección.

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C PHOTO 10 - Don't Call Me A Photographer

Ha llegado a su final la segunda serie de la colección C PHOTO. Esta iniciativa de la editorial IvoryPress ha consistido en dos ciclos de 10 volúmenes cada uno, a dos volúmenes al año. Es decir, 10 años publicando libros que han recogido algunas interesantes propuestas de la fotografía contemporánea. Yo tengo los tres últimos del primer ciclo, y los diez del segundo. Parece ser que no va a haber más.

El último de los 20 volúmenes recoge una serie de ensayos de artistas que rechazan el apelativo de fotógrafos a pesar de utilizar este medio para expresarse. Es por lo tanto un volumen más para leer que para mirar. Aunque no faltan las fotografías, una recopilación significativa de obras de estos artistas que han ido apareciendo en los 19 volúmenes precedentes. Ha digerir con tiempo y tranquilidad.

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¿Qué estas mirando? - Will Gompertz

Este libro, subtitulado "150 años de arte moderno en un abrir y cerrar de ojos" ha recibido notable atención en los últimos años. Alejándose de los tradicionales tratados, manuales, guías, enciclopedias, diccionarios de arte, etcétera... el autor intenta acercar de un modo informal pero riguroso al lector al porqué del arte moderno y contemporáneo. Will Gompertz (TwitterBBC) es un editor de la BBC especializado en arte, que también trabajó en su momento para la Tate, institución británica de carácter público, que recoge importantes colecciones de arte británico y arte moderno y contemporáneo, con cuatro museos, dos en Londres, otro en Liverpool y otro en Cornualles.

Me llevará también un tiempo terminar de leer el libro, aunque sus primeros capítulos me están resultando muy amenos, asequibles y entretenidos. El arte moderno y contemporáneo es mal comprendido por la inmensa mayoría del público. Muchas veces, muchas personas sienten incluso que les están tomando el pelo con el arte conceptual o con determinadas instalaciones. Sin embargo, Gompertz intenta trazar un camino para mostrar como se llega a estas formas artísticas, independientemente de la valoración de si son "buenas o malas" ("el tiempo lo dirá" afirma). Un camino que gráficamente se muestra en un desplegable a modo de mapa del metro de una ciudad importante, y que empieza cronológicamente en los impresionistas.

En los últimos diez años me he ido interesando progresivamente por estos 150 últimos años de la historia del arte. Tres factores han influido en ello. El primero es mi afición a la fotografía, considerada de forma amplia, también como forma de expresión artística. Y por su origen y evolución, la fotografía forma parte se quiera o no del arte moderno y contemporáneo. Para entender el lenguaje de la fotografía hay que tener también alguna idea del lenguaje del arte moderno en general. El segundo es porque en mis viajes he ido a parar en varias ocasiones a museos de arte moderno y contemporáneo, los cuales, sin entender muchas veces lo que estaba viendo, me parecen más divertidos que los tradicionales. El tercero es porque un porcentaje no desdeñable de estos viajes los he realizado con una persona absolutamente rendida al arte moderno y contemporáneo, que ha acabado por contagiarme una parte de esa afición.

Por lo tanto, ya sabéis. Tanto si os interesa el tema, como si queréis desenmarañar ese misterio de porqué a "eso" le llaman arte, como si simplemente queréis sacudiros las telarañas de las neuronas, una compra y una lectura recomendables.

Libros: Hiroshi Sugimoto, Hiroshi Masaki y Todd Hido

Hoy quiero comentar algunos libros que se han sumado a mi biblioteca de libros de fotografía. Dos de ellos, de autores japoneses, se vinieron conmigo de Barcelona, ciudad en la que dediqué parte de una tarde a visitar algunas librerías. El tercero, del norteamericano Todd Hido es una recomendación que leí hace unos días revisando mis recomendaciones de cada semana.

Acompañando este artículo, subiré algunas fotografías que recibí ayer recién reveladas. Hace unas semanas estuve practicando la naturaleza muerta, a propósito de un par de hermosos Boletos edulis que compré en mi frutería habitual. Recordar que tengo un tablero en Pinterest donde recopilo naturalezas muertas que me llaman la atención o me inspiran.

