Durante mediados de marzo, seguía yo probando las capacidades de mi reciente adquisición, la Olympus Pen F con el F.Zuiko 38/1,8. Con las películas de ISO medio-bajo, había comprobado que la cámara era capaz de ofrecer una muy razonable capacidad para obtener imágenes nítidas y limpias, a pesar del menor tamaño de negativo. Pero mi prueba con la Lomography Berlín Kino 400 me dejó un poco más mohíno. No soy de los partidarios de granos excesivamente aparentes porque sí, y aunque los resultados fueron honestos, no acabé del todo convencido.
Visitando un comercio de la ciudad, Zaragoza, vi que tenían disponibles rollos de Ilford HP5 Plus 400 de 24 exposiciones. Que con la Pen F se convierten en 48 exposiciones. Lo cual me parece un compromiso muy razonable para usar con esta cámara, más que las 72 exposiciones que ofrece un rollo de 36. Pero tenía que comprobar que calidad me ofrecía esta película con un negativo de medio formato. Así que cargué la cámara y empecé a hacer fotos, mientras me desplazaba de un lado a otros de la ciudad y mientras daba algún paseo por zonas verdes. Pero en estas... llegó el estado de alarma por la enfermedad por coronavirus, el aislamiento en domicilio y todas esas cosas. Tuve que replantearme las cosas.
Parte de las fotos del rollo están realizadas en los días inmediatos previos a la declaración del estado de alarma. El resto después. Con estas últimas decidí una cosa. Como estoy dentro de los servicios esenciales de la administración pública, he decido ir y venir a trabajar caminando siempre que pueda. Y llevar siempre una cámara encima, compacta, para ser más discreto e ir acumulando una serie de fotos sobre esta experiencia. Aunque voy cambiando de cámara para ir entreteniéndome. Tengo reveladas ya las de la segunda semana, aunque todavía no las he digitalizado. Y hace un ratito he terminado de exponer el de la tercera semana. Que revelaré el fin de semana.
Los datos de revelado de la HP5 Plus 400, expuesta a su sensibilidad nominal, y sin filtro alguno, no son ningún misterio. Los recomendados por los fabricantes. En Kodak HC-110, dilución B (1+31), 5' a 20 ºC. Digitalizados los negativos con la Panasonic Lumix G9 y el Leica DG Macro-Elmarit 45/2,8 ASPH OIS.
Los resultados... mmmm... creo que voy a probar otra cosa en cuanto pueda. La HP5 Plus tiene un contraste muy suave y una gama de grises muy amplia. Si la escena fotografiada tiene abundante contraste, quedan bastante bien. Pero si la escena es poco contrastado, en un procesado digital, cuando intento mejorar el contraste de las fotos, el grano se hace excesivamente visible. Y eso que Luminar 4 tiene buenas herramientas para minimizarlo sin perjudicar mucho la nitidez de la foto. He estado dándole vueltas a la posiblidad de usar la FP4 Plus 125 a un índice de exposición de 400, para mejorar el contraste entre la toma y el revelado, y luego tener que tocar menos el negativo al procesarlo digitalmente. Supongo que copiado en ampliadora, con cabezal de difusión, será mucho menos aparente. En cualquier caso... creo que la película idónea tal vez fuera la Kodak Tri-X 400, pero odio lo difícil que es de manejar por la escasa estabilidad dimensional que tiene su soporte. Ya os iré contando lo que pasa en las siguientes semanas del aislamiento social colectivo.
Me quedaba por comentar uno de los rollos de película con los que participé en la #FP4Party. El rollo que suministró mayor número de fotografías. Utilicé la Olympus Pen F con un rollo de 35 mm, lo que me proporcionó un total de 72 negativos. Mi plan con este conjunto fue llevarlo conmigo durante toda la semana deambulando por la ciudad, disparando la foto cada vez que surgiera una oportunidad. Fue una semana de tiempo benigno y luces matizadas, por lo que fue agradable hacer fotografías.
