La fotografía como afición y otras artes visuales

CARLOSCARRETER.ES

Abstract: The Art of Design - Serie de televisión

Aunque el 95 % de este sitio web trate sobre fotografía, desde el principio se ha llamado

carloscarreter.es - La fotografía como afición y otras artes visuales

y me resisto a cambiar lo de "otras artes visuales". Porque todas ellas se influyen entre sí, se nutren unas de otras y evolucionan en conjunto conforme evoluciona la cultura y las sociedades.

Hace un par de semanas se conjuraron los gnomos para que durante unos días el diseño y su filosofía estuvieran presente en mi pensamiento. En primer lugar, junto con una compañera de trabajo nos apuntamos a Diseña Forum, unas jornadas en las que se trataba el tema de que, y cito textualmente de su presentación en su página web

"El diseño tiene cada vez un mayor peso en las distintas manifestaciones de la actividad económica, y no de una manera testimonial sino como una forma de pensamiento que se manifiesta hegemónica en la solución de problemas y en la respuesta a desafíos, de una manera innovadora y diferencial, ya sea en la configuración por las empresas de sus productos y servicios o en la definición y posicionamiento de los propios negocios. Pero se manifiesta como tal no solo en el campo de la actividad de las empresas y sus modelos de negocio, lo hace también en los ámbitos de las decisiones del sector público y del desarrollo social y cultural."
Arte moderno y diseño, ¿dónde empieza uno y dónde acaba otro? Yayoi Kusama en el Moderna Museet de Estocolmo.

Yo no trabajo en la empresa privada, trabajo en el sector público. No nos interesaban todas las sesiones, pero escuchamos un par de ponencias sobre cómo el pensamiento del diseño (design thinking) (enlace en inglés, la wikipedia en español todavía no considera el término) se constituye como una herramienta útil a la hora de configurar y planificar servicios públicos o iniciativas de cambio social. También participamos en un breve taller, que nos supo a poco, en el que una mezcla al 60 / 40 % de diseñadores (o estudiantes de diseño) y profesionales del sector público trabajábamos en el diseño de servicios públicos para el método propio del pensamiento del diseño.

Obtenido en Wikimedia Commons (https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Design_thinking.png) bajo licencia "Creative Commons Attribution-Share Alike 4.0 International", elaborado por MrJanzen1984.

Pues bien, justamente en esos mismos días, la cadena de contenidos multimedia bajo demanda Netflix ponía a disposición de sus abonados la serie Abstract: The Art of Design... Y sin haber visto ni un minuto de la serie, y con algunos antecedentes positivos en la cadena, tenía un aspecto estupendo. En ocho capítulos de aproximadamente 45 minutos de duración, la serie documental se acerca al trabajo de ocho profesionales del diseño en distintas vertientes. Uno de ellos fotógrafo. El listado de profesionales es el siguiente:

Episodio 1. Christoph Niemann: Ilustración.
Tiene en su haber un buen número de portadas de The New Yorker, por poner un ejemplo.

Episodio 2. Tinker Hatfield: Diseño de calzado.
Conocido especialmente por su trabajo en la multinacional de ropa deportiva "Nike".

Episodio 3. Es Devlin: Diseño de escenarios.
Muy innovadora, ha trabajado para importantes producciones teatrales y para espectáculos del mundo de la música de importantes figuras del pop y otros géneros.

Episodio 4. Bjarke Ingels: Arquitectura.
Rompedor, y a ratos polémico, arquitecto danés.

Episodio 5. Ralph Gilles: Diseño automotriz.
Jefe de Diseño del grupo automovislístico Fiat Chrysler Automobiles.

Episodio 6. Paula Scher: Diseño gráfico.
Diseño gráfico basado especialmente en el uso de tipografías, con muchos diseños muy conocidos en su haber.

Episodio 7. Platon: Fotografía.
Platon Antoniou es un fotógrafo griego que es famoso entre otros trabajos por sus retratos de líderes mundiales, desde los presidentes de EE.UU. hasta el dictador Muamar el Gadafi.

Episodio 8. Ilse Crawford: Diseño de interiores.
Diseñadora de interiores y de productos para decoración con clientes tan importantes como el grupo IKEA.

Damien Hirst en Arken, Museo de Arte Moderno, en Copenhague.

