Como ya he comentado en mi Cuaderno de ruta, un inoportuno inconveniente con la conectividad en mi red doméstica ha hecho que desde el viernes lleve manga por hombro varios "trabajos" que tenía pensado realizar en estos días. Pero bueno... este domingo gris y lluvioso, al menos por la mañana, ha hecho que apeteciera quedarse en casa por la tarde, y aprovecho para ponerme al día con mis recomendaciones fotográficas de casi todos los domingos. En primer lugar, como habitualmente, mi tablero en Pinterest de esta semana.
Las fotografías acompañantes de las recomendaciones de este domingo son de este viernes pasado. Preparando posibilidades para la misión de noviembre de Fotógraf@s en Zaragoza en Flickr, sobre trenes, se me ocurrió coger la Hasselblad 503CX con un par de objetivos, el Sonnar 150/4 y el Distagon 50/4, un tele corto y un gran angular, y acercarme al viaducto de la línea del ferrocarril de alta velocidad en Rodén. No muy lejos de Zaragoza. También quedaba la posibilidad, si había tiempo, de acercarme un momento a las ruinas del pueblo viejo. Película en blanco y negro, Ilford FP4+ expuesta a su sensibilidad nominal de 125 ISO y revelada en Kodak HC-110 dilución B (1:32) durante 8:45 minutos. El formato medio intimida un poco. Y más si estamos hablando de aparatos totalmente mecánicos, con nula cantidad de electrónica, no hay fotómetro, hay que llevarlo externo o estimar la exposición. Pero pueden ser realmente divertidos. Aunque está en inglés, os dejo un enlace a un artículo de I Still Shoot Film, donde nos recomiendan 9 aparatos que se pueden conseguir, en su mayoría de segunda mano, para todos los bolsillos, y que pueden suponer una gran cantidad de diversión fotográfica.
En nuestro país, de lo que más se ha hablado ha sido de la concesión del Premio Nacional de Fotografía 2016 a la fotógrafa Isabel Muñoz (a ver si nos enteramos que las webs basadas en Flash ya no están de moda). Si con cierta frecuencia este premio conlleva una cierta división de opiniones entre la prensa especializada, yo creo que este año habrá más unanimidad en los méritos de esta fotógrafa que a mí particularmente me gusta mucho. Podemos encontrar comentarios al mismo en Photolari (web en la que han recalado un par de simpáticos colaboradores de la fenecida Quesabesde) y Clavoardiendo, entre otros medios. Si no la conocéis... ya estáis tardando.
Para contrastar con el reconocimiento a una artista consagrada, paso a recomendar una entrevista que hacen en Albedo Media, que parece que definitivamente es el nombre que está tomando la antigua DSLR Magazine, a dos fotógrafos emergentes en España. Aunque curiosamente ninguno tiene sus raíces en nuestro país. Dos fotógrafos jóvenes, una chica, Alicia Petrashova, de origen ruso, y un chico, el chileno Ignacio Izquierdo, cuyo trabajo ha sido reconocido recientemente en un festival en La Rioja. Me ha gustado especialmente el trabajo de la primera, sin que esto sea para desmerecer, en absoluto, el del segundo. Ambos prometedores. Aunque metidos en la difícil y mal reconocida senda del fotorreportaje.
Ya he comentado en más de una ocasión que está de moda reconocer grandes fotógrafos anónimos, olvidados o remotos. En Cada día un fotógrafo nos hablan de uno de estos. Se trata de Mike Disfarmer, un fotógrafo de la América profunda, de algún estado del Medio Oeste o las Grandes Praderas, que se dedicó a fotografiar a la gente del lugar, fundamentalmente rancheros y trabajadores agrícolas, que tras su muerte fueron reconocidos como de gran valor fotográfico y artístico. A mi me ha recordado un poco el caso de Virxilio Vieitez, el fotógrafo gallego que recorrió con su cámara las regiones rurales de su región para retratar a sus paisanos. Cuantos habrá de estos, modestos artesanos en su oficio, pero con gran sensibilidad para la realización de sus fotografías que permanecerán anónimos.
