La fotografía como afición y otras artes visuales

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El 2017 en fotos (3): 12 meses + 12 fotos... y una más

Undécimo año que termino el año con mi entrada de 12 fotos, una por cada uno de los meses del año. Aparte del autorretrato que encabeza la entrada... claro. Como de costumbre, no son fotografías representativas de nada. Las he ido escogiendo, como todos los años, por mero capricho. La que me ha apetecido en el momento de la selección. Y al mismo tiempo, sí que resultan representativas del hecho de que me suelo mover por el mundo con una cámara encima. A veces con el objetivo principal de hacer fotos. Otras, por si hay algo interesante que recoger y recordar.

Así que sin más rollo vamos a ello.

Enero - Propuse esta fotografía para una exposición, junto con otras dos. Está realizada con una antigua cámara de 1928, y era la que más me gustaba por diversos motivos. Pero no fue elegida. Sigue siendo la que más me gusta de las tres.
Febrero - Caminaba por el casco viejo de Zaragoza probando un cierto tipo de película en blanco y negro en un día gris y feo, cuando pasaron, bastante rápidos, este grupo de nazarenos ensayando el transporte del paso de Semana Santa.
Marzo - Pocas veces he disfrutado tanto de mi Hasselblad como cuando probé la Cinestill 800T 120 en el Museo Pablo Gargallo de Zaragoza.
Abril - Cuántas veces he fotografiado al joven de la plaza de San Felipe,... pero esta versión Polaroid me gusta especialmente.
Mayo - Otro lugar clásico para realizar fotos en mis paseos por la ciudad... junto al canal; me hizo ilusión saber que Pilo Gallizo también estaba obsesionada con este lugar.
Junio - Las láminas protectoras con mensaje de las películas Impossible siempre me han gustado; han desaparecido al pasar a ser Polaroid Originals. Un pena. Este día fue especialmente divertido, porque iba con mi sobrino Diego, de ocho años, que también llevaba su cámara de película instantánea Fujifilm.
Julio - Muchos paisajes en el infrarrojo he hecho este año, casi todos en blanco y negro. Pero uno de los pocos que he hecho en color, este en el soto de Cantalobos, es uno de mis favoritos.
Agosto - Hasta un amanecer yendo a trabajar puede proporcionarnos un momento de belleza e iluminarnos el día.
Septiembre - Una exposición de varios minutos fue necesaria para realizar este paisaje en el infrarrojo con una cámara estenopeica. Pero mereció la pena.
Octubre - Durante las fiestas del Pilar, un "pelma", lo digo de broma, era un tipo simpático, que se interesó más por mi Leica Minilux que por el cajón de estas "minuteras", me impidió entablar conversación amplia con ellas.
Noviembre - Hace tiempo que había descubierto el disfrute de fotografiar con la pequeña Olympus Pen EE3 de medio formato. Pero hasta muy recientemente no había realizado dípticos con película en color con ella. Y todavía he disfrutado más.
Diciembre - Reciclar un chasis usado de película de 35 mm para un retal de unos pocos fotogramas de película Kodak TMax 400 por metros fue suficiente para disfrutar como un enano durante unos días.

Festival Asalto 2017, con película negativa en color

Desde hace un par de meses, como podrá comprobar quien siga estas entradas con asiduidad, la película Fujifilm Superia X-TRA 400 se ha convertido en mi película negativa en color de uso corriente. Lo cierto es que me da buenos resultados en todo tipo de usos.

El domingo pasado hubo un paseo fotográfico organizado desde la Asociación de Fotógrafos de Zaragoza AFZ para visitar en el barrio de Valdefierro de la capital aragonesa las intervenciones del Festival Internacional de Arte Urbano Asalto 2017. Así que como tenía la Canon EOS 650 cargada con un carrete de Superia 400, me fui con ella, el EF 40/2,8 STM y el EF 70-210/3,5-4,5 USM, y un carrete de repuesto. Usé sobretodo el telezoom. Que con tal de diafragmarlo un poco, con su punto dulce en f/8, va de pistón. Con el día de luz abundante que tuvimos ningún problema.

Pero hoy no me extenderé con palabrería. Os dejo algunas fotos y ya está.

Hacia el castillo de Sora - La Ikonta sigue funcionando...