Evidentemente, el episodio que más interesará a los aficionados de la fotografía que visitan estas páginas el el dedicado a Platon. Pero creo que es interesante para toda persona que se dedique de un modo a otro a las artes visuales.

A lo largo de los ocho episodios, pude constatar cómo estos creativos aplican el esquema de pensamiento que he presentado con anterioridad, de forma más explícita o más implícita.

Ilustraciones de Gerda Wegener en Arken, Museo de Arte Moderno, en Copenhague.

A parte del interés que el tema puede suscitar, la serie está excelentemente realizada y filmada, aunque en algún medio especializado se quejaba de falta de profundidad en los trabajos de los diseñadores. Pero entendámonos, el fin de la serie es divulgativo y dirigido hacia el gran público, por lo que la serie tiene que ser dinámica y atractiva, aplicarse así mismo esos principios del diseño que empiezan por empatizar con el público que va a ser su potencial audiencia.

En varios sitios he visto que la consideran la "temporada 1", así que podemos esperar nuevos capítulos y nuevos creativos en el futuro.

Muy recomendable.

Habitación de hospital diseñada por Poul Gernes en Louisiana, Museo de Arte Moderno, Humlebæk, cerca de Copenhague.

Recomendaciones semanales - del 19 al 25 de febrero de 2017

Adelanto un día mis recomendaciones semanales fotográficas, del domingo al sábado, porque mañana es día de oscars, y lo dedicaremos a hablar de cine y premios.

Sigo dándole vueltas a cómo compartir con vosotros las fotografías que me inspiran... Y he percibido varias posibilidad, descartado Pinteres por siesos. Pero todavía no consigo una fórmula definitiva.

Las fotografías que nos van a acompañar hoy son las que hice en color en la quedada peliculera en Rodén de la que os hablé hace unos días. Además de las fotografías en blanco y negro, decidir probar por primera vez la Agfa Billy o Jgestar 8.8 de 1928 con película en color. Es algo que hasta el momento no había hecho. Un carrete. No más. Que no las tenía todas conmigo.

Para empezar, un despiste al avanzar la película, y una doble exposición.

He de decir que esta semana no tengo muchas recomendaciones en cartera. He estado muy ocupado, y no he tenido tiempo a ver con detalle mis sitios habituales de información.

Pero desde luego ha sido la noticia de final de semana la muerte del joven fotógrafo chino Ren Hang, a los 29 o 30 años de edad según fuentes, se dice que por suicido. El propio autor había reconocido padecer depresión. Poeta y fotógrafo, sus fotografías destilaban un erotismo seco, poco amable, representando a una nueva juventud del gigante asiático, que vive a su vez en un régimen de escasas libertades, en el que el fotógrafo no era bien recibido. Sus sexualizadas fotografías estaba cargadas en ocasiones de denuncia contra el régimen de Pekín.

Mi primera noticia sobre el fallecimiento de Ren Hang me llegó de la mano de Clavoardiendo Magazine. Pero en seguida empezaron a aparece por la red numerosos artículo valorando el hecho y, sobre todo, recordándonos la variada e interesante obra de Ren Hang. Así, encontramos artículos interesantes por uno u otro motivo en Dazed Digitalen L'Oeil de la Photographieen It's Never Summeren Valerie Chiang (Nine Bagatelles)en Mirrors and Windows y otra muy delicadaen YC Photography. Tan variada es la obra de Ren Hang, que a pesar de la monotonía temática, estos sitios han elegido fotografías muy diversas y todas ellas interesantes.

No es buena noticia que se nos vayan fotógrafos jóvenes que pelean por la libertad de expresión y de la persona.

En mayor o menor grado, según la orientación de la cámara y la luz ambiente, aparecen en algunos fotogramas filtraciones de luz, supongo que procedentes del desgaste del fuelle de la cámara.

De la ignominia realizada por el gobierno norteamericano de internar en campos de concentración a sus ciudadanos de origen japonés durante la Segunda Guerra Mundial, hemos hablado en diversas ocasiones. Y habíamos visto documentos fotográficos sobre el hecho, algunos de mano de fotógrafos y fotógrafas muy ilustres. Lo que no conocíamos era esta colección de fotografías en color de Takao Bill Manbo, que han publicado en The New Yorker. Manbo era un fotógrafo aficionado con una cámara Zeiss Contax de 35 mm que supo aprovechar para contarnos quizá la parte menos dramática de la indignidad. Pero no por ello es un documento menos interesante.

