La fotografía como afición y otras artes visuales

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De compras en Kioto; la "tapita" de Olympus ojo de pez

Vuelvo a escribir en este sitio dedicado a mi afición a la fotografía y otras artes visuales, tras unas semanas de interrupción debido a mis vacaciones. Vacaciones que he pasado en JAPÓN, donde no dejé de "ir de tiendas" de fotografía, aunque limité mis adquisiciones a piezas que tuvieran algún sentido en mi arsenal fotográfico.

Y nada más llegar a Kioto, entramos a curiosear en la sucursal de los grandes almacenes YODOBASHI CAMERA (en japonés), que estaban muy próximos a la estación principal de ferrocarril y al hotel en el que estábamos alojados. Y allí vi un objeto que ya me había llamado la atención y que acabé comprando, sobretodo por el precio, descontando los impuestos por ser turista, me parecía razonable para los fines que ha mí me interesaban.

Se trata de la OLYMPUS BODY CAP LENS 9 MM F/8 FISH-EYE. Este es un accesorio de plástico que funciona como una tapa para un cuerpo de cámara micro cuatro tercios, pero que incluye un sistema de lentes que funciona como un objetivo ojo de pez de 9 mm de focal, y de apertura fija f/8. Ya tenía el chisme similar de 15 mm de focal, que en ocasiones en usado con un sentido lúdico. Pero pienso que este nuevo accesorio podría tener más sentido.

Veamos unas imágenes del accesorio montado sobre la OLYMPUS OM-D E-M5, que es la cámara que habitualmente llevo de viaje.

Como veis, el chisme no abulta casi nada, por lo que es ideal para transportar el equipo. Permite organizarlo mejor en la bolsa. Y si surge una ocasión, permite hacer una fotografía. Aunque con el carácter de los objetivos ojos de pez, del que voy a hablar ahora.

Supongo que sabréis que los objetivos ojo de pez son aquellos, generalmente de corta focal, grandes angulares extremos, que no están corregidos para conseguir que las líneas rectas aparezcan como tales en la imagen fotográfica. Como consecuencia, tienen ángulos de visión muy amplios, en este caso de 140º, y la geometría aparece fuertemente distorsionada. Veamos un ejemplo típico en un fotografía tomada en el santuario YASAKA de KIOTO.

Hay quien se entusiasma con este tipo de imágenes. Pero lo cierto es que, aunque son indudablemente muy dinámicas, a mi me cansan enseguida. Motivo por el cual hasta el momento no me había decantado por incluir un objetivo ojo de pez en mi equipo. Aunque no son enormemente caros, su coste no me merecía la pena para el escaso uso que probablemente le iba a dar. Es cierto que pueden tener un uso lúdico que en ocasiones permita obtener imágenes más o menos informales, y puede ser divertido. También puede ser utilizado con criterio para acentuar el grafismo de un imagen. A fin de cuentas, el interés de la imagen siempre va a depender en gran medida de la intención y el saber del fotógrafo.

Con un ángulo de visión tan grande, uno puede permitirse tomar imágenes como la siguiente obtenida ante la gran TORII del santuario de ITSUKUSHIMA en la isla de MIYAJIMA, estando prácticamente encima de los protagonistas de la misma, sin que se percaten de que son ellos el objeto de la fotografía.

Como ya digo, para mí, cuando se abusa de este tipo de imágenes deformadas, uno se cansa enseguida de las mismas. Sin embargo, un gran angular de estas características, tan amplio, puede venir bien para fotografiar paisajes, espacialmente cuando la capacidad para recular es escasa. El primer problema en la composición que hay que tener en cuenta es que cualquier línea recta que no esté en el centro horizontal o vertical de la imagen aparecerá distorsionada. Por lo tanto, la línea del horizonte hay que tener mucho cuidado de cómo se sitúa y cómo se compone alrededor de ella.

Veamos dos ejemplos. En el primero, volvemos a la majestuosa TORII de ITSUKUSHIMA, en el momento de la marea baja, rodeada de algo de agua y de los limos que son cubiertos cuando la marea sube. El horizonte está claramente curvado, pero la imagen se sostiene relativamente por las cadenas de montes que aparecen en el fondo de la fotografía.

En el segundo, estamos ante la cúpula de la bomba atómica en HIROSHIMA. En este caso, el edificio principal, en la vertical central de la fotografía, y el horizonte en la línea central de la dimensión más amplia del fotograma. También hay distorsión que se aprecia en el césped del primer plano. Pero con la abundancia de formas orgánicas de la escena, el conjunto queda relativamente natural, no muy alejado de lo que podríamos obtener con otros grandes angulares.

Definitivamente, en la naturaleza, cuando hay carencia de líneas rectas y estamos en entornos de carácter muy orgánico, la distorsión de la imagen puede pasar muy desapercibida, y estamos ante un objetivo gran angular con tres posiciones de enfoque. A infinito, en la posición hiperfocal, y enfoque de cercanía a 20 cm. Se puede poner en posiciones intermedias, si dispones de un visor que permita afinar el enfoque y tener cuidado. La cuestión es que los límites para su uso están en la creatividad del fotógrafo.

Veamos dos ejemplos, uno en los montes de ARASHIYAMA en KIOTO, y el otro en los santuarios del MONTE MISEN de la isla de MIYAJIMA.

Con el ángulo de visión de 140º, la cámara estaba casi en la nariz del malhumorado KAMI. En fin, no nos olvidemos de señalar las limitaciones del objetivo. Ya hemos comentado con amplitud la particular estética que proporciona. A mi me costó una cantidad de yenes que al cambio equivale apenas a 60 euros. Por ese dinero, uno no puede esperar una calidad óptica extrema. Así que hay que olvidarse de hacer grandes ampliaciones para exposición de fotografías de paisajes. Pero sí que algunas de estas imágenes lucirán bien en las páginas de mi futuro libro de fotografías del viaje a un tamaño que puede rondar el DIN A-4 o un poco menos. Además, con una apertura fija a f/8, en situaciones de luz escasa necesitas un trípode o subir de sensibilidad ISO. Es cierto que con el estabilizador de la EM-5 se puede disparar la fotografía a velocidades de obturación muy bajas, pero... Y bueno, es un aparato de plástico, que no tiene las limitadas tolerancias de un objetivo de calidad, por lo que su manejo siempre es muy aproximativo. Es un aparato lúdico, eventualmente útil, pero no sustituirá nunca realmente ni a un objetivo ojo de pez de calidad, ni a un objetivo gran angular extremo de calidad.

Pero nos podemos divertir con él. Y así lo haremos. De momento, imitaremos al gran KATSUSHIKA HOKUSAI, y nos despediremos con una vista desde el MONTE TENJO en KAWAGUCHIKO del majestuoso MONTE FUJI. O FUJISAN en japonés, nunca FUJIYAMA como popularmente se le conoce en este país.