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Último rollo de Lomography Color Negative 400 del verano - Praktica MTL5 con Tessar 50/2,8

Para la #CrappyCommieCameraParty de la que os he estado hablando durante todo el verano, en la que he participada utilizando mis cámaras y objetivos fabricados en los países del antiguo bloque prosoviético durante la guerra fría, compré ha principio de la estación tres rollos de película Lomography Color Negative 400. Con el que os presento hoy, he llegado al tercero de los tres que venían en el envase conjunto que adquirí en un comercio local de Zaragoza. Hace unos días ya os comenté los resultados del que expuse con el Mir-1 37/2,8 adaptado a una Canon EOS. Y lo que tengo que comentar hoy no es más que más de lo mismo, de alguna forma.

En esta ocasión utilicé un equipo fabricado en Dresde y Jena, antigua República Democrática de Alemania. La cámara, la Praktica MTL5, fue fabricada en Dresde por Pentacon, mientras que el objetivo, Carl Zeiss Jena Tessar 50/2,8, fue fabricado por Carl Zeiss Jena en esta última ciudad. Hay que decir que el objetivo que tengo yo se fabricó para el mercado de los países satélites de la Unión Soviética, ya que la marca registrada "Tessar" era propiedad de Carl Zeiss Oberkochen, en la República Federal de Alemania. Y este objetivo se vendía fuera del bloque prosoviético como Jena T 50/2,8.

Las Praktica con montura de rosca M42, de 42 mm de diámetro, son muy apreciadas por muchos fotógrafos veteranos, aficionados o profesionales, porque por su ajustado precio fueron la cámara de entrada a la fotografía para muchos de ellos. La MTL5, que funciona con una razonable fiabilidad, resulta sin embargo tosca y con una ergonomía "discutible", como me gusta decir para no ofender a esos colegas que sienten cariño por estos trastos. Es puramente mecánica, sólo precisa una pila para alimentar el fotómetro incorporado. Pero como está preparada para un pila de mercurio, prohibidas por su toxicidad e impacto ambienta, de las que hay que buscar alternativas diversas, pero no siempre inmediatas, la uso sin ella y con un fotómetro externo de mano, generalmente el Gossen Digisix, o exponiendo por estimación bajo la regla "soleado f16".

El objetivo, como tantos de su época, que son los años 50, aunque se estuviese vendiendo varias décadas, tal vez con alguna actualización en los vidrios ópticos utilizados (o tal vez no, nada puede asegurarse de la fabricación al otro lado del telón de acero), tiene unas prestaciones honorables y adecuadas cuando se diafragma a unas aperturas entre f5,6 y f11. Pero es utilizable en todo el intervalo de aperturas, con una gran ventaja. Su distancia mínima de enfoque, entre 30 y 35 cm, es muy favorable para la fotografía de aproximación, con una escala de reproducción 1:4 frente al 1:7 - 1:10 de la mayor parte de los 50 - 55 -58 mm de la época. Tiene un confortable diámetro de filtro de 49 mm, lo que me permite ponerle una lente de aproximación de buena calidad de 3,33 dioptrías, que me permite rozar la escala de reproducción 1:2. En realidad es más cómodo de usar adaptado a una Pentax K o a una Canon EOS que sobre la montura nativa de la Praktica.

En cuanto a la película, la Lomography Color Negative 400, cabe decir lo que ya comenté en la entrada anterior. Es una película ISO 400 que tiene un aspecto más parecido a algunas películas de principios de los años 90 que a las modernas todo terreno actuales de la misma sensibilidad. Grano muy aparente, aunque tiene unos colores bien definidos y saturados, sin pasarse, con cierta predominancia cálida en mi muy subjetiva, y posiblemente sesgada, apreciación. En The Big Film Database no están seguros de quien la fabrica, pero sospechan de que sea una antigua emulsión de Kodak, que sería coherente con esos tonos cálidos, fabricada o terminada en China, con el embalaje de Lomography, que no fabrica las películas que vende bajo su marca.

El caso es que no es precisamente mi película favorita de las que vende Lomography bajo su marca. Prefiero la Lomography Color Negative 800, especialmente en formato 120 para cámaras de formato medio. Pero en este verano me he dado cuenta de que abrazando sus características, puedo convivir con ella y disfrutarla. Existe una tendencia actual, debido al uso de la Kodak Portra 400 por los profesionales del retrato y el reportaje social (BBC = Bodas, bautizos y comuniones), a sobreexponer las películas negativas en color, con lo cual se puede obtener un grano más fino y unos colores menos saturados, adecuado al retrato. Pero cada vez estoy más convencido de que esto no funciona igual de bien con todas las emulsiones.

