La fotografía como afición y otras artes visuales

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Recomendaciones semanales - del 19 al 26 de marzo de 2017

Fotográficamente, en lo personal, esta semana ha estado más animada por la llegada de resultados fotográficos que por las fotos que he hecho realmente. Recuerdo a todos que desde hace unas semanas, mi cuenta en Instagram, que estaba dormida, no tenía más sentido que poder acceder al trabajo de alguna gente, se ha convertido en mi repositorio de fotos realizadas con película instantánea. Básicamente, película Impossible Project expuesta con un par de veteranas cámaras Polaroid, una muy simple de la serie 600, y otra de mejor calidad de la serie Image System, o Spectra en los Estados Unidos.

Y en cuanto a las fotografías que acompañan las recomendaciones de esta semana, proceden de un carrete en color que he expuesto a lo largo de unas semanas con la Olympus μ(mju:)-1 que rescaté hace unos meses. No he quedado muy contento, ya veis. A pesar de que un carrete de Kodak Portra 400 tiene sensibilidad para dar y vender en las condiciones en que he fotografiado, tengo la sensación de que tiende a usar las aperturas más abiertas, con demasiado viñeteo y con una calidad en las esquinas flojita. Pues no. Estaba totalmente equivocado. Los defectos son ciertos, pero porque están hechas las fotografías con la Vivitar Ultra Wide & Slim, cámara que entra prácticamente dentro de la categoría de las cámaras de juguete.

Empecemos como es habitual por los fotógrafos más históricos. Me han parecido muy interesantes las fotografías del suizo Jules Jacot Guillarmord, nacido en los años 60 del siglo XIX (diecinueve, sí), y que fu un pionero del himalayismo en la primera década del siglo XX, llevando consigo una cámara con lentes estereoscópicas, que en cualquier caso nos permiten tener unos fotogramas cuadrados en blanco y negro de las montañas y las nieves del Himalaya muy interesantes, así como documentos gráficos de aquellas expediciones pioneras. Lo vimos en L'Oeil de la Photographie.

En Cultura Fotográfica han dedicado un artículo a un fotógrafo al que hay que recordar periódicamente. Se trata del alemán Karl Blossfeldt. Este escultor y profesor de arte enseñaba a sus alumnos a familiarizarse con las formas a través de las plantas y otros objetos naturales. Primero dibujando, luego pasó a fotografiar estas plantas, con una técnica sencilla pero tremendamente eficaz. Una ventana orientada al norte como iluminación, una cartulina de tonos neutros, blanca, negra o gris, como fondo y su cámara de placas ortocromáticas de 9 x 12 cm enfocando la planta. También trabajo la macrofotografía con objetivos de su invención.

Hace unos días comentaba en mi Cuaderno de ruta la última película dedicada al gorila cinematográfico por excelencia. La protagonista femenina es una fotógrafa, reportera gráfica en los años finales de la guerra del Vietnam. En la película aparece con una Leica M3, un objetivo Leitz Summicron 35/2 con "gafas" y un fotómetro Leicameter. En 1973, ese equipo fotográfico estaba obsoleto entre los fotógrafos de guerra, que solían depender más de las réflex Nikon, aunque alguno siguiese llevando alguna Leica. Pero me llamó la atención lo similar que es dicho equipo al que luce una reportera gráfica de guerra real, Dickey Chapelle, en una fotografía publicada en Camerafilia. Publican en dicho blog algunas otras entradas con fotografías realizadas por esta fotógrafa en Vietnam; como no etiquetan las entradas con el nombre de la fotógrafa, no puedo poner un enlace colectivo a todas ellas. Cierto es que hay varias diferencias entre Chapelle y la fotógrafa de ficción de la película. La ficticia sale con vida de Vietnam, mientras que Chapelle murió en 1965, época en el que el equipo descrito era más probable. La fotógrafa de la película es antibelicista y Chapelle era anticomunista y apoyaba la intervención americana en Indochina. Los militares odian a la fotógrafa de ficción, y los soldados querían a Chapelle que siempre los retrataba favorablemente. Era veterana de los conflictos bélicos ya que en la Segunda Guerra Mundial ya estuvo en Iwo Jima y Okinawa, como corresponsal de National Geographic. Fue la primera fotógrafa de guerra americana en morir en acción bélica.

