A los fotógrafos aficionados a la fotografía del cielo nocturno y otras aventuras astrofotográficas les suele preocupar de vez en cuando la ISO invarianza del sensor de sus cámaras digitales. En otros ámbitos de la fotografía, esto no importa tanto. Pero es un tema que ocasionalmente ha despertado mi curiosidad. Quizá con tiempo y ganas podría dar una explicación de qué esto de la ISO invarianza, pero no ando sobrado de ninguna de las dos cosas. Así que daré una explicación patatera sobre la cuestión. Si el sensor de una cámara es ISO invariante, a efectos de control del ruido, intervalo dinámico y calidad de la imagen, da igual fotografiar una escena con poca luz a un ISO elevado, o hacerlo a un ISO bajo, basal, y luego remontar los tonos en el software de revelado. Obviamente, habiendo guardado la fotografía en un archivo con los datos en bruto, el llamado formato raw (crudo, sin cocinar). Se puede saber si el sensor de una cámara es ISO invariante; hay páginas donde lo analizan. Y según ellos, el sensor de la Fujifilm GFX 50R es bastante ISO invariante, siendo la sensibilidad base óptima ISO 200 (si no he entendido mal el diagrama). Y si no lo entiendo mal, el usar sensibilidades bajas aumenta el intervalo dinámico de la cámara; se come mejor las escenas más contrastadas.
Si nos vamos a los resultados para otra de las cámaras digitales que uso con cierta frecuencia, el sensor de la Canon EOS RP no sería nada ISO invariante. Da la sensación de que en este caso la sensibilidad base óptima sería ISO 80 – 100. Si abrís las dos gráficas y las comparáis, veréis que tienen formas muy distintas. El sensor de la Olympus OM-D E-M5 Mark III, mi cámara viajera, estaría en un punto intermedio. Esta cámara, más que suficiente para mis necesidades, tiene una “desventaja” sobre las anteriores a la hora de registrar la información. La GFX 50R y la EOS RP registran 14 bits por pixel en sus archivos raw, mientras que la E-M5 Mark III registra sólo 12 bits por pixel. En la práctica, pocas son las situaciones en las que es trascendente registrar billones de tonos de color en lugar de miles de millones. Pero, ya hemos dicho que esta cuestión preocupa en fotografía astronómica. Especialmente en el ámbito científico puede ser muy importante.
Así pues, si tenemos una cámara con un sensor ISO invariante, tenemos dos opciones cuando nos encontremos con una escena con poca luz. Ajustar un ISO alto y exponer consecuentemente, para una imagen que se considere correctamente iluminada, o bien, ajustar un ISO bajo, ajustar los parámetros de apertura y velocidad de obturación que necesitemos, aun obteniendo una imagen francamente subexpuesta, y luego remontar los tonos en el software de revelado. El resultado final sería similar. Quizá la primera de las opciones nos ofrecería algo menos de ruido visual, especialmente en los tonos oscuros. Pero la segunda de las opciones nos ofrecería una mayor intervalo dinámico, y nos preservaría mejor las altas luces, que difícilmente quedarían bloqueadas. Y cuando ayer estuve en las salas de exposiciones de CaixaForum Zaragoza, después de llevar un rato visitando la exposición La imagen humana: arte, identidades y simbolismo, francamente muy recomendable, tomando algunas fotos, decidí que esta opción me interesaba. Con el modo de prioridad a la apertura y el ISO automático, estaba haciendo fotos a f3,5, apertura máxima del Fujinon GF 50 mm, con un ISO 3200, y velocidades de obturación muy bajas, arriesgando fotografías trepidadas. Y con la iluminación propia de los museos y salas de exposiciones, que a veces es muy contrastada y con puntos de luz muy fuertes. Decidí aprovechar la ISO invarianza del sensor de la cámara. Ajusté a un ISO 1600 fijo y, en modo manual, una apertura f4 y una velocidad de obturación 1/60 segundo. Aunque en el visor apareciese un imagen subexpuesta, ya le subiría las luces y los tonos medios en Capture One Pro 22. Las sombras las podía dejar más o menos donde estaban… las fotos quedan bien, y eliminaba la mayor fuente de ruido visual desagradable. No hay luces bloqueadas.
Después de CaixaForum paré en los Antiguos depósitos de agua del parque Pignatelli, en la exposición Somos agua de la fotógrafa Isabel Muñoz, donde también hice alguna foto. Con la misma técnica. Con la luz disponible, las fotografías de CaixaForum tenían una subexposición de entre uno y dos pasos, mientras que las de los Antiguos depósitos llegaba a sobrepasar en alguna ocasión los cuatro pasos de subexposición; una barbaridad. Sin embargo, una vez ajustadas las fotos en Capture One… han quedado bien. Sólo si intento levantar las sombras se aprecia un ruido visual desagradable. Pero levantando sólo las luces y los tonos medios, el resultado es correcto, el intervalo dinámico suficiente, y la gradación tonal y los colores buenos. Obviamente, no pensé en hacer una comparación, en hacer las mismas fotos, usando la técnica aquí comentada, frente a la fotografía a un ISO elevado, pero sin subexposición de ningún tipo. Eso hubiera supuesto hacer fotos en el parque Pignatelli a ISO 12800 o incluso más. Ya veré. Igual lo hago en algún momento.
Magnifico articulo, Carlos.