Después de la experiencia de este verano, prefiero exponer esta Lomography Color Negative 400 a su sensibilidad nominal, asumir que va a tener un grano evidente, propio de su sensibilidad y de que no es un producto innovador y puntero, y obtener unos colores más saturados, que tampoco es que lo sean de forma exagerada, unas sombras más profundas, y un aspecto general más llamativo, pero que no es desagradable ni mucho menos, que sobreexponerla para obtener un grano menor, pero produciendo un aspecto más anodino, cono unas sombras desvaídas. Lo que no se debe hacer es digitalizarla levantando las sombras a toda costa, porque entonces si que aparecen desviaciones del color feas, y un grano horrible. 

Asumamos la película con sus características y disfrutémosla si llega a nuestras manos. Eso sí... como casi todos los productos Lomography, tiene un precio excesivo para la calidad que ofrece. Y por ello, lo normal es que yo siga fiel a las películas de Kodak Ultramax 400, mi preferida en estos momentos para un uso general, o la Fujifilm Superia X-Tra 400, que tampoco está mal. Y si quiero gastarme más dinero, que está muy cara, pero puede merecer según lo que quiera hacer, la líder en calidad en esta sensibilidad, la Kodak Portra 400.

Praktica MTL5, ergonomía "discutible" - con Tessar 50/2,8 y Lomography Color 400

Vuelvo a retomar mis entradas técnicas sobre fotografía. Principalmente, aunque no exclusivamente, fotografía con película tradicional. Ya escribí en el mes de julio un par de entradas sobre el uso de cámaras y otros equipos fotográficos fabricados antes de 1990 en los antiguos países de influencia soviética, o en la misma Unión Soviética. Cámaras y objetivos que podrían ser buenos, si no fuera porque la calidad de fabricación era muy irregular. Obviamente, los controles de calidad debían ser casi inexistentes, lo cual provocaba que algunas unidades despertaran el cariño y adhesión de sus propietarios, mientras que otras... pues no tal. Como ya conté, estoy en esta historia como consecuencia de la iniciativa #CrappyCommieCameraParty impulsada en Twitter por @ShittyChallenge.

La Praktica MTL5 fue fabricada en la extinta República Democrática Alemana por Pentacon. En su momento, Pentacon fabricó cámaras y objetivos bajo una panoplia de marcas muy prestigiosas, incluida Zeiss y otras. Hasta que los occidentales se pusieron serios con los temas de propiedad intelectual y marcas registradas, lo que hizo que poco a poco dejaran de usar esas marcas, y al final quedase Praktica para las cámaras de 35 mm con una serie de objetivos que procedían de los Carl Zeiss que se fabricaba en Jena y eran diseños correctos, pero antiguos a partir de un momento dado. Lo que pasa es que podían funcionar honestamente, especialmente si se diafragmaban a aperturas medias como el intervalo entre f/5,6 y f/11.

Mi combinación original fue una Praktica MTL5, cámara réflex mecánica con montura de rosca M42, lo que la hace apta para recibir una amplia variedad de ópticas de distintas marcas, con un Carl Zeiss Jena Tessar 50/2,8, que en occidente se vendían con otra marca. La cámara tiene una fabricación barata, algunas opciones de diseño, como la posición del disparador, son "raras" lo que le otorga una ergonomía "discutible". Fue fabricada entre 1984 y 1986, año que fue sustituida por una MTL5B, y usaba las malditas pilas de mercurio que ya no se fabrican. Por lo que yo la uso con fotómetro de mano o estimando la exposición a ojo, con la famosa regla del "soleado f/16". La compré para usar las ópticas con montura de rosca M42 que tengo... pero lo cierto es que es más cómodo usarlas con cualquier Canon EOS y el adaptador correspondiente. Sin comparación la comodidad de estas últimas. Suelo usar la Canon EOS 650.

El Tessar es un objetivo decente. Hay que tener en cuenta que con sólo 4 elementos en 3 grupos, las correcciones de aberraciones son las justas, y además no permite aperturas muy luminosas, de ahí su limitada f/2,8 como apertura máxima. Pero diafragmado a f/8 es nítido y perfectamente utilizable. Es utilizable a una variedad de aperturas, pero esa apertura sería su óptimo. Y tiene otra gran ventaja. Si la mayor parte de los 50 mm de la época tenían su distancia mínima de enfoque en torno a los 45 cm, con ejemplares más antiguos o los fabricados en los países de la Europa del Este con distancias mínimas todavía más alejadas, en torno a los 55 o 60 cm, este Tessar tiene una distancia mínima de enfoque que se sitúa entre los 30 y los 35 cm. Por ello, ayudado con alguna lente de aproximación, es idóneo para fotografía de proximidad.