Algunas fotos han quedado muy limpias y con unos tonos de color muy interesantes.

Un tono totalmente distinto tienen las fotografías en color de Raed Yassin. Si hoy asignamos a los países islamistas y árabes, que no es lo mismo, la etiqueta de ultraconservadores en cuestiones de moral sexual, muy represores para la mujer, no siempre ha sido así. O han existido momento de apertura, lamentablemente cerrados. En L'Oeil de la Photographie nos han mostrado cómo los desnudos fotografiados por Yassin se abrieron paso hacia las portadas de las revistas masculinas en el Beirut de los años sesenta y setenta. Desnudos muy sexualizados, y al mismo tiempo con algún tono de ingenuidad, especialmente procedente de los ingeniosos sistemas para ocular los pezones y los genitales de las mujeres fotografiadas. Como dicen en el artículo, a veces, el futuro es nostálgico.

Wolfgan Tillmans es uno de los fotógrafos alemanes más activos, reconocidos y cotizados del momento. En Another Magazine le entrevistan, hablan del Brexit (el fotógrafo está instalado en Londres), del activismo social y de la noche londinense. Y nos muestran algunas de sus últimas fotografías. Lo cual siempre es interesante. No es uno de mis favoritos, pero hay que estar al tanto de lo que hace. Y siempre encuentras alguna fotografía suya que te hace abrir la boca y poner cara de tonto, por decir con frecuencia que no es de tus favoritos.

Laia Abril es una fotógrafa catalana que está siendo bastante reconocida en los últimos años, generalmente por sus trabajos en los que profundidad en distintos hechos relacionados con la mujer y la feminidad. Con frecuencia desde perspectivas osadas. Ahora, nos informan en L'Oeil de la Photographie, ha cogido sus cámaras, las ha cargado con blanco y negro y se ha ido a los montes gallegos para reflexiona sobre la figura de Romasanta, un sacamantecas, un hombre lobo gallego del siglo XIX, del cual se sospecha que pudiera tener una rara condición física intersexual. Lo cual da excusa a Abril para volver a sacar a la luz los temas más complejos de la feminidad a través de sus fotografías.

Terminaré estas recomendaciones de hoy con una recopilación. La que hacen en PhotoTraces.com de 15 fotógrafos en blanco y negro que se pueden seguir en Instagram. No he tenido ocasión de revisar más que unos poquitos, alguno lo tengo en mi lista de seguimiento en la plataforma social, como mr007, pero parecen bastante interesantes. Hay incluso algún nombre consagrado como Michael Kenna.

Fotografía infrarroja en cámaras digitales y la exposición de Txabi Beroitz en Remolinos

Hace una semanas estuve probando la película Rollei Superpan 200 y os lo conté a su debido tiempo. Allí señalaba que esta película se puede usar de formas diversas. En esa primera prueba, el uso que le di fue el de una película en blanco y negro convencional de sensibilidad media. Pero también comentaba que esta película tiene una sensibilidad extendida en la gama de los infrarrojos. Lo que pasa es que para aprovechar esa circunstancia de forma específica hay que utilizar un filtro de color rojo profundo o, mejor aún, un filtro que prácticamente sólo deje pasar las longitudes de onda infrarrojas.

Con ese fin, en el encargo de película que hice durante este mes de febrero pedí algunos rollos más de Rollei Superpan 200 en formato 120. Pero es pronto para usarla. Las situaciones más adecuadas para probarla es cuando la vegetación esté verde, exuberante,... y ese momento no ha llegado. Los árboles de hoja caduca todavía están esqueléticos por el invierno, y con los de hoja perenne no tengo claro que el efecto sea tan llamativo.

No obstante, encargué también hace unos días un filtro Hoya R72 Infrared de 49 mm. Este filtro deja pasar la radiación electromagnética de longitud de onda de 720 nm (nanometros), que es un rojo muy muy profundo, en el límite del espectro visible, y más largas en el espectro de los infrarrojos. Habitualmente lo percibimos como opaco, aunque si lo apuntamos hacia alguna fuente de luz intensa, esta la podremos percibir con un tono rojizo por transparencia. Me vale para muchos objetivos Pentax y para el de la Fujifilm GS645S Wide de formato medio.

