Canon EOS RP, una "rara avis" en el mercado fotográfico actual, que tiene su interés
Vivimos tiempos raros para la fotografía en lo que a los equipos se refiere. Es difícil saber qué quedará cuando se estabilice el mercado. Ahora, tenemos, probablemente, más fabricantes de los que este admite, y una diversidad excesiva de formatos y sistemas alrededor del tamaño de los captores de imagen y las monturas de objetivos. Pero, en mi opinión, las tensiones informativas y publicitarias, las estrategias de los fabricantes y las "opiniones" de los "voceras" que pueblan la internet, están arrastrando al mercado al llamado full frame, traducido, algo incorrectamente, como formato completo. Y que no es más que lo que en tiempos de la película fotográfica se llamaba formato pequeño o miniatura, también estándar por su popularidad, de 24 x 36 mm. Aproximadamente. Pero este formato, en estos momentos es caro. No porque tenga que ser necesariamente caro, sino porque lo están planteando así. Cámaras de 2000 o más euros, acompañadas de objetivos muy luminosos, pero que por la necesidad del diseño telecéntrico de las ópticas en fotografía digital, son enormes y carísimos. Tienen un tamaño habitualmente superior al de los objetivos de formato medio para película tradicional, que cubrían el 6 x 4,5 cm, 6 x 6 cm o 6 x 7 cm. Por cierto, no lo he dicho, pero doy por hecho de que el mundo de la fotografía será sin espejos. Que los sistemas réflex irán desapareciendo poco a poco.
Los modelos de formato completo asequibles, hasta hace poco, han sido los modelos de Sony que permanecían a la venta un buen tiempo tras la salida de sus reemplazos con precios más bajos. Sólo encuentro dos excepciones a esta situación. Hasta cierto punto. Canon, sin mucha publicidad, lanzó al mercado su segunda cámara sin espejo de formato completo, la Canon EOS RP, de la que hablaré hoy, aunque sin muchas opciones en objetivos de precio razonable para armarla. Canon se ha centrado en los "aros rojos" de prestigio, profesionales y precio... por allá por la estratosfera. Nikon también sacó al mercado en su momento su Nikon Z5, con más posibilidades de objetivos aptos para aficionados. Ambas admiten las ópticas tradicionales Canon EF y Nikon F, respectivamente, que con los adaptadores dedicados funcionan perfectamente en estas nuevas cámaras.
Desde 1993 soy usuario de cámaras Canon EOS. Siempre me he sentido cómodo con ellas. No tanto con la marca, que pasó de ser innovadora y arriesgada hace 30 años, a conservadora y timorata un par de décadas después, siendo líder de mercado. Y además son muy rancios con los accesorios de objetivos y cámaras. Precios desorbitantes que incrementan mucho el valor real de las cámaras y ópticas. Hablamos por ejemplo de un simple parasol, que es una pieza de plástico de poco coste de fabricación. Pero como digo, sigo disfrutando de cámaras Canon EOS para película tradicional. Y en digital, la Canon EOS 5D Mark II, que compré en enero de 2010, sigue siendo muy válida. Al loro los principiantes que quieran iniciarse en esto y puedan encontrar un ejemplar de segunda mano a buen precio. Pero... desde hace tiempo me he acostumbrado a las comodidades y ventajas de los sistemas sin espejo, sobretodo gracias a las Panasonic Lumix, y con lo grande y pesada que es, cada vez me da más pereza utilizarla. Casi nada en el último año. Casi nada. Algún retrato en el ámbito de lo privado, que no suelo mostrar en las redes sociales, usando el Tamron 35/1,8 o el veterano Canon EF 85/1,8. Algún evento deportivo con el Canon EF 200/2,8, con o sin el duplicador de focal. Una pena, porque tengo un parque de objetivos para montura Canon EF bastante capaz.
