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MIR-1 37/2,8 M39 - Un objetivo para la Zenit 3M (I)

Comentaba hace unos días la compra, por muy poca cantidad de dinero, de una soviética Zenit 3M, en excelente estado de conservación y funcionamiento, con el anagrama conmemorativo del 50º aniversario de la Revolución de Octubre que dio lugar a la reconversión del Imperio Ruso en Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas; la URSS. Y comentaba también que me llevé la sorpresa de que la montura del objetivo era de rosca de 39 mm (M39), cuando yo esperaba usar sobre ella los de rosca de 42 mm (M42), de los que ya dispongo. Mi gozo en un pozo. Así que me puse a buscar algo... una óptica distinta y apropiada. Nada de repetir uno de los 50 mm que ya tengo en montura M42.

Tras una cierta investigación, me llamó la atención el MIR-1 37/2,8 Grand Prix Brussels 1958. A lo de la "grand prix" no le hagáis mucho caso. Se supone que viene de que el objetivo recibió un premio en algún certamen o feria en Bruselas en ese año, y ese dato apareció grabado en el barrilete del objetivo durante el resto de su vida. El objetivo tiene una fórmula óptica muy similar al Carl Zeiss Jena Flektogon 35/2,8; pero no es una copia descarada como en otros objetivos, sino que tiene alguna modificación. Y decidieron ser honestos y adjudicarle la distancia focal real y no la aproximada más popular, en este caso 37 mm. La he comparado con el Summicron 35/2 ASPH de Leica, y efectivamente ve ligeramente más estrecho, pero por muy poco. No es infrecuente que la focal real de los objetivos no sea exactamente la oficial. En los antiguos Summicron 50 mm de Leica era frecuente que apareciese grabado en el barrilete cifras como 52 o 53, que era la focal real de esa unidad.

A la izquierda la fórmula óptica del MIR-1 soviético; a la derecha, el del Flektogon de la República Democrática Alemana. Ambos son fórmulas retrofoco tradicionales, o teleobjetivos invertidos, con el gran menisco negativo en la parte frontal del objetivo. Por lo demás, son muy similares.

La copia que he adquirido a través de eBay no ha salido ni muy barata ni muy cara, comparando con otras ofertas. Las más baratas tenían mala pinta, las más caras no presentaban a priori mejoras destacables. Esta viene además con una arandela adaptadora de M39 a M42, por lo que puede ser usada en cámaras con esta montura, y con un estuche de plástico para guardarlo. Se anunciaba como buena aspecto estético y perfectamente funcional. Veremos que tiene algún incordio.

El objetivo tiene un aspecto sólido y se observan unos acabados razonablemente buenos. El número de serie comienza por 65 por lo que, siguiendo la norma de los aparatos soviéticos, podemos decir que fue fabricado en 1965, un par de años antes que la cámara. Se monta sin problema en la cámara, y con los adaptadores correspondientes lo he podido montar en cámaras réflex de Canon y Pentax, y en las cámaras de sistema sin espejo de Olympus y Panasonic. Con la réflex de Canon y Pentax, sin embargo, no va bien. La lente trasera se introduce mucho en el interior del cuerpo de la cámara e impide el recorrido habitual del espejo réflex.

Empezando desde el extremo de la montura, tenemos una escala de profundidades de campo que no se ve muy bien, así como la escala de distancias de enfoque. El aro de enfoque que viene a continuación es fácil de accionar y tiene un recorrido amplísimo, de prácticamente tres cuartas partes de vuelta. Luego viene un aro que me desconcertó, porque no había visto nunca uno, y ya sobre la lente frontal el aro con las posiciones del diafragma, entre 2,8 y 16. Aquí es donde la cámara tiene un desperfecto, porque las cifras del diafragma no se alinean perfectamente con la marca que señala la selección realizada. Supongo que el objetivo recibió en algún momento algún golpe, y precisó reparación, lo cual no declaró el vendedor. No obstante funciona bien. Y como el recorrido angular entre las distintas posiciones del diafragma es diferente, es fácil saber cuando estás pasando de una a otra sin necesidad de mira. Entre 2,8 y 4 hay mucho recorrido, entre 11 y 16, apenas.

Con un poco de observación e inspección, sin necesidad de mirar documentación alguna, deduje el sentido del aro intermedio. Está asociado a la apertura del diafragma. Cuando el punto rojo asociado indica la apertura de trabajo, por ejemplo f/4, el diafragma está abierto y es el momento de proceder a enfocar la escena. A continuación, nos llevamos el punto rojo a la posición f/2,8, y el diafragma se cierra a la apertura de trabajo, y ya podemos hacer la foto. Es un poco contraintuitivo,... uno pensaría que tendría que ser al revés. Pero es como es. Es un diseño soviético, y no le vamos a dar vuelta a si tiene sentido o no. Observamos que el punto rojo más próximo, que tendría que estar alineado con el número cuatro, esta algo desplazado hacia la derecha. Ese el defecto que comentaba antes.

Vale... ¿y qué tal funciona? Como estos días no tenía tiempo para revelar película tradicional, lo monté en la Panasonic Lumix G9 con los adaptadores adecuados. En general, todas aquellas fotografías que estaban enfocadas a larga distancia o a infinito, quedaron con muy baja definición, mientras que las enfocadas a menos de 6 o 7 metros, aparecía nítidas donde tenían que estar nítidas. Las que muestro aquí, salvo una, pertenecen a estas últimas.

Desconozco cuál es el problema del enfoque a infinito. Tal vez este asociado a esa reparación que sin duda a sufrido el objetivo en algún momento de su vida. Pero tal vez esté asociada al sistema de adaptadores usado. Dos de ellos, un adaptador de M42 a montura Micro Cuatro Tercios, y una arandela de M39 a M42. La suma de tolerancias excesivas puede haber llevado a un enfoque incorrecto. Cuando miro por el visor réflex de la cámara Zenit, mi sensación es de ver bien enfocado las escenas, pero lo tengo que confirmar haciendo fotografías. Es cierto, que al día siguiente, volví a montar el objetivo en la Lumix G9 haciendo fotos desde el balcón de casa y lo comparé con el Summicron 35/2 ASPH. Y ambos llevan al menos un adaptador de montura. Lo cierto es que las que hice, que no enseño por ser muy aburridas, desde el balcón con el MIR-1 tenían algo más de nitidez que el día anterior. En fin... que tengo que probarlos todavía con la cámara a la que van destinados.

Por poner un ejemplo, en la última fotografía que pongo, comprobaréis que el diafragma estaba muy cerrado, se ven las estrellas de difracción en una ventana de una torre, pero el contorno de las torres aparece algo difuminado. De momento, quedamos a la espera de probar el objetivo con la Zenit 3M. Continuará.