Os contaba hace unas semanas la peripecia con la Leica Minilux que, aparentemente, quedó estropeada en la primavera de 2021 y estuve la ocasión para llevarla a reparar. Quedó en su interior un rollo de Kodak Ultramax 400 que no podía extraer, no quería forzar nada para no empeorar la cosa, y al final lo pude revelar y os lo conté. Os contaba también como, al ponerle una pila eléctrica nueva para llevarla a un servicio técnico en Barcelona, el rollo se rebobinó, por ello lo pude revelar,… y aparentemente todo funcionaba, pero había que comprobarlo.
Durante un tiempo la usé mucho. La compré en Seúl en 2017 y hay varios elementos que me gustan. A pesar de su aspecto de compacta de enfoque automático como tantas se fabricaron, cuenta con algunas funciones que permiten un mayor control de la imagen por el fotógrafo. Tiene compensador de la exposición entre -2 EV [exposure values, valores de exposición o pasos de exposición] y +2 EV. Para los más noveles en la fotografía, un paso de exposición sería la diferencia entre dos valores de diafragma tradicionales. Por ejemplo, entre f5.6 y f8. O f4 y f5.6. Entre cada paso de diafragma se admite el doble (o la mitad) de luz que respecto al anterior. O si adoptamos las velocidades de obturación, entre 1/250 segundo y 1/500 segundo habría un paso de exposición. O entre 1/2 y 1/4. Aquí queda más claro porque los valores se multiplican o se dividen por 2, mientras que en los diafragmas se multiplican o se dividen por raíz cuadrada de 2. Admite valores intermedios, -2 EV, -1.5 EV, -1 EV, -0.5 EV… etcétera. Entre estos valores intermedios la diferencia de exposición es de raíz cuadrada de 2.
También es posible ajustar el enfoque “manualmente”. En realidad, el fotógrafo ajusta la distancia de enfoque en una rueda con una escala de distancias, por ejemplo a 5 metros y, al hacer la foto, el motor de enfoque ajusta los elementos del objetivo a esta distancia. Y tiene un modo de exposición con prioridad a la apertura. El fotógrafo elige el valor de diafragma, por ejemplo f8, y la cámara escoge la velocidad de obturación. De ese modo, podemos controlar la estética de la fotografía controlando la profundidad de campo. Hay que tener en cuenta que la máxima velocidad de obturación es de 1/400 segundo, por lo que lo que en tiempos se llamaba punto de corte de la cámara es ISO 400. Es decir, en una situación de fotografía en exteriores a plena luz de sol, se podría ajustar a f16 y 1/400 segundo. Una película ISO 400 recibiría la cantidad justa de luz para una correcta exposición. Pero una película ISO 640 o ISO 800 o ISO 1600 quedaría sobreexpuesta. Lo cual es poco importante con negativos en color, pero fatal con diapositivas. Con negativos en blanco y negro se podría ajustar el revelado, si todo el rollo está similarmente sobreexpuesto.
El otro gran activo de la cámara es su excelente objetivo, un Summarit 40 mm f2.4. Es mi focal favorita para un uso polivalente, y tiene una calidad óptica excelente. Se puede comprobar que ajustando manualmente las siguientes combinaciones de apertura y distancia de enfoque, estamos trabajando a la distancia hiperfocal, pudiendo hacer reportaje con más agilidad; f11 y 5 metros o f8 y 7 metros. Finalmente, los dos incordios de la cámara, que es un poco lenta en el enfoque automático, y por eso uso con frecuencia la solución de la hiperfocal. La sensibilidad de la cámara se ajusta por contactos DX, y cualquier película que no disponga de ellos se dispara a IE 100. Por otro lado, dispone de un flash incorporado, que cuando enciendes la cámara se dispara automática en situaciones de poca luz y contraluz. Puedes desconectarlo. Pero no recuerda este ajusto. Cuando apagas la cámara y la vuelves a encender, vuelve a la posición automática. Es algo que suele suceder con las cámaras compactas de esa época. Todo indica que esta fue fabricada por Minolta bajo las especificaciones indicadas por Leica. Pero no he encontrado referencias de ninguna cámara Minolta de la época con especificaciones similares, como a veces sucede en este tipo de colaboraciones. En los años 70 del siglo XX, la Leica CL se vendió también como Minolta CLE. Y su Leitz Summicron-C 40 mm f2 se fabricó como Minolta Rokkor 40 mm f2, si bien se dice que la fórmula óptica era la misma, pero no los vidrios utilizados. Así que la Leica Minilux es un producto exclusivo de Leica.
Bueno… la probé de inmediato con un rollo de película en blanco y negro. Si descubrí un 4 de diciembre que la cámara podía volver a funcionar, entre el 5 y el 6 de diciembre, yo estaba de fiesta, expuse un rollo de Lomography Potsdam Kino 100. Como iba con prisa, y tenía que hacer muchas cosas en esos días que siguieron, lo revelé en SPUR Acurol-N, dilución 1+100, revelado desatendido durante 60 minutos. Digitalicé de forma rápida y sin complicaciones con la Olympus OM-D E-M5 Mark III y el Panasonic Leica DG Macro-Elmarit 45 mm f2.8, en resolución normal, para 18 megapíxeles por negativos. El sensor de la cámara da 20 megapíxeles, pero al tener el negativo un formato 3:2 frente al 4:3 del sensor, se pierde algo de información. Y todo sin problemas.
Dejando aparte que cada vez estoy más convencido que la Potsdam 100 hay que exponerla a IE 50 si se revela con Acurol-N, todo quedo bien. Los negativos estaban poco densos, pero muy nítidos, y conservaban información en las sombras. Ninguno de los problemas que comenté en el rollo de Kodak Ultramax 400 que quedó atascado en la cámara se reprodujo. Resultados impecables, aunque las fotos no fueran muy interesantes por ser una mera prueba de funcionamiento hecha con lo primero que tuve a mano en el frigorífico. La Potsdam 100 no tiene código DX, pero no pasa nada porque la Minilux, como ya he comentado, en su ausencia ajusta un IE 100. Prueba superada. No obstante, antes de ponerla en funcionamiento habitual de nuevo, hice también un rollo de prueba en color, del que os hablaré dentro de unos días.