En más de una ocasión he traído aquí recomendaciones realizadas por el mejicano profesor de fotografía universitario Óscar Colorado. Esta semana, por ejemplo, había seleccionado el artículo con los retratos y las naturalezas muertas realizadas por la fotógrafa norteamericana Marie Cosindas, que trabajaba con película Polaroid de 4 x 5 pulgadas, generalmente con una Linhoff con un respaldo para película instantánea. No el tipo de composiciones que más me gustan, quizá demasiado recargadas y pictorialistas para mi gusto, aunque un dominio de los colores absolutamente magistral. Pero es que además Colorado ha comenzado una nueva serie de vídeos sobre historias de la fotografía en su canal de Youtube que prometen mucho. El primero me ha parecido interesante y divertido. Os lo dejo aquí, y habla del fotógrafo Yousuf Karsh y el premier británico Winston Churchill.

Y seguimos hablando en español, porque en Clavoardiendo nos han hablado de los retratos de Eduardo Momeñe, que ha publicado un librito de la colección Photobolsillo de La Fábrica. Y no está mal conocerlo. Bueno,... es que además hay un retrato de Emma Suárez, y eso ya me predispone. Cómo quiere la cámara a esta mujer. Entonces y ahora.

Un par de recomendaciones relacionadas con la fotografía y el cuerpo. Aunque con temas y estilo muy distintos.

En primer lugar, en L'Oeil de la Photographie nos hablan de la fotografía y el particular estilo del finés Arno Rafael Minkkinen, cuya obra se basa en el autorretrato desnudo, y siempre integrado, camuflado incluso, en el paisaje, o aportando un particular grafismo a sus elegantes imágenes en blanco y negro. Aunque también hay alguna cosa en color.

En DSLR Magazine (o Albedo Media, sigo sin tener claro cómo se llaman ahora), nos hablan del trabajo de Kathy Shorr, que se ha preocupado del problema de las secuelas de las armas de fuego. Esta fotógrafa americana ha ido buscando y contactando con personas que han recibido los disparos de este tipo de armas en una variedad de situaciones, y las ha retratado, en unas ocasiones mostrando las secuelas de las heridas, en otras no, respetando siempre a las personas que deciden posar para ella. Merece la pena entrar en Shot, la web del proyecto.

Son muchas las referencias que existen a casos de niños ferales o salvajes. Son personas que han pasado buena parte de su infancia aislados del contacto humano, abandonados o enclaustrados por diverso motivos por sus propios padres u otros adultos, de forma más o menos mítica, en ocasiones criados por animales. Como nos cuentan en Creative Boom, la fotógrafa Julia Fullerton-Batten, recrea en sus fotografía una serie de casos intentando interpretar y comprender los sentimientos de estos niños. La idea me parece interesante, aunque las fotografías quedan un poco como escenarios de una película más o menos mítica, triste... o de terror.

Siguiendo con los chavales, vamos a un proyecto más esperanzador. En L'Oeil de la Photographie nos hablan del proyecto Entre les tours, en el que en un barrio de una población cercana a Lion han dado a uno grupo de adolescentes durante dos semanas unas sencillas cámaras para película tradicional, unas Holga, y les han permitido expresarse. Unos han reflejado el paisaje, otros han retratado a sus amigos y compañeros,... a cada uno se le ha propuesto trabajar sobre un tema en concreto que surgía de ellos mismos. Los resultados con chicos de esta edad siempre son especialmente sorprendentes y ricos.

Terminaremos con un trabajo que nos presentan en Lens Culture sobre uno de los más fenomenales fiascos ambientales de las últimas décadas. Cuando yo era niño nos hablaban en el colegio del mar de Aral, una superficie de agua en el Asia Central, en territorio de la antigua Unión Soviética, hoy Kazajistán y Uzbekistán, que hoy en día está casi desaparecida como consecuencia de los trasvases de aguas entre los ríos Amu-Daria y Sir-Daria. Lo cual ha llevado a la ruina de las gentes que vivían del lago, pescadores en su mayoría, y que ha dejado una llanura salina y estéril. Se están haciendo esfuerzos de recuperación, mediante la construcción de una presa. El reportaje es del fotógrafo Didier Bizet.