La fotografía como afición y otras artes visuales

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Fotógraf@s en Zaragoza con Gervasio Sánchez y Mònica Bernabé - Mujeres, Afganistán

Esta entrada fue previamente elaborada para el blog de Fotógraf@s en Zaragoza, que os recomiendo que visitéis, y ahora la publico aquí con algunas adaptaciones a mis normas de publicación personales.

La entrada de hoy va sobre la exposición a la que algunos de los aficionados a la fotografía de Fotógraf@s en Zaragoza pudimos asistir el jueves 3 de marzo de 2016 en el Centro de Historias de la ciudad. Pero antes de seguir adelante con el relato, puesto que para mí es una segunda parte de algo que comenzó a principios de noviembre de 2014, me permitiréis que me retrotraiga un poquito en el tiempo. Creo que merecerá la pena, para tener una visión amplia de la cuestión.

A finales de octubre de 2014 me llegó al buzón de correo electrónico un boletín de la librería Cálamo en la que se me invitaba a la presentación de un libro de fotografías de Gervasio Sánchez en el Centro de Historias. Tal cosa sucedió el 3 de noviembre de 2014. Un lunes. Normalmente el Centro de Historias está cerrado los lunes, pero lo abrieron expresamente para la ocasión. La historia completa de lo que se pudo vivir en aquella presentación lo podéis leer en una entrada que hice a tal propósito.

Presentación del libro "Mujeres Afganistán" en el Centro de Historias (Foto: Carlos.Carreter)

En aquellos momentos no pudimos ver las fotografías del libro. Pero si que nos quedamos absolutamente estremecidos por la historia que nos estaban contando; la historia del maltrato sistemático que sufren las mujeres en Afganistán. La exposición con las fotografías se encontraba en aquel momento en exhibición en Barcelona. Pero se nos prometió que Zaragoza sería eventualmente una parada en la que recalaría las imágenes que todos ansiábamos por ver.

Cuando vi en el Facebook de Fotógraf@s en Zaragoza la propuesta de visita guiada en grupo para la que exposición que se inauguraba por fin con la llegada del mes de marzo en Zaragoza, no dudé en apuntarme. La oportunidad era demasiado buena.

Nos juntamos un buen grupo de habituales del grupo. Y sinceramente... normalmente no somos el grupo más formal que existe en las visitas guiadas,... no es que me quiera poner criticón ahora yo,... pero las cosas son como son. Bien. Pues cual sería la intensidad de lo que se nos estaba contando que nunca había visto yo tal nivel de tensa atención entre los visitantes, pertenecieran a FeZ o no.

Se alternaron en las explicaciones los dos autores del libro que ya he mencionado, la periodista Mònica Bernabé y el fotógrafo Gervasio Sánchez. La periodista ha vivido durante más de una década, si no recuerdo mal el dato, en el conflictivo país a caballo en el Oriente Medio, el subcontinente Indio y el Asia Central, mezcla de etnias y de culturas. Gervasio Sánchez es bien conocido por sus comprometidos reportajes sobre todo tipo de conflictos, entre los que destacan la guerra de la antigua Yugoslavia, los desaparecidos y las víctimas antipersona, sin querer ser exhaustivo.

Como me sucedió año y medio atrás, la crudeza de la realidad que viven las mujeres en Afganistán me dejó,... nos dejó atónitos y horrorizados. Que casi el 90% de la población femenina vaya a ser víctima de malos tratos o abusos sexuales a lo largo de su vida es un dato estremecedor. Que las causas de tal hecho estén profundamente imbuidas en la sociedad afgana, en sus tradiciones, en su forma de vivir, en su economía, en sus prácticas religiosas, produce además un tremendo pesimismo sobre la posibilidad de que tal situación cambie a corto plazo. En cualquier caso, Mònica y Gervasio, Gervasio y Mònica, que en esta ocasión tanto monta monta tanto, realizaron un detallado relato y atendieron con paciencia e interés las preguntas de quienes visitábamos la exposición.