Harry Callahan, el fotógrafo, no el heterodoxo policía cinematográfico, ya ha aparecido alguna que otra vez en estas páginas. En esta ocasión lo recuerdo de la mano de L'Oeil de la Photographie, que nos recuerda que a finales de los años 50 se vino a Europa con su inseparable mujer y musa y su hija, reflejando su obra esta estancia. Cualquier excusa me parece buena para recordar a este excelente fotógrafo.
En Magnum Photos Arts and Culture nos recuerdan el encuentro entre tres artistas notables del siglo XX. El dadaista Marcel Duchamp se reúne con el surrealista Man Ray en presencia del fotógrafo por excelencia, Henri Cartier-Bresson, que inmortaliza el encuentro de los otros dos. Me pregunto de qué hablarían, cómo sería la conversación,... Gente muy especial. Bueno... en principio que básicamente jugaban al ajedrez. Pues bien.
En The British Journal of Photography, la más antigua revista de fotografía del mundo, creo, nos proponen conocer los retratos de David "Dave" Heath, tomados al final de los años 50 en Washington Square. Este amplio jardín neoyorquino, donde nace la famosa Quinta Avenida, siempre goza de un ambiente muy animado y cosmopolita, entre otras cosas por la presencia cercana de alguna de las universidades neoyorquinas y otras zonas de inquietud cultural y artística. Parece que en aquel momento ya sucedía tal cosa, y Heath estaba allí para retratar a las gentes que allí se reunían. Ted Forbes en The Art of Photography le dedicó hace unos meses uno de sus programas que os dejo aquí puesto.
En L'Oeil de la Photographie nos recuerdan que Mona Kuhn, una de mis fotógrafas favoritas, de la que tengo casi todos sus libros publicados, vuelve con un nuevo trabajo, que yo ya tenía marcado en Amazon para encargarlo cuando esté publicado dentro de unos días. Parece que la fotógrafa brasileña afincada en California vuelve a sus amigos del sur de Francia, pero en esta ocasión con un nuevo punto de vista, aunque insistiendo con sus temas. Desde que vi expuesto su trabajo hace ya unos cuantos años en la feria de fotografía MadridFoto, he venido siguiendo a esta fotógrafa.
Se despide Barack Obama de la Casa Blanca, desde mi punto de vista sin que haya dejado un gran legado. Un político que siempre me pareció más una operación de mercadotecnia que un líder con profundidad de ideas y capacidad de hacer. Pero ya sabemos que otros vendrán que bueno te harán,... y ya sabemos lo que viene. Le echaremos de menos... demasiado. El caso es que dentro de su condición de presidente muy mediático ha sido muy importante la presencia constante a su alrededor del fotógrafo Pete Souza, que ha sido empleado en la Casa Blanca durante este tiempo. A lo que hay que sumar como digo una política de amplia difusión de imágenes. A mí hay muchas fotos de Souza que me parecen muy notables. Claro es que ha debido hacer, literalmente, millones de ellas. Nos lo contaron en Photolari.
Terminaré con un par de recomendaciones de carácter más técnico. Para los aficionados a la fotografía con película de haluros de plata, con o sin colorantes cromogénicos, es decir, tanto en blanco y negro como en color, en la web de Japan Camera Hunter nos hablan de la necesidad de probar los distintos tipos de película. Esta web está llevada por Bellamy Hunter, que desde Tokio es uno de los mayores impulsores de la nueva popularidad de la fotografía con película tradicional. Y tiene un montón de artículo interesantes, en inglés. En este artículo nos presenta un resumen de las cualidades del material sensible más interesante en el mercado.
