Desde Alemania (creo) una nueva película – Canon EOS 650 con Orwo Wolfen NC500

Ya he comentado en alguna ocasión que la oferta de película fotográfica ha ido contrayéndose notablemente en los últimos años. Paradójicamente, unos años en los que la demanda había aumentado. Lejísimos, por supuesto, de los buenos tiempos… pero se había recuperado. Por lo tanto, las opciones son cada vez menores, especialmente en película para negativos en color, casi nula para diapositiva en color, y es más holgada para negativos en blanco y negro. Y como consecuencia, los precios se han incrementado hasta ser inverosímiles y casi prohibitivos.

Por ello, la llegada al mercado de una nueva emulsión para negativos en color, en principio, es motivo de alegría. Y esta nueva emulsión es la Orwo Wolfen NC500, en rollos de película de 35 mm biperforada en carretes de 36 exposiciones. A pesar del 500 que aparece en su denominación, es una película con una sensibilidad nominal ISO 400. No sé porqué juegan al despiste, cuando lo habitual es relacionar la denominación con la sensibilidad. Orwo es conocido como fabricante de película cinematográfica, pero parece que está dispuesto a establecerse de forma más constante como fabricante de película fotográfica, puesto que también está lanzando nuevas emulsiones de película negativa en blanco y negro. Previamente, algunas de sus emulsiones para cinematografía vienen siendo comercializadas por Lomography en carretes de 36 exposiciones. Uso muy a menudo, como sabréis quienes visitáis estas páginas, la Lomography Potsdam Kino 100, que es la Orwo UN54. Parece que también estarían comercializándola como Orwo Wolfen UN54.

En su página indican que está fabricada en Alemania. Supondremos que esto es así, en unos tiempos que tantas cosas se externalizan a fábricas chinas. En cualquier caso, parece que su precio de venta al público es de 14,50 euros, lo que es caro. Pero si tenemos en cuenta lo que está empezando a cobrar Kodak por algunas de sus emulsiones, igual nos tenemos que acostumbrar a considerarlo como un precio “normal”. Yo no lo he comprado, es un obsequio que recibí de los amigos alemanes que hice en mi viaje de Semana Santa. Y tengo unos cuantos rollos. Así que a mediados de junio cargué la Canon EOS 650 con uno de ellos, le puse el EF 40 mm f2.8 STM para no complicarme la vida desde el punto de vista del equipo, y salí a caminar por la ciudad.

Las condiciones que me encontré fueron veraniegas. Lo cual implicó fuerte luz, contrastada, en una mañana de sábado, y una luz más suave, con algunas nubes en el cielo, en una tarde de domingo. No las condiciones que uno elegiría para salir a hacer sus mejores fotos. Pero para una emulsión con aspiraciones de todo terreno, ya viene bien. El carrete de película tiene una presentación básica, sin lujos. Su cajita de cartón, su botecito cilíndrico de plástico y su carrete estándar, de plástico, de calidad muy normalita, muy normalita. No está codificado DX, por lo que has de ajustar tú la sensibilidad de la película en la cámara. Y si no se deja, como muchas compactas, aguantarte con el valor por defecto de la cámara, que suele ser IE 100. En mi caso, lo ajusté a IE 320.

Los resultados que he obtenido, de acuerdo a lo que leí previamente de esta película, los he de presumir correctos. Un grano muy apreciable, más notable que los de otras películas de la misma sensibilidad. Saturación baja. Realmente baja. Y contraste entre moderado y bajo. Supongo que acorde a la baja saturación del color. Lo cual hace que absorbiera sin problemas las escenas más contrastadas a pleno sol. Alguna de ellas con mucho contraste, sin mucho problema. Si te gusta esta estética, o si le va al motivo principal de la fotografía, va bien. Si no… pues puede quedar soso. No me parece mal… pero no mi estética favorita.

En principio no la veo como mi película de elección. Si no puedo aspirar a comprar frecuentemente las Portra de Kodak por su elevado precio, me conformaré con las Gold 200 o las Ultramax 400 de la marca americana. Alguna película en color de Lomography, como la Color Negative 800, también me puede convenir más. La diferencia en grano y nitidez es mínima y tienes más reserva de sensibilidad. Al fin y al cabo es una Ultramax 800 disfrazada. Pero si en algún momento cae en mis manos, tampoco le haré ascos. Ale… ya está. Aún veréis en el futuro más de esta película. Tengo a revelar otro rollo, y cuatro más en la nevera.