Los captores de la imagen de las cámaras no son sensibles solamente a la luz visible, también capturan las longitudes de onda infrarrojas. Y por ello, sobre los mismos, los fabricantes colocan un filtro infrarrojo que bloquea las mismas. Si no es suficientemente eficaz, se producen alteraciones en algunos colores. Y si no que se lo pregunten a Leica que se metió en un berenjenal con su Leica M8 porque dicho filtro no era suficiente. Incluso dicen que la M9 también sufre ligeramente de ese problema. No sé. Yo tengo una M-E, que en la práctica es lo mismo que una M9 y no he notado nada... pero ya veremos. El caso es que esto es una prueba de que a los sensores digitales les llega algo de radiación infrarroja, y con exposiciones suficientemente largas y un filtro como el Hoya R72 tenemos fotos. La que he puesto más arriba es una de ellas, realizada con la Pentax K-S1, el SMC-DA 21/3,2 Limited y el filtro Hoya R72, y luego convertida a blanco y negro. Hojas verdes de las enredaderas y cielos oscuros... lo típico de la fotografía infrarroja tradicional en blanco y negro. Aunque sin abusar del efecto.

Pero, ¿qué pasa si no la convertimos a blanco y negro? ¿Cómo queda la fotografía?

En primer lugar, decir que hay cámaras preparadas a tal efecto, que han vendido tanto Canon como Nikon, generalmente para uso astronómico. Y en segundo lugar, que hay talleres que sustituyen el filtro que bloquea los infrarrojos de los captores digitales y lo sustituyen por otro con una tolerancia amplia. Operación delicada que habrá que hacer con muuuuuuuucho cuidado. Yo escribí en una ocasión a un taller que proponía este servicio un correo electrónico, con el fin de indagar lo que me costaría convertir la Canon EOS 40D, pero nunca me contestaron. Es lo ideal para la fotografía infrarroja digital.

Pero vamos a ver qué pasa si no modificamos la cámara. ¿Qué es lo que obtenemos?

Pues con la configuración en la Pentax que he mencionado antes, con aperturas de entre f/5,6 y f/11, y tiempos de exposición entre 30 segundos y 2 minutos, aun con el equilibrio de color en automático, si hacemos pasar la luz por un filtro rojo profundo que percibimos como opaco,... obtenemos una fotografía roja. Totalmente. O por lo menos eso parece.

El caso es que a pesar de su aspecto, la fotografía no es totalmente roja. Podemos buscar un punto gris, para corregir el equilibrio de color y ver lo que pasa. Yo lo he hecho en Affinity Photo. En Adobe Lightroom o en Adobe Camera Raw no quedan bien porque no corrigen lo suficientemente el equilibrio de color para llegar al tono neutro donde lo elijamos.

Pues nos queda una cosa rara... no especialmente atractiva... ¿verdad? Bien. Ahora viene la "magia". Y la "magia" consiste en utilizar en nuestro programa de retoque favorito, para la mayor parte del personal alguna versión de Adobe Photoshop, para mí Affinity Photo, una capa de ajuste del "Mezclador de canales". Y con ella hacer lo que se llama una inversión de los canales rojo y azul.

Si abrimos esta herramienta y seleccionamos el canal rojo, vemos que los valores que aparecen son rojo 100 %, verde 0 %, azul 0 %. Pues bien, los cambiamos a rojo 0%, verde 0%, azul 100 %. Y si luego seleccionamos el canal azul, vemos que los valores que aparecen son rojo 0 %, verde 0 %, azul 100 %. Pues bien, los cambiamos a rojo 100 %, verde 0 %, azul 0 %. El verde lo dejamos en paz. Os habéis fijado, ¿verdad? Hemos puesto en el canal rojo los valores que tenía el azul y viceversa. Inversión de canales. Si luego ajustamos el contraste, la luminosidad, el tono... no necesariamente mucho... nos quedan fotografías como estas.

Esto ya está mejor. Quedan colores raros, surrealistas. Con la vegetación blanca o de color gris. Pero con el cielo azul. También observamos fenómenos curiosos. En la tercera de esta última serie, la del ciprés, observaréis que de uno de los tejados sale un surtidor blanco... que en vivo y en directo no se veía. Es una chimenea de salida de vapor de agua. Que es invisible habitualmente. El humillo blanco que vemos en ocasiones se debe a la condensación del agua en minúsculas gotas al entrar en contacto con el aire más frío. Pues bien, en esta ocasión, lo que sucede es que el calor se transmite en la radiación infrarroja, y como el vapor de agua que sale por esa chimenea está más caliente que el aire que la rodea, al pasar por el filtro infrarrojo algo llega al sensor y se ve blanco. Chachi.

