Dos revistas de fotografía me han mantenido muy atento y entretenido esta semana. Por un lado, en su formato electrónico, el especial de la francesa RÉPONSES PHOTO, que está dedicado al encuadre y la composición en fotografía. Y por otro, un producto nacional de alta calidad como es la revista EXIT, que en vísperas del verano se centra en el fenómeno de los viajes y el turismo de masas, fenómeno fundamentalmente producto del siglo XX, y que ha merecido la atención de algunos grandes fotógrafos. Vamos por partes. Pero ya adelanto que las fotografías que acompañan este artículo están relacionadas con este fenómeno, el del aficionado a la fotografía y los viajes, que con frecuencia siente curiosidad, benévola, hacia quienes con frecuencia abarrotan aquellos lugares más emblemáticos y más visitados en la actualidad.

RÉPONSES PHOTO - HORS-SÉRIE Nº 18 "CADRAGE ET COMPOSITION"

Hoy en día se da gran importancia en fotografía, en un mundo en el que reina lo digital, a parámetros numéricos que, con frecuencia, se asocian a la calidad de las imágenes. Megapíxeles, número f, longitud focal, ISO, número de bits por píxel, razón ruido-señal,... Sin embargo, uno recuerda las citas de algunos grandes de la fotografía que parece que medían la calidad de las imágenes por otros parámetros. "La nitidez es un concepto burgués" decía CARTIER-BRESSON. Y creo que era PLOSSU quien decía que no importaba que una fotografía pudiera estar desenfocada; el alma humana también puede estar desenfocada.

Y es así. Hay otros elementos importantes en una fotografía que pueden estar por encima de los parámetros cuantitativos a los que tanta importancia se da hoy en día. Y dos de ellos, íntimamente relacionados, el encuadre y la composición, son los que ocupan este número especial.

A partir de las planchas de contactos de SABINE WEISS, quizá no por casualidad partiendo de imágenes sobre película tradicional, se analiza el proceso de edición y selección de aquellas imágenes con las que nos vamos a quedar; las que van a representar nuestro proceso de ver fotográficamente. Evidentemente, un proceso similar se puede hacer a partir de las miniaturas de nuestros archivos electrónicos, obtenidos con nuestras cámaras digitales. Sin duda, este es uno de los motivos por los que programas de edición, revelado y retoque de la imagen fotográfica como ADOBE PHOTOSHOP LIGHTROOM tienen éxito. Permite reproducir el proceso de selección de imágenes, determinar cuales tienen una composición más adecuada, y cuales se van a beneficiar de un encuadre selectivo.

A partir de aquí, el repaso de otros porfolios publicados en este excelente número nos irá dando las claves del éxito en la búsqueda de esas imágenes que nos dicen algo, que nos apetece mostrar, junto con algunas artículos con reflexiones teóricas y prácticas sobre la composición en fotografía.

EXIT Nº 54 - DE VACACIONES / ON HOLIDAYS

Como decía antes, la revista trimestral EXIT, que nos trae agrupados por temas los trabajos de algunos de los más importante fotógrafos de la actualidad, nos habla en vísperas del verano de las vacaciones, del ser humano como viajero de masas, como turista, así como de las afecciones al paisaje natural y urbano derivadas de esta actividad.

Algunos nombres ilustres ilustran este número. Fotógrafos que se han dedicado a observar y a reflejar esta actividad humana. A veces con una mirada irónica, otras cariñosa, otras crítica. Una de las primeras consideraciones que hace es hacía la fotografía de las tarjetas postales, imágenes idílicas, la mejor cara de los lugares que visitamos y que coleccionamos o enviamos de recuerdo a las gentes que nos importan y a quienes queremos informa de nuestras andanzas. Algo que está en desuso como medio de comunicación entre personas, ante la inmediatez actual de los mensajes a través de la mensajería instantánea, el correo electrónico, o las redes sociales, que nos permiten compartir impresiones e imágenes con facilidad. Hoy en día, todo el mundo lleva una cámara fotográfica encima. Incorporada a su teléfono móvil.

Luego tenemos los monumentos más visitados según OLIVO BARBIERI, la gente que visita los museo según FRANCESCO JODICE, MARTIN PARR y CARLOS PÉREZ SIQUIER con sus miradas entre cariñosas e irónicas de las gentes que veranean en las playas o que visitan los sitios más turísticos, o los paisajes de las playas italianas de MASSIMO VITALI en época veraniega. Me he encontrado también con las fotografías de TRISH MORRISEY, fotógrafa que se inserta a sí misma en los grupos de personas, de amigos o familias que encuentra en las playa, suplantando el lugar de una de ellas, y que pudimos conocer hace unos meses en una exposición en FLORENCIA. Todos estos autores y otros que sería muy prolijo mencionar, que exploran los aspectos más contradictorios, más kitsch, más humanos del fenómeno de los viajes de masas.

Como aficionado a viajar que soy, no puedo menos que interesarme por el tema. Quizá porque de alguna forma yo también me pueda ver reflejado en algún momento en las imágenes que estos fotógrafos nos proponen. Pero también porque viajo con una cámara al hombro y, las más de las veces, lejos de encontrarme con esos lugares maravillosos que la literatura, las historia o la propaganda nos venden, me hallo rodeado de gentes, mucha gente que pueden convertir la experiencia en casi una pesadilla. La masificación puede romper la magia de cualquier lugar, e incluso se empieza a hablar de los lugares más decepcionantes por su masificación. Recientemente, esta experiencia la pude constatar en mi última visita a FLROENCIA, que he mencionado anteriormente. Gente, mucha gente. Aglomeraciones. Lugares por donde casi no se puede pasar. Ruido. Apenas se puede apreciar la belleza del lugar.

En estas ocasiones, y más si a uno le atrae lo de hacer las fotografías por sí mismo, no queda más remedio que aprender a integrar a estas personas en tu reportaje de viaje. No me gusta hacerlo de forma irrespetuosa. No voy a pescar a la gente en sus situaciones más embarazosas y ridículas. No me gusta tampoco esa actitud de ir a la caza y captura de la chica guapa, que se ha convertido casi en una nueva forma de acoso sutil. No llevo focales largas. Un teleobjetivo corto es lo más que utilizo. Pero prefiero confrontar estas situaciones con una focal estándar, más cercana y, desde mi punto de vista más honesta. Si consigo mi objetivo o no... eso lo tendréis que decir vosotros. Por eso os he dejado aquí una buena serie de ejemplos.