Hablaré otro día de la utilización de películas de más sensibilidad y con más grano. Pero de momento, hasta este punto seguía moviéndome con películas de sensibilidad media-baja para el pequeño tamaño de negativo, aproximadamente 17 x 24 mm, que proporciona la Olympus Pen F.
La película la expuse a su sensibilidad nominal, ISO 125. Y la revelé con una fórmula ya utilizada en otras ocasiones y que me ha generado muy buenos resultados; Kodak HC-110 dilución C (1+19), 5 minutos y 30 segundos a 21 ºC. Los negativos fueron digitalizados con la cámara digital Panasonic Lumix G9 + Leica DG Macro-Elmarit 45/2,8 ASPH OIS. El pequeño tamaño de los negativos obliga a un mayor cuidado en este proceso de digitalización, puesto que cualquier defecto en el paralelismo entre los planos de la película y el sensor o en la curvatura de la película genera con más frecuencia pérdidas de nitidez y de información. Afortunadamente, las películas de Ilford tienen una excelente estabilidad dimensional y quedan muy planas tras el secado de la película.
Los resultados son buenos. Aunque la FP4 Plus puede dar negativos contrastados, las buenas condiciones de luz que disfrutamos durante la mayor parte de la semana, especialmente entre las cuatro y las siete de la tarde, permite que la gama tonal y el contraste de la imagen final sea la adecuada sin mucho trabajo, y sin intervenciones intempestivas en el procesado digital, que suelen tener como efecto secundario un aumento de la apariencia del grano.
Tras las pruebas que he realizado, con la Ilford Pan F Plus 50, con la Rollei Retro 80S, con la Lomography Berlin Kino 400 que ya he comentado, y con la Ilford HP5 Plus 400, que tengo pendiente de comentar, creo que la Ilford FP4 Plus 125 presenta el compromiso más adecuado entre calidad y sencillez de uso, con un coste razonable. Si es necesario, es una película que también se puede forzar hasta dos pasos, aunque por supuesto con un aumento de la apariencia del grano, que no tiene mayor importancia en el formato medio, como ya vimos, pero que con un negativo tan pequeño sí que será notorio.
Os presentaba hace unos días los resultados de buscar el paisaje verde urbano y periurbano con la Hasselblad y un teleobjetivo corto y sobre película Kodak Ektar 100. Las fotos fueron realizadas en dos días consecutivos, un domingo y el lunes siguiente en el que me cogí un día de fiesta. Y en la caminata del segundo día se vino conmigo también mi fiel Pentax MX con el hasta ese momento no menos fiel SMC-M 50/1,7 y un carrete de Ilford FP4 Plus. Para mejorar el contraste de las fotografías, el 50 mm montaba un filtro rojo Heliopan #25.
La idea durante todo el camino fue la de presentar los resultados en forma de dípticos. Fotografías apareadas, bajo un criterio. Que en muchos casos es formal, y en otros tiene que ver más con historias o con motivos que probablemente no serán evidentes para la mayoría. Pero lo son para mí. Ahora no es el momento de hablar de eso. Quizá más adelante,... y probablemente en otro entorno. Pero digamos que mi interés habitual en fotografiar los espacios periurbanos de Zaragoza tienen que ver sobre todo el cambio, unas veces más rápido, otras más pausado, del paisaje de esos espacios.
Con respecto a la película y su revelado, no hay mucho que comentar. La Ilford FP4 Plus es una película de manufactura clásica, de grano fino, cúbico, no tabular como las más modernas, de sensibilidad... antaño decíamos "media", hoy con frecuencia oigo hablar del ISO 100-125 como "baja", bien contrastada pero sin estridencias, y que se maneja bien con cualquier revelador clásico. En este caso, Kodak HC-110 dilución A (1+15), durante 4,5 minutos a 20 ºC. La recomendada, con cierta confusión en distintas fuentes, para esta combinación. Un poco corto el tiempo para lo que me gusta... pero iba con prisa y tampoco me importaba mucho que hubiera un poquito más de contraste que el probablemente me hubiera dado la otra combinación recomendada, el HC-110 dilución B (1+31) durante 9 minutos a 20 ºC.
