China con la Minox GT-E + Ilford XP2 Super 400
En mi últimas vacaciones viajé a China, a la República Popular China o China continental. En años anteriores ya había visitado las regiones administrativas especiales de Hong Kong y Macao, y la isla de Taiwan, un país no reconocido que, para unos es la República de China (sin Popular), para otros Taiwan, un país no reconocido, y para otros una provincia rebelde de una única China. Da lo mismo. Visitar los anteriores era fácil, uno cogía un billete de avión, iba, le sellaban el pasaporte en el control fronterizo y ya está. En esta ocasión ha habido que pagar, y a menudo precio, el visado correspondiente con antelación, ir pasando todo tipo de controles de seguridad, e ir presentando pasaporte para ir moviéndote dentro del limitado entorno en que lo hemos hecho. Con base en Shanghai, hemos visitado algunas ciudades interesantes de los alrededores, para luego movernos unos días a las montañas de Huangshan y a Hangzhou, que tampoco están muy lejos de la cosmopolita ciudad china. Y he hecho fotos, claro. Y como vengo haciendo desde hace un tiempo, me he llevado una cámara compacta con unos carretes de película negativa en blanco y negro.
Como en la última ocasión, en París, opté por llevarme la Minox GT-E, que mientras funcione bien, es con la que mejor me manejo y no abulta ni pesa casi nada. Y como película, la extremadamente polivalente Ilford XP2 Super 400, que te resuelve un montón de situaciones sin problema, con buenos resultados. Mi intención era mandarla a revelar a un buen laboratorio, que me hicieran una buena digitalización de los negativos, y a funcionar. Últimamente diversifico para estos trabajos entre Carmencita y Malvarrosa, los dos situados en Valencia, estos últimos más nuevos y algo más baratos, pero ambos con buenos y fiables resultados. Por lo demás, ofrecen servicios muy similares.
Pero a la vuelta, surgieron una serie circunstancias en mi entorno personal que me hicieron ser precavido sobre lo que iba a ser de mi vida en unas semanas. Nada malo, simplemente un lío de tiempo y organización, en el que encajar diversas actividades. Así que aprovechando que esta semana la tenía tranquila, decidí tirar por la de en medio, y revelar yo mismo los tres carretes de XP2 que expuse en China y digitalizarlos yo mismo. Luego ya, iremos repasando las fotos e integrándolas en el libro correspondiente cuando haya tiempo y ocasión. Pero sin estar pendiente.
La Ilford XP2 Super 400 es una película negativa en blanco y negro que tiene la peculiaridad de que es de tecnología cromogénica y está pensada para ser revelada en el proceso C-41, como las películas negativas en color habituales. Y de esa forma, se puede usar con índices de exposición entre 50 y 800, la sensibilidad nominal es ISO 400, con buena calidad de imagen, y con una granularidad muy discreta, especialmente cuando se usa con índices de exposición entre 50 y 200. De hecho, yo suelo ajustar el fotómetro de la cámara a IE 200, con muy buenos resultados. Sin embargo, se puede revelar sin problemas con una química habitual del blanco y negro tradicional. En tu casa.
Como está pensada para el proceso C-41, no hay tiempos de revelado oficiales para reveladores como el Rodinal o el Kodak HC-110 que usó yo habitualmente. Con estos reveladores, se puede utilizar un revelado desatendido, con altas diluciones (bajas concentraciones), de 1+100 para el Rodinal o de 1+120 o 1+160 para el HC-110, con tiempos de revelado de 45 minutos, una hora o más, sin agitación o una agitación mínima mínima mínima. Los resultados son buenos. Se controla bien el contraste. Pero tienen tendencia a presentar una granularidad mucho más marcada que en su revelado recomendado. Así que me lancé a buscar tiempos de revelado alternativos.
Encontré varias referencias de gente que había experimentado. Al final, agrupé varias de ellas y tomé una decisión operativa, porque no todas eran iguales, aunque todas se movían en situaciones similares. Decidí revelar a una dilución E modificada (1+49, en lugar de 1+47 que es la dilución E oficial; las cuentas son más sencillas), durante 6 minutos y 30 segundos a 21 ºC. Con la agitación habitual de inversiones tranquilas del tanque de revelado durante 30 segundos al inicio del revelado y luego cuatro inversiones tranquilas cada minuto. Esta dilución con estos tiempos son adecuados en principio para un índice de exposición de 200, que como he dicho es la que uso habitualmente. Aunque era consciente que tenía fotogramas expuestos a índices de exposición de 100 y 400 también. Los primeros no me suponían mayor problema, los últimos corrían algún riesgo de perder detalle en las sombras, pero había que fiarse de la latitud de exposición de la película.
Los resultados han sido buenos. La mayor parte de los negativos han quedado con buena densidad. Muy poquitos han quedado excesivamente transparentes, dos o tres de 112 negativos en total (37 negativos útiles en dos de los carretes, 38 en el otro). Bien es cierto que no he andado con las mejores luces para este tipo de película, que se maneja muy bien en situaciones de buena iluminación y algo contrastadas. Pero se puede trabajar con ellos. La granularidad ha quedado algo más alta que en el revelado y digitalizado comercial, pero bastante contenida. He digitalizado los negativos con la Panasonic Lumix G9 + Leica DG Macro-Elmarit 45/2,8 ASPH OIS. He utilizado el modo de alta resolución de la cámara. Como no he apurado el encuadre de los negativos, a partir de los 80 megapíxeles del RAW del modo de alta resolución de la G9 he obtenido archivos aprovechables de 50 megapíxeles. Que no está nada mal.
A partir de ahí, todo es cuestión de trabajarlos un poquito en el procesado digital para dejarlos en su sitio de luminosidad y contraste. Me faltan muchos todavía por procesar. Pero no tengo más prisas, por lo menos, ya no tengo que estar pendiente de su revelado y digitalizado. Como habréis podido ir viendo, os he ido dejando ejemplos de lo que he ido procesando hasta el momento. Shanghái, Suzhou y las montañas de Huangshan.