Probablemente, para ser un poco coherente, tendría que haber publicado la entrada de hoy antes que la de hace unos días sobre la excursión al Parque Geológico de Aliaga. Pero he adquirido la costumbre de dar preferencia a las entradas relacionadas con los viajes sobre las experiencias fotográficas más cotidianas, más de fondo. El viaje a Aliaga fue el 25 de noviembre, mientras que este paseo fotográfico con AFZ Asociación de Fotógrafos de Zaragoza fue el 22 de octubre. Y en ambos casos utilicé el mismo material sensible y equipos fotográficos muy similares, o por lo menos emparentados. El caso es que los buenos resultados de este paseo fotográfico fueron los que me decidieron a llevarme la misma película fotográfica a Aliaga.
Al paseo fotográfico con AFZ, que transcurrió por el recinto Expo 2008 de Zaragoza, me llevé dos cámaras. Una digital, la Canon EOS RP con el pequeño pero competente RF 28 mm f2.8 STM, un “panqueque” con el que estoy encantado, desde que lo adquirí en Turín, y la Leica M6 con el Zeiss Planar 50 mm f2 ZM. La cámara digital la usé muy poquito y no me voy a extender. De la Leica poco se puede decir que no se haya dicho ya por muchos otros fotógrafos desde hace décadas, y el Planar 50 mm, aunque no tenga habitualmente la misma consideración que los Summicrones de la marca de Weitzlar, es uno de mis objetivos más nítidos y contrastados. Así que por el lado de los aparatos, el flanco estaba bien cubierto.
La película que me llevé fue la 1Hundred Film 100. Como ya he comentado en un par de ocasiones, en origen es la Kodak Aerocolor IV, una película técnica pensada para la fotografía aérea, que se suele servir en forma de bobinas por metros, y que alguien se dedica a reenvasar en carretes estándar de película de 35 mm para fotografía. En estos últimos días he estado estudiando con más detalle su hojas técnicas, algo que los fotógrafos deberíamos hacer con más frecuencia.
La sensibilidad nominal es ISO 125, pero admite diversos tipos de revelado, con el proceso habitual C-41, o con el proceso AN-6, específico para fotografía aérea. En cualquier caso, poniéndonos en el proceso habitual C-41, dependiendo del tiempo de revelado, puedes utilizar índices de exposición entre 80 y 125, con distintos resultados de contraste y granularidad. Cuando menos sea el índice de exposición y el tiempo de revelado, menos contraste y menos granularidad. Desgraciadamente, no podemos comparar con facilidad esta película con otras de Kodak, porque sus hojas técnicas no miden la granularidad de la misma forma. En cualquier caso, indica una granularidad rms de 8 para el revelado estándar en C-41, siempre y cuando se exponga a un IE 80. Hacen bien los de Hundred Film a la hora de proponer un sensibilidad nominal ISO 100 en lugar de ISO 125, para mejorar el rendimiento de la película. Téngase en cuenta, por lo tanto, que es mejor darle abundante luz a esta película para mejores resultados. Por tener otras referencias, esa granularidad es propia de otras películas en el mismo ámbito de sensibilidad y de grano muy fino, como la Kodak TMax 100, aunque esta es en blanco y negro.
En líneas generales, como ya he comentado en ocasiones anteriores, es una película muy pensada para ofrecer una gran claridad en la imagen, resolviendo bien los detalles, debido a su vocación de película para usos técnicos. El día del paseo fotográfico tuvimos sol y nubes, con predominio de nubes. Aunque no era una capa de nubes profunda, y no carecíamos de luz, y se percibía cierta direccionalidad en la luz que se filtraba entre las nubes. En cualquier caso, la película favorece los tonos cálidos, y especialmente los rojos, sin que llegue a tener los fuertes contrastes de la Ektar 100. Por todo ello, el resultado final fue muy agradable. Escaso grano, imágenes muy limpias. Correctamente expuesta, con abundante luz, las líneas geométricas de los edificios de la Expo 2008 quedaban muy favorecidos.
Tan encantado quedé con los resultados de este días, que por ello no dudé en llevármela a Aliaga. Aunque como ya comenté, no tengo tan claro si en esa ocasión fue la mejor elección posible. En cualquier caso, siempre y que mantengan unos precios decentes, dentro de lo caro que está todo en película fotográfica, es una película que me apetece tener en el frigorífico. Quizá no tan estupenda como la Kodak Ektar 100, por hablar de similares sensibilidades, pero muy usable en muchas circunstancias, mientras que la Ektar 100 está más restringida al ámbito del paisaje, llevándose mal con el retrato. Creo que con la 1Hundred también hay cierto riesgo de tonos piel rojizos… pero todavía no he adquirido suficiente experiencia. Ahí… mejor confiar en las Portra o en películas más generalistas.