Cuando llega el verano, y se avecinan las olas de calor como la que en estos días estamos sufriendo, la mejor solución para hacer ejercicio y entrenar la visión haciendo algunas fotografías suele ser madrugar. Mejor que esperar a la caída del sol. La luz puede ser buena en ambos momentos, aunque suele ser mejor al amanecer. Y la temperatura es más fresquita. Al atardecer, todavía hace mucho calor.
Durante los días de junio, hacia mediados de mes, desempolvé la Pentax MX, una cámara que hace unos años usaba con más frecuencia, pero que hoy ha perdido “popularidad” en mi arsenal, especialmente en favor de la eficacísima Canon EOS 650. Y para ir más ligero, le puse el pequeño objetivo “panqueque” Pentax SMC-M 40 mm f2.8.
Como material sensible, opté por uno de los dos rollos que me quedaban en ese momento de la Adox Color Mission. Ya descubrí el año pasado, que a esas horas de la mañana resalta algunos colores de forma bastante favorecedora. Lo único que hay que hacer es aceptar el grano “aireado”, así lo denomina Adox, de la película, es decir, un grano mucho más notorio de lo que es usual en una película negativa en color con una sensibilidad ISO 200.
Al final, usé esta combinación de cámara, óptica y material sensible en condiciones más diversas. También la usé en algún atardecer con amenaza de tormenta, así como en algún paseo por el centro de la ciudad, aunque evitando las escenas de fuerte sol de verano. Siempre buscando motivo en el que el rendimiento de los colores con la Color Mission favorecieran el resultado final.
El balance final fue algo más irregular que en experiencias anteriores con esta película. Primero, la óptica. El 40 mm de Pentax no es precisamente el mejor objetivo de la marca dentro de la gama de objetivos de enfoque manual con bayoneta K de los años 70 y 80. Aunque con aperturas medias, entre f5.6 y f11, los resultados son más que presentables. Ciertamente son más agradables de usar otros objetivos de la marca, pero la focal es una de mis preferidas.
Y en cuanto a la película, como en algún momento fui un poco justo de luz, lo que me obligó a usar aperturas grandes, pero sin bajar del 1/60 segundo de velocidad de obturación para evitar trepidación, alguna fotografía me ha quedado con las sombras un tanto bloqueadas. Ya sabemos que con película negativa es mejor medir para las sombras, y evitar que estas pierdan detalles. Pero bueno. Hay fotos cuya estética me gusta. Es lo que hay.