El caso es que de aquellos bodegones hice varias pruebas. Además de algunas pruebas de luz con una cámara digital, hice algún carrete en blanco y negro con la Hasselblad, e hice algunas fotografías en negativo color, Kodak Portra 160, con la Pentax MX. Algunos ejemplos de estas últimas son las que acompañarán la entrada de hoy.

Stop Time - Hiroshi Sugimoto

Sugimoto es un fotógrafo que ya me llamó la atención hace algunos años. Algunas series famosas son sus fotografías de los dioramas de naturaleza del American Museum of Natural History, sus bellas exposiciones de larga duración de salas de cine antiguas, sus minimalistas paisajes de mares de todo el mundo, y otras de naturaleza más conceptual o abstracta, casi siempre en blanco y negro. También ha flirteado con procesos fotoquímicos alternativos. Aunque japonés nacido en Tokio, es un fotógrafo que está radicado en Nueva York desde hace cuatro décadas.

El libro que aquí os comento nos llega desde Italia, siendo el catálogo de una exposición retrospectiva que se ha celebrado este año en la ciudad de Módena. Esta bellamente encuadernado y la calidad de impresión es notable. Los textos que comentan la obra del fotógrafo están en inglés e italiano.

Kyoto, A Landscape Meditation - Hiroshi Masaki

Mientras estaba decidiendo si compraba el libro anterior, me fijé en este otro libro, también de un fotógrafo japonés que comparte el nombre de pila con el anterio, Hiroshi Masaki. Parece que la inspiración para realizar esta serie y este libro le llegó a Masaki mientras paseaba con su cámara por el distrito de Higashiyama en Kioto, uno de los barrios mejor conservados del Kioto tradicional, que cuenta con algunos templos budistas y santuarios sintoístas notables.

A partir de aquí, Masaki nos ofrece una colección de fotografías en un bello blanco y negro, de contraste marcado pero no agresivo, que juega hábilmente con los las luces y las sombras, con las formas y las texturas, que nos ofrecen los templos y santuarios así como sus jardines y dependencias menores. Las fotografías contrastan con el habitual colorido con el que se nos suele representar fotográficamente los hitos culturales y naturales de la antigua capital imperial nipona. Y lejos de las vistas nutridas de turistas que nos suelen ofrecer estos lugares, se nos presentan en soledad, como preparados para la meditación y la simbiosis con el entorno. También bien presentado y excelentemente impreso, para captar los ricos matices del blanco y negro que nos ofrece el fotógrafo.

Todd Hido on Landscapes, Interiors, and the Nude

Hace unas semanas, en mi anterior entrada sobre libros, os hablaba de un volumen que me traje, editado por Aperture, en el que Alex y Rebecca Norris Webb nos enseñaban mucho de cómo es su proceso creativo, cada uno en su estilo. El libro que traigo hoy, esta vez del fotógrafo Todd Hido, pertenece a la misma serie, The Photographer Workshop Series. Creo que poco a poco iré comprando todos los libros de esta colección. No son muy caros y enseñan mucho.

Como indica su título, las especialidades de Hido son los paisajes, la fotografía de interiores y el desnudo... Bueno... esto es una simplificación. Sus paisajes corresponden a esas excursiones nocturnas por las aparentemente anodinas urbanizaciones residenciales norteamericanas, donde sabe encontrar la atmósfera y el ambiente adecuados para, sin mostrarnos a nadie, nos habla de los moradores de esas urbanizaciones. Sus interiores son habitaciones de hotel, o de moteles de carretera, u otras estancias, muchas veces con cierta desolación, pero que nos hablan también a pesar de las ausencias de quienes las ocuparon o de las historias que allí pudieron suceder. Finalmente, en esas mismas estancias, con un dominio de la luz y del color envidiable, y que encontramos en toda su obra, encontramos sus retratos, a veces desnudos, que tienen algo de interpretación, de momento de una historia, con ese ambiente cinematográfico que impregna el trabajo de muchos fotógrafos contemporáneos, pero que en el caso de Hido tiene una personalidad propia.

