La fotografía como afición y otras artes visuales

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Kodak Pro Image 100 con Canon EOS 650 - primera experiencia

Cuando yo empecé en esto de la fotografía, si ibas a una tienda y pedías un carrete de película negativa en color, y no decías nada más, te ponían sobre el mostrador un carrete de ISO 100. Lo de considerar los ISO 200 y 400 como películas mucho más polivalentes, con suficiente calidad, y aptas para una variedad de situaciones, en lo que se refiere al color, fue algo que se impulsó en los años 90 del siglo XX. Por supuesto, los profesionales, especialmente los del reportaje, estaban más al cabo de la calle de las emulsiones de más sensibilidad. Al fin y al cabo, llevaban décadas usando en blanco y negro la Tri-X de Kodak, con su sensibilidad nominal ISO 320/400 según formatos.

Hoy en día, podríamos decir que es al revés. Las películas en color más fáciles de encontrar en los comercios son muy limitadas salvo que te vayas a tiendas especializadas en internet. Y suelen ser emulsiones para aficionados de ISO 200-400 de Kodak o Fujifilm. En los sitios "cool", pues las correspondientes Lomography. Y efectivamente son más versátiles porque es posible utilizarlas en diferentes situaciones de luz. Sin embargo, a veces echas de menos la emulsión de ISO 100, especialmente si hay mucha luz y quieres abrir el diafragma para separar al sujeto principal del fondo. Hay que tener en cuenta que muchas cámaras para película, especialmente si tienen sus años, tienen velocidades máximas de obturación que no pasan de 1/1000 segundo. En el caso de las compactas, por prestigiosas que sean, no pasan del 1/400-1/500 segundo. Por lo que si abunda la luz... pues hay que cerrar el diafragma.

La Kodak Pro Image 100 es una película que lleva unos cuantos años en el mercado, pero limitada a los mercados de Sudamérica y Asia. A pesar del adjetivo "Pro" de "Professional", es claramente un producto para aficionados. Y se ha publicitado como muy resistente al calor y la humedad. Muy adecuada para esos países tropicales o ecuatoriales de luz abundante, y dura en muchas ocasiones, con climas cálidos. Pero es que esa es una situación que ya encontramos en España en los últimos veranos, batiendo records de temperatura media. Es cierto que, en Zaragoza, el problema de la humedad no suele darse. Pero calor... para dar y vender. Desde hace un año, esta película se comercializa ya oficialmente en Europa. Así que me hice con una cajita de cinco carretes y he probado el primero.

Para exponer este carrete he usado la Canon EOS 650 con diversos objetivos. Como me la llevaba en mis caminatas por la ciudad para hacer ejercicio, el EF 40/2,8 STM, muy compacto y ligero, era uno de elección. Un día que fui a caminar por el Ebro en la zona del azud, me llevé el EF 200/2,8L USM con el duplicador Extender EF 2X, su primera versión. Unos días antes, observé abundancia de aves próximas a la orilla. Ese día estaban en el centro del río, claro. Y también usé algún día el Tamron 35/1,8 VC SP, de excelente calidad, pero más pesado y talabarte.

Como me indica Gema, la operadora de Malvarrosa Film Lab que me ha remitido las fotos una vez reveladas y escaneadas a una resolución de casi 20 megapíxeles, se encontraron con un carrete bien expuesto, lo cual es normal dado mi familiaridad con el sistema Canon EOS y sus razonablemente competentes exposímetros, ligeramente tendentes a la sobreexposición en las cámaras de hace 30 años, y que se ha comido sin problemas el contraste de las escenas veraniegas, manteniendo detalles en sombras y luces.

Mi impresión es que no tiene la calidad de las películas auténticamente profesionales de Kodak en las sensibilidades más bajas, la Ektar 100 y la Portra 160, pero es más económica, tiene calidad suficiente, y es más sencilla de usar que la Ektar 100, cuyo carácter de película para paisaje la hace más compleja de usar por su contraste y saturación en determinadas ocasiones. Creo que no me va a importar tener en la nevera siempre algún remanente de esta película. Aunque puede que haya que depender de internet para comprarla. Ya veremos.