La Pentax K-S1 no se lleva bien con las exposiciones largas. De hecho, la velocidad más lenta que se puede seleccionar son 30 segundos. Para llegar hasta dos minutos hay que usar el modo B (bulb) y un cronómetro. Pero aparecen una antiestéticas bandas en los fotogramas. En la fotografía del ciprés se puede observar una de ellas en el lado derecho de la imagen.

Una vez en casa, se me ocurrió que mi Olympus Zuiko Auto-W 21/3,5 al que le puse una montura para Canon EF tiene un diámetro de filtro de 49 mm, así que lo probé desde el balcón de mi casa con la Canon EOS 5D Mark II.

La cosa parece qeu funcionaba, aunque con unos tonos rojizos en parte de la imagen que no alcanzaba a explicar... pero pasemos a la segunda parte del experimento.

Si todo esto sucedía el sábado 18 de febrero, el domingo 19 me cogía el coche para ir a Remolinos a ver la exposición que el amigo Txabi Beroitz tenía organizada con enLATAmus, y que clausuraba ese día. Cogí la EOS 5D Mark II con el 21 mm de Olympus y me fui para allá. No me olvidé de coger el trípode y el filtro Hoya R72.

Decir que disfruté mucho de la exposición de Txabi, que además de estupenda de contar con el aderezo de su conversación y explicaciones, y con la presencia de Miguel Sanz Lázaro, hombre de gran corazón fotográfico y de lo demás, acompañado de su mejor mitad. Y además Txabi tuvo el detalle de obsequiarnos con un juego de fotografías de su exposición en tamaño postal y firmadas.

Pero a lo que vamos, desde el principio de este largo artículo. La fotografía infrarroja. El caso es que el día no salió tan bueno como esperaba. Faltaron a ratos los cielos azules, y cuando aparecieron el paisaje no era propicio.

Aun así alguna foto hice que conversión a blanco y negro quedaban vistosas. Porque las de color... Ahora lo explico.

El diseño de objetivos para cámaras digitales es más complejo que para cámaras de película tradicional. Para conseguir el mejor rendimiento es necesario que los rayos de luz lleguen lo más perpendicularmente que sea posible al captor de imagen. Si no, se produce cierta degradación en los bordes y las esquinas de la imagen y un notable viñeteo, especialmente con aperturas grandes. 

En el caso de las cámaras sin espejo, como las Leica, donde la distancia desde la lente más trasera del objetivo a la superficie sensible es muy corta, incluso se producen desviaciones del color que las cámaras corrigen a través de la programación de su hardware. Cuando uso mi 25/4 de Voigtländer con la Leica M-E, si no cuido de introducir en la cámara la corrección más oportuna, quedan los laterales de la foto con colores desviados y feos. Con las réflex, en la que esa distancia entre lente trasera y superficie sensible es mayor, a lo mejor no aparecen estas desviaciones de color habitualmente, aunque el problema de los viñeteos se da.

Bien, pues al utilizar el filtro infrarrojo, observemos la siguiente escena. Con el equilibrio de color corregido, pero en una primera versión sin inversión de los canales de color y otras con ella.

En esta ocasión... tenemos dos versiones de la foto que pueden ser válidas, según busquemos un rendimiento cálido... como si estuviésemos ante un atardecer, el día estaba con nieblas altas,... o frío,... como un nublado frío, y nevado.

Pero la cuestión es que el 21 mm de Olympus, que es razonable si el filtro, obsérvense las fotos de la exposición de Txabi, no presentan ningún problema, con el filtro para luz infrarroja nos produce desviaciones de color. Que pueden producir algún efecto interesante, aunque no es lo que yo estaba buscando.

En esta fotografía, donde abrí algo más el diafragma, aun se nota más el extraño viñeteado.