El filtro rojo vino bien para dar más solidez y contraste al cielo, especialmente cuando aparecieron algunas nubes en él. Bueno... más bien,... las nubes estaban, en abundancia, al principio de la caminata, y poco a poco fueron desapareciendo y haciéndose más escasas. En cualquier caso, hubo momento en que el filtro rojo vino bien, aunque también hubo alguna toma en el que no hizo falta... y lo quité, claro.
Pero lo mañana tuvo un resultado final imprevisto y no deseado. El objetivo Pentax SMC-M 50/1,7, que venía con la Pentax MX cuando la compré hace algo más de 20 años de segunda mano en Casanova Foto, en Barcelona, siempre había tenido una pieza, en la que se enroscan los filtros, un poco suelta, con un poco de juego. Nunca le he dado mucha importancia porque, no estando anclada al bloque óptico, no producía ningún efecto en la calidad de la imagen. Pero al desenroscar para una de las tomas el filtro rojo... se me vino al suelo. Se había roto por un punto. Supongo que siempre ha estado dañado por ahí. Quizá el dueño anterior le dio algún golpe, inaparente por otro lado. El caso es que... decidí jubilarlo. Con un apaño que le he hecho, ahora me sirve de lupa para examinar los negativos en la mesa de luz. Y lo he sustituido por un Pentax SMC-M 50/1,4, del que os hablaré otro día.
Recientemente tuve que reponer algunos materiales fotográficos, sobre todo químicos para los líquidos de revelado, fijado y humectantes. También algún otro complemento que me haga la vida más sencilla. Lo pedía Macodirect, tienda en línea alemana. En muchas ocasiones, si llegas a un cierto gasto, los precios de transporte del pedido se compensan con el menor precio de los productos. No siempre. Hay que estudiar cada caso.
No pensaba comprar película. Salvo quizá un par de carretes de 35 mm de Rollei 80s para fotografía infrarroja. Pero recientemente había leído las noticias de que el fabricante checo de película fotográfica Foma, había cambiado el empaquetado de sus Fomapan para celebrar el 100º aniversario de la marca o la empresa, no sé exactamente. Un empaquetado retro, pero muy alegre, con muchos colorines. Así que pedí un par de rollos en formato 120 de cada una de sus tres sensibilidades; 100 "Classic", 200 "Creative" y 400 "Action".
Previamente, de estas películas, sólo había probado la Fomapan 100 "Classic", hace un par de años. Bajo su propia denominación o "camuflada" como Lomography 100 "Earl Grey". Es la misma película. De tecnología de grano cúbico tradicional, ofrece unos resultados razonables, nada punteros, y el principal problema que me causó es que, en ocasiones, cuando la usaba con la cámara Hasselblad, daba la impresión de tener una longitud inferior a la estándar, porque el 12º fotograma aparecía cortado. En cualquier caso, decidí comenzar a usar estas películas con la Fomapan 200 "Creative".
Me pasa una cosa extraña. Aunque estoy acostumbrado ya con mis cámaras digitales a usar una índice de exposición 200, que es la sensibilidad de base de muchos de los captores electrónicos de estas cámaras, con la que se obtienen los mejores resultados de nitidez, ausencia de ruido electrónico y superior rango dinámico, en los carretes en blanco y negro es una sensibilidad incómoda. Para situaciones de luz escasa, prefiero el ISO 400, generalmente cómodamente forzable a IE 800, 1600 e incluso 3200, como con la Ilford HP5 Plus. Y cuando hay luz suficiente, las sensibilidades entre ISO 80 y 125 suelen ofrecer más nitidez y grano más fino que las de ISO 200. No digamos ya para largas exposiciones, en las que si puedes disponer de la Fujifilm Neopan 100 Acros, por su respeto a la ley de la reciprocidad, acabas con exposiciones más cortas que con películas de ISO 200 o 400.