Y hay un tema que yo tengo pendiente. La fotografía instantánea. Y eso que tengo una cámara Polaroid para película instantánea de tipo 600. De la que ya no se fabrica. O hay que morir al palo del Impossible Project, que hacen un producto caro e inconsistente. Yo lo he probado alguna vez y no me ha convencido. O hay que gastar mucho para aprender a manejarlo, y ya digo que no es precisamente barato. La alternativa son las Instax de Fujifilm, tanto en su formato Mini, notablemente más pequeño que los cuadrados de Polaroid, o en su formato Wide, de un tamaño similar a las Polaroid pero rectangulares. El caso es que cuando veo las copias que ofrecen, aunque son más consistentes y baratas que las Impossible, no me acaban de convencer. En varios sitios he leído que las cámaras de Fuji para esta película tienen objetivos bastante mediocres. Lo cual vendría justificado por la baja resolución nativa de estas películas. El caso es que en Lomography nos muestran como un artesano de Hong Kong llamado Albertino ha modificado las cámaras de Fujifilm poniéndoles los objetivos de cierta calidad de cámaras de formato medio o formato grande de hace un tiempo. Las copias escaneadas muestran una mayor calidad en la nitidez de las imágenes, además de que la posibilidad de modificar el diafragma y el enfoque permite jugar con la profundidad de campo y la estética de la foto. Una pena que Fuji no ofrezca un producto razonable con estas condiciones. Que no tendría porqué ser muy caro. A mí me interesaría un modelo Wide con un buen objetivo. Y más si ofrecen la versión en blanco y negro de la película instantánea que de momento sólo está en versión Mini.
Hace unos días Netflix, la plataforma de televisión bajo demanda, nos sorprendió con una novedad de las que no son muy anunciadas ni cacareadas pero que a mi me interesó de inmediato. No se trata de la penúltima serie de ficción televisiva de campanillas, ni nada de eso. Se trata de una pequeña serie de seis episodios en los que aprenderemos el punto de vista de fotógrafos profesionales a la hora de trabajar la fotografía de viajes y naturaleza.
Tales by Light, "La luz de las historias" en castellano, es una producción conjunta de National Geographic Australia y Canon Australia. Con estos responsables podemos imaginar el tipo de imágenes que vamos a ver. Y también podemos adivinar los equipos que van a lucir los fotógrafos que las van a recoger y que nos lo van a contar. En cada uno de los seis episodios de alrededor de 23 minutos de duración, un fotógrafo profesional, utilizando equipos fotográficos Canon, y no precisamente los más sencillitos, nos va a llevar por diversos rincones del mundo mostrándonos las motivaciones que le llevan a trabajar como fotógrafos de viaje o naturaleza y contándonos cómo afrontan sus trabajos. Los veremos planificar y realizar algunas obras fotográficas interesantes.
Por supuesto, unos gustan más que otros. Pero están muy bien escogidos. Son simpáticos, la realización está hecha con mucho dinamismo, y los 23 minutos del documental se te hacen cortos. Os presentaré a las cinco fotógrafos. Uno de ellos repite, siendo el anfitrión en dos episodios.
El orden en que aparecen en Netflix no es el mismo en el que se presentan en IMDb, pero desconozco cómo fueron apareciendo cuando por primera vez se presentaron al público. Yo los comentaré como los he visto.
El primer capítulo "Submerged (Bajo el agua)", fue presentado por el fotógrafo australiano Darren Jew, especializado en fotografía marina y submarina. Los escenarios que nos presentó fueron unas impresionantes fotografías de los cortejos de las ballenas jorobadas en el pacífico, en las cercanías del archipiélago de Tonga, ascendió a uno de los volcanes activos en las proximidades de Rabaul (Nueva Guinea),... os dejo un vídeo de un aficionado que captó una de sus frecuentes erupciones, es un riesgo subir a este volcán imprevisible...
... y allí mismo, en la bahía donde se encuentra Rabaul, se sumergió para fotografiar un antiguo biplano japonés derribado durante la Segunda Guerra Mundial, y que se ha convertido en un hogar para corales y otros seres vivos submarinos.
El segundo episodio fue "Himalaya (El Himalaya)", cuyo anfitrión fue el fotógrafo Richard I'Anson, también australiano, con el que viajamos por los monasterios budistas en Nepal y Bután, intentamos localizar, sin éxito, al leopardo de las nieves en los Himalayas de Ladakh en India, buscamos, con más éxito, fotografiar tigres salvajes en el Parque Nacional Bandhavgarh, y nos sumergimos literalmente en los colores del Festival del Holi, también en la India. Este fotógrafo es tremendamente simpático y entusiasta, y es especialmente divertido verle inmerso en la lluvia de colorantes en polvo o líquidos en el Holi. Disfruta como un niño, o lo parece.