Habría querido probar el filtro con otras cámaras. Antes de ayer lo intenté con la Olympus OM-D E-M5 y el Panasonic Leica 15/1,7 ASPH. Tiene una rosca de 46 mm pero dispongo de un adaptador de rosca de 46 mm a filtro de 49 mm. Pero me dejé la tarjeta de memoria en casa. Ayer no pude. Hoy ha salido nublado. Ya lo probaré otro día. Pero de momento creo que he dejado claro que existen algunas posibilidades creativas que no son descartable. A cada uno le toca experimentar, fotografiar y encontrar su camino. Yo me limito a hablar del mío, cuando me lleva a sitios interesantes o cuando me lleva a caminos cortados sin destino y me tengo que dar media vuelta. Pero lo divertido es recorrerlo. Incluso si sólo nos ilumina la luz infrarroja.

Olympus μ(mju:)-1 - Antecesora de una de las compactas de más éxito

En ocasiones anteriores os he hablado de una de mis cámaras más queridas, la Olympus μ(mju:)-II, una cámara de los años noventa para película tradicional de 35 mm y doble perforación, compacta bolsillera, protegida contra las inclemencias del tiempo, y con un excelente objetivo 35/2,8, que combinaba calidad óptica y una versátil elevada luminosidad. La recuperé para su uso en mi viaje a Nueva York de 2013, y con posterioridad en diversas ocasiones, entre las que puedo destacar que llevó un carrete de negativos en color en el encuentro analógico de abril de 2016, y me acompañó por Islandia, haciendo valer su protección contra las mencionadas inclemencias del tiempo.

Pero esta μ(mju:)-II tuvo una antecesora, la μ(mju:)-1, de la que os voy a hablar ahora. Antes de seguir, decir que en estados unidos la nomenclatura fue distinta, siendo la primer versión la Olympus Infinity Stylus y la segunda versión la Olympus Infinity Stylus Epic.

Esta cámara, que podéis ver en la foto de arriba, no fue mía. Cuando dejé la casa de mis padres para vivir en mi propio piso, compré a mi familia una cámara compacta que considere adecuada y en condiciones. Esta μ(mju:)-1 no era la más barata del mercado, ni mucho menos, pero tampoco llevaba los precios de otras cámaras de prestigio y con más posibilidades de intervención en la exposición. Si leéis los artículo dedicados a la μ(mju:)-II, comparte con ella muchas características. Óptica fija de 35 mm de focal, exposición totalmente automática, y un sistema general de funcionamiento, de flash y de medición parecidos, con pequeñas diferencias.

Las diferencias fundamentales era que era algo más grande, que no estaba protegida contra las inclemencias del tiempo y que la óptica, f/3,5, era 2/3 de paso menos luminosa que su sucesora. Fue como una primera versión del modelo de éxito que vino después. Un tanteo. Aquí las vemos juntas. La cámara que compré a mi familia y la pequeña que me compré yo algo después.

Con los años, me olvidé de la cámara. No recuerdo el nivel de uso que le llegaron a dar mis padres o, eventualmente, mi hermana. Creo que no mucho. Pero no lo sé muy bien. Mis padres viajaban de vez en cuando con actividades de jubilados, pero no recuerdo que ensañen o haber visto muchas fotografías. En un momento dado, acabó en un cajón donde permaneció durante muchos años. ¿15, 16, 17 años? Por lo menos. Hasta que recientemente mi hermana confesó que la había rescatado cuando murió mi padre y se llevó cosas a su casa, y me la pasó. E hice un carrete de prueba, para ver que tal funcionaba.

Como usa la misma pila que la (mju:)-II, y tenía una de estas en mi ejemplar, la pasé a la cámara y comprobé que aquello tomaba vida. La cargué en un neblinoso día de diciembre con una carrete de Kodacolor 200 que tenía por el frigorífico, y salí a hacer fotos en un paseo entre mi casa y el Parque Grande de Zaragoza.

La cámara funciona y expone las fotos correctamente. El negativo usado no es de los mejores, pero es digno. Y buscando motivos con colores adecuados, las fotos no quedaron sosas a pesar de lo gris del ambiente y del día.

Las juntas que protegen el interior de la luz parecen íntegras, con la (mju:)-II tuve algunos problemas de filtración de luz por la ventanilla trasera que te permite ver la información del carrete puesto en la cámara. Y es cierto que algunas fotos salieron desenfocadas. Supongo que a la cámara le cuesta adquirir el foco más de lo que estoy acostumbrado y que pretendiendo hacer fotos rápidas, pulsé el botón del obturador antes de tiempo, y el autofoco no cumplió correctamente con su labor.