Por hacer la gracieta, para estas semanas de "cámaras soviéticas", decidí comprar algunos rollos de Lomography Color 400. Al fin y al cabo, la marca Lomo también fue soviética hasta que unos austriacos la compraron para vender bajo ella  productos malos de fotografía. No está claro quién fabrica esta película negativa en color. En algunas fuentes se habla de que se trate de alguna emulsión antigua de Kodak fabricada en China. Lo cual también la hace ideal para esta "party", dada la dictadura del PCCh en el gigante asiático. Esta película es claramente antigua, con un grano muy excesivo en comparación con películas negativas en color más modernas de la misma sensibilidad. Y los colores no me entusiasman, un poco muertos, pero no han quedado mal. Pero bueno, que se trata de pasarlo bien haciendo fotos.

El principal problema que he tenido con el rollo ha sido debido a los defectos de la cámara. Como cuando lo expuse fueron días de sol radiante, le puse un filtro de densidad neutra al objetivo, para permitirme, llegado el caso, limitar la profundidad de campo y esas cosas. Pero el único que tengo de 49 mm de diámetro, como el Tessar, es un ND64, que quita seis pasos de luminosidad. Y entonces el visor, que de por sí es regular, se oscurece bastante, y he cometido algunos errores de enfoque. También pasa, que he tenido que usar velocidades "lentas", de "sólo" 1/60 segundo... y dada la ergonomía "discutible" de la cámara y su escasa consistencia para su volumen, algunos fotogramas han quedado algo "movidos". En fin, os dejo unos cuantos ejemplos, y a otra cosa, mariposa.

El Tessar de la DDR sobre la Canon EOS 650 y película Kodak ColorPlus 200

Siempre he sentido simpatía por los objetivos con una fórmula óptica de tipo Tessar. Se llamen así o no, se reconozca este ascendiente o no. La marca Tessar es propia de Carl Zeiss, pero el diseño del triplete con cuatro elementos es un clásico que durante décadas ha sido utilizado por muchas marcas, especialmente en sus objetivos o en sus cámaras más económicas pero dignas. Por esta fórmula óptica tan sencilla es más capaz de lo que nos parece. Con la salvedad de que no admite aperturas máximas grandes, normalmente los más luminosos se quedan en el f/2,8, el centro de la imagen suele ser nítido y las esquinas y los bordes lo son menos a no ser que diafragmemos a sus aperturas óptimas, pero generan una imagen agradable. Por lo menos con película fotográfica tradicional; los sensores digitales, especialmente los que tienen más densidad de píxeles, ponen en grandes dificultades estos objetivos.

Hace unos años, me entró la curiosidad por los objetivos fabricados en los países de más allá del Telón de Acero, con las fórmulas ópticas de Carl Zeiss. En aquellos momentos eran muy baratos y, siempre que fueran suficientemente antiguos, bastante decentemente construidos. Los más modernos solían tener calidades más cuestionables. Hoy en día se han encarecido, en algún caso injustificadamente para lo que ofrecen. Pero existe un cierto esnobismo en el mundo, que es aprovechado por quienes quiere vender determinados objetos. Me hice con una pequeña colección de cuatro objetivos de 50 mm de focal, o similar, de fabricación germanooriental o soviética, que funcionan bien. Dos de ellos eran de tipo Tessar. Uno soviético, de tamaño minúsculo, un Industar-2 50/3,5, y otro de la Alemania oriental, un Tessar 50/2,8, que he sacado de la vitrina para usarlo durante unas semanas en el mes de enero.

La cámara con la que venía el Tessar alemán, una Praktica MTL B, y que por un precio ridículo adquirí para usar estos objetivos de montura de rosca M42, es una lata de utilizar. El disparador es muy duro, situado en una posición incómoda. Utiliza pilas de mercurio que no se pueden conseguir, cuyas alternativas son una complicación, con lo que acabo usándola sin el fotómetro incorporado. Es grandota y fea para lo que sirve... Por lo tanto, decidí usar el Tessar con la Canon EOS 650  y un adaptador de rosca M42 a montura EF. Y es mucho más cómodo fácil de usar. Sinceramente.