El tercer episodio "Adrenaline (Adrenalina)" acompaña a la única fotógrafa femenina del quinteto, Krystle Wright, que confiesa no tener domicilio fijo, ya que constantemente se mueve por todo el globo buscando motivos para fotografiar. Especialmente, en el ámbito de los deportes que denominamos de riesgo y aventura. Esto hará que la acompañemos a fotografiar, bajo el agua y sin oxígeno, a resistentes buceadores en las lagunas de las islas del archipiélago de Vanuatu, le acompañaremos a visitar a equilibristas que cruzan la cuerda floja que atraviesa cañones de 600 metros de altura en el estado de Colorado (EE. UU.), o volaremos con ella en paramotor (parapente con motor) sobre el Gran Desierto del Lago Salado de Utah, también los EE. UU. Por supuesto, también es una fotógrafa australiana, aunque pase la mayor parte del tiempo lejos de la isla continente.
El cuarto episodio, "Wild (Naturaleza salvaje)", va a estar centrado en la fauna salvaje, y el anfitrión va a ser el fotógrafo Art Wolfe. En esta ocasión, no se trata de un fotógrafo australiano, sino norteamericano. De Seattle. Pero nos llevarán por distintas partes del mundo. Empezará por Alaska, donde acompañará en sus jornadas de pesca a los osos "grizzlies", variedad de gran tamaño de los osos pardos, en los ríos de este estado norteamericano durante el desove de los salmones. Luego saltará a África, donde después de acompañar a los ñus en sus migraciones en Masái Mara (Kenia), se dirigirá a las selvas de Uganda para fotografiar a los gorilas de montaña. Que le darán algún que otro susto.
El quinto episodio, "Panorama", probablemente sea mi favorito. Quizá no sea tan espectacular como algunos de los otros, pero tiene una gran belleza paisajística. Y además, de la mano de Peter Eastway, fotógrafo paisajista también australiano, vamos a seguir la ruta de la expedición de Shackleton a la Antártida, que tras naufragar y pasar una dura odisea, consiguieron ser rescatados sin ninguna víctima moral. Y también supone un homenaje al fotógrafo de aquella expedición, Frank Hurley, cuyas excelentes fotografías, tanto en la belleza de las mismas, como en el dominio que tenía de la técnica de la época, han permitido que llegue hasta nosotros impresionantes testimonios gráficos de aquella aventura que, probablemente, han permitido que haya adquirido fama y haya perdurado en el recuerdo. Por cierto, Hurley también era australiano, aunque fuese en una expedición británica.
Finalmente, el sexto episodio, "Tribes (Tribus)", vuelve a ser presentado por Art Wolfe... como hemos dicho el único no australiano del quinteto. En esta ocasión se centra en inmortalizar a algunas de las últimas tribus con culturas originales primitivas que quedan sobre la faz de la Tierra, culturas que probablemente tienen sus días contados. Primero nos lleva a las selvas de Papúa Nueva Guinea donde pasa un tiempo con los Asaro, hombres de barro, y con los Huli, y sus diálogos con los antepasados. Después, le acompañaremos a Etiopía, donde pasará un tiempo con la tribu de los Surma.
Serie de documentales que podemos considerar como muy recomendable, e imprescindible para los aficionados a la fotografía. Eso sí... no nos equivoquemos. Que son fotógrafos que trabajan para National Geographic. Que aunque de vez en cuando tengan un tono de sensibilidad social y ambiental, son de los que están para mostrar el lado amable del mundo. Y retocan digitalmente; algunos, mucho. No nos sorprendamos como cuando nos enteramos que Steve McCurry retocaba más de lo esperado sus fotografías.
En tanto en cuanto voy preparando futuros artículos sobre fotografía, voy realizando distintas actividades fotográficas que tendrán su reflejo en estas páginas, os traigo una nueva serie de fotografías del último carrete de fotografías que hice con la pequeña y sencilla Olympus Pen EE3. Y es que me llevé esta cámara a Madrid para el día que pasé en la capital el 4 de noviembre de este 2016.
