La fotografía como afición y otras artes visuales

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El 2014 en fotos (2): De película

El año pasado fue el primero en el que en mi repaso fotográfico al año incluí un artículo específicamente dedicado a la fotografía con película tradicional. Es una aspecto de la fotografía que no quiero dejar de lado, especialmente por lo gratificante que es utilizar viejos aparatos mecánicos, en los que pulsar el disparador para hacer la foto tiene algo de rito.

Ayer, en el artículo dedicado a los viajes, pudistéis ver algunos ejemplos cuando en mis desplazamientos por el mundo me llevé alguna cámara tradicional. Hoy analizaré los desafíos y problemas que me he encontrado durante el año para ir sacando adelante la fotografía con película tradicional en tiempos de dominio digital. He de decir que en estos momentos estoy con procesos mixtos. Toma de la fotografía con película tradicional, revelado químico y a continuación digitalización, bien sea en casa con mi EPSON PERFECTION V600 PHOTO (negativos en blanco y negro), bien sea en algún servicio comercial (negativos en color).

El primer reto del año fue encontrar qué película en blanco y negro era la que más me satisfacía para usar con negativos relativamente pequeños, como los de la película de 35 mm, bien sea en con negativos de 24 x 36 mm o bien de medio formato, 18 x 24 mm, más pequeños todavía. Tras varias pruebas, mi preferida, aunque no es la más fácil de encontrar es la FUJIFILM NEOPAN ACROSS 100. Que he usado preferentemente aunque no únicamente con la réflex PENTAX MX.

Mi primer carrete con la Across, en un mercadillo de productos ecológico; me gustó mucho el resultado.
Comparé los resultados con la Ilford FP4 Plus en la misma época, alla por enero; pero con el revelador R09 One Shot (fórmula igual al Rodinal), que era el que usaba en aquellos momentos, las Ilford no se acaban de llevar bien.
También prove la versión de 400 ISO de la Fuji Neopan, pero con formato pequeño, prefiero los 100 ISO para mantener el grano un poco a raya.
El tema del grano fino es especialmente importante con el negativo de medio formato, 18 x 24 mm, todavía más pequeño; en la Canon Demi EE17 la Across venía de maravilla.
Curiosamente, luego a lo largo del año tan apenas he usado esta cámara. Ya me explicaré.

Por lo tanto, durante el resto del año he venido usando la ACROS con la PENTAX MX, con alguna variación. Que ha consistido en usar alguna telemétrica de LEICA, con la misma película, o cualquiera de estas cámaras con la KODAK TRI-X. Está película, de sensibilidad nominal 400 ISO, la suelo usar a un índice de exposición de 200, ajustando a la baja el tiempo de revelado, para controlar el contraste y disminuir el grano.

Con la Acros y la MX he podido probar con el paisaje, con objetivos de 35 y 50 mm.
En su momento, participaron estas combinaciones en alguna quedada de Fotógraf@s en Zaragoza, como la de Miralbueno.
Incluso con un objetivo macro se atrevieron con la fotografía de aproximación, con resultados aceptables.
Sin embargo, en condiciones de luz escasa, es preferible una telemétrica como la Leica CL, para evitar la trepidación por el movimiento del espejo, y usar una película más sensible como la Tri-X. Así lo probé en la reunión de modelistas ferroviarios de Casetas.

Sin duda, la metedura de pata fenomenal la hice cuando quise aprovechar un carrete de ILFORD DELTA 100 que tenía por casa y que expuse con la PENTAX MX. Esta película da excelente resultados, pero es menos todo terreno que las anteriores. El caso es que por error la expuse a 400 ISO. La salvé como pude con revelado desatendido. En este caso con HC-110 porque el RODINAL se me había terminado.

La película caída en desgracia sirvió para documentar las fiestas del barrio de San José.

La cámaras de formato pequeño que he mencionado hasta ahora las he usado ocasionalmente con película en color, especialmente porque este año he probado diversos servicios comerciales de revelado y digitalizado. Los que se ofrecen en ZARAGOZA me han dado ya varios disgustos, así que he optado por los servicios en internet y confiar mis negativos al servicio de correos, que parece más cuidadoso que "ciertos profesionales" de la fotografía.

Por ejemplo, probé los servicios del laboratorio de la LOMOGRAPHY, que no están más, muy saturados para mi gusto, pero con una resolución excesivamente baja. No me interesaron más.

Esta imagen de las saladas de Bujaraloz podría haber ido al artículo de viajes. En cualquier caso, nos muestra lo bien que va la Olympus Mju-II con negativos Portra 160.
En esta imagen tomada con una Leica M2 comprobamos cómo los servicios "lomográficos" gustan de aportar imágenes bien saturadas.

