“Clásicos” digitales (y IV) – Pentax *ist DS (anunciada en septiembre de 2004, comprada en junio de 2007)

Y voy con la última entrega de esta serie dedicada a mis “cámaras clásicas” digitales, habiendo denominado así a mis cámaras digitales que, independientemente de la fecha de compra, salieron al mercado en el año 2005 o con antelación. Y la réflex digital que traigo hoy, la Pentax *ist DS, se anunció en septiembre de 2004, en la Photokina, feria de fotografía bienal (no bianual; se celebraba una vez cada dos años y no dos veces en el mismo año) que se celebraba en Colonia, Alemania. No sé cuando se pondría a la venta, pero en marzo de 2005 ya se publicaban revisiones extensas sobre la cámara. Por lo tanto, entra de pleno en mis condiciones para entrar en esta serie.

La cámara la compre a principios del verano de 2007 de segunda mano. Me costó algo menos de 300 euros. Su precio de salida estaba pensado para competir con la primera réflex digital popular de Canon, la EOS 300D, ligeramente por debajo de los 1000 euros con el zoom de kit incluido. Su impronunciable nombre, *ist, se había usado ya en los últimos modelos que Pentax sacó en cámaras réflex para película fotográfica. Y tenía un precedente, la muy similar la *ist D, con unas prestaciones ligeramente superiores. Es muy pequeña, muy compacta, por lo que ocupa muy poco espacio en un bolso de paseo o en una mochila de viaje. Y además, Pentax tuvo una larga tradición de ópticas de focal fija de tamaño muy contenido. Después de leer el artículo dedicado a la Canon EOS 10D (y de rebote a la EOS D60) alguno se preguntará, si ya tenía una réflex digital, ¿por qué compré esta?

Y es una pregunta legítima. Salvo por el compacto tamaño, las cámaras Canon EOS digitales de la época eran considerablemente superiores. El sensor de seis megapíxeles que incorporaba era digno, fabricado por Sony, y lo montaban otras cámaras de la época como las Nikon. Pero era un CCD que no ofrecía la calidad de imagen ni la sensibilidad de los CMOS de Canon. Pero para decidir la compra, había un factor importante. Mi primera cámara réflex para película fotográfica fue una cámara Pentax P30N, que luego troqué por la Pentax MX que todavía uso con frecuencia y buen aprovechamiento. Y tengo muchos objetivos de focal fija para esta montura, que me gustan bastante. Tengo la focales de 28, 35, 40, 50/2, 50/1,4, 85 soft focus, 100 macro y 200 mm de Pentax. El 35, el 50/2 y el 100/4 de la serie A para automatismo de diafragma o en programa totalmente automático. El resto de la serie M para uso en exposición manual exclusivamente. También tengo un Ricoh Rikenon 135 mm con montura compatible. Se me ocurrió que podía obtener un cuerpo digital barato y aprovecharlos.

Lo cierto es que la cámara no se lleva bien con los objetivos de la serie M, que se montan sin ningún problema, pero sólo puede ser usados a plena apertura. O yo no he encontrado nunca la forma de usarlos de otra forma con esta cámara. Con otras cámaras digitales Pentax posteriores sí que los he usado con aprovechamiento en muchas ocasiones. Como el sensor tiene un factor de recorte de la focal, no tenía ningún angular aprovechable. Así que me hice con un SMC-DA 21 mm f3,2 Limited, de enfoque automático, que me ofrecía un ángulo de visión equivalente a un 31 mm. Tanto simpaticé con la cámara, tan ligera, que incluso me la llevé a algún viaje, como a Berlín en octubre de 2007, con ese nuevo angular, y con los objetivos de la serie A, obteniendo muy buenos resultados para la época.

Tanto me gustaba pasear con esta cámara y estos objetivos, que en años sucesivos, siempre de segunda mano, o en ofertas y outlets, fui actualizando los cuerpos de cámara para usar estas ópticas. Viajé a Trieste y Venecia en 2008 y a Suiza en 2009 con una Pentax K10D, y a Lombardía y Constanza en 2017 con una Pentax K-S1. Y siempre con buenos resultados. En las fotos que hice estas semanas atrás con la *ist DS he de reconocer que lo pasé bien. Ligero, desenfadado, sin muchos problemas, sólo lamenté que el SMC-M 28 mm f3,5 no sea de la serie A, porque con su focal equivalente a un 40 mm en 24 x 36 mm sería ideal. Y aun así hice algunas fotos, todas a plena apertura, aunque la calidad de la imagen sufre un poquito. Hoy en día puedo usar todos esos objetivos, con un adaptador, con la Canon EOS RP, cámara sin espejo, de forma muy cómoda. Aparte de que los use con frecuencia con película fotográfica sobre la Pentax MX. A pesar de los bandazos que dio la marca antes y después de que la comprara Ricoh, siempre le tendré mucho cariño.