La fotografía como afición y otras artes visuales

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Empezando la temporada del infrarrojo - Leica M6 con Rollei Superpan 200

La primavera está muy avanzada y el verano climatológico, teniendo en cuenta las progresivas elevaciones del termómetro por culpa del calentamiento global, está cercano. Y si a eso sumas las numerosas horas de sol y la modificación de los horarios para el verano,... quedan pocas horas en el día con una luz agradable o adecuada para la fotografía. Salvo que buscas miradas alternativas a lo que las "reglas", "cánones" y "sabios" de la materia nos dicen. Y una de las alternativas es mirar en el espectro del infrarrojo. Ya he publicado en estas páginas bastantes entradas sobre este tipo de fotografía, así que no la voy a explicar en esta ocasión.

Lo que hice hace unas semanas fue aprovisionarme para la temporada. Y lo hice en tres niveles. Mi cámara favorita para la fotografía en el infrarrojo es la Fujifilm GS645S Wide60. Es telemétrica, por lo que el visor de encuadre no se ve interferido por el filtro IR720 Hoya de 49 mm que uso sobre el objetivo de 60 mm. Es formato medio, con el extra de calidad. Para ser formato medio, es ligera y llevadera. El año pasado hice pruebas para fotografiar a mano alzada, comprobando que en días de sol radiante podía usarla a f/4 y 1/60 segundo a IE 200, y f/8 y 1/60 segundo empujando el revelado un par de paso y exponiendo a IE 800. Mi película de elección, después de varias pifias con las Rollei, que tiene varias denominaciones con sensibilidad extendida al infrarrojo, es la Ilford SFX 200. Aunque es sustancialmente más cara que las Rollei. Pero es muy fiable. Así que compré varios rollos de SFX 200 en formato 120.

También quiero usar la Leica M6 para este tipo de fotografía. También es telemétrica... por lo que va bien por la no interferencia del filtro con el visor. Y es de objetivos intercambiables, por lo que puedo variar las composiciones. Pero el Hoya IR720 de 49 mm es demasiado grande, y molesto de usar con adaptador. Por lo que he buscado una opción en los 43 mm de diámetro, me sirve directamente para el Zeiss Planar 50/2 ZM y para el Zeiss Biogon-C 35/2,8 ZM, y con un adaptador, que ya tengo, para el Summicron 35/2 ASPH. En principio, lo usaré con los Planar. Pero como no sé cómo iba a ir, racaneé un poco y compré un filtro chino a mitad de precio que los Hoya. Como eventualmente quiero usar la Hasselblad para este fin, aunque ahí ya sobre trípode y con más cuidado, también cogí una versión de 67 mm, que me puede valer también para alguno de los objetivos que uso con las Canon.

Y por último, dado que los problemas de calidad de las Rollei tenían que ver con los rollo de formato 120, decidí darle una nueva oportunidad a esta marca, pero con rollos de 35 mm. Por lo que encargué algunos rollos de Rollei Superpan 200, apreciablemente más baratos que los de la SFX 200. Para usarla con la Leica M6. Hay que considerar además que la profundidad de campo a f/4 con un tamaño de negativo de 24 x 36 mm es mayor que con uno de 42 x 55 mm que ofrece la GS645S. Para un objetivo de 35 mm como el Biogon-C, la hiperfocal a f/4 es a 10,2 metros, con una profundidad de campo que va desde los 5,1 metros hasta infinito. El 60 mm de la GS645S, que ve un poquito menos que el Biogon-C, pero es similar, tiene una hiperfocal a f/4 de 20,1 metros, con una profundidad de campo que va desde los 10,1 metros hasta infinito. Teniendo en cuanta que sobre todo lo uso para paisaje... queda claro lo que quiero decir, ¿no? Además hay otra cuestión... siempre es mejor usar un objetivo, para mayor calidad de imagen, con el diafragma algo cerrado.

Con estos refuerzos en mis existencias, hace dos fines de semana monté el IR720 de marca poco conocida sobre el Biogon-C 35/2,8 calzado en la Leica M6. Y me dispuse a hacer un rollo de Superpan 200 en el fin de semana. El sábado hubo tiempo de sol radiante, pero el domingo tuve que usar en algún momento el pequeño trípode de viaje que tengo, y que llevaba en la mochililla por si acaso, porque salió lluvioso y nublado. Aunque acabó despejando. Una cosa que se me ha olvidado comentar es que una vez enfocada las escena con el telémetro o usando la escala de profundidades de campo de los objetivos de enfoque manual, siempre corrijo a la señala coloreada que suelen tener, porque la radiación infrarroja no enfoca en el mismo plano que la luz visible. Ya en el espectro visible existe el problema de la aberración cromática debido a este fenómeno, que no todas las longitudes de onda enfocan en el mismo punto, y que es especialmente notoria causa de pérdida de nitidez en las longitudes focales largas. De ahí, la existencia de objetivos apocromáticos y tal. Con la GS645S, hacerlo así me había proporcionado siempre buenos resultados.

Pero uno siempre se pregunta... para qué longitud de onda está pensada esa marca, porque el espectro infrarrojo es muy amplio. Si el espectro visible va, aproximadamente, desde 380 nm de longitud de onda hasta los 700 nm, algo más en algunos casos, depende un poco de la variabilidad de cada persona, el infrarrojo va desde los 700 nanometros hasta 1 milímetro. Lo que es una amplitud enorme. Que conste que estas películas con sensibilidad extendida, sólo se entiende con el infrarrojo muy cercano. Es decir, con el filtro IR720 estaríamos aprovechando desde el 720 nm, que según sensibilidades personales será rojo profundo o infrarrojo muy cercano, y hasta los 750-780 nm. Por lo que siempre me entra la duda de cuánto tengo que corregir el enfoque. Si buscamos las especificaciones de la Kodak HIE Infrared, que llegué a usar en una ocasión en los años 90, la sensibilidad de aquella película estaba alrededor de los 900 nm, por lo que se podía afectar incluso por fuentes de calor. Si las marcas de los objetivos fueron pensadas para aquellos objetivos... podemos estar sobrecompensando.

Revelé la película de la forma habitual, Kodak HC-100 1+31, 6 minutos a 20 ºC, con la agitación intermitente habitual. Los negativos están digitalizados con la Panasonic Lumix G9 y el Leica DG Macro-Elmarit 45/2,8 OIS ASPH, y corregidos mínimamente. Ajuste de los puntos blanco y negro y poco más. La base de la película de Rollei es diferente, y mucho más transparente, que la de la película de Ilford. Y supongo que se ve mucho más afectada por la electricidad estática... porque acumula polvo con mucha facilidad. El trabajo que me da este retoque es mucho mayor que con la película británica.

Los resultados en general han sido razonablemente satisfactorios. Muy agradables en algunas de las tomas con el sol menos radiante o incluso nubladas. Pensaba que eso iba a afectar más a los tonos de la vegetación, oscureciéndolos, pero en realidad rebaja el contraste de la escena, que es más agradable de trabajar y ajustar. La granularidad de la película no es muy distinta a la de la película de Ilford en mi apreciación subjetiva. Algo mayor que otras películas pancromáticas convencionales de sensibilidades equivalentes. Y donde me he quedado chafado es en la nitidez. En varios negativos enfocados para la hiperfocal y corregidos a la marca del infrarrojo del objetivo, hay una pérdida de nitidez por un cierto desenfoque. Pero no tengo claro el motivo. Si es cosa del objetivo, de la marca de enfoque corregido que no es adecuada, o si yo estuve realizando algún error sistemático del que no soy consciente. Pensando estoy en cómo voy a actuar en el futuro...