Hido trabaja con película negativa. Fundamentalmente con formato medio, con una estupenda Pentax 67, pero no hace ascos a la formato pequeño con película perforada de 35 mm, e incluso usa una cámara de baja calidad intrínseca del ya desaparecido formato 126. Mucho que aprender de Todd Hido.

Libros de fotografía - Cuatro interesantes volúmenes que me he traído de Viena

Cuando uno visita una ciudad como Viena, u otras de la Europa más próspera y culta, algo que envidia mucho es la oferta de librerías. Librerías amplias, bien organizadas, con libros en todos los idiomas... Librerías especializadas... Te lo llevarías todo. Cosa que no es posible. Por un problema de presupuesto y por un problema de transporte. Así que entras, miras, hojeas,... te vas a otra,... pero es fácil que en un momento dado, en alguna, piques.

En mi deambular por Viena en la segunda semana de octubre de 2015, me encontré a la entrada del Museumsquartier una sucursal de la librería Walther König.

Terminal de tranvías en Schottentor.

Esta es una librería espacializada en el mundo del arte con sede en Colonia, pero que tiene sucursales en diversas ciudades de Europa. Hasta el momento, yo había visitado tres de sus librerías; en el Museo Ludwig de Colonia, en la Burgstrasse de Berlín, próxima a la isla de los Museos, y en Charing Cross Road en Londres. Siempre dedicas un rato a visitar sus bien provistas estanterías, y es fácil que caigas en la tentación de comprar algún libro. Especialmente porque no falta una sección dedicada a la fotografía, donde siempre encuentras libros que no ves habitualmente en otras librerías.

Por otra parte, cuando visitas exposiciones de fotografía, muchas veces el catálogo te hace tilín, y son otra fuente de tentaciones a la hora de comprar libros. 

De este viaje a Viena me he traído tres libros, uno comprado en una exposición y tres en la Walther König del Musuemsquartier vienés. Os lo cuento. Por supuesto, las fotografías acompañantes... de la estancia en Viena.

En los bosques de Grinzing.

Joel Meyerowitz: Retrospective

Este libro lo compré en la tienda del Kunst Haus Wien - Museo Hundertwasser, aunque también está editado por Walther König, que además de la cadena de tiendas tiene editorial propia.

El libro es el catálogo de la exposición retrospectiva dedicada a Joel Meyerowitz, y reúne los ejemplos más destacados de sus obras desde sus principios, cuando recorría las calles de Nueva York con una cámara y película en blanco y negro, hasta sus más recientes bodegones o paisajes realizados con cámaras formato medio o gran formato, pasando por sus estancias en Cape Cod o por los reportajes tras el 11 de septiembre en Manhattan.

La calidad de la edición y la impresión es bastante buena, sin ser lujosa, y lo único que se echa en falta es un tamaño mayor, para apreciar mejor la naturaleza de las imágenes realizadas con cámara de gran formato, que en la exposición son objeto de grandes ampliaciones, con gran riqueza de detalles y sutileza en el moldeado de las imágenes. Pero está muy bien para introducirse en la obra de Meyerowitz. En inglés, existe versión también en alemán.

Escalera de la Hundertwasserhaus.

Mona Kuhn: Photographs

Desde hace años voy recogiendo para mi biblioteca de libros de fotografía los libros de la fotógrafa brasileña afincada en California Mona Kuhn. Hasta este momento, tenía sus cuatro últimos libros publicados por Steidl. Me faltaba el primero que publicó en 2004

En la Walther König del Museumsquartier de Viena me encontré de oferta este libro de 2004. Si habitualmente son libros cuyo precio ronda los 40 o 50 euros, lo tenían a la venta, ejemplar único, restos de serie, por 14,95 euros. Evidentemente, lo cogí para adquirirlo, sabiendo de antemano, sin necesidad de hojearlo que me iba a gustar. He de decir que si uno se asoma por Amazon para comprarlo, encontrará que se piden precios de de 95 euros o más, puesto que aunque el librono aparece todavía como descatalogado por Steidl, y se supone que en la página de esta editorial se puede comprar por 40 euros, no debe ser fácil de conseguir. Y la autora cada vez se cotiza más.

