He escrito verano en el título de la entrada, pero en realidad fueron los últimos días de la primavera. Pero da igual. El concepto es lo que importa. Y ya he comentado muchas veces que la dura y contrastada luz del verano en los 41 º de latitud norte, y con escasez de nubes, no es lo mejor para salir ha fotografiar al aire libre. Pero ese domingo de mediados de junio, unas benditas nubes nos dieron una tregua. Voy a ir con ello. Mientras correos y las elecciones están impidiendo que los rollos de color del mes de junio que mandé a revelar lleguen a su destino. Por vagancia, me conformé con echarlos al buzón de costumbre en lugar de llevarlos a una empresa de paquetería. Ya los tendría revelados si así lo hubiera hecho.
Vamos a lo que íbamos. Una mañana de domingo en la que unas nubes no muy densas refrescaron el ambiente y suavizaron la luz de la mañana. Cualquiera lo hubiera calificado de una agradable mañana, pero sin las duras luces de esa época del año en una ciudad donde la meteorología es árida, muy poco propensa a las lluvias. Y donde pocas veces las nubes adornan los cielos. Una pesadilla para el fotógrafo de paisaje que quiera un poco de equilibrio e interés entre los elementos del mismo. Hay que buscar otro tipo de composiciones. Los consejos y experiencias de los abundantes fotógrafos de paisaje de latitudes más nórdicas, especialmente los de las islas Británicas, valen poco para un paisaje donde las condiciones de luz son muy distintas.
Pero la verdad es que no hace falta que dramaticemos. No salía a realizar maravillosos paisajes, sino a caminar, entrenando al mismo tiempo la visión, y refrescando mis habilidades con el formato medio en cámara réflex que últimamente tengo abandonado por la mayor portabilidad de las telemétricas en ese formato. Así que cogí la Hasselblad 500CM y le puse el Carl Zeiss Distagon 50 mm f4 C T*. Nunca me he explicado a mi mismo porque no uso más este objetivo. Teóricamente equivalente a un 28 mm en formato 24 x 36 mm, en realidad no lo usas igual, dado las muy diferentes proporciones que ofrece el formato cuadrado. Da igual que la diagonal nos lleve a plantearnos esa equivalencia. El ángulo horizontal es menor y amortigua el efecto angular, mientras que el ángulo vertical nos da mucho aire para incluir elementos completos sin elementos superfluos por los laterales. Para mi, no es igual, ni mucho menos que usar un 28 mm con una Pentax MX por poner un ejemplo donde me resulta agradable usar esa focal
Como material sensible, esa emulsión de Orwo para cinematografía que vende Lomography bajo la marca Potsdam Kino 100 y que me agrada mucho. Y que se lleva bien con el revelado desatendido con SPUR Acurol-N 1+100, durante 60 minutos a 20 ºC. Permite controlar muy bien los contrastes y ofrece un grano más fino que el HC-110 en mi opinión. No es que esa mañana tuviéremos problemas de elevados contrastes, por eso. Para digitalizarlos, la E-M5 Mark III en alta resolución. Pero con una novedad. Me parece absurdo que acabes obteniendo más información de un 6 x 4,5 que de un 6 x 6 por el mero hecho de que se ajuste mejor al formato del sensor. Así que la digitalicé con dos fotos del negativo, a unir posteriormente como si fuera una “panorámica”. Así que si a partir de un negativo de la Fujifilm GS645S Wide 60, en circunstancias buenas u óptimas, puedo obtener un imagen digital de 70 a 80 megapíxeles, de esta forma puedo obtener una de 90 a 105 megapíxeles a partir de los negativos de la 500CM. En lugar de conformarme con los de 50 a 60 megapíxeles que conseguía al encajar el negativo en una sola foto.
Pero, ¿necesitas fotografías tan grandes? Pues no para fotografías de este estilo. Pero unos días más tardes realicé unos retratos de unos amigos, en los que utilizando esta técnica llegamos a componer unas fotografías de bastante buena calidad, también con Potsdam Kino 100, que no presento por la confidencialidad de la imagen de estos amigos, que ya hemos comprobado que a partir de unos ficheros digitales de 10000 x 10000 pixeles aproximadamente, permitieron realizar una copia impresa de casi un metro de lado. Una pena que no lo muestre por ese tema de la confidencialidad pactada con las personas retratadas, pero me siento muy orgulloso de esas fotografías. La mayor parte de lo que muestro en estas páginas son los experimentos que luego, si todo va bien, de vez en cuando, desembocan en fotografías de las que me siento satisfecho. Prefiero cometer los errores con antelación, en mis habituales paseos con cámara.