Le puse a la EOS 650 un carrete de Kodak ColorPlus 200, una película económica, pero digna, con un rendimiento agradable de los colores, y me la llevé encima como cámara de paseo durante unas semanas. Terminé el carrete en la excursión que hicimos el 30 de enero al Parque Natural del Chopo Cabecero del Alto Alfambra en Galve, provincia de Teruel.

No he descubierto nada nuevo, salvo que efectivamente, como ya he dicho, es más agradable de usar este objetivo con la EOS que con la Praktica con la que venía. Como ya recordaba, tiene una mecánica agradable de usar. No la he utilizado a distancias muy cortas de enfoque, pero tiene una distancia mínima más favorable que la mayoría de los 50 mm lo cual lo hace adecuado para fotografía de aproximación. Y se confirma lo que ya sabíamos. A diafragmas intermedios, entre f/5,6 y f/11, el objetivo cumple sin problemas, ofreciéndonos una imagen no muy contrastada, pero razonablemente nítida. Los colores, en combinación con la ColorPlus 200 son agradables. Y la nitidez sufre en las aperturas más abiertas. Cuando alguna toma general se me quedó el objetivo a plena apertura o cuando intenté aislar del fondo los chopos cabeceros abriendo el diafragma, la nitidez del detalle fino sufre. Esto hay que tenerlo en cuenta. En los cuatro últimos años he aprendido más a evaluar las ópticas y noto más los problemas.

Un objetivo este, que puede ser divertido de usar, pero por el que no recomendaría pagar mucho dinero. En un vistazo a las cotizaciones en eBay, he visto que van entre los 30 y los 70 euros. Creo que su valor más justo está más entre los 30 y los 40 euros que entre los 50 y 70 euros. Es un objetivo frecuente, con una calidad digna, pero limitada. Que las modas no impongan gastos excesivos. A mí me costó bastante bastante menos, con cámara incluida.

Pruebas con película tradicional - Praktica MTL5, SMC Takumar 1:2/35, Zeiss Jena Tessar 2,8/50, Industar-50-2 3,5/50

En los dos últimos meses habéis podido comprobar que he estado probando y usando cámaras y objetivos de antaño, con algunos elementos en común. O bien están fabricados durante la Guerra Fría en los país del bloque europeo oriental, o en el caso de los objetivos, tienen montura de rosca M42.

Veamos los presuntos implicados en este comentario de hoy.

Como vemos tenemos la cámara fabricada en la antigua República Democrática Alemana Praktica MTL5, con su objetivo acompañante, un Zeiss Jena Tessar 2,8/50. También tenemos un SMC Takumar 1:2/35 fabricado por Asahi Pentax, que he utilizado en las fotografías que presento hoy bien unido a la Praktica, bien a una Pentax MX, con el adaptador correspondiente. Este objetivo es japonés; es el único no originado tras el Telón de Acero. Y tenemos el minúsculo Industar-50-2 3,5/50, de fabricación soviética, en origen acompañado de la Zenit E que ya os comenté que había dejado de funcionar, y que en las fotos de hoy he usado sobre la Pentax MX con el adaptador correspondiente.

Los enlaces anteriores dirigen a los artículos en los que mostraba los resultados de los objetivos montados mediante los adaptadores correspondientes sobre cámaras digitales.

Praktica MTL5 + Takumar 35/2; todas las fotos del artículo realizadas con película Kodak Portra 400 expuesta a IE 200 o 400, según las condiciones de luz.
Praktica MTL5 + Takumar 35/2

Mientras preparaba el artículo tras la llegada de los archivos digitalizados tras el revelado, como tengo por costumbre, por Carmencita Film Lab, tuve la ocasión de leer un artículo en Petapixel que, además de hacerme gracia, me hizo pensar en los criterios actuales para comprar material fotográfico, y dentro de él los objetivos, y los criterios de antaño para ello. En esas 11 tonterías que los fotógrafos dicen sobre su material, hay varias que afectan a las ópticas que me parecen interesantes como reflexión:

La gente se fija más en el "bokeh" que en el sujeto de interés, el que está enfocado... Una tontería como un piano de grande. Por "ideal" que sea el carácter de las áreas desenfocadas de la fotografía, si el sujeto principal es banal o malo, la fotografía será banal o mala. No digamos ya cuando la gente se "enchocha" con un objetivo por su capacidad para producir un "bokeh" con "efectos especiales"... que tan cansinos pueden llegar a ser si se abusa de ellos. Sean por grandes aperturas, como las "pompas de jabón" o "los remolinos de la zona desenfocada", o por estrechas aperturas, como las "estrellitas" debidas a la difracción.