Se nota de todos modos que es una parte de su obra temprana, basada sobretodo en sus retratos y desnudos en las colonias nudistas del sur de francia, y no tienen la profundidad y el refinamiento técnico y estético que se percibe en libros más recientes. Pero no obstante, estoy encantado de haberlo añadido a mi biblioteca. Porque realmente esta fotógrafa me gusta mucho. En inglés.

Cámara de gran formato como la usada por Joel Meyerowitz.

Alex Webb and Rebecca Norris Webb on Street Photography and the Poetic Image: The Photography Workshop Series

Alex Webb y Rebecca Norris Webb son un matrimonio que colaboran y trabajan juntos en el ámbito de la fotografía, aunque manteniendo cada uno de ellos su propia personalidad y estilo.

Alex Webb tiene una larga trayectoria como fotógrafo documental, siendo asociado de la Agencia Magnum, y es uno de los fotógrafos de referencia en ese estilo tan de moda en la actualidad de ir recorriendo las calles buscando motivos y reflexiones fotográficas.

Por su parte, Rebecca Norris Webb comenzó su carrera artística como poeta, introduciéndose después en la fotografía y combinando ambas disciplinas. Su estilo es menos documental, y busca más el sentido poético que inició en su obra literaria.

Las vías del tren cerca de la estación de Wien Mitte.

El libro que compré en Walter König no es tanto un libro de fotografías, que las hay, cuanto un libro en las que las fotografías se acompañan de textos de ambos autores que nos dan pistas sobre su proceso creativo, y nos ayudan a leer e interpretar las imágenes. Por lo tanto, es un libro con un fuerte componente didáctica, desde mi punto de vista. Aunque la base de la discusión son las fotografías de ambos fotógrafos, también hay obras de otros artistas fotógrafos o no, aunque siempre visuales. Se puede encontrar, por ejemplo, un comentario a “Los fusilamientos del tres de mayo” de Francisco de Goya, contrapuesto a una fotografía con personas muertas, ejecutadas en el marco de la guerra en Afganistán.

Forma parte de una colección de Aperture en la que encontramos otros autores interesantes. En la librería había otro de Mary Ellen Mark, que no cogí puesto que ya tengo libros de esta fotógrafa. Pero ahora me arrepiento un poco. Son altamente recomendables. En inglés.

Tranvías y ciclistas en Karlsplatz.

Gathered Leaves: Alec Soth

Este último volumen es un libro y no es un libro. Es una caja presentada a propósito de una exposición en Londres del fotógrafo Alec Soth, que incluye cuatro facsímiles de cuatro de los libros previamente publicados del fotógrafo, pero en pequeño tamaño, Sleeping by the MississippiNiagaraBroken Manual y Songbook. Y lo mejor del caso es que además de estos cuatro pequeños facsímiles incluye 32 tarjetas de un tamaño de 23 x 23 cm aproximadamente, excelentemente impresas y presentadas, acompañadas de un ensayo de Aaron Schuman en el dorso, con las fotografías presentadas en la exposición, y que están extraídas de las series antes mencionadas. Por decirlo de alguna manera, es como tener la propia exposición en tu biblioteca.

Compradores en el Naschmarkt.

Soth, asociado también a la agencia Magnum, es un fotógrafo documental también, pero con proyectos de largo recorrido, en los que también lo vemos usar la cámara de gran formato. Es de los de poner su equipo en el maletero del coche y salir a recorrer la inmensidad del oeste y el medio oeste americano documentando unos paisajes, unos modos de vida y unas personas. con una visión muy propia.