Ahora que he recibido los resultado digitalizados, quiero asegurarme que los fallos de enfoque no se deben a otro tipo de problemas. Le he cargado un carrete en blanco y negro que revelaré yo mismo... y ya veremos.

Mis conclusiones son las mismas que cuando la compré para mis padres. Es una cámara muy decente y muy digna, con una óptica de buena calidad. Es más grande que su sucesora, pero sigue teniendo un tamaño muy ajustado. No es tan luminosa, pero comparada con las similares de óptica zoom de la época, admite situaciones de iluminación más desfavorable. Y si llueve... hay que tener cuidado. Pero salvo estas cuestiones, no hay motivo por el que no se puedan hacer buenas fotos con ella. Eso sí, tiene dos engorrosos problemas para mí, al igual que la (mju:)-II. No conserva memoria de la posición preferida del flash, desconectado, por lo que si quieres ser discreto y que no se dispare hay que acordarse de cambiarlo, recordando que cada vez que apaguemos la cámara se vuelve a poner en automático. Y no tiene ningún tipo de compensador de exposición, al mismo tiempo que la sensibilidad de la cámara es leida por los contactos DX sin posibilidad de saltárselos. Y en pasos completos, 50-100-200-400 ISO..., porque sólo tiene 4 contactos en lugar de los seis de cámaras más completas.

Pero con una película moderna... a hacer fotos de buena calidad si la circunstancia se presenta.

Recomendaciones semanales - del 12 al 19 de febrero de 2017

No he encontrado todavía una forma convincente de compartir con vosotros las fotografías que me inspiran o me gustan como hacía con los tableros de Pinterest. Pero no me planteo volver a un servicio donde los criterios de lo admisible y no admisible no están claros.

Las fotografías que acompañan las recomendaciones de esta semana proceden de la modesta Olympus Pen EE3. Os recordaré que se trata de una sencilla cámara de exposición automática, de medio formato. Es decir, que en un carrete se obtienen el doble de fotogramas que en una cámara para negativos de 24 x 36 mm. Se suele decir que por lo tanto las Pen de Olympus tienen un negativo de 18 x 24 mm, pero es algo más estrecho, por el espacio que tienen que dejar entre los negativos. Las proporciones son 5:7, por lo es más bien 17 x 24 mm.

El carrete que he revelado esta semana contiene 75 negativos expuestos entre noviembre de 2016 y febrero de 2017. Y debo confesar que cometí un error en el revelado. Confundí el carrete, un Ilford FP4 Plus, con un Kodak Eastman Double-X. Apliqué el tiempo de revelado en HC-110 en dilución B (1:32) a 20 ºC apropiado para esta última, 5 minutos, cuando para la FP4 Plus se recomiendan tiempos entre 7 y 9 minutos. Aunque las recomendaciones más serias parecen que se acercan más a los 9 minutos. Bueno,... pues la verdad es que no me han quedado mal. Es cierto que hace tiempo que sospecho que la Pen EE3 sobrexpone los negativos. Pero aun así, suponiendo que el índice de exposición se acerque más a los 64 ISO que a los 125 ISO me parecía una diferencia de tiempo excesiva. El caso es que no han quedado mal. Estas emulsiones tradicionales combinadas con reveladores también tradicionales aguantan lo que les pase. Las seleccionadas son del día de la quedada peliculera al Gran Capitán y cartuja de Aula Dei.

Plaza de España - Zaragoza

Esta semana se han anunciado los ganadores del World Press Photo 2017, lo cual fue publicado en un sinnumero de páginas en internet, aunque yo lo traigo aquí por gentileza de Photolari. Este concurso había estado rodeado de polémica en los últimos años por las acusaciones de excesivo tratamiento digital a las fotografías. Este año, de momento, no parece que se esté produciendo este revuelo. La imagen ganadora fue el impactante asesinato del embajador ruso en Turquía, por Burhan Orbilici. Los valores estéticos de la imagen son modestos, pero el sentido de oportunidad y noticia son muy meritorios, ciertamente. Pero yo hubiera elegido alguna otra como foto del año, que aunase el mérito periodístico y el fotográfico. En Clavoardiendo se centran en los tres españoles premiado este año; Francis PérezJaime Rojo y Santi Palacios.

