La fotografía como afición y otras artes visuales

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Como viajar hoy en día con una cámara de película y no morir en el intento - En Nueva York con una Olympus mju-II

Cuando preparábamos nuestro viaje a Nueva York, del que ya os hablé a propósito de la Fujifilm GS645S Professional, pensamos que sería buena idea hacer alguna fotografía en película tradicional. A ser posible en blanco y negro, llevando en mente la estética de las películas de Woody Allen de cierta época, como Annie Hall o Manhattan. Esta última la más apropiada para ambientarse.

Una visión del East River y el distrito financiero del Bajo Manhattan al anochecer.

Una posibilidad que contemplamos fue la de agenciarnos una vez que llegásemos alguna cámara desechable de Ilford. Aquí en Zaragoza, España, son imposibles de encontrar, pero dábamos por hecho que allí, en el centro del Universo conocido, sería más sencillo. Porque ya llevábamos suficientes cámaras digitales para no llevar mucha más impedimenta, y poder llevarla en el bolsillo sin miedo.

Tradicional vista del sur de Manhattan desde el Empire State Building.

Pero entonces recordé que yo tengo en casa la cámara ideal para este propósito. La Olympus mju-II es una cámara compacta para película perforada de 35 mm y fotograma del tamaño tradicional de 24 x 36 mm, resistente a salpicaduras y al polvo, con un objetivo de 35 mm f/2,8 que ofrece una excelente calidad de imagen. Y su tamaño no es mayor ni mucho menos que las cámaras desechables que llevábamos en mente, para una calidad de imagen posible mucho mejor.

ISO 125/22º no es mucho para el interior de Grand Central Terminal, pero aun así la foto queda dinámica y muy ambientada.

Como material sensible, decidí llevar película Ilford FP4 Plus, con una sensibilidad ISO 125/22º, para obtener un grano contenido luego al escanearla. Eso sí. El revelador a mano es Rodinal, que no colabora mucho en esto del grano, y que la verdad no me ha gustado mucho el resultado que me ha dado con esta película. La Ilford Delta 400 que compré para probar la Fuji que ya os he mencionado quedó mucho mejor. Dejando aparte que el fotograma 2,5 veces mayor obliga a ampliaciones mucho menores.

Frente al edificio de las Naciones Unidas, decidimos “competir” contra la cámara de gran formato de este fotógrafo, al que le hizo gracia comprobar que le hacíamos la foto con la pequeña Olympus, mientras que les ponía mala cara a otros turistas que llevaban modernas cámaras digitales. Colegas en esto de la película tradicional, supongo…

En cualquier caso, el resultado final nos ha gustado, y entre los dos carretes de 36 exposiciones que hice, algunos han quedado bastante majetes, como reportaje en un estilo más tradicional. Y aquí podréis ver algunos ejemplos de ello.

Una cámara de este tipo es muy discreta, y es ideal para no molestar en los atardeceres de Central Park.
El grafismo de los motivos arquitectónicos, como el edificio del Museo Solomon R. Guggenheim de Frank Lloyd Wright, suele ser un buen motivo para el blanco y negro más tradicional.
Por supuesto, las calles y avenidas de Manhattan son fuente incesante de inspiración fotográfica, por sus tipos y por su arquitectura.
Y el pequeño tamaño de la cámara, muy discreta en color negro, no intimida a los extraños cuando te acercas a fotografiarlos en situaciones curiosas, como a esta joven en el puente de Brooklyn. Y con un 35 mm te tienes que acercar un tanto para hacer la foto.