Es un fotógrafo en el que hasta ahora había tenido pocas ocasiones para profundizar, aunque había visto en diversas ocasiones su obra, especialmente referenciada en Tumblr. Esta caja me ha parecido una idea genial. Aunque los pequeños facsímiles no pueden sustituir a los libros originales, te sirven para hacerte una idea de si los quieres tener o no. Y el conjunto de láminas es algo que te apetece contemplar, un mejor sustituto de la exposición a la que no puedes asistir que muchos de los catálogos que se publican habitualmente. En inglés. 

Catedral de San Esteban.

Cuestiones varias: software, libros, revistas...

Hoy me apetece traer aquí un variado de temas relacionados con la fotografía que me han ido surgiendo estos días o semanas atrás, y que no me han encajado en otros artículos o no me parecen de enjundia suficiente para dedicarles un artículo en exclusiva. A ver qué tal queda.

Adobe Photoshop Lightroom 6

En estos momentos, el rey del tratamiento fotográfico parece ser Adobe Photoshop. Todo el mundo habla de él. Es el nuevo héroe del procesado fotográfico, pero también el nuevo villano de las fotos falseadas, del retoque excesivo, de las modelos y actrices siempre jóvenes y siempre con aspecto de plástico.

Pero Photoshop nació no como una herramienta fotográfica sino como una herramienta de diseño sobre mapas de píxeles. Coincide que las fotografías digitales son mapas de píxeles. Por ello, muchos preferimos su primo más sencillo, Adobe Photoshop Lightroom, que tiene una orientación mucho más clara y definida hacia la fotografía. Menos capaz en temas de diseño y retoque, aunque se puede hacer bastante en este aspecto, su funcionamiento es el de una base de datos que recoge las intervenciones que se realizan sobre la imagen, sin alterarla. Hasta que decides obtener una nueva imagen que resulte de todas esas intervenciones. Yo no uso Photoshop. Nunca. O por lo menos su versión profesional. Uso Lightroom. Y estoy contento. Ahora estoy probando la versión 6 que recientemente ha salido al mercado. No es una revolución sobre la versión 5, y por ello no he decidido el cambio automático. Comprobando que las nuevas funciones merecen la pena. No tengo mucho tiempo para probar y voy despacio. Pero ya he comprobado lo bien que funciona su herramienta para unir varias fotografías en una más grande. Función habitualmente usada para realizar fotos panorámicas, aunque hay otras posibilidades. Me gusta con funciona. Os dejo un ejemplo del Monte Baldo, sobre el lago de Garda en Italia. Son once fotografías verticales de 12 megapíxeles, unidas para conformar una única panorámica de 46 megapíxeles. Aquí dejo una versión más reducida para no acabar con la paciencia de los visitantes.

Una de las ventajas es que genera un archivo DNG, que conserva mucha información, y permite tratar a posteriori la fotografía resultante con buena calidad.

Affinity Photo Beta

Ya he dicho que no utilizo la versión profesional de Photoshop. No la necesito. Pero a veces viene bien tener un editor de mapa de píxeles competente para algún retoque final de la fotografía. Tradicionalmente he usado una versión, que ya tiene unos años, de Photoshop Elements. Pero siempre me ha parecido que esta excesiva y cicateramente limitada por Adobe, supongo que para que no haga sombra al hermano mayor.

Recientemente, la compañía británica Affinity sacó la versión beta de su nuevo programa Affinity Photo. Con un precio anunciado cuando salga su versión comercial inferior a Photoshop Elements, su potencia es muy superior. Teóricamente, cualquier usuario de Photoshop tendría que sentir la interfaz del programa como familiar. Pero ambos tienen una curva de aprendizaje relativamente pendiente. Así que voy muy poco a poco descubriendo posibilidades, y aquellos aspectos que me pueden ser útiles a mí, que uso este tipo de programas esporádicamente.

En los últimos días por ejemplo, usando selecciones y capas de ajuste una gradación de color a las fotografías que les dé un aspecto "cinematográfico". Veamos un caso a partir de una fotografía tomada en Santiago de Compostela. Primero, como me quedaría con mi procesado habitual en Lightrooom, luego la versión "cinematográfica con Affinity Photo Beta.