De las diversas cámaras antiguas que he ido coleccionando, sin un orden ni concierto real, por impulsos, una a la que profeso un poco más de cariño que las demás es la Zeiss Ikon Ikonta 521/16. La compré hace 5 años ya en Londres, donde la "estrené". Y aunque la uso poco, lo cierto es que para ser una cámara que tiene prácticamente 70 años, y que es de la gama baja de Carl Zeiss Oberkochen en los años de la posguerra inmediata, me divierte usarla y tiene unos resultados simpáticos.

Pero lo malo de estas cámaras es que aunque no se usen, se estropean. Así que la pongo en marcha de vez en cuando para comprobar que va. Así que hace unas semanas le puse un carrete de Lomography 100 Earl Grey, y cuando me acordaba la sacaba a pasear, plegada abulta muy poquito para ser una 6x6 de formato medio, y hacía alguna foto. De un interés escaso o relativo. Pero me la llevé el día que fuimos a cazar estrellas fugaces, cuando las Perseidas, al castillo de Sora en Castejón de Valdejasa, y me traje tres fotogramas de aquella excursión que os muestro ahora. Revelado en Rodinal 1:100, 60 minutos a 20 ºC en revelado desatendido, junto con otro del que os hablaré el sábado o el lunes, cuando tenga un ratito.

Paisaje suburbano en infrarrojo

Hoy no me voy a enrollar mucho. En los pasados meses, en distintas ocasiones he ido ensayando las posibilidades de la fotografía en el espectro del infrarrojo. Hice algunas pruebas a principio de año con cámaras digitales, sobre las que luego profundicé, e hice mis pruebas también con una película tradicional con sensibilidad extendida al infrarrojo. Pero ya vale de hablar. Estamos en verano, un largo y cálido verano. Y es la época del año adecuada para este tipo de fotografía. Así que el pasado fin de semana, cogí dos cámaras, una digital y otra para película tradicional de formato medio. Y me fui a las inmediaciones del soto de Cantalobos y de la huerta de las Fuentes, en el entorno suburbano de Zaragoza y me fui a hacer unos paisajes. En su mayor parte con tecnología argéntica, aunque también hice alguno con la cámara digital. Cuando los resultados de esta superen a los de la primera, lo cual sucede en alguna ocasión, los mostraré.

Para los interesados:

Fotografía digital: Leica ME + Summicron 50/2 ASPH + Hoya IR72.

Fotografía argéntica: Fujifilm GS645S Wide 60 + Hoya IR72 + Rollei Superpan 200 en Rodinal 1:50, 17' a 20 ºC.

Algunas fotos que se me van de casa...

Aunque en la red de redes, en internet, se puede ver muchas de mis fotos, lo cierto es que las más son simplemente documentos de cosas que hago. No busco una exposición pública como autor fotográfico. Siempre he dicho que me considero más un aficionado a la fotografía, en sus diversas vertientes, que un fotógrafo aficionado. Aunque hacer fotografías también sea una de las vertientes que me gusta practicar.

Pero el auténtico fotógrafo, sea profesional sea aficionado, los límites entre ambos se vuelven borrosos cuando muchos fotógrafos tienen que tener otros trabajos para poder vivir mientras practican su vocación, busca la exposición pública de su obra. Someterla al juicio de quienes la contemplan, que sea admirada e incluso adquirida. Como dice Will Gompertz en alguno de sus libros, a los artistas también les gusta ganar dinero, y si es con su arte, mejor. Y desde ese punto de vista, mis urgencias son escasas. De hecho, he tenido alguna oportunidad de exponer en solitario, y la he desechado. Mi afición a la fotografía, a pesar de lo que hablo de ella en las redes, no deja de ser algo que hago en el 90% de las ocasiones a mi aire, en la intimidad de mi casa y para mi propio crecimiento personal, sin más aspiraciones. Y me cuesta seleccionar trabajos, y mostrarlos como se deben mostrar. Ampliado en papel a un tamaño adecuado y en un lugar oportuno. Hablar de la fotografía, como afición, responde a otras motivaciones. En cualquier caso, probablemente este sea uno de los motivos por los que prefiero ser considerado como aficionado a la fotografía más que como fotógrafo aficionado.

Sin embargo, en las últimas semanas ha surgido la oportunidad de presentar algún trabajo en público, y os los voy a mostrar.

Exposición del III Encuentro fotográfico de Aragón

Desde 2013 se viene celebrando cada dos años el Encuentro fotográfico de Aragón. En ese año fue en septiembre, en las ediciones posteriores de 2015 y 2017, en junio. Mala fecha para mí, ya que en los últimos años tiende a ser uno de los meses en los que me gusta cogerme vacaciones y viajar.