El mito de determinadas focales en la actualidad. Véase el 85 mm, siempre con una apertura de f/1,4 o mayor. La mayor parte de las fotos importantes de la historia de la fotografía se han hecho con focales distintas de estas y con diafragmas mucho más cerrados. Retratos incluidos. De verdad.

Praktica MTL5 + Tessar 50/2,8
Praktica MTL5 + Tessar 50/2,8

El famoso "punto dulce" de los objetivos, que empieza a ser tan mítico como el "punto G" de la anatomía femenina. Mira. Si los objetivos estuvieran pensados para ser usados en su "punto dulce", no tendrían una apertura variable. La apertura variable sirve para dos cosas; para gestionar la profundidad de campo y la estética de nuestra foto, o para aumentar o disminuir la cantidad de luz que le llega a la superficie sensible, si es necesario. Si necesitamos aislar el sujeto principal del fondo, abriremos todo lo que necesitemos el diafragma, sea como sea la nitidez a esas aperturas. Si necesitamos toda la profundidad de campo posible al realizar un paisaje, cerraremos el diafragma lo que necesitemos y que la difracción se las apañe sola.

El objetivo está "desfasado" u "obsoleto"... Pues no. Los objetivos son como son. Y salvo que se deterioren o se estropeen, lo más probable es que cumplan la misión para la que fueron fabricados de por vida. Mucho más duraderos que las cámaras. Y si estaban bien cuando se compraron, y cumplieron bien con su tarea, seguirán haciéndolo. No importa que hayan salido al mercado otros más avanzados con mejor solución a las aberraciones ópticas y mayor nitidez. Como decía Cartier-Bresson, la nitidez es un concepto burgués, y no define la calidad global de una fotografía.

Pentax MX + Takumar 35/2
Pentax MX + Takumar 35/2

Se podrían hacer más comentarios, pero estos que he señalado me parecen los más interesantes. Todo el material utilizado en las fotografías de este artículo está mejorado por productos posteriores, e incluso por productos comentarios fabricados con más rigor. Esto último aplicable al material de la antigua Europa Oriental de forma casi universal. Pero con todo este material, ha habido personas, fotógrafos o aficionados a la fotografía, que han sido capaces de realizar fotografías artísticas, interesantes documentalmente, emortivas o entrañables. Muchas de las fotografías tomadas por gente que arriesgaba su integridad física durante la invasión de Budapest por los soviéticos en 1956 o cuando se machacó la primavera de Praga en 1968, usaron este tipo de material. Y hoy nos parecen documentos fotográficos imprescindibles. A mí me gusta mantener una memoria histórica. En el concepto noble e interesante del término, no en el manido y desprestigiado por los políticos.

En cada una de las fotografías que muestro en este artículo se indica la combinación de cámara y objetivo que se ha utilizado. De entrada decir una cosa. Las fotografías más interesantes que he obtenido usando esta cámara y estos objetivos son aquellas en las que la luz era más idónea o el motivo encontrado era más interesante y mejor encuadrado. Y no tiene nada que ver con el material que estaba usando en ese momento. Por ejemplo, es mucho más cómodo, sencillo y ágil de usar cualquiera de estos objetivos con la Pentax MX que con el talabarte de de la Praktica MTL5. Pero las fotografías tomadas con la Praktica y el Takumar 35 mm a la caída de la tarde probablemente son más interesantes que las tomadas con la Pentax MX y el Takumar 35 mm en las horas centrales del día.

Pentax MX + Takumar 35/2
Pentax MX + Takumar 35/2

Otro ejemplo, el Industar-50-2 y el Tessar 50/2,8 de Zeiss Jena son ambos similares en su diseño óptico; cuatro elementos en tres grupos, copiando la fórmula de los Tessar de Carl Zeiss. El fabricado en Jena es dos tercios de paso más luminoso y su distancia mínima de enfoque es la mitad que el Industar. Pero si haces las fotos en la rosaleda del Parque Grande a la caída de la tarde, con unas bonitas rosas, probablemente habrá más partidarios de esas fotografías realizadas con el objetivo soviético, que de las modestas flores obtenidas con la óptica alemana al mediodía. ¿Me estoy explicando?

Dicho todo lo cual, una inspección crítica de las fotografías realizadas nos hace ver un hecho que ya podíamos suponer. El Takumar 35 mm es mucho mejor objetivo que cualquiera de los otros dos. Es mucho más sólido, con una fórmula óptica más compleja y mejor corregida y muy utilizable, incluso con cámaras modernas, aunque a grades aperturas, con las réflex digitales, las esquinas sufren en exceso por el viñeteado y otras cuestiones.