Hace unos meses, fijé mi mirada en la Canon EOS RP. Sobre lo que estoy acostumbrado a usar en Panasonic, tiene dos carencias notables. El captor de imagen no es estabilizado, como ninguna de las Canon EOS hasta hace mes y medio, y no está formalmente protegida con inclemencias meteorológicas, aunque se afirma que resiste muy bien. Pero es pequeñita. Y su listado de prestaciones es muy impresionante, especialmente si te dedicas a la foto fija. Sobre el tema del vídeo no opino. Alguna queja sobre el rango dinámico de su sensor... pero siempre he supuesto que en la práctica real, esto tendrá poca importancia. El sistema micro cuatro tercios también presenta ese "problema", que nunca me ha generado ningún problema real. Pero no estaba entre mis prioridades gastar los 1200 o 1300 euros de un cuerpo nuevo para un uso esporádico. Conocido esto por algunas gentes, de repente me llega un día una oferta. Una EOS RP que ha sido usada sólo en demostraciones o en estanterías de exhibición, con un número bajísimo de actuaciones de obturación, unos cientos, por un 60 % del valor de la cámara nueva. No puedo decir de dónde la saqué, aunque no hay ninguna irregularidad en la transacción, que lleva su factura conforme y todo. Tal es la cámara que luego he actuado de intermediario para comprar otro ejemplar a través de eBay, aunque más cara, para otra persona interesada.
La cámara es realmente pequeñita. Pero se sujeta bien en la mano y tiene una ergonomía razonablemente buena. No voy a entrar en su catálogo de prestaciones. Es más que suficiente. Y la única cuestión, que podéis observar en algunas de las fotos anteriores, es que siendo tan pequeñita, con algunos de los objetivos que tengo de montura EF, no tengo ninguno para la montura RF que le es propia, casi parece ridícula. Es muy coqueta y equilibrada con el pancake EF 40/2,8 STM, que con el adaptador añadido pierde su condición de objetivo plano, pero sigue siendo muy adecuado. Pero con el muy competente EF 24-105/4L IS USM, se ve minúscula. Es con este objetivo con el que más la he probado... y va muy bien. Muy satisfecho con la calidad de imagen. La mayor parte de las fotografías está prácticamente sin tocar, o simplemente pasadas por Color Efex Pro 4 de la Nik Collection, lanzado desde Affinity Photo 1.8.4., donde revelo con mucha facilidad el archivo raw, para quitarles la sosería de las fotos digitales.
Por la cortísima longitud de brida del sistema, la distancia entre el plano de la superficie sensible y el plano de la montura del objetivo, con adaptadores se puede usar con un montón de objetivos de otros sistemas. Me he hecho con dos adaptadores, uno para Pentax K, esperando que vaya bien la cámara con el SMC-A 100/4 Macro (no lo he probado todavía), y otro para Leica M. Sobre este... he hecho alguna prueba con el Summicron 35/2 ASPH, pero los rayos de luz fuertemente oblicuos que llegan al sensor de la cámara crean viñeteos púrpuras y degradación de la imagen en las esquinas con facilidad. Quizá con los objetivos de 50 mm o superiores vaya bien. Para esos objetivos, hay que usar las propias Leicas que corrigen en cámara esos defectos. Si los veis recomendados por gentes que hacen vídeos, recordar que el formato de los vídeos, 16:9, recorta las esquinas problemáticas, y los defectos se aprecian menos.
La cámara previsualiza los formatos 3:2, 4:3, 16:9 y 1:1. Y también el recorte x1,6 propio de las APS-C de la marca. No sé si el adaptador de la cámara admite estas ópticas, las Canon EF-S, que no pueden montar en las monturas Canon EF. Sólo tengo un objetivo con este factor de recorte. Un Tokina 12-24/4 cuya montura es idéntica a la Canon EF, aunque solo cubre el sensor APS-C. Cierto es que este Tokina, a partir aproximadamente de los 18 mm de focal cubre el formato completo. En cualquier caso, con el modo x1,6 obtenemos un archivo de imagen de sólo 10 megapíxeles en lugar de los 26 megapíxeles originales. Lo cual también se consigue recortando la imagen con el viñeteo mecánico hasta ese tamaño en que desaparece.
La cuestión es que la cámara va muy bien. Me ha sorprendido gratamente. Así que es posible, incluso probable, que la use bastante más de lo que venía usando la 5D Mark II. Porque además he comprobado que con un objetivo se puede llevar discretamente en mi mochila urbanita. Incluso si el objetivo es el grandote 24-105/4. Seguramente iré contando más cosas conforme la experimente en distintas situaciones.