Paisaje industrial en formato medio – Plaubel Makina 67 con Lomography Potsdam Kino 100

Tras las vacaciones de principios de otoño, recibí la llamada de un colega aficionado a la fotografía. Alguien a quien no veía desde hacía muchos años. Esto de “recibir la llamada” es una forma de hablar. Nadie llama por teléfono en estos días. Te encuentran en las redes sociales te mandan un mensaje y esas cosas. Da igual, yo devolví la llamada con voz y todo, porque cuando echo de menos a alguien y no me doy cuenta, de repente quiero hablar de verdad y no las tontás de las redes sociales. Nos tomamos unos chismes, y allí me confesó que seguía haciendo fotografía con película tradicional. Con mucha menos frecuencia de la que desearía, pero sigue. Y quería que le acompañase a alguna sesión de un proyecto que tiene, como “asesor”. Que yo sepa siempre ha tenido como mínimo tanto nivel como yo en fotografía… más que probablemente, tiene más nivel. Una persona muy inteligente. Pero está un tanto oxidado. Accedí.

La idea la cogió viendo alguna de mis fotos, especialmente cuando paseo por zonas industriales en los suburbios de Zaragoza. El tiene un cámara de formato medio que ha usado desde hace más de 30 años. Y es lo que usa de vez en cuando. No usa la película de 35 mm. Cuando no usa su impecable Bronica, una GS-1 de 6 x 7, que no se ve con frecuencia, usa un funcional equipo digital sin muchos misterios ni glamour, pero eficaz. No publica en redes sociales ni en internet, así que no puedo enlazar. No busca la fotografía artística, busca documentar lugares de forma fiable, con una composición correcta y con la mayor calidad posible. ISOs bajos, tanto en película como en digital, y trípode si es necesario. Y un buen control de la luz. Así que para acompañar, me llevé la Plaubel Makina 67 con un rollo de Lomography Potsdam Kino 100. Pero sin trípodes. Era un sábado por la mañana soleado, aunque con una luz agradable.

La película la revelé con SPUR Acurol-N, a la concentración y tiempos recomendados por SPUR. Dilución 1+60, durante 11 minutos, a 20 ºC, con el ritmo de agitación típico, 30 segundos iniciales, y un par de inversiones del tambor al principio de cada uno de los siguiente minutos de revelado. En un mismo tambor revelamos todos los rollos, el mío y los tres suyos. Habíamos medido la luz muy cuidadosamente. Él con un fotómetro de mano Minolta, que le costo una pasta gansa hace varias décadas, yo con el fotómetro puntual incorporado en la Makina 67. Curiosamente, en pocas ocasiones discrepamos sobre la exposición que considerábamos adecuada. Los negativos quedaron bien expuestos, con una abundante gama tonal y un buen contraste, aunque muy moderado. Fáciles de trabajar.

Una de las cosas que más le interesaba, porque ha hecho poco, es digitalizar los negativos obteniendo la mayor calidad posible. Dispone desde hace muchos años de un escáner que no le satisface, aunque es lo que ha venido usando. Así que montamos en su casa el chiringuito para digitalizarlos con las cámaras digitales. Yo me llevé la Panasonic Lumix G100 con el Leica DG Macro-Elmarit 45 mm f2.8 ASPH OIS. Cada negativo de la Makina 67 lo fotografíe en 6 partes que luego uní en Capture One Pro, obteniendo unos archivos finales entre 90 y 100 megapíxeles. No necesitaba para nada semejante tamaño de archivo, pero era para que mi amigo viera los resultados. Después procedimos con los suyos, una selección de ellos, con su cámara Nikon y un objetivo macro de segunda mano adquirido recientemente. Aún obtuvo unos ficheros de mayor tamaño, porque su sensor tiene una mayor resolución en píxeles. No tengo ni idea de porqué quiere tener imágenes de semejante tamaño. No aclaró sus motivos, más allá de sonreír misteriosamente.

Los resultados fueron buenos, aunque sin más interés que el ejercicio técnico de conseguir un buen archivo final a partir de la toma con película fotográfica. Tenemos pendiente volver a ello con otras condiciones de luz más adecuadas a sus intereses, aunque me confirmó que aprovechará algunas de sus tomas, y me ha pedido una de las mías. Creo que la próxima vez, dejaré que el vaya a lo suyo y yo llevaré otro tipo de material. Quizá la Makina 67 con algún buen negativo en color. Si eso… ya os lo cuento.