Quiero recordar someramente las características de la cámara. Especialmente para que entendáis que pudo no ser mi mejor opción para llevarme justamente ese día a Madrid. La Olympus Pen EE3 es una cámara de los años 60 del llamado medio formato (no confundir con el formato medio), es decir, proporciona fotogramas de 24 x 18 mm a partir de película sensible de 35 mm de ancho con doble perforación. La clásica película en carrete de toda la vida, vamos. Por su menor tamaño, la mitad que los fotogramas habituales. En un carrete de 36+ exposiciones obtenermos 72+ exposiciones. El objetivo es un 28 mm f/3,5 de enfoque fijo. Equivale, aproximadamente, a un 40 mm, un estandar corto, en el formato más popular de fotograma de 36 x 24 mm.
La exposición es automática. La cámara lleva un fotómetro de selenio que genera al recibir la luz la suficiente corriente eléctrica para poner en marcha un programa que elige entre las dos velocidad de obturación disponibles, 1/40 y 1/200 s, y un diafragma entre f/3,5 y f/22. Suficiente habitualmente para disparar al aire libre con una película de 100 ISO, las más habituales con una calidad razonable en la época en que salió al mercado. Pero también permite disparar a plena luz de día con una película de 400 ISO. Siguiendo la regla "soleado f/16", a plena luz del día con sol, la exposición correcta sería 1/400 s y f/16 a 400 ISO. O 1/200 s y f/22, ajuste que permite la cámara. En la actualidad, con mejores emulsiones, una película de 400 ISO daría más flexibilidad. De todos modos, lo que llevaba cargado en esos momentos en la cámara era una Fujfilm Neopan 100 Acros, película excelente de grano fino, que las prefiero para estos negativos tan pequeños, pero que justamente en el lluvioso y gris día que ese 4 de noviembre amaneció en Madrid, iba muy muy muy justa de sensibilidad. Especialmente en calles estrechas o cuando la tarde empezó a avanzar.
De todas formas, aun así pude traerme algunos fotogramas representativos del día que hizo. Bien es cierto que para las fotografías en interiores, en las exposiciones que visitamos, usé una cámara digital con capacidad para salir airosa del brete de fotografíar con luz más escasa. Con la pequeña Olympus Pen EE3, en algún caso me salté el automatismo con el fin de obligarle a hacer la fotografía. La cámara, si detecta que no hay luz suficiente, te saca un disco rojo en el visor, y no deja hacer la foto. Pero hay un modo pensado para fotografiar en flash, en el que usa la velocidad de 1/40 s, y puedes seleccionar manualmente el diafragama de acuerdo a la distancia al sujeto principal y la potencia del flash. Esto me permite sacar fotos cuando en automático no me deja. Aunque con un riesgo grave de subexposición.
Otro problema es el enfoque. La distancia de enfoque es fija. Así que tienes que decidir, dónde está enfocada la cámara, porque es algo que no he encontrado con claridad en ningún documento. El caso es que mi experiencia me dice que, cuando hay poca luz, no pongas objetos importantes a distancias más cortas de 3 metros ni más largas de 5 o 6 metros. Con abundante luz, y la cámara seleccionando diafragmas cerrados, es fácil que trabajemos dentro de la hiperfocal.
Probablemente, las velocidades de obturación anunciadas, dada la edad de la cámara de casi 50 años, ya no son realistas, por lo que hay quien propone considerar como más reales 1/125 y 1/30 s. En ese caso, hay que tener cuidado al disparar con poca luz por el riesgo de trepidación. Obsérvese la fotografía anterior. En cualquier caso, es una cámara divertida de usar, y cada vez me apetece más llevarla encima conmigo.
Para aquellos a quienes no convenza el tema del medio formato y prefieran trabajar con el fotograma tradicional de 36 x 24 mm, Olympus sacó un modelo similar, la Olympus Trip 35, que sólo tenía una diferencia sustancial en su manejo, dejando de lado el tamaño del fotograma. Debido a este último, era más difícil conseguir fotografías enfocadas a diafragmas abiertos en situaciones con poca luz con un objetivo de foco fijo. Así que pusieron un mecanismo de enfoque por zonas, asistido por un sistema de pictogramas, para ayudar al fotógrafo en la toma de decisiones. Ya se sabe... un señor = retrato próximo, un señor y un niño = retrato de cuerpo entero, varios señores = foto de grupo y unas montañitas = paisaje. También gusta mucho esta cámara. Y en ambos casos se disfruta de las excelentes ópticas Zuiko de Olympus.