No es este el único articulo sobre estas cuestiones que tengo pendiente... Y en los próximas días, seguramente durante este fin de semana largo que disfrutamos en Zaragoza, veremos más ejemplos de fotografías realizadas con material antiguo sobre película tradicional.

Pentax MX + Industar 50/3,5
Pentax MX + Industar 50/3,5

Éxito a medias en la feria del coleccionista - Zenit-E "Moskva 1980" + Industar-2 50/3,5

El pasado sábado día 9 de abril de 2016 estuve en compañía de mi sobrino Diego toda la mañana. Es algo que sucede con cierta frecuencia, lo de pasar las mañanas de los sábados juntos. Tiene 7 años, y variamos las actividades que hacemos juntos en función del tiempo atmosférico, de la oferta de actividades en la ciudad y de las ganas que nos entran. Ese sábado hizo buena mañana, así que de 10 a 11 de la mañana estuvimos jugando un rato en la pista de tenis del Centro Deportivo Municipal "La Granja", y después de ver como corrían en la pista de atletismo unos escolares poco mayores que Diego, almorzamos un zumo y un pincho de tortilla antes de ir a Coleccionea, la mercadillo del coleccionismo que estaba instalado en el Centro Cívico "Universidad", en la calle Violante de Hungría de Zaragoza. Y allí compramos algo para todos, para el sobrino, para el tío y para la madre trabajadora del pequeño, en ausencia.

Curiosamente, el día anterior,... o el anterior,... no recuerdo con precisión, había estado repasando los vídeos de mis suscripciones en Youtube, entre las cuales se encuentra Christopher Frost Photography, un tipo que se dedica a probar todo tipo de material fotográfico, pero que me interesa porque de vez en cuando nos muestra chismes, especialmente objetivos, de antaño. Y como los adapta a sus Canon EOS, pues sus indicaciones mi valen. Y repasando entre sus vídeos, me encontré que hace 11 meses había probado un pequeño objetivo soviético, y visualicé el vídeo. Este que os pongo a continuación.

No soy extraño a estos pequeños Industar. Esta es la denominación que daba la fábrica soviética KMZ para los compactos objetivos, generalmente de 50 mm de focal, que manufacturó copiando la formula de los Tessar que se llevaron de la fábrica de Carl Zeiss en Jena tras la Segunda Guerra Mundial. Hace unos años, también en una edición de Coleccionea, compré un Industar-22 50/3,5, con montura M39, compatible con las Leica de montura de rosca. Y con el adaptador oportuno, con cualquier Leica con montura de bayoneta M, fabricadas desde los años 50 hasta la fecha, incluidos los modelos digitales. Ya escribí en estas páginas mis experiencias en su momento.

El caso es que paseando por la feria me encontré con esto.

Se trata de una Zenit-E fabricada también por KMZ, hoy en día Krasnogorsky Zavod, todavía en activo, fabricando chismes para el ecosistema Lomography. Además de cámaras que replican las de la época soviética, fabrica por ejemplo los "modernos" objetivos de tipo Petzval que comercializan los espabilados emprendedores austriacos que adquirieron la marca Lomo, pero que venden tajo bajo a precio de solomillo. Pero aquí estamos hablando de una auténtica Zenit-E de la época soviética, con el emblema "Moskva 1980" correspondiente a los Juegos Olímpicos de Moscú 1980. Lo cual nos da una idea de la época de fabricación de esta cámara en concreto, ya que el modelo se estuvo fabricando entre 1965 y 1986. Y su chasis sirvió de base para la fabricación de otros modelos de cámaras vendidas bajo la marca Zenit u otras propias del bloque soviético.

La cámara es realmente arcaica. Tiene un fotómetro de selenio, no TTL, que a estas alturas no podemos considerar fiable. Dispone de un selector de sensibilidad ISO para ajustar el fotómetro, y una rueda de velocidades de obturación que va de 1/30 s hasta 1/500 s. más la posición "B". Esto quiere decir que, a pleno sol, la película con mayor sensibilidad usable sin recurrir a la sobre exposición es de 400 ISO, ya que la mayor parte de los objetivos acompañantes tienen un diafragma mínimo de f/16. La velocidad de sincronización del flash es a 1/30 solamente. La zapata de accesorio es fría, por lo que el flash hay que conectarlo a un contacto PC-sync que encontramos en el frontal de la cámara. Venía con un dispositivo de disparo retardado, que se encuentra ausente en el modelo que os presento.

En su parte posterior, cuando la abrimos, comprobamos que la cámara no está mal cuidada y tiene muy buen aspecto.