En las tres ediciones, una de las actividades incluidas ha sido la celebración de exposiciones, una o dos fotografías por participante. En la primera edición, el tema fue la paz, y presenté estas dos fotografías.

Estanque de las cenizas, campo de concentración de Auschwitz-Birkenau, Polonia.
Monumento a los judíos asesinados en Europa, Berlín, Alemania.
En 2015, el tema fue la música, también tuvimos la oportunidad de presentar dos fotografías, y estas fueron las que elegí.
El músico del hang ante la basílica de Szent István en Budapest, Hungría.
Jazz en Central Park, Nueva York, EE.UU.

Este año 2017, el tema fue "el instante decisivo", tema muy abierto y sujeto a interpretación. Presentamos cada uno una fotografía, y esta es lo que yo elegí.

Monasterio de Po Lin en la isla de Lantau, Hong Kong, China.

Como veis, tiendo a presentar fotografías de mis viajes. Estos me proporcionan una diversidad de temas y por ello acudo a ellos. Además tengo mejor clasificadas estas fotografías que las que hago "en casa", y me resulta más fácil encontrarlas. Pero siempre me cuesta elegir. En la mayor parte de las ocasiones, cuando hago fotografías, no lo hago pensando en "la foto", si no que busco un conjunto que consoliden un recuerdo o una narración de una vivencia. Por lo que siempre me quedo con la sensación de que, aisladas, pierden buena parte de su sentido.

Zaragoza en cuarto creciente

A través de Txabi Beroitz, una excelente persona y fotógrafo, me llegó la posibilidad de participar en esta exposición, Zaragoza en cuarto creciente. En la misma 50 fotógrafos, profesionales y aficionados, aportarían fotografías sobre Zaragoza, con las perspectivas la "Zaragoza Invisible", la "Zaragoza Emergente" y la "Zaragoza Olvidada". Sobre las mismas, un amplio grupo de personas del mundo de las letras realizarían reflexiones. Me pareció una idea interesante.

Y no exenta de riesgo, porque supone dejar tus fotografías, y lo que para ti significan, libres por el mundo y sometidas a otras visiones y otros significados que pueden ser o no ser similares, incluso divergentes. Yo aporté tres fotografías, de las cuales se seleccionó una de ellas.

La Zaragoza Emergente.
La Zaragoza Invisible.
La Zaragoza Olvidada.

La foto elegida por la organización fue la segunda... lo cual me dejó un poco "así", porque era la que menos me convencía de las tres. Era la más obvia en cuanto a su tema, pero la que menos cualidades formales y fotográficas tenía. Y las implicaciones de las otras dos para mí, que no voy a comentar, si das "libertad" a las fotos tiene que ser con todas las consecuencias, eran más interesantes. Pero como digo, había que aceptar deportivamente los riesgos de las condiciones de participación en esta exposición. Y estoy contento.

Os dejo a continuación los textos que acompañan a la fotografía en la exposición con los nombres de sus autores. Disculpad que la foto que les hice esté un poco trepidada. Al llegar allí, me di cuenta de que había cogido una cámara sin tarjeta de memoria, y la tuve que hacer con el móvil. Que no... por mucho que digan algunos, no sustituye a una cámara completamente en la tarea de hacer fotografía.

Intercambio de fotografías del III Encuentro fotográfico de Aragón

En el "paseíco", el día de fiesta por excelencia de las actividades del encuentro que ya he comentado, este año se propuso que al final del mismo hubiese un intercambio de fotografías. Las condiciones fueron que quien quisiese llevase una copia de una de sus fotografías, en un tamaño de hasta 20 x 15 cm para intercambiarla por la de algún otro participante.

Me enteré con el tiempo justo. El día de antes del "paseíco" que fue el pasado domingo día 18 de junio. Yo había estado de viaje y no era consciente del hecho. Aprovechando que tenía un paquete de papel fotográfico de calidad, Canson Infinity Baryta Photographique de 310 gr/m2 para impresoras de chorro de tinta, con el que me quería familiarizar, imprimí un par de fotografías en una hoja de DIN-A4. Siendo esta de un tamaño de 21 x 29,7, me quedaban dos copias más o menos del tamaño máximo establecido.

Estas fueron las fotografías que escogí, muy diferentes una de otra.

Skaftafell, Islandia.
Mainau Insel, Konstanz, Alemania.

Fueron a parar, de una forma u otra, a manos de dos mujeres a las que aprecio mucho. Están en buenas manos.