La fotografía como afición y otras artes visuales

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Viking Vikinar - La cámara de mi padre y de mi infancia

Hoy os presento otra cámara de las que tengo por casa, pero hoy no voy a hablar de ella con mi experiencia fotográfica directa, sino por haber convivido con ella durante muchos años. Era la cámara que usaba mi padre, o lo que es lo mismo la cámara familiar, con la que se tomaron buena parte de las fotografías de recuerdo de mi infancia y parte de la adolescencia. La he desempolvado dentro de un proyecto en el que estoy, analizando el contenido del "baul de los recuerdos" casero, un baulito de latón en el que mi madre metía objetos diversos, en su mayor parte fotografías. Y ahí empecé a encontrar fotografías que sabía que habían sido realizadas con la cámara que os presento hoy.

La cámara la tengo por casa desde hace años. En principio como un objeto de recuerdo nostálgico más que nada. En su momento se dejó de usar porque en principio no funcionaba... pero la he estado revisando, y aunque no le he puesto un carrete y he hecho fotos con ella, no veo que le pase nada malo. El obturador parece funcionar. Y no se percibe daño estructural por ninguna parte...

En cualquier caso, las fotografías de ejemplo que traigo pertenecen a otras épocas y no están realizadas por mí. Fundamentalmente están hechas por mi padre en los años que van entre 1963 y 1973.

Yo la recuerdo en casa desde siempre. Después de haber investigado un poquito, parece que este modelo de cámara Viking con objetivo Vikinar fue fabricado por una empresa española llamada Manufacturas de Física Aplicada Fowell S. A. que durante la primera mitad de los años cincuenta había fabricado ya una cámara. copia de una nortemericana. La que vamos a denominar Viking Vikinar parece que fue fabricada entre 1960 y 1965. Mis padres la compraría en algún momento en sus primeros años de matrimonio, o como más tardar en mi primer año de vida o principios del segundo. He localizado fotografías probablemente realizadas con esta cámara en las que yo apenas comenzaba a caminar, cosa que sucedió cuando yo tenía 13 meses de edad. Fui hijo único hasta los 9 años de edad en que nació mi hermana, por lo que durante ese tiempo la mayor parte de las fotografías realizadas con ella son mías, solo o acompañado de mi madre. También aparecen otros familiares y amigos de la familia. Especialmente mis padrinos y sus dos hijas.

Era también la cámara de las vacaciones, que desde que cumplí los tres años y hasta el año anterior a que naciera mie hermana fueron sistemáticamente en Benicarlo, desde donde hacíamos excursiones frecuentes a Peñíscola.

La cámara es muy sencilla. Un cuerpo de plástico que aparenta ser aluminio, con muy pocos elementos de control. Hay una palanca para avanzar la película y una rueda para rebobinarla una vez expuesto el carrete, estándar de formato 135. En esta rueda de rebobinado hay un sistema para indicar la sensibilidad de la película en las escalas ASA y DIN, pero que es un mero recordatorio, ya que la cámara no dispone de fotómetro.

La cámara lleva un objetivo Vikinar 48 mm f/6,3. Acromático,... supongo por lo tanto dos elementos, dos lentes. Si llevase tres, por lo menos le pondrían un nombre del tipo Anastigamat o algo así. La apertura se puede regular con una palanca que tiene tres posiciones; soleado, nublado y nublado con lluvia. Si suponemos que el "nublado con lluvia" es f/6,3, tal vez las siguientes sean aperturas en las que se sigue un razón de la mitad de superficie que la anterior. En ese caso estaríamos hablando de tres aperturas: f/6,3 - f/9 - f/12,5. Este correlación de diafragmas fue frecuente en objetivos alemanes de principios de siglo. Pero en los años 60 ya se había impuesto el f/5,6 - f/8 - f/11... quizá la abertura mayor del Vikinar fuese f/6,3 pero los siguientes sería f/8 y f/11. No lo puedo saber sin hacer pruebas. Tiendo a pensar que la primera opción es la apropiada. Con frecuencia hoy decir a mi padre que aunque hiciese un tiempo soleado, con las películas de sensibilidad media (100 ASA - 21 DIN) de la época era mejor hacer las fotos en la posición nublado. Pero bueno... no nos olvidemos que puede ser un conocimiento intuitivo de que los negativos se llevan mejor con la sobreexposición que ocn la subexposición.

El obturador tiene dos posiciones: I y T. "I" significa instantánea, y parece que se corresponde con una velocidad de obturación de 1/125 segundo aproximadamente. En ese caso, realmente sería adecuada para exposiciones al aire libre de acuerdo a las condiciones mencionadas. La "T" implica que el obturador queda abierto en exposiciones prolongadas. Pero no hay ninguna rosca para ajustar un cable disparador. Hay una falsa zapata para accesorios en la parte superior que no sirve para nada, y no lleva conexión alguna para flash. Hay que olvidarse de exposiciones en interior salvo usando la posición "T" del obturador.

La distancia de enfoque es fija. Suponiendo que lo esté en la hiperfocal, podríamos hacer cábalas sobre cuál de las tres posiciones del diafragma es la de referencia. A f/12,5, la hiperfocal serían 6 metros aproximadamente, con un límite inferior de 3 metros. A f/9, la hiperfocal serían 8,5 metros aproximadamente, con un límite inferior de 4,3 metros. A f/6,3, la hiperfocal serían 12 metros, con un límite inferior de 5 metros. Apuesto por la un enfoque fijo a una distancia de entre 5 y 6 metros. La mayor parte de las fotografías de la época, las que copias que se obtenían en las tiendas de fotografía, tenían un tamaño que no llegaba ni siquiera al 10 x 15 cm que luego se haría popular. Más bien estaríamos como mucho en los 9 x 13 cm aproximadamente. En esas condiciones, la apariencia de enfoque aumentaría y casi con cualquiera de los tres diafragmas, a una distancia de enfoque fija de 5 a 6 metros, tendríamos una sensación de nitidez en todo el diafragma. Con ampliaciones más grandes... habría que comprobar...

Como veis, un aparato anodino, destinado a personas con nivel adquisitivo modesto y a un uso familiar. Una cámara adecuada para la triste España de la época. Pero que sin embargo está asociada a recuerdos muy alegres. Especialmente porque mi padre nunca llegó a pillar el truco al hecho de que hay un error de paralelismo entre el objetivo y el visor directo, que con una focal relativamente larga como son esos 48 mm provocaba de vez en cuando cabezas cortadas y otros accidentes de encuadre que daban lugar a divertidas polémicas familiares.

Confirmar algunos extremos técnicos mencionados conllevaría ponerle un carrete y hacer algunas pruebas... pero no sé... para estos momento... he preferido hacer el análisis fijándome en las fotografías de antaño. Quien sabe si más adelante...