La cámara dispone de una montura para objetivos con rosca M42, similar a la que os presenté hace unas semanas cuando os hablé del modelo de cámara Praktica MTL5, fabricada en la antigua República Democrática Alemana. La Zenit-E se vendía habitualmente con un objetivo Helios-44 58/2, muy interesante para uso general aun con esa focal un poco demasiado larga para un objetivo estándar. Pero parece que es en ese entorno de focales donde es más fácil obtener una óptica con buen rendimiento y bajo coste. No obstante, el modelo que os presento viene con el Industar-2 50/3,5, el objetivo que nos presentan en el vídeo anterior usado sobre cámaras digitales Canon EOS, que es más antiguo en su concepción, con una fórmula Tessar de 4 elementos en 3 grupos. Absolutamente similar al que venía con la Praktica del que ya os hablé. Pero mucho más compacto en tamaño debido que en lugar de una apertura máxima f/2,8 se queda en un f/3,5, dos tercios de paso menos luminosa. Comparemos el tamaño de ambos objetivos. A la izquierda el Industar-2.

Para probar el objetivo, lo monté sobre la Canon EOS 5D Mark II con el adaptador correspondiente. Frost, en su vídeo, nos dice que el objetivo da mejores resultados en esta cámara que en las modernas cámaras EOS de sensor APS-C, probablemente por la diferencia de tamaño de los fotositios. Los más pequeñitos de las APS-C estresan más los fotones que atraviesan el Industar-22. Supongo. Mi EOS de sensor APS-C es más antigua y solo tiene 10 megapixeles. Lo tengo que probar... igual va mejor que con las más modernas. Bueno, de momento, la 5D Mk. II. Donde el aspecto del pequeño objetivo queda muy extraño.

Salí ayer por la tarde a probarlo, aprovechando la buenísima tarde que hacía en Zaragoza, y me encontré con un conocido de mi entorno laboral. Su esposa también está metida en el mundo de la fotografía, así que aunque él no, le extrañó mucho el aspecto de la cámara en cuanto lo vio, acostumbrado al equipamiento de su pareja. Pero veamos algunos resultados.

El objetivo tiene practicamente 300 grados de giro en su rueda de enfoque, así que su escala de profundidad de campo es amplísima y muy utilizable. Si la luz es buena y no estamos intentando aislar el sujeto con profundidades de campo estrechas, mi recomendación es situar el diafragma en f/8 y tirar de hiperfocal o de enfoque por zonas. Es muy fácil. Los mejores resultados, como nos dice Frost, se darán casi seguro entre f/5,6 y f/8. O sea que no tiene sentido complicarse más la vida.

Veamos algunos ejemplos.

El aspecto general de las fotografías es bastante aceptable. Aunque yo no las ampliaría en exceso. Cuando tienen abundante detalle fino, este aparece un poco regular. En la siguiente fotografía en la que tenemos abundancia de hierbas y hojas de árboles se pone de manifiesto cuando la he observado a suficiente ampliación.

Así pues, el objetivo puede dar resultados razonables en reportaje, pero quizá se quede demasiado corto en calidad para paisaje, salvo que mantengamos niveles de ampliación moderados. Pero bueno... me gustaría comprobar en algún momento cómo se comporta una copia impresa a un tamaño de entorno a una DIN-A3 o 45 x 30 cm. A ver si aguanta.

No pude ensayar el retrato, el paseo de prueba lo hice solo, pero sí que tomé alguna fotografía a distancias de retrato con el objetivo a plena apertura. La impresión es que la nitidez en el centro puede ser suficiente, y la calidad de la zona desenfocada, el famoso bokeh, no es malo, aunque no pueda competir con objetivos más luminosos y con más palas de diafragma. El Industar-2 dispone de 7, que tampoco está mal, pero son muy rectilíneas, y la figura del heptágono se ve claramente en cuanto cierras a f/4 en los punto luminosos desenfocados. A plena apertura, estos son circulares.

Como se puede apreciar, con la EOS 5D Mk. II, a plena apertura viñetea bastante, aunque es corregible en el procesado posterior.

Sé que aunque estos objetivos eran revestidos para combatir los reflejos internos, no se suelen llevar bien con los contraluces y las fuentes de luz frontales. El Industar-22 para montura M39 lo pasa de pena. Parece que este Industar-2 para montura M42, más moderno, tiene algo más de aguante, pero también sufre lo suyo. Lo he visto en dos fotografías, una a plena apertura y otra a f/8. En esta se nota menos, pero se nota, tanto la pérdida de contraste como las luces parásitas.