El resultado es mejorable. Entre que me he estoy familiarizando con el programa y que todavía no he encontrado la receta adecuada para la gradación de tonos fríos que me gusta... Pero bueno... es una forma de ver que se pueden hacer cosas. En cualquier caso, para cuando salga a la venta, mucha más potencia por menos precio que Photoshop Elements. Y puede que sea una alternativa perfectamente válida por un porcentaje elevadísimo de personas frente al todo poderoso Photoshop. Una "pequeña" pega... sólo hay versión para Mac OS X.

100 héros pour la liberté de la presse

En abril salió a la venta el último número de la serie de álbumes "100 fotos por la libertad de prensa" de Reporteros sin fronteras. Este último, en gran medida desencadenado por la tragedia de Charlie Hebdo, nos trae los retratos de 100 personas que se consideran héroes en la lucha por la libertad de prensa. Parte de una colaboración con la agencia France Press, que ha prestado sus abundantes fondos documentales y fotográficos para realizar la selección.

Siempre es por una buena causa, y el precio, menos de 10 euros, es ajustado, por lo que siempre es recomendable. Pero tiene menos interés que otros dedicados a determinados autores. Y en la selección de "héroes" habría algunos cuyo "heroísmo" podría ser discutible. Sinceramente. Pero como digo, los álbumes de fotos de Reporteros sin fronteras siempre me parecen recomendables.

Una fotografía que tiene ya unos años, un vuelo un día de Nochevieja sobre el tozal de Guara.

Adiós a American Photo

Últimamente no traigo aquí artículos específicos que traten de las publicaciones periódicas sobre fotografía. Lo cierto es que muchos de los temas que traen en actualidad las revistas, son tratados con frecuencia también en los medios digitales en línea, y van apareciendo en mis recomendaciones semanales. No tiene sentido repetirse, salvo que esté justificado de alguna manera.

Pero eso no quiere decir que no siga adicto a algunas revistas mensuales, o bimestrales, o trimestrales, o cuando quiera que salgan. Pero hay una de ellas que ya no será más. Se trata de American Photo, una revista norteamericana que siempre me ha parecido muy interesante, con una frecuencia bimestral, y que siempre se ha orientado hacia la fotografía de calidad y especialmente como disciplina artística. Su editora ha interrumpido su publicación, aunque queda como publicación en línea, es decir, como un blog especializado y de calidad. Una pena. Porque no es lo mismo la lectura al vuelo de la noticia del blog que la lectura reposada y más profunda del artículo de una revista. Cada una tiene sus ventajas e inconvenientes. Siempre los he visto como medios complementarios, aunque se están convirtiendo como medios competidores. Y probablemente empobreciendo un tanto el nivel conceptual de las informaciones.

Orquídeas

Retorno al pasado - aprender fotografía en 1948...

Esta semana he estado con una actividad doméstica frenética. Con el caos acumulado que tenía en casa por falta de espacio para guardar libros, finalmente me decidí a encargar un nuevo mueble librería, y llevo varios días ordenando y reordenando libros. Aun me llevará tiempo hasta que quede todo totalmente a gusto.

Pero lo mejor del caso es que al poner un poco de orden entre los volúmenes han ido apareciendo sumergidos entre otros algunos ejemplares que ya no recordaba. Así que el rato que no me lo paso acarreando libros y trastos de un lado a otro del piso, me siento a hojear nuevamente aquellos libros que si los compré sería por algo... digo yo.

Y entre los libros de fotografía han aparecido estos...

Se trata de siete libritos, pequeños, de aproximadamente 12 x 16 cms en su portada, y entre 50 y 70 páginas cada uno que formaban parte de una colección llamada FOTO BIBLIOTECA, publicados por EDICIONES OMEGA S. A. en BARCELONA. Los más antiguos, varios de los que tengo, lo fueron en 1948. Hace más de 65 años... Pero hay otros de los años cincuenta, y el más moderno es de 1965. En los de 1948, la FOTO BIBLIOTECA constaba de 15 volúmenes. En los de los años 50, llegan a mencionar 43 títulos distintos en la guarda anterior del libro, aparte de colecciones específicas dedicadas a la fotografía en color.

