Segunda semana de aislamiento social - Cámara Safari Indiana Jones + Ilford HP5 Plus 400
Hoy sigo con mi intención de exponer al menos un rollo de película todas las semanas, para tener entretenimiento cuando llegue el fin de semana, mientras dure el decreto de medidas de emergencia por la epidemia de enfermedad debida al nuevo coronavirus. Os recuerdo que me han cualificado como servicio esencial, trabajo en los servicios sanitarios, y por lo tanto voy y vengo a trabajar. Procuro hacerlo caminando, y llevo una cámara conmigo. Eso sí, el paisaje que recorro es similar todos los días. Si me repito algo... pues es que me llama la atención algo y repito la fotografía cambiando las condiciones de luz o de presencia/ausencia humana.
Por darle un tono de diversión, decidí que para la segunda semana en vigor del decreto de medidas de emergencia utilizaría una "cámara de juguete"... pero que hace fotos de verdad. Con limitaciones, claro. Es una Werlisa de plástico, que venía etiquetada como "Cámara Safari Indiana Jones" y que compré en un mercadillo callejero por 2 euros. Las características de la misma las podéis encontrar en un artículo que publiqué en estas páginas hace un tiempo, casi 5 años desde entonces.
Generalmente, con estas cámaras se recomienda utilizar una película negativa de ISO 400 de sensibilidad. Normalmente, no pasa nada porque queden unos negativos algo sobreexpuestos, uno o dos pasos. Sin embargo, sería más problemático que utilizando una sensibilidad menor, quedasen subexpuestos. Aun así, me planteé la posibilidad de usar una película de ISO 125, la FP4 Plus, y luego aumentar el tiempo de revelado. Mi reciente experiencia en el Museo del Fuego y los Bomberos invitaba a ello. Pero bueno, decidí mantenerme dentro de cierta ortodoxia, y usé un rollo de 36 exposiciones de Ilford HP5 Plus 400.
El revelado lo he realizado como normalmente para esta película y su sensibilidad nominal. En Kodak HC-110, dilución B (1+31), 5 minutos a 20 ºC. Los negativos, como de costumbre para la película de formato pequeño, de 35 mm, los digitalizo con la Panasonic Lumix G9 y el Leica DG Macro Elmarit 45/2,8 ASPH OIS. El resultado es que han quedado sobreexpuestos, pero no mucho, porque las condiciones de luz no fueron de sol radiante ni mucho menos, y poco contrastados. En gran medida, por las propias condiciones de luz y climáticas de esa semana. Llovió algunos días, y hubo cielos nublados otros.
Como era de esperar, las fotografías tienen una resolución limitada. El objetivo es un simple menisco de plástico que tiene la nitidez justita en el centro de la imagen, que se pierde con rapidez en cuanto nos alejamos del mismo, con caídas casi catastróficas en las esquinas. Pero que dan el pego si no se amplía mucho la imagen. La cámara no presenta filtraciones de luz ni cuestiones parecidas, por lo que los negativos aparecen limpios. Sólo puede preocupar alguna irregularidad en el paso de la película que hace que entre algunos negativos quede una amplia separación y entre otros, prácticamente ninguna o se solapen mínimamente. No obstante, uno de los negativos presenta una filtración de luz, que tiene toda la pinta de ser una artefacto en el momento de su digitalización.
En fin, segunda semana de la crisis coronavírica, segundo rollo, y cámara anecdótica para introducir un poco de humor en el asunto, que nos viene bien. Por cierto, algunas de las fotos, en interiores incluso aprovechando la sensibilidad de la película se corresponden con mi entorno de trabajo, que en estos momentos se encuentra con una afluencia de trabajadores muy inferior a la habitual. En mi dirección, de 20 estamos unos siete, los cinco profesionales sanitarios, algún otro técnico que se turnan diariamente y algún administrativo; en otras, la proporción es menor.