Una de las pegas que tiene el pequeño Industar-2 es que su distancia de mínima de enfoque se sitúa entre los 60 y los 65 cm, frente a los 45 cm habituales en las focales de 50 mm, y no digamos ya a la muy favorable del Carl Zeiss Jena que viene con la Praktica MTL5, que baja a los 35 cm. Sabiendo eso, me llevé algún tubo de aproximación, por si se terciaba algunas fotografía de aproximación. Me llevé dos tubos del juego de Kenko para montura Canon EF, el de 12 y el de 20 mm. Sólo usé el de 12 mm.

Suponiendo que la escala de reproducción máxima del objetivo esté en 0,095 para unos 63 cm de distancia mínima de enfoque, el tubo de aproximación de 12 mm nos permite alcanzar una escala de reproducción máxima de 1:3 con una distancia mínima de enfoque de 26 cm. En posición infinito, con el tubo de aproximación de 12 mm enfocaría a unos 32 cm. Razonablemente cómodo para los motivos florales que podemos encontrar en estos momentos de primavera en el Parque Grande de Zaragoza.

Veamos algunos ejemplos.

Como son archivos digitales, algunos datos del procesado utilizado son los siguientes. La temperatura de color utilizada oscila entre la propia de luz de día a pleno sol (4900 ºK) a la de luz de día en sombra con iluminación por el cielo abierto (6500 ºK). Temiendo un contraste escaso en este tipo de objetivos, he aplicado sistemáticamente un preajuste de VSCO simulando la película Kodak Gold 100, que viene en el paquete VSCO Film 00, que VSCO pone a disposición de los usuarios de Adobe Photoshop Lightroom de modo gratuito como paquete de prueba. Incluye también ajustes que simulan la película en blanco y negro Kodak Tri-X. Aunque parece que este paquete de prueba ya no está disponible. Una pena.

De esta forma obtenemos un contraste vivo e imágenes saturadas, pero que se pueden controlar con algunos ajustes posteriores a la aplicación del preajuste. Lo cierto es que da la impresión de que tampoco es excesivamente necesario. Pero bueno, yo os cuento cómo lo he hecho. En cualquier caso los resultados no están mal.

Christopher Frost nos advertía que en los bordes y las esquinas, la calidad del Industar-2 a plena apertura no es buena. Pero da igual, porque en este tipo de fotografías de aproximación suele estar desenfocado en esas zonas. La observación de la fotografía de las hojas a contraluz en el ordenador muestra que en el centro del campo visual, la nitidez es más que suficiente para mostrar el detalle de la nervadura de las hojas.

Poco queda más que decir. Sobre la cámara, la Zenit-E. No la he probado todavía. Como digo en el título, la compra la considero un éxito a medias. El objetivo, que es lo que más me llamó la atención y me apetecía tener, me parece que da unos resultados por encima de mis expectativas. Aunque su uso sea muy circunstancial y más de capricho que otra cosa.

Pero la cámara presenta deficiencias. El vendedor me pedía 60 euros cuando empezamos a hablar. Le pedí una inspección a fondo que me permitió sin ningún problema y con cordialidad. Observé que alguno de los espejos del pentaprisma puede tener algún tipo de fractura que se observa en el visor. Con lo cual el precio bajo a 45 euros. Después observé que faltaba el disparador con retardo. Otros 15 euros de bajada. Se quedó en 30 euros. Comprobé las distintas velocidades de obturación con la tapa trasera abierta y mirando hacia la luz a través del objetivo. Parecía todas bastante correctas. Pero no probé la posición "B". Se me olvidó. Decidí comprar.

Este tipo de compras son siempre una lotería. Cuando en casa volví a realizar el mismo proceso todo fue bien hasta que probé la posición "B". La cortinilla de tela del obturador, de movimiento horizontal, se quedó atascada. Zas. El alma de la cámara había fenecido. Es cierto que el problema es relativo. El objetivo es válido y lo puedo usar con la Praktica MTL5 de forma nativa, y con adaptadores en las Pentax de montura K y en las Canon EOS. Pero vaya... Probablemente es una cámara que no se ha usado en años... y eso también produce problemas cuando las vuelves a accionar.

En este momento, después de varios accionamiento, la cámara vuelve a funcionar en el resto de las velocidades de obturación. Pero sé que el problema está ahí. En algún momento, la usaré con algún carrete. Quizá este fin de semana. Ya os contaré. Como digo, de todas formas el Industar-2 se puede quedar montado en la Praktca MTL5 que tengo en préstamo indefinido.