Una semana más, os traigo las recomendaciones que sobre fotografía que he encontrado en la red de redes. Hoy no son muchas, pero espero que os resulten interesantes. Como de costumbre empiezo con el tablero en Pinterest que colecciona las fotografías interesantes que he podido ver esta semana. O algunas de ellas, más o menos representativas.
Las fotografías que acompañan a las recomendaciones de esta semana proceden del carrete tomado con la Olympus Pen EE3 del que os hablaba el viernes. Y son del día en que hicimos la excursión a Monreal del Campo para fotografiar la flor del azafrán. Muchas de estas fotografías están tomadas simplemente desde el coche mientras nos desplazábamos de un lugar a otro. Es lo que tienen estas cámaras sencillas, no hay que pensar en los aspectos técnicos, ves una escena que te llama la atención, apuntas, compones, disparas y ya está. Y consigues sorprendentes resultados adecuados dados lo básicos que eran los automatismos de los años 60, basado en un exposímetro de selenio, que ni siquiera requiera unas pilas.
Hoy empezaré con unas consideraciones en forma de vídeo que nos llegan desde PetaPixel. Se trata de unos vídeos, películas en su origen, con un carácter formativo para los fotógrafos de la armada y del ejército de los Estados Unidos. El más antiguo es de la armada, de 1948, dura unos 15 minutos y se titula "Fundamentals of Photography: The Basic Camera".
Lo más interesante de los vídeos es comprobar cómo ha sido la evolución del material fotográfico en estos casi 70 años, y cómo se planteaba la resolución de los principales problemas técnicos como la exposición, el enfoque o el encuadre. Para muchas personas que se han iniciado en la fotografía en un mundo dominado por la captura digital, les parecerá todo realmente complicado... pero no lo es tanto. Es que los automatismos y la electrónica nos han vuelto vagos.
Vamos con fotógrafos y sus fotografías. Primero iremos al tema del reportaje. Hace unos días os contaba que había estado viendo la exposición sobre Bruce Davidson que se encuentra en estos momentos en la sala Bárbara de Braganza de la Fundación Mapfre en Madrid. Todas las fotografías en exposición son copias en blanco y negro del trabajo de Davidson. Pero este fotógrafo también tomó fotografías en color. Y son también muy interesantes. Como podemos comprobar en el tumblelog de HLDKY. Corresponden a su trabajo sobre la vida en País de Gales en 1965.
Los refugiados es un tema que se encuentra omnipresente en estos días que corren. Hasta tal punto que la gente se insensibiliza o encuentra todas las fotografías iguales o similares y pierde el interés. En el tumblelog de Valerie Chiang nos proponen el trabajo de Nicole Tung, que reúne dos características importantes; el documento de la situación de estas personas en dificultades, y una composición y un manejo de la luz envidiables. A conocer.
Y ahora nos pasamos al paisaje. De momento dos ejemplos de paisaje en color, bien gestionado, que dan a las fotografías un carácter emocional o subjetivamente especial.
Por un lado en Of The Afternoon nos hablan de lo que ellos denominan "paisajes surrealistas" de Reuben Wu. Yo no encuentro en los paisajes este carácter "surrealista". Pero es cierto que el fotógrafo es capaz de utilizar los ambientes, la luz y los colores para provocar una sensación de melancolía y cierta evanescencia, generalmente a partir de los fenómenos geológicos más activos que se pueden encontrar por el mundo.
Con la misma procedencia, también en Of The Afternoon, nos encontramos con los paisajes de Delaney Allen. Tomados en entornos más comunes, el fotógrafo sabe escoger los componentes esenciales del paisaje, haciéndolo sencillo pero potente, jugando también con iluminaciones y colores con gran capacidad de transmistir emoción. Allen tiene un tumblelog propio que he decidido seguir habitualmente.