Pero el domingo pasado hacía una mañana con nubes pero no oscura. Y fue el momento adecuado para usar uno de los rollos de Fomapan 200. Una tarde de esta semana pasada en la que poco a poco se fue matizando la luz con nubes pasajeras, que más tarde se convirtieron en permanentes y tormentosas, también generó unas condiciones similares. Esa tarde, como al principio del paseo había bastante luz y un cielo azul, usé un filtro naranja para mejorar los contrastes. La cámara usada en ambos caso fue la Hasselblad 500CM con el objetivo Carl Zeiss Plannar 80/2,8 CF T*. La medición de la luz la realicé con el Sekonic L-408 Multimaster. En ocasiones usando medición de luz incidente, pero la mayor parte de las veces usando la luz reflejada parcial, que me permite controlar el contraste con facilidad y determinar con facilidad un tiempo de exposición que me salve las sombras.
Cuando, una vez expuestos los dos rollos de película, fui a consultar las fichas técnicas de la película y los tiempos de revelado, me encontré con un dato que ignoraba. Así como las Fomapan 100 y 400 son películas clásicas de grano cúbico, la Fomapan 200 es una película de grano tabular hexagonal. Curiosamente, en la ficha técnica de la película no encontré tiempos de revelado para el Kodak HC-110 que el que tengo disponible en estos momentos. Lo cual me extrañó dada la popularidad y eficacia global de este revelador.
Finalmente, tras una cierta investigación, en el Massive Dev Chart encontré tiempos de revelado recomendados. A la dilución A (1+15), 3:30 minutos. A la dilución H (1+47), 9 minutos. En ambos casos a 20 ºC. Decidí trabajar a partir de esta última solución. Aunque para facilitar los cálculos, usé la dilución H modificada (1+49). La diferencia es muy pequeña a efectos prácticos. Y como es muy complicado bajar las temperaturas de los líquido ya preparados a los 20 ºC, y el agua del grifo para preparar el revelado me salía a 24 ºC, decidí usar esa temperatura para que la misma fuera lo más uniforme posible a lo largo de todo el proceso. Para ello tuve aplicar la calculadora para corregir los tiempos de revelado, que acabaron siendo de 6 minutos.
Los resultados me dejaron un poco cariacontecido. Aunque todos los negativos eran aprovechables, encontrando textura en las sombras de todos ellos, en general tienen poca densidad. Especialmente aquellos en los que he usado el filtro naranja. Por supuesto, a la hora de medir la luz en esos casos, tuve en cuenta los dos pasos de exposición que se come este filtro. En un momento dado, pensé que quizá la sensibilidad espectral de la película fuese tal que su sensibilidad al naranja fuese menor de la habitual. Pero por lo que visto en las hojas técnicas, no hay grandes diferencias con la Ilford FP4 Plus 125, por ejemplo, teniendo ambas un pico de sensibilidad en las longitudes de onda correspondientes al amarillo anaranjado, para luego presentar una caída repentina en torno a los 650 nm de longitud de onda, que se corresponde con los naranjas profundos y principios del color rojo. Ninguna de estas película, habitualmente vendidas como "pancromáticas" lo son del todo. En cualquier caso, no es de esperar un comportamiento con el filtro naranja distinto a las habituales de Ilford.
Por supuesto, puede que me hubiese equivocado al medir la luz. Pero presté mucha atención, especialmente por ser una película desconocida, y usé unas técnicas de medición de la luz que llevan mucho tiempo dándome excelentes resultados.
Otra explicación posible es que el revelador no extraiga toda la sensibilidad necesaria de la película, o que los tiempos de revelado fueran insuficientes. Pero los testigos, números y letras en los bordes de la película, tras el revelado, aparecían completamente negros, muy densos, denotando un revelado completo. ¿Habrá que pensar que la película es menos sensible en la realidad de lo que nos dicen en la ficha técnica? ¿Será más adecuado ajustarla a una índice de exposición de 100 o 125?