He dicho de los que visitábamos la exposición... yo me quedé con la sensación de que realmente la exposición, las fotografías, se quedaron sin ser vistas y observadas con la atención debida, tal era la fuerza de los testimonios que escuchábamos. Pero estamos en un grupo de fotografía y, por lo tanto, creo que merece la pena que nos detengamos en los valores fotográficos de la muestra.

Me llamó la atención durante la visita un comentario que hizo Gervasio Sánchez sobre la naturaleza de las fotografías. Afirmaba que durante este largo proyecto, en el que tan difícil resultaba conseguir que las protagonistas de la historia, las mujeres afganas, se dejaran fotografiar, había renunciado a su faceta de autor. La inmediatez con la que tuvo que trabajar durante este periodo hizo que las fotografías carezcan de la sofisticación de otras imágenes, mucho más vistosas, que nos llegan desde esas latitudes. A mí me pareció notar un crítica a algún famoso fotógrafo de National Geographic que se ha hecho notoriamente famoso con sus coloridos retratos de hombres, niños y mujeres afganos. Postales denominó Gervasio a este tipo de fotografías. Como no dio nombres, yo tampoco los daré. Seamos prudentes.

Pero el caso es que consideré desde la salida del centro que había que volver a observar con más detalle las fotografías. Cosa que pude hacer el día de la Cincomarzada, cuando un cambio en los planes de ese día me dejó un par de horas libres. Contemplemos alguna de las fotografías para ilustrar las ideas que quiero exponer y que me gustaría que contrastaseis en vuestras visitas a la exposición. Por que da para más de una vez, ya os lo digo.

Esta fotografía en el entierro de una mujer quemada viva no me parece la fotografía de alguien que ha renunciado a su naturaleza de autor. Observad la actitud del grupo de mujeres, un grupo que para quienes hemos sido criados y educados en una cultura imbuida por el catolicismo, independientemente de nuestras creencias actuales, no deja de recordarnos a las imágenes que hemos vistos asociadas a la muerte de Jesús de Nazaret. Mezcla de arquetipos y herencia cultural, pero que bien sea resultado de una reflexión a la hora de realizar la fotografía o de la pericia, profesionalidad y visión del fotógrafo puestas en acción en unos breves segundos, desmienten que el fotógrafo renuncie o pueda renunciar a su naturaleza de autor.

Son muchas las imágenes que encontramos como las que preceden a este párrafo. Retratos directos, que muchas veces tienen como fondo simplemente una pared lisa sobre la que destaca la expresión pura y definida de las personas o los grupos humanos. Fotografías realizadas las más de las veces con gran angular y con luz ambiente, pero que presentan una enorme coherencia en su conjunto. Nos muestra esto que cada una de las fotografías por separado quizá fueron tomadas en cuestión de momentos, antes de que la persona de interés se arrepintiera de haber dado el permiso para ser fotografiada. Pero que todo el proyecto en su conjunto fue sometido a una cuidadosa planificación y fue muy pensado y reflexionado. El fotógrafo sabía muy bien qué quería hacer y cómo lo quería hacer. No confundamos la capacidad de actuar en unos instantes con la improvisación. Observemos ahora un grupo de retratos individuales. Chicas de poco más o menos catorce años recluidas en un correccional de menores por haberse escapado de sus matrimonios forzosos, o condenadas por haber mantenido relaciones sexuales extramatrimoniales en contra de su voluntad. Por ser violadas, vamos.

Contemplemos el detalle de una de ellas, una chica indudablemente perteneciente a una de las etnias más vinculadas al Asia central, con su ojos inequívocamente rasgados.

Aquellos más duchos en cuestiones de iluminación podrán comprobar la homogeneidad y la coherencia del conjunto de imágenes. Porque vemos ahí en los ojos un apunte de luz que nos dice que la fuente principal de iluminación viene de la derecha de la muchacha y algo frontal, luz muy suave, que nos permite obtener una imagen limpia y directa. Sin artificios. Pero muy bien pensada, con un envidiable conocimiento del oficio.

No nos dejemos "engañar" por las afirmaciones de Gervasio. Se puede aprender mucho de fotografía con una contemplación de esta exposición. De reportaje, de retrato y de contar historias. Así que ya lo sabéis. Obligatoria para todos, especialmente los aficionados a la fotografía.