En un ámbito distinto, pero siguiendo con el paisaje, traigo la fotografía en blanco y negro de Hengki Koentjoro, que ya ha sido mencionado en alguna ocasión en estas páginas. Un poquito, bastante, en la escuela de Michael Kenna, sus largas exposiciones nos proporcionan unos paisaje marinos llenos de calma y cierta irrealidad. Opta el fotógrafo especialmente por las claves altas, ofreciendo fotografías muy luminosas y muy minimalistas. Nos lo cuentan en The Phoblographer.
En otro orden de cosas, en Feature Shoot nos proponen contemplar Japón como "nunca lo hemos visto". Todo ello a partir de las fotografías de Sean Lotman, fotógrafo occidental radicado en el País del Sol Naciente. Yo no me atrevería a decir tanto como lo de "nunca lo hemos visto", pero sí que la imágenes de Lotman, muy saturadas, muy contrastadas, a veces con desviaciones marcadas de los colores, resultado de un procesado casero de los negativos y las copias, nos ofrecen una estética que efectivamente nos parece más propia del imaginario oriental que del propio de la cultura occidental.
Termino con una fotógrafa española, que tenía la sensación que ya había comentado recientemente, pero que al hacer una búsqueda en el blog no la he encontrado. Nos hablan de ella en Clavoardiendo, y se trata de Mar Sáez que ha presentado recientemente un reportaje intimista sobre la relación de dos chicas, que lo han tenido y lo tienen complicado. Si ya la relación homosexual puede suponer ciertos retos importantes, el hecho de que una de ellas sea transexual añade complicaciones añadidas a la misma. En cualquier caso, la fotógrafa logra transmitir intimidad y complicidad. Y es interesante leer la entrevista que le hacen.
¿Seguro que de esto no había hablado ya? Sensación de "déjà vecu"...
Y de momento, estos es lo que hay. La semana que viene, más.
En el último mes y medio he llevado conmigo a cuestas buena parte de los días la pequeña Olympus Pen EE3 que compré por poco dinero a principios de verano en "La Placica Vintage" de la calle de las Armas, mercadillo que se viene celebrando el primer domingo de cada mes. En su tremenda sencillez, es divertida de usar. Y con sus negativos de medio formato (que no es lo mismo que formato medio), que nos permite obtener más de 72 fotogramas en un carrete de 36. En concreto me han salido 79, que no está mal.
Dado el pequeño tamaño del negativo, las limitaciones propias de mi escáner plano de sobremesa hacen que cuando digitalizo los fotogramas no obtenga imágenes de más allá de 2 o 3 megapixeles. Así que lo propio en este caso es montar el dispositivo para digitalizar los negativos con una cámara digital y un objetivo macro. En esta ocasión, he usado la pequeña Panasonic Lumix GM5 con el objetivo Panasonic Leica DG Macro-Elmarit 45 mm f/2,8 ASPH OIS, objetivo macro que alcanza una ampliación de 1:1, aunque no es necesario llegar a tanto. Teniendo en cuenta que siempre dejas un poco de margen en torno al negativo, obtengo archivos digitales de 14 o 15 megapixeles. No está mal la diferencia, ¿verdad?
Con un negativo tan pequeño, y como yo no soy especialmente partidario de los granos de plata excesivamente marcados, suelo usar película negativa de 100 ISO. En concreto, he usado en esta última ocasión un carrete de Fujifilm Neopan 100 Acros, que es una de mis películas de grano fino favoritas. Como acabé hace unos meses mi revelador de grano fino, un Ultrafin Plus de Tetenal, he usado el Kodak HC-110, dilución B (1:32) durante 5,5 minutos. El resultado también es muy bueno. Una película de grano fino, con una gradación de grises fenomenal que se digitaliza muy bien y que encima se revela sin problemas con cualquier revelador común.
De momento, aquí os dejo algunas fotografías de algún paseo dominical por el casco viejo de Zaragoza. Pero también tengo fotografías de la excursión a Monreal del Campo para fotografiar la flor del azafrán, del día que pasé viendo exposiciones en Madrid, y de algún otro paseo más. Ya irán apareciendo por aquí. Poco a poco.