En cualquier caso, lo que sí que es cierto es que el contraste en las imágenes está muy contenido. La gradación de los grises es muy progresiva, muy continua, sin saltos bruscos. En algún caso, demasiado apagada. Aviso a navegantes, no usar el filtro naranja en situaciones en los que no obtengamos ventajas en el control del contraste. Y lo que sí me ha sorprendido es que con un negativo de formato medio, en los archivos digitalizados con la Panasonic Lumix G9 en modo alta resolución, en JPEG de hasta 40 megapíxeles, y cuyo resultado final han sido imágenes cuadradas de 25 megapíxeles, el grano es muy fino y apenas perceptible. Sólo en aquellas fotografías en las que por su escaso contraste, he tenido que ser más enérgico con las curvas o con las intervenciones locales para mejorar el microcontraste, el grano se ha hecho más aparente pero fino.
No me ha disgustado la película, suponiendo que hubiese estado familiarizado con ella y con la fórmula adecuada de exposición y revelado. Por ejemplo, si comparo estas fotografías con las de la Fomapan 100 de hace dos años, revelada también en HC-110, también expuesta con la Hasselblad, yo diría que el grano es más fino y agradable en la versión de ISO 200. Aunque en las fichas técnicas de Foma nos dicen que la granularidad de la Fomapan 100 es márginalmente más fina que la de la Fomapan 200 (RMS 13,5 frente a RMS 14; cuanto más bajo el valor, el aspecto de la granularidad es más fino).
No sé si repetiré. Ya tengo mis cajitas retro de colores. Y no les veo grandes ventajas a usar por ejemplo una Ilford FP4 Plus 125 a un IE de 200, con la facilidad de adquirir esta película en el comercio local. Pero bueno. Aquí queda la experiencia.
Pensaba trabajar un poco más las fotografías de estos dos rollos de formato 120 de película Ilford HP5 Plus 400 que expuse el sábado pasado con la Hasselblad 500CM, pero voy a considerar la salida como fallida, y no darle muchas más vueltas. Me explicaré.
El sábado hizo un día excelente, quede con una amiga para hacer ejercicio por la tarde, una buena caminata, yo quería conocer algunos parajes poco visitados por mí, y tengo mucha película Ilford HP5 Plus 400 en formato 120 que en algún momento compré... por equivocación. Estoy casi seguro que pensaba pedir Delta 400,... pero me colé. Así que cogí la mochila, la cargué con la Hasselblad 500 CM, el Carl Zeiss Distagon 50/4 C T*, su parasol y un filtro naranja. Era la primera vez que pretendía usar este filtro con este objetivo. No está adaptado al mismo, la rosca es del mismo diámetro pero no del mismo paso, pero pensé que con un poco de cuidado se podía instalar. Y sobre el filtro, el parasol de rosca del objetivo. Aquí empecé a meter la pata... errores de novato.
La idea era salir desde mi casa e ir caminando hasta la pasarela sobre el río Ebro del camino que lleva de Zaragoza al galacho de la Alfranca en Pastriz. El recorrido total del camino son entre 15 y 16 kilómetros. Entre el comienzo del camino en Zaragoza y la pasarela son unos 8 kilómetros. Nosotros fuimos desde otro punto, y el recorrido fue de unos 9 kilómetros hasta la pasarela. La idea era llegar con tiempo para el momento del ocaso, pero alguna parada episódica para tomar alguna fotografía nos hizo retrasarnos,... una media hora. ¿Por qué explico todo esto? Porque cuando te lías con otras cosas y no te centras en el proceso fotográfico acabas por cometer errores.
Errores cometidos, fundamentalmente dos:
Aplicar en serie uno sobre otro el filtro y el parasol. El objetivo de 50 mm es un gran angular, cuyo ángulo de vista en la diagonal es similar a la de un 28 mm en el formato negativo de 24 x 36 mm. Y con estas focales hay que tener cuidado de que los filtros y parasoles no produzcan un viñeteo mecánico al entrar en el campo de visión del objetivo. Ni se me ocurrió pensar de que podía pasar... luego, pasó. Teniendo en cuenta que, para evitar perder superficie aprovechable del negativo, tiendo a encuadrar un poco justo... fotogramas echados a perder, puesto que el reencuadre con lleva una excesiva pérdida de información.