También probé los servicios de CARMENCITA FILM LAB, que me convencieron bastante más y que son los servicios de revelado en color y digitalizado de negativos que uso en estos momentos.

El servicio que ofrecen los valencianos de Carmencita nos proporciona imágenes con tonos menos saturados y más sutiles más de mi gusto.
He incluso con este par de fotografía tomadas con dos Fujifilm Superia 400 que tenía por casa, la cosa queda bastante aceptable.

Pero reconozcámoslo, mis esfuerzos, especialmente en la segunda mitad del año han sido en poner en marcha en condiciones las cámara de formato medio que han ido cayendo en mi poder. Los negativos de formato medio, de 56 x 41 o de 56 x 56 mm de tamaño, son mucho más agradecidos a la hora de obtener detalles y capacidad de ampliación, incluso con un revelado casero. Y usar estas cámaras resulta muy divertido, aunque algunas sea muy grandotas.

Pero las cámara antiguas, incluso si están en buenas condiciones, necesitan ser repasadas para que funcionen bien, especialmente si han estado inactivas durante mucho tiempo. Y eso es algo a lo que he dedicado mucho esfuerzo. Más que a desarrollar algún tipo de proyecto fotográfico.

La FUJIFILM GS645S WIDE 60 PROFESSIONAL que me traje de NUEVA YORK ofrece unos resultados estupendos, pero tuve que ajustar dos cosas. Primero, tuve que aprender los trucos para colocar adecuadamente el carrete. Si no, quedaba suelto y se velaba parcialmente. Segundo, tuve que llevarla al taller para ajustar el telémetro y que enfoque adecuadamente. Conseguido esto, los resultados son buenos, con un cámara relativamente ligera.

Cuando controlas adecuadamente el enfoque, la GS645S ofrece unos resultados muy interesantes.
Y por ser una telemétrica relativamente "compacta" se puede usar incluso en modo reportaje.
Pero es que también, con una buena gestión de la profundidad de campo, incluso en color y con encuadres cuidados, ofrece imágenes muy agradables que puedes tomar en un paseo por la ciudad. Por el Canal Imperial de Aragón en este caso.

Como cámara ligera y bolsillera de formato medio, me agencié una cámara VOIGTLÄNDER PERKEO II, la más compacta de las cámara de 6 x 6 que se ha fabricado nunca, y que tiene un objetivo COLOR-SKOPAR, una fórmula óptica similar a los TESSAR, que da unos resultado muy buenos tanto en blanco y negro como en color.

Comprobar los buenos resultados de la Perkeo II en blanco y negro fue una muy agradable sorpresa. Por encima de lo esperado. Sólo cuando metes el sol en el fotograma sufres de pérdidas de contraste notables.
En estas cámara antiguas, un objetivo adecuado es fundamental para la buena calidad de la imagen. El Color-Skopar de la Perkeo II proporciona en color unos contrastes y unos tonos muy agradables.

Pero el proyecto que más me ha interesado ha sido el de procurarme un equipo HASSELBLAD con un precio razonable y en un estado suficientemente bueno. Prácticamente lo he ido adquiriendo por piezas y al final tengo un cuerpo 503CX con un PLANAR CF 80/2,8, un DISTAGON C 50/4 y un SONNAR C 150/4. El cuerpo y uno de los objetivos han necesitado viajes al taller. También dispongo, gratis, un cuerpo 501CM pero con problemas. Si en un momento dado me da por ahí, puedo llevarlo a arreglar y por lo que me cueste. O se puede usar como piezas para arreglar el otro. Los últimos carretes realizados todavía no los tengo revelados. Pero os puedo ofrecer unos cuantos ejemplos de cómo he ido usándolo conforme los he ido probando.

Mis primeros resultados con la Hasselblad fueron engañosamente buenos a la primera.
En blanco y negro, siempre con Kodak Tri-X, las situaciones se manejan con comodidad, y sin mayores problemas.
Pero pronto empecé a aprender que manejar una Hasselblad exige atención y dedicación. Obtener este bodegón, para el que necesité un aro de extensión, fue algo que me llevó su rato.
Las anteriores fotografías corresponden al Planar CF 80/2,8; el Distagon C 50/4 también está muy bien, pero todavía hay que tener más cuidado al encuadrar, aunque el enfoque es más sencillo al ser un gran angular. Pero en cualquier caso, no te puedes apresurar.
Para usar la Hasselblad con película en color, no se me ocurre nada mejor que la Portra 400 de Kodak. En cualquier caso, después de estas últimas, decidí llevar la cámara y el Planar a revisión en taller para una puesta a punto de algunos problemas mecánicos. Por lo tanto, no dispongo todavía de las pruebas con el Sonnar, que están recién hechas. Ahora toca buscar algún proyecto para este 2015.