No mucho que comentar en realidad… Hacía un tiempo que me estaba decantando por las Polaroid. La película Instax es de mejor calidad, pero más pequeñita. Y la calidad óptica de los objetivos de las cámaras de Fujifilm está por debajo de las de Polaroid, nuevas o antiguas. Lo cual debería ser una vergüenza para Fujifilm, que ha demostrado de sobras su capacidad para hacer buenas ópticas.
El caso es que hace unas semanas encontré una oferta por la que puede comprar algunos cartuchos de Instax Square Color por sólo 7 euros el cartucho. De estos que devuelve la gente, y tienen las cajas rotas. O ni siquiera se puede aprovechar la caja y te las mandan con el envasado hermético interior… Pero que luego funcionan igual. Por lo menos yo nunca he tenido problemas con las películas compradas así, y son considerablemente más económicas.
Durante un domingo por la mañana que salió muy agradable, nos reunimos un grupo de amigos “de antaño”. Unos de ellos, que llevan 30 años viviendo fuera de Zaragoza, fueron abuelos recientemente. Y aunque ya visitan poco Zaragoza porque los padres ya fallecieron, estaba aquí por una boda. Y quedamos. Para presentarnos a la nieta y a unos sobrinos muy simpáticos. Fue una reunión extraña, pero agradable. Me llevé la Instax SQ6 para hacer algunas fotos, y darles algunas a los críos. Vamos… para lo que están pensadas estas cámaras.
Aparte de esas fotos, que no mostraré, tenemos la política de no publicar fotos de los niños de la familia o de los amigos hasta que ellos mismos no empiezan a compartir cosas en internet, fui tomando algunos apuntes por los lugares por los que paseamos. Nada especial. Pero bueno. Hay quedan las fotos.