Olvidarme el fotómetro en casa, y decidir estimar la exposición a ojo. Al fin y al cabo, el día era radiante, sin nubes incordiando,... ya sabes, para ISO 400, f/16 y 1/500 segundo de exposición. Como ya estábamos hacia la caída de la tarde... pues f/11. Estupendo... pero claro, el filtro naranja quita dos pasos de exposición. Hasta que te das cuenta de la metedura de pata, negativos subexpuestos. Decidí compensar esta metedura de pata con un revelado n+1. Los conocedores del sistema de zonas saben que esto es el equivalente de "forzar un paso". Es decir, revelar como si hubiese expuesto deliberadamente a un índice de exposición 800.
El revelado lo hice con Kodak HC-110, dilución B (1+31), durante 6 minutos y 45 segundos a 21 ºC. Me han preguntado últimamente porqué uso 21 ºC en lugar de los 20 ºC tradicionales. Bueno, esto es porque estoy tomando los tiempos recomendados en la página de EMULSIVE, y como son anglosajones y usan el número redondo de los 70 ºF (Farenheit), al convertir a grados centígrados da 21 ºC (centígrados o Celsius). A mí, me cuesta lo mismo ajustar la temperatura a 20 que a 21. Los tiempos de la página funcionada me están dando unos resultados muy buenos con las películas de Ilford. Ese tipo y yo debemos de procesar de forma muy similar.
Los negativos quedaron un poco más finos de lo habitual, pero con detalle tanto en las sombras como en las luces. Ahí interviene las características de la película Ilford HP5 Plus 400. Cuando lees por ahí las características de esta película, te encuentras expresiones de lo más variadas. La ficha técnica de Ilford la describe como una película de contraste medio. En algunos sitios he leído que era de contraste alto !?, mientras que en otros se quejan de su contraste apagado, que prefieren la Tri-X de Kodak. Creo que soy de los de esta última opinión, salvo lo de la preferencia por la Tri-X. Mi experiencia me dice que la latitud de exposición es muy amplia, y por eso aguanta los errores de exposición o los tratamientos forzados, manteniendo detalle en las sombras. Y que la curva de contraste sea moderada, ayuda a tener una gama tonal bastante amplia, que hace que a algunos les parezca apagada.
El caso es que a pesar de los errores de exposición, con la medida preventiva de aumentar el tiempo de revelado, los negativos se han salvado. No hay luces empastadas como consecuencia del aumento del contraste derivado de ese mayor tiempo de revelado, y el escaneado es sencillo. Como de costumbre en formato medio, con un Epson Perfection V600 Photo. Como esta película tiene una estabilidad dimensional excelente, no se curva ni se riza, se queda plana, la nitidez del escaneado es muy buena, tan apenas hay que tocarla en el procesado digital. Y como la gama de tonos es muy amplia, escaneándola a 16 bits hay margen más que suficiente para ajustar el contraste... siempre sin pasarse. Porque el grano, aunque aparente, es mucho más moderado de lo que recordaba. Y si lo trasteas mucho en el procesado digital, acaban apareciendo granos como pelotones de Nivea. Y no digamos ya si te empeñas en jugar sin criterio con el deslizador de "Claridad", gran destructor de fotografías perfectamente razonables.
Bueno. Un tarde aciaga, porque además de echar a perder muchos negativos por el viñeteado mecánico del parasol, alguno se salvó de todas formas, porque además de llegar tarde al momento del ocaso, las prisas por recuperar tiempo hicieron que acabar resintiéndome de mi fisura en el menisco derecho. Así que los tres últimos kilómetros, de la pasarela del Ebro a la parada del autobús en el barrio de La Cartuja Baja, los hice cojeando ligeramente. Pero bueno, de todo se aprende.