La Chimenea - Zaragoza

En la película Loving, que me gustó mucho, hay una secuencia en la que un fotógrafo del norte de los Estados Unidos realiza un reportaje de fotografías sobre la pareja, cuyo caso se está debatiendo en el Tribunal Supremo del país. Este fotógrafo fue Grey Villet, y en Creative Boom le han dedicado un artículo donde se pueden ver algunas de las fotografías del reportaje. Que están muy bien.

Quienes me sigan con frecuencia sabrán que tengo debilidad por los fotógrafos precursores de la fotografía en color. Casi siempre norteamericanos. Pero hoy cambiaremos de continente y contemplaremos algunas fotografías de un precursor europeo de la fotografía en color, Harry Gruyaert. El fotógrafo belga ha sido objeto de un artículo en L'Oeil de la Photographie.

Papelera La Montañanesa - Montañana (Zaragoza)

Y ahora vámonos con una de las fotógrafas españolas más destacadas, Cristina García Rodero, de quien estamos acostumbrados a ver sus fotografías en blanco y negro sobre las tradiciones religiosas y otras supersticiones populares. Pero para uno de sus últimos trabajos en colaboración con organizaciones no gubernamentales en la India ha optado por el color. Algo muy habitual en los fotógrafos cuando trabajan en este país, aunque hay notables excepciones. El caso es que en Albedo Media/DSLR Magazinee nos han hablado de ello y me ha parecido interesante.

Últimamente están apareciendo de forma muy recurrente las fotografías que Stephen Shore realizó en The Factory de Andy Warhol. Desde mi punto de vista no es el trabajo que más caracteriza a Shore, pero no deja de tener una significación importante en la historia del arte moderno, y por ello lo traigo aquí, de la mano del artículo que le dedicaron en Impossible Magazine.

Instalaciones deportivas El Gran Capitán - Montañana (Zaragoza)

Siempre me ha gustado la fotografía de danza y ballet, y eso me basta para traer aquí y recomendar la obra de Gérard Uferas, tal y como nos la muestran en L'Oeil de la Photographie.

Mark Seliger es uno de los más importantes retratistas en Estados Unidos, especialmente de la gente del famoseo, y además sucedió a Annie Leibovitz como fotógrafo jefe de Rolling Stone. A mi me sonaban algunos de sus retratos, pero me ha parecido especialmente interesante la entrevista de Ken Weingart y la selección de fotografías que se muestran en el artículo.

El Gran Capitán - Montañana (Zaragoza)

Otro retratista, Peter Hujar. Esta vez recomendado por Cada día un fotógrafo/Fotógrafos en la red. Fallecido prematuramente hace ya tres décadas, su trabajo más destacado fueron sus retratos de vida y muerte, impulsado por la decadencia de la ciudad de Nueva York en los años 70 del siglo XX. Posteriormente fotografió a mucha de las gentes que lo rodeaban, gentes que algunas consiguieron cierta celebridad. A mí me parecen muy interesantes sus retratos, en un formato medio cuadrado tradicional, muy limpio y muy directos.

Sudamérica es un continente de gran variedad de paisajes, gentes y situaciones sociales y políticas. Es difícil abarcarlo de forma íntegra y menos sin caer en tópicos. En Booooooom nos han mostrado el trabajo dedicado a este continente por el belga Kevin Faingnaert, con una mezcla de retratos, paisajes y fotografía documental de colores claros, suaves y limpios. Creo que es una mirada fresca y moderna a algunos de los países sudamericanos.

Compuertas en La Ordana - Montañana (Zaragoza)

En otro orden de cosas, En Clavoardiendo nos hablaron recientemente de los abigarrados collages de Agustín Roba, que mezclan imágenes de la cultura popular, especialmente del cine y la televisión, con autorretratos del propio artista caracterizado de algunos de los personajes que han aparecido en esos medios. Ya he dicho en alguna ocasión que el collage es una técnica que me atrae mucho, pero para la que no me siento capacitado, lamentablemente. Os pongo un vídeo sobre la obra de Roba,

Terminaré con un recurso para explorar. Se trata de Women Photograph, cuya única misión es constituirse en una recopilación de fotógrafas documentales y editoriales, autónomas y con más de cinco años de experiencia. Un recurso destinado a intentar acortar las diferencias de visualización de la obra entre fotógrafos masculinos y femeninos. Incluyen en el concepto "mujer" también a personas que han optado por ese género mediante procesos de transexualidad. No recuerdo dónde lo recomendaron. Para dedicar muchas horas explorando...

Visita a la cartuja de Aula Dei