Los hay dedicados a aspectos más técnicos de la fotografía como la medición de la exposición, la utilización del exposímetro, la utilización de filtros, o el enfoque... y otros de carácter más artístico, como los dedicados al retrato, al paisaje o a los interiores con luz natural. Por hablar de los temas que tratan los siete ejemplares que compré en el año 2003 en la librería de los HERMANOS VIDAL, librería de viejo y de ocasión en la calle BALTASAR GRACIÁN de ZARAGOZA, junto a la PLAZA DE SAN FRANCISCO. Alguno de los libros llevan incluido un sello de la difunta LIBRERÍA LEPANTO, que se encontraba en la avenidad de la INDEPENDENCIA, también de ZARAGOZA.

Todos los libros vienen con mayor o menor número de fotografías ilustrativas de las técnicas propuestas. Dada la antigüedad de alguno de los libros, la calidad de las fotografías no me parece mala. Y en el caso del más moderno, he visto libros y revistas de esa época realizados en ESPAÑA con bastante peor calidad. Con frecuencia en aquellas décadas, las fotografías en blanco y negro aparecían excesivamente contrastadas en los libros, perdiendo los matices y la gama de grises intermedios con facilidad.

También aparecen algunos esquemas y gráficos que ilustran la aplicación de las técnicas propuestas. Los libros son traducciones de autores extranjeros, probablemente británicos, con algún alemán también. En lo que he ido revisando, las traducciones son correctas y usan los términos técnicos con propiedad, cosa que no sucede hoy en día, especialmente desde el advenimiento de la fotografía digital y la generalización del uso de internet, en el que las palabras técnicas inglesas reciben traducciones inapropiadas a sus equivalentes en castellano que han existido toda la vida. En castellano, el dispositivo óptico que se pone delante del material sensible para conducir la luz hasta él, garantizando la nitidez y la fidelidad de la escena, se ha llamado de siempre "objetivo". Y está formada por un número variable de lentes, dependiendo de la complejidad del diseño. Pero como en inglés, utilizan la palabra "lens" para referirse al objetivo, no es infrecuente encontrar traducciones en documentos actuales que llaman "lentes" a los "objetivos". No hay errores de este tipo en estos venerables libritos.

En líneas generales, en lo que he leído y revisado me pregunto si alguien que dispusiera de una cámara moderna podría aprender fotografía con unos libros de aquel tipo. Desde luego no a manejar archivos digitales. O hay conceptos como el de temperatura de color que no es que no se manejaran, sino que se hacía de otra forma. Yo creo que muchos de los conceptos vertidos en estos libros siguen siendo perfectamente válidos.

Como ya he dicho, fueron publicados por EDICIONES OMEGA S. A., editorial que todavía existe y que tiene una larga tradición de publicación de libros técnicos sobre fotografía. De hecho, cuando empecé a tomarme en serio la cosa de la fotografía, el mejor libro que tuve y tengo, bien conservado lo publicó dicha editorial. Se trataba de FOTOGRAFÍA BÁSICA de MICHAEL LANGFORD, y era un libro que planteaba los conceptos de forma rigurosa y muy clara. Y a pesar de ese adjetivo "básica", era más completo que otros que te prometía descubrirte todos los secretos de la fotografía. Como nos informan en este artículo, LANGFORD falleció en el año 2000, pero aun hoy en día se siguen publicando los libros bajo su nombre, aunque obviamente los escriben otros autores. Siempre se respeta la coautoría del fallecido, indicando que el cuerpo de conocimiento que aportó sigue en el libro, que se considera actualizaciones de los que él escribió. Y luego está la cosa del prestigio que aporta el nombre claro, que mejora las ventas.

Para finalizar, una anécdota. Algunos de los libritos, en su contraportada llevan escrito en caracteres ideográficos una conocida frase, que según nos dicen se trata de un proverbio chino: "Una imagen vale más que mil palabras".

Me ha hecho mucha gracia. Todavía no sé si se estaban quedando con el personal, o realmente se trata de un proverbio chino...