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Fujifilm Finepix XF10 "Reboot"

Compré la Fujifilm Finepix XF10 en la primavera de 2019, en una oferta tipo outlet, con el fin de que fuera mi cámara de reserva, mi cámara de complementaria, en los viajes. O la que usase en los desplazamientos entre localizaciones, para ir cómodo, sin el engorro de llevar cámaras más voluminosas de objetivos intercambiables encima, por ligeras que fuesen. Sin embargo, pronto, especialmente tras el viaje a China en ese mismo año, que la cámara tiene un diseño y unas características fallidas en gran medida. No obstante, eso no quiere decir que no sea aprovechable. Y de hecho, en Berlín en agosto de 2019, fue la única cámara digital que usé. Y también me hizo su papel en Japón, a principios del otoño de ese mismo año. So far so good, que dicen los anglófonos.

Sin embargo, llegó la pandemia... y la limitación en los viajes. Y otras formas de plantearme la fotografía, incluso en los viajes, llegaron. Lo cual, aún se acentúo más en el pasado 2021, cuando la Panasonic Lumix G9 empezó a fallar. En estos momentos, sigue en el servicio técnico, sin que al parecer sean capaces de encontrar exactamente qué falla, para que vuelva a ser una cámara fiable. La experiencia me dicta que Fujifilm concibe cámaras muy interesantes, pero rara es la que no tenga alguna carencia, o algún planteamiento de serie que no sea un engorro. En algunas se puede resolver con los modos de configuración personalizada de la cámara. Pero en otros no.

Quienes me sigan habitualmente, especialmente en mi Cuaderno de ruta, habrán observado que en las últimas semanas, tras mucho tiempo sin usarla, han vuelto ha aparecer fotografías realizadas con esta cámara compacta. Que sí tiene una gran cualidad. La calidad de imagen que ofrece la combinación de objetivo y sensor es muy buena. Sensor que no es de los famosos X-Trans de la marca sino un Bayer normal y corriente, afortunadamente, porque así los archivos raw son competentemente desrawtizados en cualquier software sin mayores problemas. Y es que he decidido volver a ponerla en marcha. Aunque una de las ruedas de selección de parámetros, la que uso para la compensación de la exposición, me está dando guerra. Igual tengo que llevarla a hacerle un repaso. A pesar de los inconvenientes del fabricante, la excelencia en las imágenes que producen las cámaras digitales de Fujifilm han acabado atrayéndome, como veremos en los próximos días. Así que he creído conveniente realizar este breve artículo de actualización sobre el tema. Con algunas de las fotos realizadas recientemente. También se ha actualizado la versión gratuita de Capture One 22 Express para Fujifilm, que es mucho más racional de usar que la había cuando compré la cámara, hace un gran trabajo de forma rápida al desrawtizar los archivos de la cámara, con algunas carencias que suplo con Affinity Photo. Una combinación de software muy económica para usuarios de la marca.

Año nuevo: la primeras fotos de 2022 - Fujifilm Instax SQ6 con Instax Monochrome

Pensaba que hoy tendría tiempo y ganas para redactar una entrada dedicada a la fotografía digital... pero ni he tenido tanto tiempo como el que pensaba, ni me encuentro inspirado para organizar mis pensamientos y exponer lo que quería decir de forma ordenada y no demasiado extensa. Así que voy a lo fácil. Voy a las primeras fotografías que hice en Año Nuevo, las primeras fotografías del año 2022. O por lo menos, una parte de ellas.

Sobre estas líneas se encuentran las primeras fotos que hice en 2022, instantáneas realizadas con la Fujifilm Instax SQ6 sobre película Instax Monochrome. Bueno... la primera. Creo que la segunda fue con la pequeña Fujifilm Finepix XF10, que tenía un tanto olvidada, y a la que estoy dando vida de nuevo. Fui haciendo fotos alternando las dos cámaras. Pero no me detendré mucho en las digitales. Pero os dejo alguna de las fotos de esa mañana.

Como podéis ver, niebla intensa y mucha humedad en el ambiente. La temperatura, no demasiado baja. Superior claramente a la de la niebla del día de Navidad. En cualquier caso, razón más que suficiente para preferir un cartucho de película monocroma. Aunque también tenía en reserva algunos cartuchos de color. Incluso Polaroids, tanto monocromos como en color... pero los dejaremos para otra ocasión.

En cuanto a las características de las tomas,... Considerando el escaso contraste que había en el ambiente, empecé haciendo las fotos en modo automático, sin ninguna corrección de la exposición. Las dos que están sobre estas líneas, realizadas con el modo de fotografía de aproximación (me sigue pareciendo una tremenda osadía que algunos le llamen "modo macro", dada la minúscula razón de reproducción que ofrece la cámara). Y como ya he comentado en otras ocasiones, no es posible ajustar al mismo tiempo este modo y la corrección de la exposición. Una de esas cosas que tiene Fujifilm, que siempre incluye alguna pejiguera en sus cámaras, por estupendas que sean o parezcan, que hace que te saque de quicio. En cualquier caso... a esas alturas ya había dado lugar a que las dos primeras fotos estuvieran totalmente reveladas... y no me convencía del todo el resultado.

Así que después de las dos fotos de aproximación, el resto del cartucho lo hice con el modo D de "dark", para compensar un poco a la baja y ofrecer un poco más de contraste y personalidad a la imagen. Salvo la foto de los tres árboles aislados. Que quise evitar un cielo oscurecido. Así que dejé la exposición automática. Con buen criterio.

Al llegar al parque Pignatelli, donde el extraño caballo, ya había terminado el cartucho. Y sólo me quedó visitar una curiosa exposición, donde se exponían las maquetas de las carrozas que actualmente salen en los festejos con cabalgata que a lo largo del año organiza el ayuntamiento de Zaragoza. Curiosa, como digo.